A lo largo de los años se han promovido una serie de mitos sobre el sistema automatizado de votación. Uno de ellos es que un elector puede votar muchas veces o usurpar la identidad de otros votantes de forma masiva.
Para desmontar este mito a 23 días de la elección, revisamos a detalle el funcionamiento y configuración de la máquina de votación con el ingeniero Miguel Cañas, quien también es doctor en ciencias de la computación y auditor experto ante el Consejo Nacional Electoral.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que cada máquina tiene asignado un archivo de electores (con el nombre, la cédula, la foto, la edad y las huellas de la persona) que son los únicos que pueden ejercer su derecho al sufragio en la mesa electoral que corresponda.
De modo que para votar, lo primero que debe ocurrir es que se valide, con la cédula de identidad, que el elector en efecto está registrado en la máquina de votación para posteriormente autenticar su identidad con la huella dactilar.
Las bases de datos de impresiones dactilares contienen por lo menos los dos pulgares y los dos índices de cada votante. Ese registro se alimenta de los registros que se obtienen cuando estampamos la huella en los centros de inscripción y actualización del Registro Electoral, pero también de la información que provee el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) y del archivo de cedulados.
Si la huella de la persona coincide, la máquina de votación se activa y el elector puede votar. Pero si no coincide, y ocurre lo que se conoce como no-match con las huellas almacenadas, entonces solo puede votar si previamente han pasado ocho electores que sí tuvieron coincidencia en sus huellas, este conteo no se muestra ni al operador ni al elector, la máquina está programada para hacerlo internamente.
Si la persona hizo no-match, antes de que pasaran los ocho electores consecutivos, entonces la máquina se bloquea y la única forma de habilitarla es con una clave que dispone el presidente de mesa y que solo puede usar una vez durante toda la jornada, explica Cañas.
En el acto de votación hay tres tipos de incidencias que pueden presentarse, además del no-match: que el elector no tenga huellas registradas, que no tenga miembros superiores (sin manos) o que sus huellas sean de baja calidad.
Si la persona tiene una huella de baja calidad ocurre lo mismo que en los casos de no-match. Si la persona no tiene huellas registradas, tienen que pasar primero dos personas cuyas huellas sí coincidan con las de la base de datos de la máquina para que pueda votar.
En el caso de la persona que no tenga miembros superiores, puede pasar a votar después de que lo hagan 40 electores que sí hicieron match y que el presidente de mesa ponga la clave única de la que dispone.
Si se presenta más de una incidencia, el presidente de la mesa electoral tiene que solicitar una clave adicional al centro de contingencia del CNE donde están testigos de todos los partidos políticos postulantes y donde queda registro del total de claves que se producen ya que esto debe ocurrir sólo en situaciones excepcionales.
Por ejemplo, en las elecciones regionales y municipales de 2021 se solicitaron 170 claves aproximadamente en todo el país, lo que indica que no es una práctica recurrente y su incidencia en los resultados finales es mínima.
Adicionalmente, la base de huellas se va actualizando y depurando. Este año, solo 2,5% de los electores no tienen huellas registradas en las máquinas a nivel nacional. De acuerdo con los datos que maneja Cañas: en 2021, los electores sin huellas representaban 3,29% del padrón electoral; en 2015 el porcentaje era de 4,6% electores, en 2012 y 2013 había 8,41% electores sin huellas registradas.
De las huellas que sí están almacenadas 50,18% tienen excelente calidad; 16,48% muy buena; 19,92% buena; 12,17% regular y 1,24% pobre, según el acta de auditoría de Datos Electorales de fecha 25 de junio.
“Usurpar se convierte en un acto fortuito, es muy difícil organizarlo. Creemos que sí ha habido, pero muy pocos casos. El esquema anti-usurpación que usa el CNE, desde 2021, es muy bueno”, señala Cañas.
En las elecciones de 2015, 2017, 2021 y ahora en la presidencial de este año en las que Cañas ha participado como auditor no encontró indicios de que haya habido votos excesivos por manipulación o usurpación de identidad. De hecho, en los comicios de 2021, solo 5,6% de los casos fueron no-match y 2,5% de electores presentaron huellas de baja calidad.
Las auditorías de Datos Electorales ADES fase I y de archivo de configuración de la máquina de votación, que se hicieron recientemente para la presidencial del próximo 28 de julio, fueron fundamentales para que los expertos confirmaran que el software de votación funciona como corresponde.
“En la auditoría de archivo de configuración de la máquina se mostraron los parámetros anti-usurpación que se van a aplicar y se repite el mismo esquema que se utilizó en 2021”, comenta el especialista.
En la auditoría de datos de electores Fase I también se revisa si hay duplicidad de huellas, si la calidad de las mismas son óptimas, y si se corresponden con los inscritos en el Registro Electoral definitivo.
En esta oportunidad se detectó un caso duplicado en una muestra de 106.595. “El pulgar derecho de un elector coincidió con el pulgar izquierdo de otro elector que vota en el mismo municipio, pero en otra parroquia, esto puede deberse a un error al momento de cargar la información al sistema. El Registro Electoral no es perfecto, pero es 100% utilizable”, aclara Cañas.
¿Qué sigue en el cronograma electoral?
En la auditoría de producción de máquinas, que empieza este viernes 5 de julio, los auditores revisarán nuevamente si el software fue sometido a algún cambio. Para esto utilizan un programa especial, que se llama Inspector, que revisa la memoria de la máquina para ver cuántas aplicaciones están cargadas y detectar si el hash o firma electrónica de estos archivos (que tienen en su poder los auditores de los partidos) sufrió algún cambio o si hay programas adicionales incorporados que no hayan sido auditados.
También permite comprobar que el archivo de electores que contiene la máquina es correcto.
Cañas descarta que exista alguna “llave maestra” que sirva para desbloquear la máquina a conveniencia. “En la mesa existe una sola clave que llega impresa en el cotillón electoral y que el presidente de mesa puede usar solo una vez durante toda la jornada”, argumenta.
Además de las auditorías, el rol de los testigos y miembros de mesa es clave para evitar que un elector intente votar más de una vez o usurpar la identidad de alguien más, impedir que se viole el secreto del voto o se ejerza alguna coacción sobre el elector.
Revisa si fuiste seleccionado miembro de mesa, recuerda que el Poder Electoral hizo un sorteo complementario y si no aparecías puede que ahora sí. Recuerda que en este momento se está llevando a cabo la capacitación online la cual debes cumplir y hacer un examen final para obtener la credencial que te acreditará como miembro de mesa el 28 de julio.
Boletín 128 |
Segunda quincena, junio de 2024