Pasar al contenido principal

¿Momento integrador?

Opinión
Artículos de opinión
Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 2 min.

La reciente impresión y edición del libro “Necesidad de un Proyecto Integrador para Venezuela”, elaborado en el Centro de Estudios de Integración Nacional de la Universidad MonteAvila (CEINA), quizás sea propicia para comentar la oportunidad que se presenta actualmente en nuestro país para un nuevo encuentro de la sociedad venezolana, de su sociedad civil, de sus partidos políticos, de todos aquellos que quisieran una solución consensual y duradera para ese país que, día a día, se desmorona ante nuestros ojos.

El llamado de la oposición venezolana representada en la Asamblea Nacional a concertar un Pacto Unitario, la alternativa propuesta por Henrique Capriles, en nada excluyente, al contrario, completamente complementaria de aquel, la declaración de la Conferencia Episcopal para un encuentro de todos en aras de aquella solución, los graves problemas que confronta el país con el dramático fenómeno de la pandemia, todos ellos, decimos van en la dirección de un encuentro por otra Venezuela.

Si a ello se suma, más allá de las interpretaciones e intenciones políticas, la decisión gubernamental de liberar una cantidad importante de presos políticos y la tomamos como una posibilidad de armar una agenda de contenidos que se salga del drama político de las elecciones, de encontrar una solución para legitimar todos los poderes públicos, pero sobre todo que ponga la mira, por fin, en los verdaderos problemas que está sufriendo la gran mayoría de la población venezolana, entonces, ¡quizás!, podamos armar un camino que recoloque los asuntos venezolanos en otro lugar distinto al pleito político diario.

Y, ¡quizás!, podamos pensar a Venezuela de una manera distinta comenzando a tejer una solución en la que puedan poner sus “buenos oficios” los empresarios, los trabajadores, las enfermeras y los médicos agotados por el tratamiento de la pandemia, los maestros y los padres y representados de los niños y los jóvenes que esperan para regularizar su vida escolar, digo, ¡quizás!, puedan encontrarse en un solo lugar y proponer nuevas soluciones.

Si ahora la comunidad internacional, verdaderamente involucrada en ayudar a Venezuela, se activa en intermediar ese encuentro, no el del Gobierno y la Oposición, sino en reunir a los auténticos y legítimos afectados e interesados en resolver con una perspectiva mas amplia, con una visión diferente a la practicada hasta ahora, ¡quizás! sea una oportunidad para un momento integrador, para poner de conjunto la materia social, con el sobrecogedor problema de los millones de venezolanos que están pagando el precio de un insoluble conflicto político, la materia económica y los temas institucionales que circundan a todos, ¡quizás! podamos “saltarnos” el paradigma puramente político y encontrar esa solución integradora que tanto esperamos. Es solo cuestión de propiciar ese encuentro.