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Las burocracias también compiten

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 4 min.

En conversaciones con varias empresas que operan en EEUU. he podido observar que un simple restaurant en Miami recibió $200,000 de subsidio para pasar el chaparrón que les genero el covid-19, como susidio y no debe ser rembolsable al fisco. Igualmente, una agencia de viajes para superar las dificultades del sector turístico recibió un préstamo reembolsable por $400,000 pagadero en 30 años y a tasas de interés muy bajas. Mientras tanto, el gobierno de los EEUU intenta mantener el costo de la gasolina barato, para hacer eficiente el costo de movilización de las cargas y ciudadanos, intenta traer mano de obra de otros países para que no suba el precio de los productos, incentivan la tecnología para no haya falta de eficiencia. Analizan qué productos son mas baratos producir en EEUU versus otras naciones para concentrar sus gastos de infraestructura y ser mas eficiente. Todo el sistema y la burocracia estadounidense están enfocada a buscar cuellos de botella para que haya más inversión, más empleo y más prosperidad. Se trabaja como equipo entre los distintos sectores de la economía. Aunque batallan sindicatos y empresarios, entre partidos políticos, y entre los medios de comunicación, todos tienen claro que la batalla entre ellos es para posicionar las mejores ideas y prácticas comerciales para que EEUU. sea productiva en su conjunto.

En otras naciones, las burocracias son menos enfocadas en la prosperidad de la nación como conjunto y se enfocan más en concentrar el poder e intentan controlar más que servir a la sociedad en su conjunto. Hay burocracias en Europa y en otras naciones cuyos dirigentes gubernamentales se montan en el poder usando ideologías como los ambientalistas o los socialistas pretendiendo con falsas informaciones crear un temor en sectores de la población para que voten por ellos. Otros crean amenazas externas muchas veces falsas para justificar su permanencia en el poder. Logran el poder y usan el presupuesto nacional para fines distorsionados y distanciados a las verdaderas necesidades de las naciones que gobiernan. Por ejemplo, en los países donde los ambientalistas gobiernan, colocan impuestos a la gasolina bajo el pretexto de ayudar al ambiente. Mientras tanto hacen el costo de transporte más alto. Luego usan esos impuestos para subsidiar energías verdes, cuyos plazos y tiempos de obtención de resultados son muy poco transparentes. En esos procesos ideológicos, las burocracias obedecen a los líderes políticos que las representan y colocan trabas y regulaciones que muchas veces alejan a las sociedades de sus fortalezas competitivas y pierden poder adquisitivo en favor de las economías cuyas burocracias fueron más objetivas y no se afanaron de ninguna ideología cognitivamente errada para llegar al poder.

Europa y muchas naciones han perdido competitividad, y ni se diga la venezolana, debido a que sus políticos y burocracias han pensado más en perpetuarse en el poder usando ideologías, complaciendo y mal informando al voto del ciudadano menos educado. Si a estas burocracias que obedecen a batallas ideológicas le agregamos el tema de la corrupción como en el caso venezolano y muchas en África, entonces esas sociedades no tienen casi chance de prosperar. Venezuela y muchas naciones pobres en el mundo son producto de las propias fallas de sus clases políticas que no estudian las realidades y requerimientos que deben cumplir las sociedades que dirigen para hacer sus naciones competitivas ni tampoco hablan claro a sus habitantes para prepararlos para esa carrera del desarrollo. Es imposible saber si son los políticos culpables de manipulación y falta de entendimiento de su papel en la sociedad o si son los ciudadanos enceguecidos los que escogen políticos sin visión. Podría ser que los políticos no actúen de mala fe sino por ignorancia propia. Pero si fuera la ignorancia y no la mala fe los políticos del tercer mundo, entonces deberían permitir más debate de ideas y más democracia.

El político no ejerce en su profesión algo muy diferente a la de un entrenador de un equipo de futbol. La diferencia entre un entrenador deportivo y un político es que el segundo no solo debe saber cómo hacer a sus jugadores más competentes con buenos entrenamientos, sino también ayudarlos a los a definir que deportes jugar y concentrar sus talentos para producir resultados destacados en un mundo globalizado. El subdesarrollo se pudiera entender como falta de visión de las oportunidades que tienen los ciudadanos y esta falta de visión los hace elegir o aceptar dirigentes que salen de las mismas filas de los ciudadanos. Si los ciudadanos eligen líderes que contratan burocracia que no desarrollan las ventajas comparativas de esas sociedades, sino que les restan valor y flujo de ideas, los ciudadanos se van perpetuando en la pobreza. Los ciudadanos menos conformes viendo que son reprimidos se van a otras naciones a desarrollar sus talentos. Y los líderes de las naciones subdesarrolladas terminan con mucho poder local pero siendo dirigentes de un barco que no se mueve o de un equipo vacío que no mete goles en sus propias naciones sino que trabajan para fortalecer el equipo de las naciones que los reciben.

Es sumamente importante que los lideres de Venezuela y de las naciones subdesarrolladas logren desarrollar estrategias para lograr estimular a sus ciudadanos a ser productivos y que sus aspiraciones de riqueza personal no obstruya ese potencial y futuro que merecen tantos niños y ancianos a una vida activa y decorosa desarrollando sus talentos naturales.

Twitter: alejandrojsucre