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Productos latinoamericanos preocupan a agricultores europeos

Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 3 min.

Los productos agrícolas latinoamericanos son en parte causa de las protestas europeas. ¿Los acuerdos de libre comercio favorecerían una competencia desigual? DW miró a ambas orillas del Atlántico.

No es por la soja sudamericana que requieren los europeos para su ganadería; es por la carne de vacuno de Argentina, por el pollo de Brasil, por las fresas de Perú, por los arándanos de Chile… Parte de la movilización masiva de los agricultores europeos que ha llenado las vías de varias ciudades del viejo continente ha sido una protesta contra los acuerdos comerciales de una Unión Europea que exige altos estándares sociales y medioambientales, mientras permite la entrada de alimentos producidos sin ellos y que cuestan menos.

Esta semana, en el Parlamento Europeo, el comisario europeo de Economía y Comercio, Valdis Dombrovskis, defendía los acuerdos comerciales como una gran oportunidad para las exportaciones. Después de un crecimiento promedio del 6% anual, la UE es el primer exportador de productos agrícolas y su tercer importador (después de China y Estados Unidos). En el balance de exportaciones e importaciones, solo le gana Brasil. No obstante, los agricultores temen por la competencia que representan, por ejemplo, los productos de América Latina.

Dos ejemplos

Según un estudio de impacto de la Comisión Europea (octubre de 2023), el sector de la agricultura y la alimentación se ha beneficiado del acuerdo con los países andinos (Colombia, Perú y Ecuador), en vigor desde 2012.

En el caso de los países de América Central -con un acuerdo en vigor desde 2013-, las importaciones europeas desde esos seis países han aumentado en un 31%. Se trata mayormente de frutas, verduras y azúcar.

Razones

"Lo que parecía una inminente conclusión del acuerdo con los países del Mercosur atizó en su momento la llama”, dice a DW Anna Cavazzini, presidenta de la comisión de Mercado Interior y Protección al Consumidor del Parlamento Europeo. "Es que los acuerdos comerciales de la UE sí han creado problemas, tanto para los agricultores europeos como para los del sur global. Los europeos tienen razón en cuanto a que aquí hay cada vez más reglamentos -para pesticidas, por ejemplo- y temen no poder competir con productos de otros países que no los tienen ni los contemplan en sus acuerdos comerciales”, agrega Cavazzini, eurodiputada por Alemania.

Por otro lado, recuerda Cavazzini, "la UE paga subvenciones agrícolas masivas -calculadas por cuántas hectáreas, sea un pequeño agricultor o el mayor consorcio alemán- que enfrenta a los agricultores del sur global y al pequeño agricultor a una desventaja estructural”. 

"Sean porotos de soja, carne, frutas, pescado o petróleo: lo que los productores europeos están impugnando en las calles es la incoherencia y el doble estándar de la UE que les pone mayores exigencias en cuanto a sustentabilidad en la producción, pero que acepta sin ningún problema la importación de productos con nulos o mínimos estándares”, dice a DW Luciana Ghiotto, investigadora del CONICET de Argentina, poniendo como ejemplo la ampliación de la gama de pesticidas y agroquímicos aceptados en Brasil bajo el gobierno de Bolsonaro.

¿Sinrazones?

"Con el objetivo de rentabilidad, cerramos los ojos a los efectos ambientales, sociales y de salud que quedan en el sur global”, sigue Ghiotto. ¿Otro ejemplo? "El caso de Colombia es notorio: su mercado se está llenando de productos lácteos de la UE -especialmente la fórmula infantil, es decir leche en polvo-, mientras las pequeñas unidades familiares lecheras, sin subsidios para producir, no pueden llegar al mercado. Algo similar pasaría con el acuerdo Mercosur, si se firmase”, agrega.

Como fuere, el comisario europeo de Comercio defiende las bondades de los acuerdos comerciales y -a pesar de las masivas protestas y la rotunda negativa francesa- no da por muerto el con el Mercosur. "Sólo liberalizaremos la importación de huevos si se respetan las directivas de sanidad animal”, aseguró a los eurodiputados de la comisión de Agricultura.

"Hay que tener en cuenta que no se trata de un acuerdo comercial, sino de muchos: con Nueva Zelanda, con Canadá, con Centroamérica, posiblemente con Mercosur. La suma de ellos sí que afecta a la competitividad de los productores europeos”, subraya Cavazzini. No obstante, "las grandes asociaciones de agricultores siempre han votado a favor de los acuerdos comerciales, pues quieren exportar. Es esquizofrénico afirmar que no quieren carne de vacuno del Mercosur, pero sí quieren exportar su leche en polvo”, concluye.

15 de febrero 2024

DW

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