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¿Por qué fracasó la operación Falcón?

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El dato relevante del 20 de mayo fue la ausencia de más de 70% del cuerpo electoral en los centros de votación; la abstención más alta desde que en Venezuela hay elecciones presidenciales. Fue inmensa, aun tomando en cuenta los datos trucados del CNE. Entre los postulados Maduro ganó, lo cual estaba cantado de antemano y por tanto no hubo sorpresas ni Dark Horse.

Un proceso ilegal e ilegitimo convocado para facilitar el continuismo y no para que se expresara la voluntad ciudadana. Una campaña electoral marcada por el desinterés ciudadano, debido a que la mayoría determinante del país estaba consciente de la ausencia de cualidad democrática del mismo.

El 20 se escenificó un verdadero acto de dignidad y resistencia nacional de mano de la única forma eficaz y posible en el contexto del excesivo despliegue de las fuerzas represivas del Estado y de los Colectivos: el vacío en las mesas de votación.

La decisión de Henri Falcón y su partido de competir, a todo evento, en los comicios presidenciales fue tomada el año pasado y a la luz de lo sucedido era irreversible (así lo demuestran los acontecimientos sucedidos al respecto); fue una operación planificada con todo el cuidado del caso.

El objetivo de la misma era en primera instancia tratar de recoger a su favor el enorme sentimiento de cambio que anida en la sociedad para ganarle las elecciones a Maduro; de no ser lo primero posible obtener un respaldo tan grande que convirtiera a Falcón en el líder de la oposición y por consiguiente en interlocutor privilegiado con el régimen. Ninguno de los objetivos propuestos se cumplió.

Falcón y sus condotieros han venido diagnosticando erróneamente al régimen y al cuadro político existente amén de fallar en la ponderación de sus fortalezas y debilidades (sobre todo las últimas) para asumir la operación candidatura presidencial.

El Falconismo considera al sistema como uno con conductas autoritarias, ineficiente y corrupto pero derrotable mediante elecciones sin importar las condiciones y garantías de las mismas. Cuando la realidad demuestra, todos los días, que estamos en presencia de un sistema político – de facto, porque hay un legalidad aún vigente pero inobservada por el Gobierno - neo dictatorial con vocación totalitaria marcadamente corrupto e ineficaz.

Sistema que ha pervertido el voto y desnaturalizado su condición fundamental de instrumente de la voluntad ciudadana al convertirlo en instrumento del continuismo.

La candidatura Falcón nació con una serie de debilidades que anularon las pocas fortalezas del candidato, su partido y sus apoyantes: competía contra un sistema decidido a ganar a como dé lugar, fue una candidatura enfrentada a la unidad opositora -valor fundamental del mundo democrático -, a una vasta coalición de partidos políticos, amplios sectores de la sociedad civil organizada, la iglesia, los empresarios, los universitarios, sindicalistas y otros conglomerados (reforzando la desconfianza existente en parte de la base social opositora hacia su figura), desestimó los llamados de la comunidad internacional democrática a no participar en el proceso, Falcón fue considerado poco competitivo por haber perdido la gobernación de Lara, no es un político carismático capaz de concitar emoción y adhesión para afrontar una competencia tan desigual.

A lo anterior debe agregarse que nunca logró articular un discurso que le permitiera ganar competitividad, incumplió compromisos como el de supeditar su continuidad en la competencia a la presencia de la ONU en condición de observador lo que aumento la desconfianza hacia su candidatura. Escasas personalidades de prestigio lo apoyaron, abundaron políticos desgastados algunos y bastantes cuestionados otros. Nunca logró polarizar con Maduro y la prueba de ésta afirmación fue el empuje de Bertucci.

En definitiva no pudo concitar tras su figura ni el apoyo de la base tradicional opositora, ni de los llamados nini, tampoco del chavismo descontento.

Por todas esas razones la operación fracasó y no por la abstención cómo insisten algunas viudas de la misma, mientras otros apoyantes, es el caso de Francisco Rodríguez afirman: “la no participación no fue la causa de los resultados”.

Saludo y aprecio positivamente la postura de Falcón la noche del 20/5. Espero sea propicia para un reencuentro unitario.

Caracas, 26 de mayo de 2018