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Y la culpa es de ….

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 4 min.

Buscar al culpable es un ejercicio que practican aficionados a jugar a Sherlock Holmes, sin profundizar en los hechos, ni en las circunstancias que los rodean. Por ejemplo, pontifican que el 18 de octubre de 1945 Acción Democrática le abrió el camino al dictador Pérez Jiménez, que la destitución de Carlos Andrés dio paso al dictador Chávez y que solo los errores de la oposición mantienen el totalitarismo de Maduro. Probablemente la realidad es otra. Corresponde a los historiadores profundizar en los hechos mencionados. Sin embargo, para quienes hemos vivido con mayor o menor cercanía algunos sucesos es tentador imitar al personaje de Conan Doyle.

La revolución del 18 de octubre de 1945 se hubiese producido con o sin la participación de Acción Democrática. La intervención, indebida, de los militares el 24 de noviembre de 1948 fue consecuencia de los errores de los adecos. Los militares destituyeron a Pérez Jiménez hartos de sus atropellos y ante la presión de ia sociedad civil. La tesis de que la destitución de Carlos Andrés dio paso a Chávez es muy débil. El período democrático tuvo inicialmente logros, pero también muchas carencias. El país estaba cansado de los últimos gobiernos de AD y Copei. Por ello surgió Caldera ll con su chiripero, que tampoco cambió el rumbo. Un Chávez era difícil de evitar.

Ahora se achaca la permanencia de Maduro a supuestos errores cometidos por la oposición. Según algunos, los sucesos de abril del 2002, la huelga de diciembre de ese año, la abstención del 2005, el que Capriles no haya llamado a la calle cuando aparentemente le ganó a Maduro, el intento de convocar un referendo revocatorio presidencial, las protestas de jóvenes y no tan jóvenes en el 2014 y 2016 son responsables de que todavía tengamos a Maduro. Es decir que lo procedente era permanecer de brazos cruzados contemplando las violaciones a la Constitución.

En abril del 2002 se logró que Chávez renunciara. Los militares lo regresaron porque el nuevo gobierno no tuvo apoyo político debido a que muchos no estuvieron de acuerdo en que se rompiera un hilo constitucional que ya el teniente coronel había roto y, desde luego, porque el chavismo contó con el apoyo de los comandantes de batallón. La huelga fracasó porque no contó con el apoyo de muchos sectores. En el caso de los petroleros no tiene sentido decir que prolongaron el paro hasta febrero, ya que desde diciembre se iniciaron los despidos y cuando alguien está despedido ya no está en huelga.

La abstención del 2005 se debió a que los partidos estaban reducidos a su mínima expresión y no hubiesen obtenido más de una docena de diputados. Recordemos que en la elección del 2000 tuvieron que postular al golpista de Arias Cárdenas. Capriles no llamó a la calle en el 2012 porque no tenía las actas que demostraran el fraude. Además, ante las lacrimógenas, perdigones y balas hubiésemos retrocedido, como en otras ocasiones.

Solicitar el referendo revocatorio presidencial en el 2016 era un derecho. No se podía dejar de lado ese mecanismo por pensar que el gobierno lo iba a negar. Quienes critican esa herramienta electoral son los mismos que predican que con elecciones sí sale el dictador. Las protestas de calle son un derecho. Condenarlas con el argumento de que no pueden enfrentarse balas contra piedras es absurdo. La responsabilidad de los asesinados recae exclusivamente en los chacales de la guardia nacional, policía nacional y paramilitares del régimen. La valentía y sacrificio de los caídos fue el detonante para la condena internacional al régimen.

Nuestra dirigencia cometió errores. El primero fue aceptar la Constituyente, la disolución del Congreso y la demora en reconocer que cuando un gobierno viola la Constitución se convierte en dictadura. Optaron por el apaciguamiento y el régimen se atornilló. Otro error fue no apoyar desde un principio a los presos políticos, exiliados y a los firmantes de la solicitud del revocatorio que fueron despedidos y acosados. El tercero fue la incompetencia en lograr una unidad de propósito y de proponer un candidato único, aunque no se acuda a elecciones. Pareciera que algunos no entienden que Chávez y su gente llegaron para establecer una dictadura totalitaria. Es decir para no entregar por las buenas.

Nunca es tarde. La unidad es lo que exige el país. Este es un requisito necesario, pero a estas alturas quizá no sea suficiente para el cambio, como tampoco lo es solo la presión internacional, ni las protestas de calle. Aunque no es lo que deseamos, ni lo justo, probablemente habrá que llegar a acuerdos de transición en los cuales el castigo para los culpables de las violaciones pase a un segundo plano. Es preferible un Maduro y sus compinches paseando libremente a que los ciudadanos sigan pasando necesidades y que compatriotas estén presos, torturados o huyendo del país. Alegar que si no se hace justicia volveremos a las andadas son buenos deseos. La pena de muerte y de cadena perpetua no han acabado con los delincuentes. La manera de que no vuelva otra dictadura es formando buenos ciudadanos y fortaleciendo las instituciones. Los culpables de lado y lado son muchos, pero lo prioritario es salir del régimen.

Como (había) en botica:

Nuestro agradecimiento al cardenal Urosa, quien después de una gran labor y lucha por la democracia se acogió a una merecida jubilación.

La ciudadanía debe apoyar las justas protestas de los petroleros activos y jubilados, quienes en su gran mayoría no son responsables del desastre de Pdvsa.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com