Cuando Pérez Jiménez le consultó a Vallenilla Lanz Planchart, si se podían cambiar los resultados electorales para integrar la Constituyente, que por supuesto les eran desfavorable, éste, Vallenilla, le dijo, el que tiene el poder debe usarlo, si es posible con chopos y machetes, nosotros los abogados nos encargamos de darle forma.
De inmediato fue cambiada la autoridad electoral y designada otra que avaló el grosero fraude y así se consumó el manotazo a la soberana voluntad popular. También algunos que resultaron electos para esa Constituyente en planchas opositoras al régimen, en las primeras de cambio brincaron para el gobierno, no aguantaron el primer ofrecimiento o pellizco.
Estos últimos son habilidosos que se desarrollan para medrar en la sombra del gobierno de turno, sin importar su signo o comportamiento, ser del gobierno los llena y les facilita lograr sus personales intereses, sin importar para nada la suerte colectiva.
Hoy, en este tiempo, tenemos gente que con una gran máscara se dicen de oposición y más leales y complacientes con este régimen no pueden ser. Antes se desenvolvían dentro de una gran modestia y austeridad y ahora compran lujosas casas que remodelan con costos muy superiores al de adquisición. Este tipo de gente que la jerga popular llama “alacranes” son señalados porque entregaron su dignidad. Son suicidas que mataron sus principios, ideales y dignidad. Deben estar vacíos por dentro, solo les queda carne y huesos, lo que los iguala a los animales, están en el grupo que alguien llamó “autosuicidas”, muy cuestionable en la gramática pero que dice mucho.
Cuando se entrega la dignidad se queda vacío y el ser humano, el único con dignidad, se transforma solo en carne y huesos que deambulan en la vida. Lo espiritual, el alma y la conciencia se las dan al mejor postor y eso los hace similar a los animales que carecen de dignidad.
Conocí hace muchos años a jóvenes que parecían prometedores, y cuando se inició este régimen en 1999, me manifestaron su profunda preocupación por la suerte del país y ya en ese tiempo hacían vida en partidos de oposición; ahora están a la sombra del poder, son invitados con frecuencia a Miraflores y lucen por su genuflexión y complacencia con este régimen totalitario. Han salido de sus austeros apartamentos y adquirido lujosas casas en costosas urbanizaciones de “alta alcurnia” y realizan inversiones de importantes sumas.
A ellos les podemos preguntar de dónde sacan tanto como destacan, por los hechos lo sospechamos. Qué vergüenza, que pena. No se si ya estaban quebrados y solo estaban a la espera de una oportunidad para entregarse o se quebraron en el ínterin. Si les queda algo de conciencia y la consultan, no deben dormir tranquilos y aunque creo en la rectificación, la practico y deseo, los veo tan comprometidos que sospecho que el camino que decidieron no tiene regreso. Dios quiera esté equivocado y se produzca el retorno a la ética, a la moralidad y se recobre dignidad.