Permitir que Venezuela reestructure su deuda externa y levantar las sanciones económicas a Venezuela es clave tanto para Venezuela como para Estados Unidos y Europa por varias razones:
Estabilidad en la Región: La crisis económica en Venezuela ha tenido un impacto negativo en toda la región, generando flujos migratorios masivos y aumentando las tensiones políticas. Al permitir la reestructuración de la deuda, Estados Unidos podría contribuir a estabilizar la economía venezolana, lo que a su vez podría reducir las tensiones regionales y promover un entorno más seguro y estable para todos los países vecinos.
Promoción de la Democracia y los Derechos Humanos: Estados Unidos ha expresado repetidamente su apoyo a la democracia y los derechos humanos en Venezuela. Permitir la reestructuración de la deuda podría ayudar a aliviar la presión económica sobre el pueblo venezolano, lo que a su vez podría fortalecer la sociedad civil y fomentar un ambiente más propicio para el respeto de los derechos humanos y la democracia en el país.
Intereses Económicos: Venezuela posee vastos recursos naturales, incluyendo importantes reservas de petróleo. Al permitir la reestructuración de la deuda, Estados Unidos podría abrir oportunidades para que las empresas estadounidenses inviertan en la economía venezolana, especialmente en sectores como el energético. Esto podría beneficiar tanto a la economía venezolana como a las empresas estadounidenses.
Reducción de la Inestabilidad Política: La crisis económica en Venezuela ha contribuido a la inestabilidad política en el país, lo que a su vez ha afectado la seguridad y la estabilidad en la región. Al permitir la reestructuración de la deuda y ayudar a estabilizar la economía venezolana, Estados Unidos podría contribuir a reducir la inestabilidad política y fortalecer las instituciones democráticas en el país.
Mejoras económicas tomadas desde el 2020 por el presidente Maduro como la liberación de precios, libertad cambiaria, apertura del mercado de capitales para democratizar la economía y una ordenada apertura a través del Centro Internacional de Inversiones Extranjeras a las inversiones privadas en las empresas del estado para hacerlas más eficientes y aumentar la producción son pasos concretos para impulsar la económica venezolana y mejorar los salarios. Estas medidas aplicadas por el presidente Maduro desde el 2020 democratizan el capital en el país, disminuyen también la corrupción y aumentan la transparencia. Este conjunto de medidas económicas constituye un rescate mucho más positivo de la economía que los endeudamientos con el FMI en la década de los noventa. Este conjunto de medidas económicas que aplicó el gobierno del presidente Maduro son las mismas que se aplicaron a comienzo del siglo XX en Venezuela que trajeron prosperidad sin inflación hasta 1970. Sin embargo, esas acertadísimas medidas aplicadas desde el 2020 no han tenido un efecto multiplicador tan importante en la economía venezolana debido a que las sanciones de EEUU a la economía impiden tanto reestructurar deuda como las inversiones extranjeras. Se le hace un gravísimo daño al país con estas sanciones económicas ya que no permiten que las acciones correctivas del gobierno de Maduro tengan el efecto que merecen, empobreciendo al pueblo, a los acreedores e impidiendo el crédito al sector privado. Con deuda externa en default obligada por EEUU, la banca venezolana debe operar con un alto encaje legal lo que frena el crédito interno y externo al sector privado teniendo un efecto terrible.
El gobierno del presidente Maduro no solo ha tomado las medidas económicas correctas desde el 2020, sino que hoy permite también una relación fluida con la ONU y el CIJ para enfrentar los cargos que se le hacen en el tema de DDHH.
La oposición venezolana también ha cometido muchos desaciertos que causaron mucho daño económico y a la democracia venezolana y hoy la oposición hace correcciones que celebramos. Al decidir participar en las elecciones presidenciales de Julio 2024 y unificarse, la oposición actúa con responsabilidad. La oposición venezolana nunca debió abstenerse de ir a elecciones presidenciales, de gobernadores y alcaldes en el pasado. La oposición venezolana también ha cantado fraude electoral aun cuando han perdido elecciones e irresponsablemente meten al país en una batalla psicótica. La oposición además ha creado mucha pobreza y debilitan a la democracia al no hacer elecciones internas para elegir líderes en sus partidos, al fragmentarse a niveles primitivos y al no presentarse a elecciones de presidentes de diputados, alcaldes, gobernadores o presidenciales en el pasado. La oposición venezolana cometió un error mucho más grave al pedir a EEUU que sancione a la economía venezolana para encubrir sus fallas internas y que han perdido elecciones y lo hacen para que Maduro no pueda mejorar la economía y crear malestar social. EEUU también viene equivocándose con Venezuela ya que nunca debió poner sanciones económicas para apoyar a un sector de la oposición que las pedía e incumplía sus obligaciones democráticas. El gobierno del presidente Maduro tampoco debió tardar tanto en corregir los errores económicos del periodo 2013-2019. Es momento de que EEUU corrija su política de sanciones económicas y obligue a la oposición a no esconderse bajo sus faldas y que no la use para quedarse con el Esequibo y Citgo.
En resumen, todas las partes han cometido errores y ahora están corrigiendo para que Venezuela surja como nación democrática y económica. Solo falta que EEUU corrija y levante las sanciones a la economía y que permita que Venezuela reestructure su deuda externa y reciba inversiones extranjeras.
X: @alejandrojsucre
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