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Viendo el vaso medio lleno

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Siguiendo la visión optimista de ver el vaso medio lleno en vez de medio vacío, la salida del denominado “partido del pueblo” de la MUD que evidentemente termina de desarticular lo que quedaba de esa unión, básicamente electoral, podría ser un paso importante para plantear la verdadera unidad superior que se necesita para lograr el cambio político urgente que requiere el país.

Cerradas por el régimen las salidas electorales constitucionales previstas para este año, como era las elecciones presidenciales en diciembre próximo y reforzadas por la actitud abstencionista de la mayoría electoral, los partidos políticos de las oposiciones democráticas, que también se encuentran con los mayores rechazos históricos por parte de la sociedad venezolana, comienzan a entender que participar en las justas electorales que pretende organizar el régimen no tiene ningún sentido práctico en las actuales circunstancias que imponen, esencialmente, cambiar la coalición gobernante lo antes posible. Simplemente, si no se desplaza al régimen, las actuales organizaciones políticas, al igual que el resto del país, no tienen futuro.

El hecho que se comience a entender que la unidad gira en cambiar al gobierno y cómo lograrlo mediante la alianza de todos los factores opositores de la sociedad venezolana, sin dudas es un paso importante que debe promoverse y concretarse en el corto plazo. Acordar y unirse en torno al cómo es la tarea inmediata y esto debe conducir a una dirección única que se haga responsable y se comprometa a cumplir con los acuerdos establecidos ante el resto de la sociedad, y la misma debe apoyar decidida y militantemente la ruta fijada por esta dirección.

De allí la importancia que tienen las constantes protestas de gremios y sindicatos que se ven afectados por la inflación, los bajos salarios para enfrentarla y las condiciones marginales en las que trabajan, condiciones estas, que el régimen no está en capacidad de mejorarlas y que se agravan cada día. Comenzar a canalizar, organizar y garantizar la eficacia política de estas protestas es otra de las tareas que se deben comenzar a acometer prontamente.

Esta presión popular organizada debe incrementarse a tal nivel que obligue al régimen a negociar una salida y establecer un gobierno de transición que comience a resolver los profundos problemas que se heredaran por la nefasta gestión de la revolución bolivariana.

La necesidad del cambio del gobierno debe, por tanto, obligar a la unidad de propósito entre partidos y sociedad civil para el diseño de la estrategia que conduzca a la sustitución del régimen por un gobierno de transición que establezca los fundamentos para el rescate de nuestro país. Esta idea comienza a escucharse más frecuentemente en los medios de comunicación y en las redes sociales y, “nada es más poderoso que una idea cuando le llega su tiempo”, según nos recuerda Víctor Hugo, por eso es que debemos comenzar a ver el vaso medio lleno.

@lesterllopezo