Para forjar las actas emitidas por las máquinas de votación el 28 de julio, sería necesario borrar la memoria de las 30 mil máquinas, establecer un nuevo código y una nueva firma digital y luego introducir en esas máquinas más de 12 millones de votos, que deben coincidir con el número de votantes de los 30 mil cuadernos de votación, que tienen la firma y huella de los que votamos; y finalmente, imprimir las 30 mil nuevas actas.