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Conflicto político y desarrollo económico

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Uno de los temas mas recientemente estudiados en el campo de la economía política es la relación, precisamente, entre las instituciones políticas, el crecimiento económico y la democracia[1], tomando en cuenta que, en realidad, esta es la ecuación que hay que optimizar. El tema que quisiera abordar en esta breve entrega es que, uno de los componentes fundamentales de mantener la prosperidad económica, en el contexto de una democracia que funciones tan plenamente como sea posible, es solventar los obstáculos que el conflicto político crea para lograr la prosperidad.

La experiencia internacional nos dice que, los países que han logrado construir una ruta positiva entre las instituciones políticas y el crecimiento, o el desarrollo económico, mediante, principalmente el diseño y la puesta en práctica de consensos políticos de gran alcance y de largo plazo consiguen superiores resultados en lo económico. Los casos de Turquía, Bangladés, la India, Túnez y Grecia ilustran bastante la importancia del tema, en el sentido de que, los que de ellos lograron estabilidad política, consiguieron mejores resultados en lo económico, mientras que los que fallaron en este terreno han sido ejemplos de crisis políticas sucesivas y, en particular de graves consecuencias en el terreno económico, especialmente en la perdida de bienestar para su población.

Quizás, en el caso latinoamericano dos ejemplos explican el caso: Argentina y Brasil, cuando en el primero el conflicto político no ha permitido una ruta sostenible de desarrollo económico en los últimos tiempos y, en el segundo, el consenso que se logró alrededor del Plan Cardozo ha mantenido el Brasil en una ruta mucho más consistente.

Obviamente, donde queremos llegar es al caso venezolano, donde el conflicto político no ha permitido que nuestro país desarrolle una ruta sostenible, después de determinados años y, en nuestra ocasión influido por el tema petrolero, porque encontramos años en lo que ello se logró gracias al consenso que se planteó en los inicios de la democracia con el Pacto de Punto Fijo, pero, una vez que este se rompió comenzó el declive. Ahora, que vivimos intensamente la conflictividad política en su mas alta expresión, no me cabe duda que muy poco avanzaremos en el campo del desarrollo económico, de la prosperidad y del bienestar de la mayoría. Seguramente, el impacto que eso tiene en nuestra incipiente democracia es y será desbastador.

[1] Brookinks.Political Institutions, Economic Growth, and Democracy: The Substitute Effect. Carlos Pereira and Vladimir Teles Wednesday, January 19, 2011