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Edgar Benarroch

Diálogo o desobediencia

Edgar Benarroch

El gobierno sabe que más del 80% del país desaprueba su gestión que ha sido tan catastrófica que igual porcentaje exige su inmediata salida. En conocimiento como está el régimen de ello diseña estrategias inconstitucionales y todo tipo de trampa, extorsiones, chantaje y amenazas con la pretensión de perpetuarse en el poder. Hay quienes sostienen y con mucha propiedad que la crisis que vivimos ha sido provocada ex profeso por el gobierno, creando simultáneamente misiones, operativos y carnet para tener acceso a algunos elementos fundamentales, con el perverso fin de tener a la población dependiendo de sus dádivas y favores. Cambian bolsas de comida por incondicionalidad. Este es un gobierno que si bien tiene origen democrático, aunque seriamente cuestionado, en su desempeño se ha deslegitimado, ha violentado elementales normas legales ordinarias y orgánicas y de la Constitución que es la madre de las leyes y de donde se desprende nuestro ordenamiento. Además ha perseguido, encarcelado, torturado y hasta asesinado a la disidencia, con frecuencia desconoce los derechos humanos y la dignidad de la persona humana.

El 10 de enero próximo concluye este periodo constitucional y deben celebrarse libérrimas y democráticas elecciones. Ahora bien, el señor Presidente se siente reelecto para el siguiente periodo producto de una farsa y monstruosa actividad electoral realizada en mayo pasado con la grosera e insólita complicidad del CNE y el TSJ. Para el 80% del país no está reelecto y para la inmensa mayoría de las naciones del mundo libre tampoco. Todos los organismos internacionales han manifestado su desconocimiento a esa "reelección". Así que si persiste el Presidente en asumir un nuevo mandato se le presenta al país una seria y bastante delicada situación. Pues estaríamos en presencia de un usurpador y toda usurpación es inexistente y sus actos son nulos.

Hay quienes piensan que como estaríamos en una situación de facto hay que también recurrir a los hechos para enfrentarla, toda vez que por la vía de la oración, por muy fortificante y eficaz que ella sea será difícil. Entiendo muy bien que a quien nos está tirando piedras no le podemos responder con margaritas, pero hay que hacer aunque sea el último esfuerzo de estos días en resolver este delicado asunto hablando, dialogando, a pesar de la ingrata experiencia que se tiene.

Ante esta infeliz coyuntura me parece que deberíamos explorar dos salidas: el diálogo, para alcanzar acuerdos que la subsanen y/o la desobediencia ciudadana.

Ante la cercanía del 10 de enero y la fundada desesperación nacional, parece que el diálogo, en primera instancia es lo recomendable por ser la más rápida a la que podemos recurrir. El diálogo es entre gobierno y oposición y es necesario que ambos estén de acuerdo en realizarlo YA, antes del 10 de enero. Si el diálogo se produce la agenda de la oposición , entiendo será: Un gobierno colegiado de transición que asuma el 11 de enero inmediato, con tiempo definido y que en su oportunidad, que no debe ser tan tarde, convoque a libres y democráticas elecciones generales para iniciar la reinstitucionalizacion del país; extinguir la inconstitucional Asamblea Constituyente, mientras reconocer la Asamblea Nacional como único órgano legítimo en su origen y desempeño, designar nuevos Magistrados del TSJ, nuevos Rectores del CNE y nuevas cabezas de los órganos que integran el llamado Poder Moral (Fiscal General, Contralor General y Defensor del pueblo) que de moral no tiene absolutamente nada. Si ello se produce creo que la Republica ha sido honrada.

De el diálogo no realizarse o de producirse sin resultados satisfactorios, necesariamente nos queda el camino de la desobediencia ciudadana (entiéndase bien, hablo de ciudadana y no solamente civil). Ella, la desobediencia, es absolutamente constitucional y perfectamente en este tiempo justificada. Debe ser nacional y activa que supone UNIÓN, organización, criterios bien claros y de un liderazgo, seguramente colectivo que sea capaz de conducir civilizadamente la toma de las calles del país sin retorno hasta tanto se logren los objetivos que el bien de la nación reclama. La conducción adecuada es fundamental para evitar descarrilamientos fáciles de presentarse que podrían traer males mayores.

El país no soporta un día más este régimen, por eso en lo del diálogo debemos insistir, que repito es un recurso de rápida realización. La desobediencia prevista en nuestra Constitución en los artículos 333 y 350 supongo nos llevaría más tiempo, máxime cuando lamentablemente nos encontramos fracturados y cayéndonos a palo entre nosotros.

Sé que la idea primera, la del diálogo, a lo mejor no sea bien recibida por el extremismo opositor, que al igual que el gobierno nosotros también lo tenemos, y me tilden de sospechoso, prefiero mil veces hablar que volver a ver nuestras calles cubiertas de sangre.

Guardando la distancia es bueno recordar que John F. Kennedy (para la época Presidente de los Estados Unidos) y Nikita Kruschov (Primer Ministro ruso) evitaron la tercera guerra mundial, que hubiese sido desastrosa para la humanidad y aún viviríamos sus consecuencias, cuando decidieron dialogar y llegar a acuerdos sobre la base de misiles nucleares instalada por Rusia en Cuba y la de los Estados Unidos en Turquía. Este fue el momento más álgido que se produjo en la llamada "guerra fría " en 1962. Ellos fueron capaces de dialogar siendo enemigos jurados y firmemente enfrentados, lo hicieron, es verdad por sus intereses, pero le evitaron al mundo una hecatombe. ¿ No podemos nosotros dialogar por el bien de nuestro país?.

En mi dilatada vida política he recibido y afortunadamente aprendido muchas enseñanzas, entre ellas la reina de todas: vocación de servicio, pero también a dialogar, a poner la voluntad necesaria y aceptable para lograr espacios de coincidencias digeribles por las partes, a ceder para recibir y capacidad de tolerarnos en medio de nuestras diferencia, se entiende que todo ello es en plena sintonía con el país que nos vio nacer y/o nos cobija

Intentemos el diálogo, el es una vía pacífica, civilizada y recomendable para superar las diferencias. Mientras más difícil y exasperante sea el acontecer, más diálogo se necesita y además es la vía que si nos la proponemos , mañana mismo puede iniciarse. Se supone que el gobierno va a concurrir, sino es así o si se produce y no hay resultados satisfactorios, el camino será la desobediencia. Jamás podemos permitir que un usurpador se mantenga en la Presidencia de nuestra República.

La navidad

Edgar Benarroch

Junto con la Pascua de resurrección y el Pentecostés es la Navidad del niño Dios una de las fechas más importantes del mundo cristiano. En nuestro país esta época tiene sus costumbres que se corresponden con tradiciones de muy vieja data. Preparamos, elaboramos y construimos el pesebre, para ello además de representar la presencia de San José, María, la mula y el buey, colocamos ovejas y pastores, a los reyes magos venidos del oriente, simulamos rios, lagos, cerros, Llanos y caminos valiéndonos de papel, cartón, pintura y hojas de aluminio. El rancho donde dio a luz María lo preparamos con palos y ramas y el suelo con aserrín, la flora la hacemos con papel enverdecido o cuando es posible la colocamos natural. En el rancho colocamos al niño a las doce de la noche del 24 de diciembre.

Además es propio de este tiempo disfrutar de una exquisita y variada gastronomía especial: Hallacas y bollos, pernil, pan de jamón y dulce de lechosa son de costumbre arraigada en la totalidad de nuestro territorio.

Escuchamos aguinaldos y villancicos y a ello le sumamos el intercambio de regalos y los menores esperan ansiosos la llegada del niño Jesús que les traerá lo solicitado en carta que sus padres le ayudaron a redactar. Los padres recomiendan a los hijos dormir antes de la media noche de ese día para que durante su sueño se haga presente lo solicitado.

En fin, Navidad es sinónimo de familia y confraternidad, de recogimiento y oración, de los mejores deseos, de perdón y amistad , de compartir y de caridad. En cuanto al perdón es bueno acotar que supone disculpa por la acción recibida que consideramos ofensiva, dejando atrás la venganza, el reclamo y también el justo castigo o restitución. La magnanimidad del cristianismo nos habla de la necesidad del perdón siempre y en toda circunstancia . Sé que nuestra imperfección y debilidad humana nos conduce a que hay cosas y eventos bastante difícil de perdonar, pero hacer el esfuerzo nos hace bien, pues vivir cargado de odios, rencores e ira en nada contribuye a nuestra felicidad y nos predispone a gestos inconvenientes.

La Biblia no registra con exactitud la fecha del nacimiento de Jesús, al parecer los jerarcas de la Iglesia Católica , tiempos ha, eligieron el 25 de diciembre por la cercanía con el solsticio de invierno, con la idea de sustituir las fiestas paganas que en aquel tiempo se efectuaban y porque desde entonces se entiende que el mismo es propicio para cargarnos de amor, energía y buenas intenciones.

La conmemoración de la Natividad del niño Dios, para nosotros los venezolanos y para quienes viven en nuestra nación no se nos hace fácil si queremos atender la demanda material que la tradición contiene. No será fácil el intercambio gastronómico y de otros regalos, a lo mejor para instalar el pesebre nos vemos en dificultad. Pero lo mejor que podemos regalar es un fuerte, cálido y fraterno abrazo, un beso que contenga nuestra solidaridad y la oración para hablar con el Padre del niño y pedirle nos ayude en esta hora menguada.

Mi carta al niño Jesús es para pedirle nos quite y nos dé. Nos quite todo lo malo que nos acontece, nos quite los odios y rencores, nos quite a los gobernantes que no trabajan por el Bien Común, que son todos (excusen la redundancia porque esta solicitud está implícita en la primera que enuncié), en fin que nos quite la crisis. Nos dé fortaleza, confianza, esperanza y fe. Fortaleza para enfrentar este tiempo con valentía, confianza en que tenemos un potencial magnífico (debemos construirlo) para superar esta situación que es UNIDAD, esperanza que pronto estaremos viviendo en un país distinto en franco proceso de desarrollo donde el respeto a los derechos humanos y a la dignidad de la persona humana sea común denominador de nuestra sociedad, particularmente en quienes nos gobiernen y fe en Dios y en nosotros.

Gracias anticipadas amado niño Jesús porque estoy profundamente convencido que leerás mis peticiones e intercederás ante tu Padre para que cuanto antes se cumplan.

Ojalá todo el año fuese Navidad y poder vivirla, disfrutarla y sentirla como debe ser.

Deseo para todos, que en medio de las dificultades, tengan una feliz Navidad y reciban un próspero año nuevo, que aspiramos sea nuevo de verdad. Que Dios siempre nos acompañe.

La política y el diálogo

Edgar Benarroch

La política es una actividad con contenido ideológico orientada a la toma de decisiones de un sector, encaminada a lograr preconcebidos objetivos siempre en función del Bien Común. También es una forma o manera de ejercer el poder con la intención de hacerlo medio eficaz en la solución de los problemas colectivos e interceder para minimizar hasta donde sea posible el natural choque de intereses. La política va mucho, pero mucho más allá de la cosa pública, es una actividad de la que es bastante difícil sustraerse porque ella está presente en todos los ámbitos, o casi todos, de la vida humana.

Para algunos pensadores la política es solamente la ciencia cuyo objeto es el estudio del poder y de este concepto se desprenden los más variados y distintos criterios. Nicolás Maquiavelo en su obra El Príncipe, que lo hizo famoso, afirma que el rey debe reinar y para él es válido todo lo que haga y como lo haga, es decir, groseramente sostiene que "el fin justifica los medios". Para nosotros la política es una actividad mucho, pero muchísimo más elevada y trascendente sujeta permanentemente a la ética y orientada a la consecución del Bien Común a través de medios humanizados y respetuosos y donde nuestra vocación de servicio esté permanentemente presente y constituya motor de la acción. Bien la definió el Santo Papa Francisco como una manera muy alta de la práctica de la caridad, por entenderla como servicio permanente e irrenunciable

La política además de poder y gobierno es también sociedad, familia y ser humano, es dignidad y justicia en libertad y es la eterna búsqueda de la felicidad colectiva. Si ciertamente no podemos escapar de la política, porque ella toca nuestro desenvolvimiento humano, la única manera de entendernos en sociedad es comunicándonos, es dialogando y estableciendo normas para una sana y adecuada convivencia. El diálogo, la conversación, el intercambio de ideas y la discusión es propio e inherente a la política.

Cuando hablamos de dialogar nos referimos entre todos, con los que comparten nuestros ideales y con los que no. Con los primeros para perfeccionar y practicar nuestra vocación de servicio siempre privilegiando la solución de los problemas de los más necesitados y con los segundos para acordar en función del interés nacional normas que nos permitan civilizadamente desenvolvernos. Si no existe diálogo lo más seguro es que aparezca la violencia y nos comuniquemos con pólvora y plomo. Esto último quedó en el pasado como un muy mal recuerdo y nunca debe renacer. Hoy estamos obligados, emplazados por la historia y es de nuestro deber conversar para atender con éxito la hecatombe que nos es común.

Me alarmo y preocupo cuando escucho o leo opiniones que establecen que con el gobierno no podemos ni debemos hablar (sé que existen muchas razones para pensar así), llegan a decir que si la oposición lo hace es por estar vendida o por traición.

Estoy en el más del 80% del país que desea la salida cuanto antes de este régimen que tanto daño nos ha causado. Pero también soy un empedernido partidario del diálogo, creo que es el camino adecuado para entendernos con civilidad. Lo otro es retornar a la época de las cavernas donde los más fuertes y de mayor poder mandaban e imponían sus normas.

Durante la llamada "Guerra fría", que se inicia después de la Segunda Guerra Mundial y termina con la desintegración de la URSS en 1962, se presentó tal vez la mayor crisis de estos tiempos por la instalación de una base de misiles nucleares de la Unión Soviética en Cuba. Los Estados Unidos al percatarse de ello solicitó al gobierno ruso su inmediato desmantelamiento por considerarla atentatoria a su seguridad. La Unión Soviética se negó y se inicia entonces un estado de tensión que apuntaba al desarrollo de la tercera guerra mundial. John F. Kennedy (Presidente de los Estados Unidos) y Nikita Kruschov (Primer Ministro ruso) inician un proceso de intenso diálogo que culmina con el retiro de la base misilística rusa en Cuba (con la impresionante y desconcertante negativa de Fidel Castro, que cuando se produjo organizó una manifestación pública contra Kruschov a quien tildó de la manera más impropia, grosera y ofensiva) y también los Estados Unidos retiraron la base misilística que tenían en Turquía . Fue el diálogo de estos dos estadistas, total y frontalmente opuestos, que le evitó a la humanidad un conflicto bélico cuyas consecuencias aún estaríamos viviendo. Esa gravísima crisis se resolvía dialogando o con cañones, afortunadamente ocurrió lo primero.

Si hablando, dialogando y reuniéndonos logramos la salida, demos gracias a Dios. Agreguemos que en mi criterio es de más interés de la oposición el diálogo que del gobierno. Ese diálogo debe ser para salir del régimen cuanto antes (hay que ponerle fecha y pronto), para extinguir la inconstitucional Asamblea Constituyente, nombrar un nuevo TSJ, Fiscal General, Contralor, Rectores del CNE y reconocer la Asamblea Nacional como único órgano constitucional en su origen y desempeño. Entiendo son estos temas los que la oposición llevaría a una eventual mesa de diálogo que considero prudente ante la cercanía del 10 de enero. En esta mesa también deben estar testigos y facilitadores de alto reconocimiento y no tarifados del gobierno que juegan exclusivamente a favor del interés del régimen y distancian el entendimiento.

La salida del régimen es con diálogo o sin él. Parece de Perogrullo pero la situación es tan apremiante que no admite puntos intermedios. Nos entendemos hablando o serán los acontecimientos que se impondrán con las seguras y lamentables consecuencias. Tan exasperante es que ha creado tanto en el gobierno como en la oposición posiciones extremas. Los extremismos nunca son recomendables porque en nada contribuyen a una solución pactada. Para nada propongo una oposición blandengue; al contrario, creo que debe ser frontal, auténtica, corajuda y sostenida Sé que tal vez desde el extremismo opositor mis puntos de vista no sean bien recibidos y a lo mejor me etiqueten, pero prefiero mil veces hablar que ver más sangre derramada en nuestras calles.

El diálogo debemos verlo sin complejos, en él solo el país gana. Entiendo que lo grueso es la salida del régimen cuanto antes y en ello debe estar centrada nuestra mayor exigencia, ojalá lo logremos y ya. Cabe la pregunta ¿Qué pasa si el diálogo no se produce o no llega a ningún acuerdo? La interrogante es totalmente procedente. Pues bien, de nuestra parte habremos cumplido con el deber de auscultar salidas cívicas, como se corresponde con el interés nacional, a esta terrible crisis. Entonces se abrirán nuevos caminos que ojalá sean sin consecuencias insalvables.

El militar

Edgar Benarroch

El militar es un ciudadano que decide por vocación, es decir por inclinación y sentimiento interior, dedicarse al servicio de la Patria por intermedio de la Fuerza Armada, en un acto voluntario con el que resuelve hacer carrera profesional y con el tiempo adquirir las aptitudes y conocimientos necesarios. La escogencia de la carrera militar supone la renuncia a algunos derechos políticos entre los que están pertenecer a organizaciones o partidos y más aún ser beligerante en el acontecer partidista de la Republica.

La circunstancia de ser una persona de uniforme, armada y con autoridad no lo hace común, por ello hablamos de civiles y militares. Al ingresar a la carrera juran cumplir y hacer cumplir la Constitución y leyes de la Republica y estar exclusivamente al servicio y defensa del más alto interés nacional y nunca al servicio de parcialidades. Nuestra Constitución contempla la condición apolítica de los integrantes de la Fuerza Armada, yo prefiero hablar más bien de apartidista. El militar es un ser político por excelencia, lo que no debe nunca es abrazar banderas partidistas o sectoriales que lo hace traidor a su juramento e inconveniente para la institución y para el país, es una inconveniencia para todos.

En el cumplimiento de su deber está la defensa de la soberanía nacional, de nuestras fronteras y de nuestra independencia. Sus integrantes no son deliberantes, deben ser disciplinados y obedientes. Solo los altos mandos deliberan y acuerdan y giran instrucciones de obligatorio acatamiento en sus contingentes, que más adelante muchas de ellas con esparcidas al país. Es una institución poco o nada democrática en su interior y operatividad, se imparten órdenes que son acordadas en las cúpulas y se acatan y cumplen sin discusión (los estudiosos de la materia afirman que es lo recomendable).

Es una institución totalmente cupular. Se entiende que esas órdenes están en sintonía con nuestro ordenamiento jurídico y sujetas a lo ético y moral, como también respetuosas de la dignidad de la persona humana. Ningún militar tiene el deber, menos la obligación de cumplir órdenes que desafíen esos principios. En la práctica nos encontramos con frecuencia que alertamos a alguien de uniforme sobre su extra limitación y desafuero y nos responde que está cumpliendo órdenes superiores, aunque nos dé la razón y tenga conciencia de ello. Quienes así actúan cometen delito y no es alegable el cumplimiento de orden superior. Delinquen los dos, quien actúa y quien imparte la orden.

El militar debe ser un buen ejemplo de ciudadanía para la sociedad y la Republica. Es repugnante verlo actuar al margen de la ley, cometiendo desafueros, faltando a la ética y a la moral, traicionando su juramento, peor aquellos que subrepticiamente se inmiscuyen en negociados indignos con el ánimo de enriquecerse.

Cuando nos encontramos con un militar institucionalista, fiel y consecuente con su juramento, nos cargamos de orgullo por estar en presencia de un ser con decoro para quien el interés de la Patria es lo primero. Al contrario, cuando vemos y escuchamos a quienes, casi siempre de alto rango, que son los que pueden hablar, vociferar y rasgarse el uniforme a favor de una tendencia partidista o peor aun siguiendo ciegamente a un hombre, nos sentimos avergonzados, irritados y sublevados. Quienes así se comportan deben abandonar la institución armada y dedicarse a otro oficio. Nunca ser militar activo y a la vez activista político partidista o negociante. Ningún bien le hacen a la institución, ni al país, al contrario es un mal y aberrante ejemplo de lo que no debe ser.

Nuestra institución armada gozó de un gran prestigio y respeto en nuestro país. Nos sentíamos orgullosos de ella. Veíamos a hombres y mujeres con decoro, formación y ejemplo de ciudadanía, exhibían su uniforme con orgullo y gallardía, lo admiramos por su capacidad de servicio a toda la nación sin distingo de ninguna naturaleza. Este sentimiento desgraciadamente se ha venido a menos, se ha desvanecido y está en niveles bastante bajos por la inapropiada conducta de alguno de sus miembros y por considerarla con frecuencia de espalda al interés de todos. Se habla que le recomendaron u ordenaron portar el uniforme solo en casos necesarios, ¿Por qué será? También escuchamos al Presidente de la Republica, que es comandante en jefe de la Fuerza Armada decir que "militar que visite a su familia que no esté con el proceso se hace sospechoso".

La inmensidad de los integrantes de nuestra Fuerza Armada sigue siendo institucional y al servicio de todo el país, solo que hay veces parece que la comprometieran quienes pueden hablar, que son pocos pero con "voz de mando". Quienes así se comportan, bien porque perdieron su vocación o lo más pueril, en búsqueda de prebendas más de las que tienen o en resguardo de ellas, le causan al país un inmenso daño, debieran retirarse de la institución y dedicarse a hacer política partidista o meterse en el mundo de los "negocios ".

Reinstitucionalizar el país y en particular a nuestra Fuerza Armada es nuestro deber y para que ello se produzca es necesario un cambio profundo e integral cuanto antes en la conducción de la nación que pasa necesariamente por la UNIÓN de más del 80% del pueblo venezolano que ansía ese cambio.

La necesidad los unió

Edgar Benarroch

La Segunda Guerra Mundial se inicia con la invasión de Adolf Hitler a Polonia en 1939 y concluye con la caída del Reich en 1945. Gracias a Dios ese fue el desenlace, de no haber sido así, hubiésemos presenciado otro holocausto, ya mundial y también los sobrevivientes estuvieran la esvástica tatuada en la frente. Hitler fue el anticristo del siglo pasado, otros se le aproximaron, pero ninguno lo igualó.

Más de 100 millones de militares fueron movilizados con equipos, naves, aeronaves y armas de las más sofisticadas y de alto poder destructivo.

Fue una guerra total (mundial como su nombre lo indica). Todos los países del planeta se vieron involucrados, unos más que otros, tantos que a la caída del Reich solo nueve se mantenían neutrales, entre ellos España, Suecia, Suiza, Dinamarca y Portugal. El mundo se dividió en dos bloques: Los Aliados, inicialmente formado por Francia, Reino Unido y Polonia, más adelante se sumarían los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. El otro bloque fue La Fuerza del Eje, con Alemania e Italia en una alianza que llamaron Pacto de Acero.

Esta ha sido la mayor confrontación bélica que registra la historia, se estima en más de 70 millones las víctima humanas, que para 1944 era el 2.5 % de la población mundial, se alteraron las relaciones políticas, sociales, económicas y culturales del mundo, se afectó gravemente el ecosistema y la destrucción de edificaciones fue masiva, todas reducidas a escombros. Concluida la guerra se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con el propósito fundamental de evitar futuros conflictos y cuando se presentaren tratar de resolverlos civilizadamente.

Los aliados se reunían con frecuencia para acordar estrategias y tácticas conjuntas y enfrentar al enemigo común: Hitler, que constituía una criminal amenaza no sólo para Europa sino también para la humanidad y en particular para los intereses de ellos. En febrero de 1945 - a punto de concluir la guerra - se reúnen en Yalta Roosevelt, Churchill y Stalin para llegar a acuerdos finales y hablar de la Europa de postguerra. Estos señores, connotados e indiscutibles líderes mundiales sin ninguna duda no sólo disímiles en política, cultura, ideales y estrategias sino verdaderamente enfrentados, resuelven dialogar y llegar a acuerdos para concluir la lucha con éxito ante el adversario común. La necesidad crea órganos y acuerdos en quienes sienten la urgencia de superarla, por el Bien Común o por razones e intereses menos elevados, que creo fue lo que privó en los aliados sin desconocer la dosis por el bien general que defendieron.

Al concluir la guerra, muy lamentable y cuestionablemente surgieron en los vencedores los apetitos expansionistas y de dominio y así se repartieron tierras, ciudades y pueblos enteros como botín de guerra, atrincherándose cada quien en sus nuevas posesiones. Hasta noviembre de 1989 se levantó el funesto muro de Berlín que dividió la capital alemana en oriental y occidental. La primera bajo dominio ruso y la segunda de Estados Unidos. Afortunadamente la sensatez se impuso y del muro lo que queda es un muy mal e ingrato recuerdo. Ahora Berlín es una sola donde todos sus habitantes se confunden y hacen vida social comunitaria.

También concluida la guerra se establecen dos trincheras, una capitalista, liderada por los Estados Unidos y Europa occidental y la comunista por la Unión Soviética y Europa del este. Ambas trincheras con inmenso poder bélico y pretensiones expansionistas y de dominio, ambas trincheras de vocación imperialista. Se inicia entonces la llamada "Guerra Fría" que gracias a Dios nunca se calentó, aunque estuvo a punto.

En 1948 por iniciativa de los Estados Unidos bajo la presidencia de Harry Truman se crea el plan "European Recovery Program" (Plan de Recuperación de Europa), mejor conocido como "Plan Marshall", para ayudar económicamente a países de Europa afectados por los estragos de la guerra. El plan invirtió más de 13.000 millones de dólares desde su creación y hasta 1952. La intención fue reconstruir zonas destruidas, eliminar trámites comerciales y restablecer y modernizar el parque industrial. La URSS se negó a participar en el programa y bloqueó la colaboración a países de Europa del este, por ello fue todo dirigido al occidente europeo.

Esta iniciativa de los "yankees" lleva el apellido del entonces Secretario de Estado George Marshall que fue su pionero, pensador y creador y que tocó el tema por primera vez en la Universidad de Harvard en 1947.

Este relato que se hizo extenso, aunque en gruesas pinceladas y guardando las diferencias es con el propósito de reflexionar sobre nuestro país. Si los tres grandes líderes del mundo en su época, enfrentados fuertemente entre sí fueron capas de dialogar y llegar a acuerdos ante el enemigo común, ¿Por qué nosotros no?

La historia es una fuente inagotable de enseñanzas y lecciones y en ella nos percatamos de la piedra para no volver a tropezarla, además encontramos soluciones a los problemas por muy altos que estos sean.

El gobierno que tenemos ha provocado un estado de necesidad desastroso y generalizado que nos constriñe a todos y amenaza con profundizarse. La única, responsable, efectiva y práctica vía para superar este drama es la UNIÓN de todos frente al enemigo común. Debemos postergar nuestras diferencias para luchar con éxito contra quienes han sumido al país en esta profunda crisis, aunque después regresemos a nuestra diversidad que debe ser una vez que la nación esté en vías de desarrollo o al menos estabilizada y por supuesto nunca pretender repartirnos el país que es de todos. Sé que el concierto de las naciones del mundo está dispuesto a ayudarnos una vez salgamos de este régimen y seguramente mañana respiraremos aire puro, viviremos en paz, justicia y progreso y tendremos razones para soñar.

Nuestro deber

Edgar Benarroch

Bien lo acaba de afirmar Su Santidad el Papa Francisco: "Es deber del cristiano involucrarse en la política". Además, dijo que no debemos lavarnos las manos como Pilatos y ser indiferente ante la suerte de los pueblos, de nuestra comunidad, de nuestra familia y hasta de nosotros en particular. El Santo Padre, en su acostumbrado mensaje conceptual y refrescando lo más profundo de las raíces cristianas calificó la política como "la práctica más elevada de la caridad", que es una de las tres excelsas virtudes teologales.

El llamado del Papa está dirigido a los cristianos, pero perfectamente puede extenderse al ser humano en general. No está en la esencia humana la indiferencia y la apatía cuando está en juego el Bien Común, quienes así se comportan padecen con seguridad de trastornos de conducta y serios problemas de personalidad. El indiferente y que nada le importa tiende a quedar aislado y solo y ello es contrario a la sociabilidad del humano.

El exhorto del Sumo Pontífice se corresponde con el que siente el deber de servir y no de servirse, con el que es capas de subordinar su personal interés al colectivo y comparte y sufre la infelicidad del prójimo y lucha con él para superarla.

Particularmente en nuestro país, las palabras del conductor de la Iglesia Católica cobran mucha vigencia. Estamos hartos de ver y saber de funcionarios y no funcionarios que hasta ayer eran modestos ciudadanos y se desenvolvían con estreches económica y hoy exhiben y nos estrujan en la cara su fortuna. Incursionaron en la política para servirse, para adueñarse de lo que nos corresponde a todos, para desde su posición hacer negociados para engrosar su personal patrimonio y colmarse de lujos extravagantes y propiedades en distintas latitudes del planeta.

Lo que se sabe, porque los medios de comunicación social internacionales se encargan que así sea, es que casi a diario aparece alguien que ocupó u ocupa importantes posiciones de gobierno confesando sus fechorías a cambio de aminorar la pena (en los Estados Unidos de norte América). En la confesión delatan al combo de bandidos y dan detalles como con el lavado de dinero, el narcotráfico, el tráfico de influencia y en general negociados de la peor calaña, se han enriquecido todos.

Sabemos quiénes son y en donde están, pero la justicia venezolana ante ellos es ciega, sorda y muda. En nuestro país se ha entronizado una sociedad de cómplices donde a nadie se le ocurre señalar a alguien porque éste guarda las fechorías del otro y además se ponen de acuerdo para el saqueo. Cuando se llega a estos niveles de corrupción es porque estamos en presencia de la más espesa tiniebla y urge un rayo de luz que ilumine el camino correcto.

Más de 400 mil millones de dólares se han llevado del erario y están campantes como si nada hubiese ocurrido. Acabaron con nuestra planta industrial y comercial. Acabaron también con la producción de nuestras fértiles tierras. PDVSA (la gallina de los huevos de oro otrora la tercera empresa más importante del mundo) está técnicamente quebrada, la producción de 3 millones 500 mil barriles diarios de petróleo se redujo a menos de un millón (los que saben del asunto dicen que si la empresa hubiese sido bien manejada hoy con holgura produciríamos 5 millones de barriles cada día). Pulverizaron nuestro signo monetario y para nada importa los alarmantes niveles de pobreza y desnutrición de nuestra población, sumado a ello el criminal drama de la asistencia a la salud que es prácticamente ninguna y cuando alguien es tratado por un médico viene el calvario para conseguir los medicamentos cuando se dispone del dinero necesario y cuando existe en el mercado.

Peor crisis que esta no hemos vivido, ni siquiera en la lectura de nuestra historia se registra algo similar. Llegaron para saquear y acabar con el país, ese ha sido el objetivo. Allí no hay la más mínima dosis de servicio, bien lejos o mejor dicho inexistente la caridad, lo de ellos es cuánto hay para eso y como me beneficio en este tiro.

Está bueno de enunciar lo que nos acontece, incurro con frecuencia en ello, es urgente y necesario pasar a la acción con UNIDAD y buscar una salida cuanto antes a este drama, el gobierno no va a ceder por iniciativa propia, tenemos que empujarlo y empujarlo ya y lo más fuerte que podamos.

Hagamos buena las palabras de nuestro venerado, querido y respetado Papa Francisco, hoy la lucha como nunca se parece a la caridad y debemos afrontarla con la convicción que le estamos prestando un buen servicio al país, como debe ser.

¿Déficit fiscal cero?

Edgar Benarroch

Me llamó poderosamente la atención y también sorprendió escuchar al Presidente de la Republica, en sus rutinarias cadenas de medios de comunicación, hablar sobre el tema del déficit fiscal y las graves consecuencias que ello acarrea no sólo en lo económico fiscal sino también en lo social y en el funcionamiento general del país. Es la primera vez que lo escucho abordar el tema, que es bueno recordar no es nada nuevo, la nación viene arrastrando este serio problema desde hace varios años, pero es ahora cuando al parecer se dieron cuenta que es asunto de extrema gravedad y necesario su atención.

El déficit fiscal se produce porque el ingreso nacional no es suficiente para atender el funcionamiento y operatividad del Estado. ¿Qué ha hecho el gobierno es ese tiempo, sin tener dinero como atender la demanda nacional? Pues ha recurrido a la inmensa irresponsabilidad del endeudamiento externo e interno para atender gastos corrientes y a la emisión de dinero inorgánico. Pusieron y ponen la máquina de fabricar billetes a trabajas a todo vapor, con la gravísima consecuencia de introducir en el circulante dinero sin ningún respaldo. Esta irresponsabilidad solo ha servido para potenciar la inflación y llevarla a términos astronómicos como los que estamos padeciendo. El endeudamiento per se no es nocivo, pero a él debe recurrirse siempre para atender inversiones o costear gastos fundamentales para el desarrollo integral del país, siempre estimando la capacidad para honrar el capital y el servicio que ello genera, nunca para gastos corrientes. La emisión de dinero inorgánico es una monstruosa irresponsabilidad que no tiene justificación de ninguna naturaleza. Ahora bien, entiendo que el Presidente sabe que con decreto o enunciado el déficit no se resuelve y que está bien informado de las medidas que hay que tomar en materia de política económica y fiscal. Para llevar el déficit fiscal a "cero", como lo prometió, es necesario un paquete macro y microeconómico muy bien concebido y en él luce de ante ojito el desmontaje del control de cambio y la eliminación del afán de control de precios que se ha prestado para la extorsión, coacción y matraca. ¿Está dispuesto el Presidente a tomar estas medidas? Personajes del gobierno han dicho que el control de cambio no es una medida económica sino un instrumento político y mediante el control de precios, como su nombre lo indica, mantiene controlados a quienes le interesa controlar.

En tiempos de hiperinflacion como los que vivimos donde los precios y costos varían diariamente, el sostenimiento de esta política de controles lo que hace es agregar serios problemas a la industria, al comercio y al aparato productivo en general. Por ello la pregunta anterior. De adoptarse las medidas correctas, lo felicito porque estaríamos al inicio de la sanidad económica y fiscal de la nación, pero como "por sus obras los conoceréis" tengo suficientes razones para dudar que ello ocurra.

Lo económico produce inmediatas consecuencias en lo social. El desastre que vivimos se explica en un modelo fracasado en todas partes del mundo y quienes lo intentaron hoy están en franca revisión. La llamada China comunista trabaja hoy en un programa que ha llamado "Sociedad modestamente acomodada". No es otra cosa que la economía de mercado en marcha. El 90% de la planta industrial y comercial de China está en manos privada y el gobierno se esfuerza en promover y cuidar y por supuesto los controles del Estado también se dejan sentir con el fin de evitar abusos o descarrilamientos. En Cuba se produce hoy una reforma constitucional que abre espacios a la iniciativa y propiedad privada además de abandonar el término comunista y sustituirlo por el de socialismo, amén de limitar el periodo del mandato presidencial a cinco años, permitiendo reelección inmediata por una sola vez.

Por ello, lo fundamental no son las correcciones puntuales o particulares económicas, fiscales o sociales, lo fundamental es el cambio rotundo del modelo y ello solo se logra con un cambio de gobierno.

Hacia dónde pretenden llevarnos

Edgar Benarroch

Las últimas decisiones del régimen de apoderarse de la producción nacional , no es otra cosa que un inaceptable mecanismo para dominar a la población por el estómago y por sus necesidades fundamentales. Cuando este gobierno administra, dirige lo que está en sus manos preferentemente a quienes poseen el fulano carnet de la patria. El control de los medios de producción es ABC del marxismo, además de crear operativos o misiones dedicados al suministro de alimentos y medicinas, bien con boleta de racionamiento o carnet de sujeción. La China comunista y Corea del Norte han abandonado tal planteamiento. Solo en Cuba se mantiene este proceder y los resultados están a la vista después de 60 años de "revolución", el pueblo está lleno de calamidades y la miseria se ha generalizado. Antes el pueblo cubano no estaba bien pero ahora está peor. El Estado es dueño de todo y hasta con derecho a disponer de la vida del semejante: los sangrientos pelotones de fusilamientos acaban con la vida de la disidencia.

Cada día en nuestro país hay muestras que apuntan al propósito del régimen de instalar un Estado comunista en nuestra Patria. Son tan ineptos que hasta en esa tarea se han enredado o buscan tiempos propicios. Nuestro pueblo no puede aceptar que ello se consuma, es de urgencia que todos entendamos la difícil situación en que estamos y actuemos cuanto antes en defensa de la democracia, libertad y justicia, para más tarde puede ser muy tarde.

Estamos viviendo momentos inmensamente dramáticos y críticos que no admiten medias tintas ni indiferencia, hemos llegado al tiempo de "Ser o no ser". La disyuntiva nos coloca en tomar la calle dando nuestra cara y mostrar nuestro pecho o quedarnos como mansos corderos viendo establecerse el marxismo en nuestro país. Si ocurre lo segundo, nuestros hijos no nos perdonaran haberles dejado un país deshumanizado, materializado e invivible. Lo establezco crudamente para quienes no terminan de entender los tiempos y hagan consciencia del tamaño del drama.

Para tomar la calle es fundamental UNIDAD Y ORGANIZACIÓN que todos deseamos y queremos pero no terminamos de superar las diferencias, que ante el tamaño de la crisis son irrelevantes .

Por amor a Dios y a la Patria, por amor a nuestros hijos y nietos y a nuestra familia es urgente dejar atrás lo que nos separa y dedicarnos mancomunadamente a salir de esta barbarie, para más tarde continuar unidos en la reconstrucción de la nación.

Repito, no sé si el régimen decidió dosificar la instauración de la sociedad marxista o la ineptitud los hace lentos, pero lo cierto es que todo apunta hacia allá. El sometimiento de todos los órganos del Poder Público (contrario a su independencia y autonomía) a un gamonal y a la NOMENKLATURA, los límites cada vez más estrechos puestos a la libertad, la persecución a la disidencia, el estado de pobreza en que tienen sumido al pueblo, el etiquetar de antipatriótico a quien hace algún reparo a la gestión oficial, la solicitud del carnet de la Patria para ser atendido en la administración pública -con amenaza de extenderla-, la venganza y ahora el apoderarse de la producción son sin lugar a dudas consejas del totalitarismo marxista. Para profundizar en la persecución el presidente de espuria ANC, Diosdado Cabello, propuso la designación de una "comisión de la verdad" que se encargará de decidir quiénes son buenos y quienes malos, ya adelantó como indiciados todo aquel que luche por superar esta situación.

Todo lo bueno que teníamos lo acabaron y lo malo lo empeoraron, extendieron y profundizaron la miseria y la pobreza, toman control de los medios de producción, restringen cada vez más la libertad, la administración de justicia obedece a los dictámenes de la NOMENKLATURA , persiguen, encarcelan y hasta acaban con la vida del disidente, nos hacen depender de la filiación partidista para subsistir y como si fuera poco acabaron con PDVSA ( que fue la segunda o tercera industria del mundo en importancia) , acabaron con la planta industrial del país, redujeron la producción agrícola y pecuaria a cero, nos tienen dependiendo de la exportación de los bienes más elementales para la vida y ahora pretenden acabar también con nuestro signo monetario (menos mal que se dicen bolivarianos) para instaurar el Petro ¿ Será necesario apuntar más razones para entender hacia donde pretenden llevarnos?

El comunismo nace en la miseria, la pobreza y la crisis, por ello donde no existen las crean y donde existen las profundizan. Este estado de ruina en que han llevado al país ha sido perfectamente calculado y estudiado para más tarde decir que la solución es la lucha de clases y la instauración de la dictadura del proletariado. Quienes están de acuerdo con ellos pueden seguir respaldándolos o continuar siendo indiferentes, quienes no, tenemos el insoslayable e inaplazable deber de luchar para que nunca ocurra.

Los controles

Edgar Benarroch

El ministro de industria y producción Tareck El Aissami, otrora vicepresidente de la Republica, anunció aproximadamente hace un mes, que el 70% de la producción nacional debe ser entregada al gobierno para su administración. Ello ocurrió casi simultáneamente con lo dicho por la señora Delcy Rodríguez, cuando afirmó que lo de ellos es "venganza". Ahora, en estos días, el Presidente de la Republica decidió que la totalidad de la producción de carne debe ser entregada al régimen quien resolverá sobre su comercialización y destino. El Presidente afirma que la escasez de carne obedece a la llamada "guerra económica", para nada se plantea si ello es consecuencia del modelo errado y fracasado en todas partes del mundo donde se ha pretendido implantar. Todas las industrias, empresas medianas y pequeñas así como también tierras en franca producción (aún quedan) tienen que sujetarse a estas disposiciones íntegramente nocivas a la economía del país.

No sé si lo anunciado por el ministro El Aissami toca toda la producción nacional o si se circunscribe a sectores en particular, lo cierto es que preparemosno a ver sucumbir los sectores afectados. En muy corto tiempo la escasa producción no existirá. El gobierno pagará cuando le de la gana , si es que paga y lo hará con moneda sin ningún valor (el tiempo la pulveriza), llevando a los productores a parar en su oficio. Bajarán la "Santamaría" los pocos que la tienen abierta y por supuesto el colapso nacional se profundizará.

También el Presidente recientemente anunció llevar el déficit fiscal a "cero". Pues estas medidas de control son la negación de ese deseo. Para atender con eficacia el déficit es necesario la implementación de todo un paquete macro y microeconómico muy bien concebido y entre otras medidas están de ante ojito el desmontaje del control de cambio y la supresión de los excesivos e irracionales controles del Estado. Pero bien, nos tienen acostumbrado a tantas contradicciones que ésta es una más.

El gigantismo del enano

Edgar Benarroch

El gobierno es un ente suficientemente bien informado, él está enterado perfectamente sobre la situación nacional y lo que la gente siente y piensa, por ello sabe del inmenso rechazó que su gestión tiene, que en muchos casos se transforma en aborrecimiento y repulsión. La sala situacional informa al régimen que su techo electoral oscila entre el 15 y 20% en el mejor de los casos. En ese porcentaje están quienes extrañamente creen en el modelo y quienes ceden ante amenazas, coacción y son constreñidos, siempre controlados con mecanismos deplorables y también se suman los llamados "enchufados" que les interesa solo su ego sin contemplar para nada el Bien Común y el quehacer colectivo. Sintiéndose pues en la dificultad o imposibilidad de crecer por vías ortodoxas (así lo informa la matriz de opinión), sin calor popular y sin respaldo, optaron por afectar negativamente la alternativa (divide y vencerás), fracturar, dividir, confundir y penetrar la mente con mecanismos psicológicamente bien estudiados, de la oposición. En ese proceso de afección a la vista y hasta ahora parece han sido eficaces.

Me alarmo cuando escucho gente de oposición, tanto los más enterados como los menos, creyendo y siendo transmisores de las consejas del gobierno: Nos descalificamos entre nosotros dando por buenas opiniones salidas del macabro laboratorio gubernamental, afirmamos que el voto no solamente es controlable si no que es susceptible de cambio, creemos que al gobierno no es posible sustituirlo en comicios democráticos y en el peor de los casos encontramos a quienes sostienen que este régimen no es derrotable por nosotros y necesitamos la intervención extranjera para quitárnoslo de encima. Todo ello son elaboraciones del laboratorio multidisciplinario y de variadas nacionalidades que trabaja las 24 horas de todos los días para maltratar nuestra estima y perder entusiasmo, para dividirnos.

El régimen pretende ser gigante en un país de enanos, así lo piensan y por ello luchan, con toda la carga ofensiva que ello conlleva a nuestro pueblo. El gigantismo del enano, el que desea estar arriba sin crecer él y su trabajo es hacer enanos a los demás.

He sostenido reiteradamente que el voto no es controlable, menos cambiable, por muy comprometidos que estén con el régimen la mayoría de los rectores del CNE. Si estamos presente en la totalidad del acto de votación, desde su inicio hasta su conclusión definitiva no es posible que nos acuñen votos indebidos. Por ello nuestros representantes en ese acto deben ser gente probada, de mucha convicción y entrega, con el convencimiento que en su representación se está jugando el destino de la Patria, el de su familia y el suyo propio.

Recordemos que quienes manejan el gobierno lo entienden como un fin. Lo han alcanzado y nunca piensan dejarlo y para ello se valen de cualquier medio. Como por las buenas no es posible recurren a las peores atrocidades. Estamos en presencia de gente de muy poco o ningún escrúpulo y como de la obscuridad no se sale con más obscuridad, debemos enfrentarla con luz y mientras mayor sea la luz más rápido se extinguen las tinieblas. No debemos descender al fango enchiquerado donde quiere el gobierno plantear la lucha. Ante la precaria o ausencia ética de régimen debemos combatir con principios y valores, por eso somos diferentes. Si nos ponemos de acuerdo, la oposición, la montaña de votos que sacaremos no podrá ser desconocida por ninguna instancia ni por nadie.

Ante la funesta pretensión del régimen de empequeñecernos, debemos inflar cuanto más nuestro espíritu y voluntad. Llegó la hora de apostar el resto, de entregarnos completo a la lucha por el cambio, negarnos, ser indiferentes o privilegiar causas subalternas sería estar de espalda a la historia y a la Patria, las generaciones venideras jamás lo perdonarían.

Además de nuestras incomprensibles diferencias creo que las consejas del gobierno han surtido efecto en la mente de algunos. A ellos debemos llegarle para sacarlos de su obnubilación y convencerlos que con UNIDAD Y ORGANIZACIÓN le daremos a la Patria un presente y destino mejor.

UNIDAD Y ORGANIZACIÓN para salir de este gobierno y UNIDAD Y ORGANIZACIÓN para la ardua pero apasionante tarea de la recuperación y reconstrucción nacional. Tenemos el insoslayable deber de entregarle a nuestros hijos y nietos una Venezuela distinta donde puedan desenvolverse en libertad, justicia, progreso, convivencia y ciudadanía.