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Abstinencia y abstención

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Los venezolanos de hoy nos encontramos entre la abstinencia y la abstención. La abstinencia obedece a una deplorable situación que no depende de los ciudadanos, sino de la crisis social, económica y política, crisis humanitaria, pues, en la que nos ha metido este gobierno que no sólo nos golpea por el detestable espectáculo que damos a nivel nacional e internacional, sino por el hambre que nos agobia día a día y noche a noche sin que podamos satisfacer el apetito de los más moderados comensales.

Esa abstinencia inducida nos afecta a todos los sectores de la sociedad porque los que apenas pudieran trabajar para comer no tienen empleo y los que tuvieren empleo deben gastar más de lo que pueden para poder acceder a la alimentación; es decir, teniendo medios para ir al mercado, se ven obligados a adquirir los productos de la canasta básica a precios inflados y hasta especulativos.

Tal abstinencia incluye a quienes se daban el deseado lujo a y la común posibilidad de reunirse con familiares y amigos a departir, compartir y repartir momentos de alegría o de celebración con sabrosas parrilladas rociadas de exquisito whisky, premiado ron criollo o la hasta hace poco modesta cerveza que para todos alcanzaba y, si no, la clásica “vaca” se hacía presente en momentos en que el jolgorio daba para más.

Ni se diga de la posibilidad de viajar en el perímetro de la ciudad para visitar a los familiares y a los amigos a conversar, recordar y, de paso, comer “algodón de azúcar” o beber un delicioso café o una irritante gaseosa. Sin embargo, esa posibilidad también se nos derrumbó a todos por igual; nadie está a salvo de la situación reinante y que nos ha traído a esta abstención colectiva que nos mata de necesidad, de hambre, de tristeza.

Eso es una pequeña parte de la abstinencia a la que nos tiene sometidos este forajido gobierno, pero por todos es sabido que hay más, mucho más. Son bastante los males que nos afectan, que nos atosigan, que nos trasladan a épocas superadas hace mucho tiempo y que la gran mayoría de los venezolanos de hoy no conocieron y ojalá no conozcan nunca. Sin duda, eso es culpa del perverso régimen que nos mata a paso de hambreadores.

No obstante, la abstención depende total y absolutamente de nosotros. Somos los venezolanos quienes manejamos directamente la decisión de Votar o no. No es obligado Votar o abstenernos. La tradición democrática de 70 años enseñó y demostró que nunca fue obligado el Voto y se hizo lema o eslogan “el Voto es secreto” como fórmula de espantar los miedos que pudieran azuzar los perversos gobiernos que hubo. Y que hay, por cierto. La abstinencia es externa, la abstención es interna. Escogemos nosotros.

Claro, esa tradición democrática arrastró consigo la vieja maña de hacer trampas, que nació primero, crecieron paralelas e inseparables en el tiempo y en el espacio, pero que debe ser combatida cuidando la Votación y los Votos mediante la presencia de testigos y miembros de Mesa a tiempo completo. Si todos vamos a Votar, cuidamos el proceso y “mosqueamos” los Votos no habrá ningún fraude que se dé ni trampa que valga. No a la abstención…