La agencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, conocida por sus siglas en inglés como FAO, ha sido vista tradicionalmente como una organización técnica, políticamente neutral, que ha desarrollado una encomiable labor ayudando a mejorar la situación alimentaria de los países más pobres, en particular en África. 

Esta situación ha cambiado desde el año 2019 con la designación de Qu Dongyu, un funcionario chino, como Director General de la organización internacional, en el marco de una elección plagada de irregularidades. La favorita a ganar la elección era la representante de Francia, sin embargo, según la embajadora de Alemania ante la FAO, lo europeos fueron sorprendidos por las acciones de China que, por debajo de la mesa, comenzó a tratar de inclinar la elección a favor de su delegado. 

En primer lugar presionó a los competidores del delegado chino para que se retiraran. Uno de ellos fue el de Camerún, el cual se retiró de la contienda luego de que China le condonara a su país una deuda de 80 millones de dólares. Por otro lado otorgó sobornos a los  embajadores para que votaran a favor del funcionario. Se corrieron rumores en los pasillos de la FAO en Roma, que China había pagado a los embajadores viajes en primera clase. 

Según los analistas entrevistados, la FAO es importante para China porque la nación asiática está instrumentando una estrategia conocida como la Ruta de la Seda que persigue aumentar el rol de China como actor global y en ese sentido le interesa prestar asistencia a los países más rezagados, buscando integrarlos a su área de influencia.  El funcionario chino designado como director mantiene su fidelidad al Estado Chino y bajo se gestión esto se ha hecho posible. 

Se analiza el caso de Santo Tomé y Príncipe un país pobre lindante con África donde China planea construir un puerto de aguas profundas. Luego de tomarse la decisión de invertir en el puerto en el 2015, al año siguiente Santo Tomé y Príncipe rompió relaciones con Taiwan y estableció relaciones con China. 

Otra razón por la que la FAO es importante para China es debido al tema alimentario. China sufrió en la década de 1950 y 60 una hambruna considerable en la que fallecieron millones de personas. El Estado Chino debe garantizar la alimentación a más de 6 mil millones de personas. Para ello le interesa dar asistencia a los países que pueden ser proveedores de alimentos de China. Es el caso de Laos, nación vecina de China, donde el gobierno de este país está invirtiendo en la construcción de un ferrocarril para transportar alimentos a China. 

Bajo la gestión de Dongyu la FAO ha impulsado en África el uso de pesticidas como el Paraquat cuyo uso en Europa ha sido prohibido. Esto se da en un contexto en el cual la FAO está firmando acuerdos con compañías de pesticidas como Bayer, buscando que estas compañías inviertan en proyectos en los países más pobres de áfrica. Las cifras de intoxicados y muertes por el uso de pesticidas se ha incrementado considerablemente. Esto era impensable en las gestiones previas a la del funcionario chino mencionado. 

Nota: este es escrito es una síntesis de un documental de la agencia alemana DW sobre la influencia china en la FAO, el cual se encuentra disponible en Youtube. El documental fue elaborado en base a la entrevista a un funcionario de la FAO en Roma cuya identidad se mantuvo en secreto.