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Abstención… ¡Firm!

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Esta dictadura roja y refloja, militar y militarista, se caracteriza desde su aparición como golpista y abstencionista. Su desgraciada aparición en aquel escenario antipolítico el malandro supremo la hizo a través de un golpe de estado, y desde el malhadado momento en que fue sobreseída su causa inició una campaña anti Voto, promoviendo a troche y moche la abstención, gritando y llamando a los cuatro vientos que se tiró sobre la Constitución a que no se debía Votar.

Con el execrable mensaje militar y militarista extendido por todo el país, quienes le acompañaban en su patraña y campaña abominable justificaban su vómito vituperando al “adeco-burgués” Pacto de Punto Fijo como montado sobre elecciones para someter al pueblo a los caprichos del capitalismo e imperialismo yanquis sólo para llevarse los recursos naturales, petróleo, y las reservas auríferas y ferrosas para satisfacer sus ansias económico-financieras.

Ese manido discurso comunista del felón militar y militarista fue el que caló entre la mayoría de los venezolanos que votaron ciegos, sordos y mudos que hoy se quejan no del gobierno ni de la ruina donde nos ha llevado, sino de esa metida de sus cuatros patas, al tiempo que mantienen firmes en su cerebro el abstencionista mensaje que los sedujo y los condujo a creer en los pajaritos preñados que les pintó el sátrapa en ciernes.

Sólo la oportunista ingenuidad del buenazo de Luis Miquelena logró orientar al militar y militarista sobre lo fácil que sería acceder al poder mediante el confiable sistema electoral y la probada y comprobada cultura democrática venezolana; es decir, con palabras de Lenin, ahorcar a los demócratas criollos con sus propios mecates, la lección doctrinaria que alienta y alimenta la perversidad genética de quienes hoy detentan el poder por el poder mismo.

¿Cómo les parece? Ahora, quienes quieren salir de este nefasto y tiránico régimen militar y militarista por cualquier vía pretenden cerrar y desechar alegremente y a la ligera la puerta electoral porque el sistema, el que tiene 20 años utilizándose, no funciona, es poco o nada confiable, no les sirve, no ofrece las garantías exigidas, etcétera, sin tomar en cuenta que lo poco confiable y que no funciona es el agotado y desgastado liderazgo opositor que cada día que pasa tropieza con la misma piedra y con la misma pata.

A estas alturas, cuando apenas empieza el escarceo electoral, el militar y militarista régimen de la infamia, presa del miedo, comienza a hacer aguas, la oposición canta el No Votar como punta de lanza, como eslogan de lucha, asumiendo de una vez posiciones que en cualquier momento podrían cambiar porque no es maña la vieja costumbre de votar que durante 70 años utilizan los venezolanos para dirimir sus desencuentros políticos.

La oposición vuelve a la cabilla virtual y al niple digital para hacerse sentir, para hacer saber que existe, pero con mensajes contra la naturaleza misma de la democracia en un momento en que no se trata de llevar al candidato a la presidencia de la república, sino de sacar a una dictadura militar y militarista que poco a poco trajo esta situación de hambre y miseria y aceleradamente lleva a la ignominiosa degradación existencial.