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Superar la enfermedad holandesa

Petroleo venezolano
Tiempo de lectura: 3 min.

Irlanda es un país muy interesante del cual podemos aprender mucho de políticas económicas los venezolanos. Irlanda era uno de los países más pobres de Europa y ahora es uno de los más ricos, su PIB per cápita es de 80,000 por año. Venezuela puede utilizar las mismas estrategias que Irlanda usó para desarrollar su economía no petrolera y minera y así superar la “enfermedad holandesa”. Como sabemos, los ingresos altos que produce el sector petrolero venezolano en divisas generan efectos perniciosos en los sectores agrícolas y manufactureros ya que necesitan tasas de cambio más altos para competir con los productos importados. Los sectores petroleros y mineros de Venezuela generan muchas divisas, pero pocos empleos y eso a su vez obliga a otras industrias a generar mucho empleo, pero no pueden hacerlo ya que compiten en un mercado internacional con una tasa de cambio muy baja para las importaciones. Esto pasma las posibilidades de desarrollar los sectores manufactureros y agrícolas, creando un desempleo crónico. 

Sin embargo, si el gobierno venezolano sigue la estrategia de Irlanda, Venezuela en los próximos años puede no solo ser una potencia petrolera, sino también podrá superar la enfermedad holandesa y generar prosperidad equiparable en múltiples sectores económicos, lo que no ocurrió durante el siglo pasado.

El Producto Interno Bruto (PIB) de Irlanda ha experimentado una notable evolución a lo largo de su historia, especialmente en las últimas décadas. Durante los años posteriores a la independencia (1922-1950), el país experimentó dificultades económicas, con altas tasas de desempleo y emigración masiva. La economía estaba dominada por la agricultura y tenía una escasa diversificación. Luego, se produjo un desarrollo económico lento (1950-1970). Irlanda implementó políticas de industrialización y atrajo inversiones extranjeras, pero su crecimiento económico fue lento en comparación con otros países europeos. La agricultura aún desempeñaba un peso muy importante en la economía. Luego ingresó a la Unión Europea (1973), lo que impulsó el crecimiento económico al proporcionar acceso a los mercados europeos y fondos de desarrollo de la UE. Sin embargo, fue durante el periodo 1990-2000 cuando Irlanda experimenta un boom económico. Irlanda experimentó un período de crecimiento económico excepcionalmente alto durante la década de 1990, conocido como el "Tigre Celta". Este boom estuvo impulsado en gran medida por la inversión extranjera directa en sectores como la tecnología de la información y los servicios financieros, así como por políticas fiscales favorables. Este surgimiento se vió pasmado durante la recesión financiera del 2008-2013, especialmente debido a la burbuja inmobiliaria y bancaria que precedió a la crisis. El país experimentó una profunda recesión, con caídas significativas en el PIB, altas tasas de desempleo y una crisis bancaria que requirió un rescate financiero internacional. No obstante, desde el 2013, Irlanda ha experimentado una recuperación económica sólida, con un crecimiento del PIB impulsado por sectores como la tecnología, los servicios financieros y las exportaciones. Irlanda ha implementado varias políticas exitosas que han contribuido a su crecimiento económico en las últimas décadas. Algunas de estas políticas incluyen: Una política fiscal atractiva para atraer inversiones extranjeras, incluyendo una de las tasas de impuestos corporativos más bajas de Europa. Esto ha incentivado a muchas empresas multinacionales a establecer operaciones en el país, lo que ha impulsado el crecimiento económico y la creación de empleo. Una política de inversión en educación y formación para desarrollar una fuerza laboral altamente educada y cualificada. Esto ha contribuido a atraer inversiones en sectores de alta tecnología y a fomentar la innovación y la competitividad. El gobierno irlandés ha identificado y promovido sectores clave de la economía, como la tecnología de la información, los servicios financieros, la biotecnología y la industria farmacéutica. Con Inteligencia Artificial y entrevistando a las grandes empresas de los sectores objetivos, se han establecido políticas específicas para apoyar el crecimiento y desarrollo de estos sectores, lo que ha generado empleo y ha impulsado el crecimiento económico. Política de Inversiones en Infraestructura: Irlanda ha realizado inversiones significativas en infraestructura, incluyendo carreteras, puertos, aeropuertos y redes de telecomunicaciones. Estas inversiones han mejorado la conectividad del país y han facilitado el comercio y la inversión.
Venezuela sin sanciones de EE.UU. con un manejo más eficiente del gasto fiscal y con políticas sectoriales similares a las de Irlanda puede crecer su PIB per cápita de $2000 a $50.000 por año, como lo hace Irlanda en sus sectores no petroleros o como lo hace más armónicamente el estado de Texas. Vale la pena destrancar el juego político y geopolítico para traer prosperidad a los venezolanos. 

X: @alejandrojsucre