No es mi intención ensalzar ese vocabulario del habla militarista y belicista en el que han involucrado al país durante los últimos 25 años, esa que nos habla de guerra de baja intensidad, que cualquier diccionario la define como “una confrontación político militar entre Estados o grupos, por debajo de la guerra convencional y por encima de la competencia pacífica entre naciones.” Contexto que nada más me parece un exabrupto para justificar preponderancias y desmanes en el país.
Sin medios de comunicación.
No obstante, en un país que se ha quedado sin medios masivos de comunicación, que nos vemos obligados a recurrir a redes sociales (a las que no tienen acceso buena parte de la población, por el pésimo estado de las comunicaciones telefónicas y de la Internet) al mensaje boca-boca o al cara a cara, quizás solo por eso, vale la pena tomar el vocablo “baja intensidad” de esa jerga guerrerista para explicar a algunos lo que está ocurriendo en el país.
La Primaria parece haber entrado en una fase de “baja intensidad” o actividad; pero solo parece, y solo unos días, pues el próximo martes 22 de agosto, arranca oficialmente la campaña electoral que concluirá el 20 de octubre, dos días antes de la votación. Pero no es a la campaña electoral, a las reglas que la regirán, las modalidades que adquirirá, la actividad que veremos en el país desplegada por los 13 candidatos, a lo que me quiero referir de manera principal en el artículo de hoy; eso lo dejo para un próximo artículo.
Lo cotidiano.
A lo que me quiero referir es a lo que ha estado ocurriendo, a lo que ocurre todos los días, a eso que no vemos reflejado en noticieros de televisión, que tampoco lo reflejan mucho los noticieros radiales y, desde luego, mucho menos la prensa escrita, que prácticamente, o realmente, ya no existe, o está totalmente controlada o autocontrola. Pero, que no se refleje en los medios de comunicación, no significa que no está ocurriendo y que no ocurra todos los días.
Porque todos los días, la CNdP y sobre todo su equipo Técnico Electoral, la gente de Comunicaciones y el Equipo Administrativo llevan adelante una tarea que reflejan nuestras redes sociales, y a veces de otros medios, pero que la mayor parte del tiempo es una tarea silenciosa, callada y efectiva.
Equipos Técnico, de Comunicaciones y Administrativo.
El equipo técnico, sigue adelante en el proceso de revisar y finalizar la “tabla mesa” y la “tabla centro” que se utilizarán el día de la elección; de esa tarea constante han sido testigos, acompañantes y participantes los técnicos de los partidos políticos y de los comandos de los candidatos. En igual tarea febril, constante, han estado los equipos de Comunicaciones y Administrativo de la Primaria, que suelen ser los grupos menos notorios, pero que sin ellos casi nada sería posible de llevar adelante y que tienen sus réplicas en cada una de las Juntas Regionales, en trabajo armónico y virtuoso, de probada eficacia y entrega.
Son los que hacen posible que se dé una entrevista, que aparezca una noticia, que circule profusamente un video o una propaganda, o que esté lista una reunión, convocados todos los que deben asistir, que se tenga una relación o acta de la misma, que una carta llegue puntualmente a donde debe llegar, que se responda cualquier mensaje que se haya recibido, y un largo etcétera; se ocupan de todas esas cosas cotidianas, de poco “glamour”, pero que sin ellas no estaríamos en donde estamos.
La actividad de las Juntas Regionales.
Cada día se unen también a esa actividad las 24 Juntas Regionales por todo el país; que sin desmayo ni pausa recorren sus estados, municipio a municipio, parroquia a parroquia. Un día verificando la situación de un centro de votación, otro día reuniéndose con un grupo de ciudadanos y de militantes de partidos políticos, otro día juramentando delegados municipales o delegados de una parroquia o de un sector, a los que se van a encargar de la actividad de la Primaria en esa localidad. Hoy se reúnen en la capital del Estado o de un municipio, con un grupo de 50, de 10, de 100 personas, o con un pequeño grupo de ciudadanos en una población o en un caserío; o mañana simplemente entre ellos para tomar alguna decisión o tarea que se les ha asignado o para planificar la siguiente actividad y lo que se está haciendo para el 22 de octubre. Y no son solo 24 juntas regionales, son miles de venezolanos dispersos por todo el país, que se unen, sin mezclarse, porque no les corresponde, a las campañas de los 13 candidatos que recorren nuestra geografía llevando su oferta, su mensaje, a una población que anhela un cambio político.
Aunque no lo veamos en los noticieros, todos oficiales, la gente sí lo ve y todos lo sentimos especialmente en la actitud nerviosa del gobierno, que trata de esconderlo o de impedirlo. Se sabrá y se verá, pues afortunadamente hay reseña y memoria gráfica y fotográfica de todo eso, y allí los constatamos, lo vemos, por más que se quiera negar, ocultar o impedir.
Los candidatos.
En vísperas del inicio oficial de la campaña, no es una tarea fácil la de los candidatos y sus comandos y la de los factores políticos que los apoyan, que han sido agredidos de manera alevosa y cada vez más violenta y hartera −tratando de impedir que recorran el país a llevar su mensaje− por parte de los grupos violentos y que el Estado nada hace para impedir esa violencia. Por mucho menos de lo que han sufrido esos candidatos y sus comandos, en este país se ha enjuiciado a personas −bajo la eufemísticamente denominada “ley del odio”−, y se les ha condenado a largas penas o se han visto obligadas a huir del país, hacia un exilio forzado. Nada de eso detendrá la marcha inexorable de un país que quiere un cambio político, que se iniciará el 22 de octubre y que concluirá en una fecha, la que escojan, del 2024.
En el exterior.
Lo mismo está ocurriendo ya en 30 países, 80 ciudades, con 87 comités locales, ya constituidos y acreditados, que reúnen a más de 800 personas, y a miles más en comités de trabajo y personal electoral que se incorporan al proceso de Primaria del 22 de octubre, para seguir trabajando por el cambio político en Venezuela, del que no han dejado de formar parte, aun cuando no se les quiera reconocer o se les niegue su derecho político a votar y su derecho político de disfrutar de una plena identidad como venezolanos.
Conclusión.
No hay conclusión, es tan solo un subtitulo, es tarea constante y cotidiana, que dará un importante paso el 22 de octubre, seleccionando contra toda resistencia un candidato/a unitario que enfrentará el destino del país, en la fecha que seleccionen del 2024.