No es para menos pedir Solidaridad con María Corina porque hay que medir muy bien por lo que ha pasado y por lo que va a pasar. Primero que nada, salir del redil familiar para enfrentar el reto de derrotar en unas elecciones a este gobierno, cuando todo el mundo dice que por esa vía no sale y que eso de la ruta electoral es una ficción en la Venezuela de hoy. El hecho solo de admitir y defender ese camino, como efectivamente lo ha comprobado, por más acusaciones de conspiradora que se le inventen, es para hacerse solidario con ella, pero ciertamente esa es una petición demasiado fuerte para una sociedad que no está acostumbrada a ese principio, sino que además esta adormecida con tanto bodegón, tanto espectáculo y mucho miedo.
Proponerse, entonces, clamar por Solidaridad para María Corina es, ciertamente, arriesgarse a alguna represalia, mayor o menor, pero de eso se trata: que alguien reclame el derecho a hacerse solidario de quien, creemos, lo merece por varias razones.
Solidaridad por lo político
Ya era hora, ante tanto reclamo de muchos dirigentes de los partidos políticos y de una buena cantidad de analistas, de darle espacio a la política en el lenguaje y en la conducta de esa dirigencia y ella, precisamente, con la puesta en escena de un cuerpo de ideas que fue al centro de gravedad de la política con aquello del fracaso del socialismo y de los socialismos puso, como se dice en criollo, el “dedo en la llaga”, pero además insertó el discurso de su opuesto y expuso con claridad meridiana que el tema no era un simple cambio de gobierno, sino un cambio de sistema, de ese donde el Estado priva para todo. Y si eso no es política, entonces, que se nos diga que es. Bienvenido pues el tema porque diluye ese enfrentamiento trivial entre gobierno y oposición. Lo mejor de todo es que ese mensaje político le llegó a la Gente.
Solidaridad con la Gente
Obviamente, lo que más asustó al adversario no fue solo que levantara el animo de ese pueblo que antes estuvo con él, sino diciendo lo que la política indicaba, que la Gente entendiera que aquello de la bolsa CLAP, que lo de las desaparecidas Misiones, que lo de los Bonos y todo ese instrumental de sumisión y vasallaje ¡van a desaparecer y dar paso a un nuevo mundo! Que el cambio prometido no se quedaba allí y que había que rehacer todos los daños causados por el Socialismo del Siglo XXI.
Por estas razones, hay que admitir que la Solidaridad con María Corina no se queda con ella y se traslada, por obra de ese discurso que puso en la mesa de comer, de hablar y de pensar, de la Gente se traslada, como decíamos, a un nuevo tipo de Solidaridad con ellos, conscientes, como quedaron de lo que estaban aceptando y queriendo. Desde luego, para eso había que asumir un liderazgo diferente.
Solidaridad por su liderazgo
Probablemente, de todas las cosas que merecen apoyo esta de rehacer la política, como dijimos, de ponerla en el terreno de la Gente no es cualquier cosa, porque allí si que se necesita decir algo coherente, y estructurado como hace tiempo no se escuchaba. Cansada estaba y está Venezuela del repetido discurso de los adversarios, del como la oposición fue perdiendo mensaje y poder de convocatoria, tanto que, como se decía hace un par de años, no “teníamos líder” y ahora tenemos tanto, que es a quien hay que combatir y, si es necesario, inhabilitar, ya sea por la autoridad electoral o por sus propios amigos. Se requería, entonces, un nuevo liderazgo que se plasmó en María Corina, no solo, como se dijo, por acudir al lugar de la Gente, sino abatiéndolos en unas inéditas primarias hechas a pesar del CNE y de muchos de sus aliados. Se necesitaba liderar para cambiar los acontecimientos. Eso hizo, pero, además, con lo que fue y será su mayor grado de Solidaridad. Usando el baluarte y la defensa de la verdad.
Solidaridad con la Verdad
Si algo nos gusta de esta nueva figura política que arrastra Gente en cuanto pueblo, comunidad, o ciudad es que se acerca a ese fenómeno de hacer política con la verdad por delante. No engaña a nadie María Corina con lo que quiere hacer y por eso, repite con insistencia y convencimiento que su cercanía a la Gente no es económica, ni política, que hay algo mucho más profundo que toca ese mundo de los inmaterial, de lo intangible que es el espíritu humano. Y, he allí el peligro que tanto preocupa al adversario, porque saben y porque lo han vivido, lo que fue la relación de un Chávez con esa misma Gente que hoy sigue a María Corina. Y todo por llevar la verdad al seno del pueblo a ese mundo colmado de seres vivos, ansiosos de una solución esperanzadora.
Solidaridad con seres humanos
Decíamos en nuestras casas, viendo los mas recientes acontecimientos, lo de su rechazo político por el CNE, por el subsiguiente rechazo a la otra Corina, por la persecución de los lideres y apoyos de su partido, decíamos que aquellos que tanto defendieron la justicia, los autores de ese sin número de artículos en la Constitución sobre Derechos Humanos, que dolor haber llegado hasta aquí. Con toda razón hasta el aliado brasileño y el colombiano se alarmaron y el francés reclamó con mucha fuerza.
Sin embargo, para finalizar no es de esos seres humanos a quien queremos referirnos. Es a ella a María Corina que, en su casa, en su sede política, con su familia, sus hijos, sus amigos se dirán y preguntaran hasta dónde puede llegar la represalia, para que, quien ya tiene ganado el poder, deba rendirse o amilanarse como ser humano. Creímos que podría hasta llorar de rabia o impotencia, pero no, cuando se asume una tarea como esta no hay tiempo para lágrimas, porque por más ser humano que se es, privó ese deseo y esa perseverancia por dirigir a Venezuela.