BIOTERRORISMO Y DIÁSPORA (113)
Los flujos migratorios más activos corresponden a los desplazamientos en el mar mediterráneo y a la diáspora venezolana. Aunque hay otros movimientos de menor intensidad sin duda uno de los que la pandemia no ha logrado contener es el relativo a Venezuela. En torno a los ciudadanos que han vuelto al país, en especial en el marco de la pandemia, inicialmente el gobierno argumentó que la vuelta a la patria se explicaba como el retorno de connacionales que huían de la xenofobia y la discriminación y que volvían al país en búsqueda de cobijo y atención.
Ya a finales del año pasado el Banco Mundial calificaba el éxodo venezolano como “ el desplazamiento de personas vulnerables más numeroso y más rápido del mundo después de la crisis siria y sin precedentes en la historia de la región”. La plataforma de coordinación interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela integrada a instancias de la ONU por ACNUR y la OIM además de la Cruz Roja Internacional y un conjunto de ONG y agencias y dependencias gubernamentales de países de la región documenta que más de cinco millones ciento ochenta mil venezolanos están radicados en diversos países del mundo aunque aproximadamente la mitad se encuentra concentrada en Latinoamérica y en particular en Colombia, Perú, Ecuador, Brasil, Chile y Argentina.
El desarrollo de la pandemia y el efecto de la Covid-19 sobre las economías de la región ha provocado el regreso de unas cien mil personas a través de los pasos fronterizos del Zulia, Táchira y Apure con Colombia y en menor grado con Brasil a través de Santa Elena de Uairén. Solo a través del Puente Simón Bolívar entre Cúcuta y San Antonio se habilita el transito interdiario de 300 personas que son retenidas en refugio o albergues sanitarios para el cumplimiento de la cuarentena. También han sido autorizados varios vuelos humanitarios, pero siguen pendientes grupos de ciudadanos en Estados Unidos, Panamá y España, entre otros países.
Las estadísticas oficiales registran más de cincuenta mil personas contagiadas y medio millar de fallecidas, aunque las cifras podrían ser superiores debido a las limitaciones en cuanto a la cantidad, centralización y rezago en los diagnósticos de las pruebas de PCR. En el país la discordia surgió también a propósito de la diáspora. Inicialmente el reporte de la Covid-19 asociaba el incremento diario de casos a la llegada de personas a través de la frontera. Ciertamente hay un número indeterminado de venezolanos que han regresado al país atravesando senderos y trochas en el área fronteriza con la finalidad de evadir los controles migratorios y epidemiológicos, muchos de ellos alentados por la victimización de la que han sido objeto los migrantes señalados como una suerte de “bioterroristas”. Hay quienes desgraciadamente terminan padeciendo no solo la enfermedad sino la estigmatización. Con el correr del tiempo los contagios comunitarios son la causa de la expansión de la pandemia. En todo caso el saldo del flujo migratorio sigue siendo deficitario para Venezuela.
¡Amanecerá y veremos!
@ADIGIAMPAOLO