El título que tiene este escrito se refiere a la cohesión que es necesaria entre los demócratas para que podamos comenzar a construir una democracia venezolana que asegure progreso y libertad para todos, comenzando por salir de esta tiranía.
La pregunta completa es si habrá servido de algo la agria confrontación interna que crece hace años en la Oposición, la cual ha llegado a los niveles más altos en la víspera de estos comicios.
Pues habrá merecido la pena, digo yo, si a la luz de la experiencia -sea la que sea-logramos construir una mayoría pensante capaz de unirse en unos objetivos que sean más trascendentes que ganar una elección, una mayoría dispuesta a identificarse en una misma agenda de cambios, no solo en una lista de candidatos.
Y creo que esa nueva cohesión se puede lograr por varias vías que pasan por las elecciones de hoy.
Por ejemplo, podría lograrse esa cohesión porque el 21/11 se demuestre definitivamente que con este régimen no se alcanzan elecciones libres; igual podría lograrse si en estas elecciones se demuestra que la mayoría opositora (la cual suponemos real) se expresa en los resultados que serán anunciados por el CNE.
Y por cierto, también habrá merecido la pena si logramos unirnos en el convencimiento de que hay que cambiar tanto al régimen gobernante como a quienes “gobiernan” en la Oposición.
En fin, habrá merecido la pena esta división si ella nos lleva a descubrir la verdadera realidad que deberemos enfrentar después del 21/11.
21 de noviembre de 2021