Dos noticias en paralelo. Una muy dolorosa, cuya protagonista fue una mujer que falleció mientras huía de Venezuela en busca de empleo y de calidad de vida para satisfacer necesidades mínimas que esta otrora Tierra de Gracia le negaba. Otra muy indignante, representada por sanguijuelas de los sectores políticos y empresariales que, por encima de principios y valores, se arrodillaron ante un régimen que está siendo investigado por crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional.
La señora Emiliana Carolina Seña Ramírez cayó de un tren mexicano al intentar evadir a policías que obstaculizan a miles de venezolanos que desesperadamente tratan de llegar a Estados Unidos. Seguramente, ella y su pareja querían que el bebé que llevaba en su vientre tuviese una vida digna. Hace dos años ocurrió otro hecho doloroso, al ahogarse Victoria Lugo, de siete años, hija de la maestra Mayerlin Mayor, cuando cruzaban el rio Bravo. No eran del grupo de delincuentes que el régimen había excarcelado con la excusa del hacinamiento en las ergástulas, a los que utiliza como aliados dentro y fuera de Venezuela. Solo iban en busca de empleo para satisfacer necesidades mínimas.
En Venezuela no hay guerra, tampoco hay escasez de recursos, sino un régimen inepto y corrupto. Emiliana, su pareja y la maestra tenían claro que mientras Maduro esté en Miraflores no hay futuro. Sin embargo, hay otros venezolanos que cual sanguijuelas se pegan del régimen para lograr dádivas. No les importan los compatriotas que han sido asesinados, torturados, encarcelados o que han tenido que emigrar. Solo les interesa enriquecerse.
Un grupo de sanguijuelas está integrado por políticos o aspirantes a políticos a los cuales nos hemos referido en otros artículos. Son los ya conocidos Timoteos, los Bernabé, los Claudios y los Ratti, además de quienes usurpan los símbolos de los partidos COPEI y Voluntad Popular, entre otros. Ahora, se suman algunos a quienes dábamos el beneficio de la duda. Son los dirigentes de los partidos de maletín Puente, Movimiento Republicano, Pro Ciudadanos, CONDE, El Lápiz, Fuerza Vecinal, Por Ti Venezuela y otros.
Hay otro grupo, con mayor poder de succión, integrado por empresarios que no buscan el poder, sino estar cerca de quienes lo tienen. Sin escrúpulos se pegan como sanguijuelas a Maduro y a los hermanos Rodríguez. Se arrodillan y firman cualquier papel que les pongan por delante, como el llamado Acuerdo Nacional sobre principios generales, calendario y ampliación de garantías electorales elección presidencial 2024. Con sus firmas aceptaron lo que ningún ciudadano con principios y valores aceptaría.
Entre los empresario que firmaron el pasado 28 de febrero están Orlando Camacho, presidente de Fedeindustria, Luigi Pisella, presidente de Conindustrias, Adán Celis, presidente de Fedecámaras, Celso Fantinel, presidente de Fedeagro, Enrique Novoa, presidente de la Cámara Petrolera y Reinaldo Quintero, presidente de la Asociación Venezolana de la Industria de los Hidrocarburos. Cabe preguntar si los miembros de estas organizaciones avalan la decisión de sus presidentes. Además, si tomaron en cuenta que con esa firma incursionaron en política y apostaron al corto plazo, exponiéndose al escrutinio de la opinión pública, la cual en un 85 por ciento rechaza al régimen de Maduro
A continuación, transcribimos los puntos más vergonzosos y entre paréntesis nuestro comentario:
1-Declararse representantes de distintos sectores de la vida política, social, económica, académica, cultural y religiosa. (Mentirosos, solo representan un porcentaje mínimo de esos sectores).
2- Aceptar que los valores superiores del ordenamiento jurídico del régimen son la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social, los derechos humanos, la ética y el pluralismo político. (Hipócritas, el régimen no practica ninguno de esos valores).
3- Rechazar categóricamente el paralelismo institucional promovido por movimientos desestabilizadores y antidemocráticos que han pretendido posicionar figuras ficticias que atentan contra la institucionalidad democrática del país. (Patrañeros, la oposición verdadera y abrumadoramente mayoritaria apuesta a cambiar al régimen por la vía electoral).
4- Reivindicar a la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela como el único parlamento vigente, legítimo y electo por el pueblo para ejercer la representación popular durante el período 2021-2025. (Olvidan que esa Asamblea fue desconocida por la mayoría de los gobiernos y parlamentos democráticos).
5-Exhortar a que en el régimen sancionatorio y punitivo que elabore el Consejo Nacional Electoral, se incluyan las infracciones derivadas del uso indiscriminado y ajeno a los principios antes enunciados por parte de los actores políticos en las redes sociales. (Esto apunta a la censura de las redes sociales, uno de los pocos medios donde puede expresarse la disidencia al régimen).
6- Respetar los fallos y decisiones de los entes de los poderes públicos nacionales, especialmente los emanados por el Poder Judicial y el Poder Electoral. (En términos claros, lo que avalaron los firmantes fue el veto a la candidatura presidencial de María Corina Machado).
En conclusión, ese acuerdo fue una pantomima del régimen, aprobada por un grupo de aprovechados que por sus intereses desconocen la lucha por sobrevivir de Emiliana y de casi ocho millones de migrantes, los asesinatos, torturas, encarcelamientos y exilios practicados por el régimen y se hacen los desentendidos de que la Corte Penal Internacional acordó, por unanimidad, seguir investigando los crímenes de lesa humanidad.
Como (había) en botica:
Ha causado indignación el asesinato del teniente Ronald Ojeda Moreno. Esperamos que la policía chilena identifique autores materiales y a los intelectuales. ¿Pudo ser ejecutado por malandros protegidos y aliados del régimen de Maduro, como se ha evidenciado en Venezuela, donde los ha utilizado para asesinar, agredir y amedrentar?
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
eddiearamirez@hotmail.com