Bueno, este gobierno venezolano, si pudiere llamarse gobierno, porque gobierno lo que se llama gobierno, no es gobierno, está llegando bastante lejos aunque todavía, digo yo, no ha llegado al llegadero. Éste es un gobierno, es un decir, que no cumple ninguna de sus promesas, pero si cumple todas y cada una de sus amenazas, dígalo ahí… Comenzó con el bendito carné de la patria voluntario, siguió con el carné de la patria necesario y llegó al carné de la patria obligatorio… Carné o muerte, pues.
No hay diligencia que no requiera del carné de la patria. “Sácalo, ¿oíste?”, dicen los funcionarios a quienes no muestran el documento que sustituirá, sin duda alguna, a la cédula de identidad. Los activistas y proselitistas del gobierno, de la revolución, van de casa en casa no señalando las bondades, privilegios y prerrogativas del documento de marras, sino las torturas que padeceremos si no cargamos “el bicho” en la cartera o el bolsillo.
No podrás acceder gratis o económico a la medicina preventiva y curativa para ti y los muchachos. Medicamentos y tratamientos regulares o urgentes, inscripción pronta y segura en educación preescolar, básica, media, diversificada, técnica o universitaria. Paseos recreativos, salas de espectáculos culturales, musicales y de los otros. Traslado en limosinas y autopullman a las marchas y contramarchas del gobierno, que ahora serán más nutridas por cuanto tienen 308 alcaldías; o sea, más masa pa’ la mazamorra y más opositores pa’ las mazmorras.
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En fin, si seguimos enumerando el listón de lo que nos perderemos, la gente creerá que estamos exagerando, como siempre hemos creído que se exagera cada vez que hay un exabrupto del gobierno, porque hasta eso nos expropiaron, la capacidad de asombro. Sin embargo, los acólitos del gobierno asumieron una consigna que no es secreta, por supuesto, pero se la comunican a la gente al oído, en la pata de la oreja: “Mire, camarada, si usted no saca ese documento no comerá más, porque para desayunar, almorzar, cenar, e incluso para merendar, tendrá que presentar el carné de la papa”.