Pasar al contenido principal

Richard Grenell, enviado de Trump

newsboy
Tiempo de lectura: 3 min.

El presidente electo Donald Trump ha depositado en el Sr. Grenell una misión trascendental para los venezolanos al nombrarlo Enviado Especial para crear entendimientos con el presidente Maduro, luego de rotas las relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos. Desde 2019, cuando el presidente Trump creó su nuevo cargo, el enfoque predominante hacia Venezuela ha sido el de las sanciones económicas, liderado por Elliott Abrams hasta enero de 2021 y que las continuó el expresidente Biden. Aunque las sanciones buscaron debilitar al gobierno de Nicolás Maduro, los resultados han sido más devastadores para el sector privado que para el gobierno.

No conozco a ciencia cierta la prioridad que EEUU otorga a Venezuela en la batalla geopolítica que libra con China, como grandes potencias que rivalizan recursos alrededor del mundo (i.e. espero que algún día no tan lejano entre potencias haya más una relación de colaboración que de confrontación). Ya el presidente Trump manifestó que Groenlandia, el Canal de Panamá y Canadá son estratégicas para EEUU. También dijo estar atento a lo que sucede en Venezuela. De lo que sí estoy seguro es que mientras EEUU decide qué prioridad debe tener Venezuela en su agenda, y qué políticas seguir, las sanciones económicas vigentes hoy, hay que ajustarlas para desahogar al sector privado venezolano. 

Muchos dicen y correctamente que fueron los controles económicos y las nacionalizaciones hasta el 2019 las que disminuyeron la economía. Sin embargo, mi opinión es que desde el 2020, son las sanciones económicas de EE. UU. bajo la administración Biden las que no han permitido que Venezuela creciera a su nivel potencial, ya que desde ese año el presidente Maduro hizo un giro de 180 grados a su política económica de controles. En el 2020, el presidente Maduro abrió la economía y las empresas del estado a la inversión privada, lo que hubiera reducido la corrupción y reactivado la economía con mucha fuerza. Las sanciones económicas de EEUU se mantuvieron por extrema rigidez burocrática de la administración Biden, y eso impidió que la economía creciera a $300.000 millones de PIB, que era el PIB previo a las sanciones de EEUU desde el 2107. Bajo la errada premisa de la burocrática administración Biden de negociar y hacer depender el levantamiento de las sanciones económicas a compromisos políticos con el gobierno de Maduro, se perdió una oportunidad histórica de fortalecer al sector privado venezolano desde el 2020. 

Las sanciones económicas a PDVSA han perjudicado mucho al sector privado, ya que también le impide captar fondos para participar en empresas del estado y en reimpulsar todos los sectores económicos del país. Las sanciones económicas de EEUU hoy no solo cortan al país del ingreso petrolero, y promueve el mercado negro, sino que también le impiden al sector privado levantar fondos para sus propios proyectos. Sectores como el cacao, café y muchos otros sectores competitivos quedan sin realizarse por no tener acceso a fondos internacionales. Ni siquiera hay vuelos directos para los empresarios nacionales a EEUU.. Las sanciones económicas de EEUU hacia Venezuela hoy son como quemar una hermosa casa en lugar de fumigar. Debilitar la economía privada adicionalmente impacta negativamente a nuestra democracia y hace la política más violenta. Una economía privada de menor tamaño hace que muchos líderes de oposición enfoquen su búsqueda de apoyo hacia el exterior , lo que los incentiva a tener menos presencia física en Venezuela, y crea un círculo vicioso de políticos remotos, reprochando en lugar de generar debates democráticos internos.

EEUU bajo Trump debe adoptar un enfoque más creativo en su política exterior hacia el sector privado venezolano. Las sanciones de “Máxima Presión” destinadas a asfixiar al gobierno de Maduro y de esperar levantamientos populares han terminado asfixiando al sector privado y a los ciudadanos. Los gobiernos sancionados sobreviven centrándose en los mercados paralelos y ofrecen descuentos a aliados antiestadounidenses como China. 

Mi petición al Sr. Grenell es que mientras reajusta las relaciones diplomáticas entre las administraciones Trump y Maduro, produzca ajustes inmediatos en las sanciones económicas para impulsar al sector privado venezolano y desligar las negociaciones políticas de EEUU con Venezuela. Trump debe promover que los mercados de capitales internacionales se abran al sector privado venezolano. 

El nuevo gobierno de Trump debe permitir y otorgar licencias OFAC expeditamente a empresarios privados venezolanos para financiar sus proyectos en los mercados financieros internacionales. Esta medida nunca va a perjudicar a los EEUU y permitirá al sector privado ganar una mayor proporción del PIB venezolano y fortalecer sus vínculos económicos con las naciones occidentales.

La nueva administración Trump tiene la oportunidad de implementar cambios impactantes en su política hacia Venezuela, al apoyar al sector privado para mejorar las vidas de millones de venezolanos y fortalecer la seguridad nacional de EEUU. 

X: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/199837/richard-grenell-enviado-de-trump