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Ángel Alvarado

Ricardo Hausmann: “Habrá un reacomodo importante de China en la región”

Ángel Alvarado

Ricardo Hausmann es economista, fundador y director del Harvard’s Growth Lab, profesor de Harvard Kennedy School. Destacado por sus estudios económicos. Creador de la teoría del pecado original de la economía y la teoría de la complejidad económica; fue Economista-jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ministro de Finanzas de Venezuela. En esta ocasión, la complejidad económica y el futuro de América Latina tomaron parte en el encuentro, cuya dirección estuvo a cargo del host del podcast Ceteris Paribus, fundador del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) y Senior Fellow de la Universidad de Pensilvania, Ángel Alvarado.

-¿Por qué empezaste a estudiar macroeconomía y temas de volatilidad?, ¿qué significa esto y qué pueden hacer con ello los países de economías emergentes?

-Estudié economía porque quería regresar a Venezuela, quería saber de algo que pudiese ser un aporte más significativo al país y me pareció que economía era una forma de hacerlo. Terminé estudios en el año ‘81 en medio del segundo shock petrolero con un precio altísimo y apenas llegué empezó a bajar. En febrero del ‘83 nos metimos en una crisis de balance de pagos… y entonces lo que estaba muy en mi mente, era una economía que le llegan shocks positivos de petróleo y luego shocks negativos. Había en la economía una gran discusión sobre esto. A mí lo que me parecía interesante es qué pasaba cuando hay tanta incertidumbre sobre el futuro y qué implicaciones tiene la pura incertidumbre. Por qué hay países donde hay más incertidumbre y la economía parece estable; qué hace que una economía sea más volátil que otra. Qué tiene una economía que le permite absorber más esos shocks externos. Dediqué muchos años a este tema.

-Esto me lleva a un siguiente punto interrelacionado, que es ese concepto del pecado original de la economía. ¿Qué es y qué economías lo tienen?, ¿cómo redimir o mitigar ese pecado?

-A principios de los ‘90 me nombró Carlos Andrés Pérez para estar en su gabinete. Cuando salí del gobierno, me llamó Enrique Iglesias desde Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para que fuera economista-jefe del banco y crear el departamento de investigación. El primer tema que trabajé fue sobre volatilidad. Encontramos que América Latina era sumamente volátil. La volatilidad no estaba bien explicada por estos shocks externos, había algo en los países que los hacía más o menos resistentes. Empezamos a ver política fiscal o política monetaria, qué cosas podían actuar como amortiguadores. Una de las cosas que más generaba volatilidad en América Latina era el hecho de que la región se metía con bastante frecuencia en crisis profundas. La pregunta era por qué se metía en esas crisis y qué había detrás de ellas. Una de las ideas es que, lo que está detrás de esas crisis son algunos malos equilibrios, que llaman equilibrios múltiples, donde la economía no es estable; pues, si todo va bien puede seguir bien, pero si por alguna razón todo va mal, se pueden ir muy mal. Uno de los mecanismos es el siguiente: Si un país que tiene una deuda externa significativa macroeconómicamente, si está en dólares, se genera la siguiente dinámica, si recibes malas noticias, tu moneda se deprecia, y luego la deuda se vuelve más costosa, estás peor y puede llegar a ciclos viciosos. El pecado original es que no puedes endeudarte en el exterior con tu propia moneda, por alguna razón no es posible, emitir tus obligaciones en moneda nacionales, sino, que las tienes que emitir en dólares. Si tienes deudas en dólares con estos shocks vas a ser más vulnerable porque va a tener este mecanismo de amplificación. El pecado original es una teoría del por qué los hombres tienen que trabajar y por qué las mujeres dan a luz con dolor, y la repuesta del pecado original es que Eva se comió una manzana. El pecado original es que la deuda estaba denominada en dólares y por eso tienes dolor. ¿Qué se puede hacer? Acabo de terminar un paper para saber qué ha pasado en estos 25 años y la verdad es que el pecado original se ha reducido muy poco, temporalmente los países redujeron mucho sus deudas externas durante el boom de los commodities entre el 2004 y 2014, y acumularon muchas reservas. Es mejor, si tienen deudas en dólares, pero activos en dólares, el tipo de cambio al moverse no golpea tanto. En general ha habido muy poco progreso y la implicación de política es que, si te vas a endeudar en dólares, no te endeudes mucho. Es peligroso tener deudas en dólares. Con respecto a lo que hubiese sido tu deseo de endeudarte, si tienes pecado original, te tienes que endeudar menos.

-El tema de la complejidad económica ¿cómo puede relacionarse con el tema del desarrollo, la especialización y la diversidad?, ¿qué oportunidad puede haber para los países del tercer mundo ahora?

-En el 2000 llegué a Harvard. América Latina vivió momentos difíciles desde 1998 hasta el 2003 aproximadamente. Habiéndose hecho tantas reformas en América Latina, me sorprendió que creciera tan poco. Parte de lo que había creído hasta ese momento, era que, si ayudábamos la macro, íbamos a crecer. Me dio la sensación que se había arreglado la macro y las economías no crecieron. Vi las teorías de crecimiento y no me parecieron útiles. La teoría de la complejidad económica es una teoría alternativa del crecimiento. La idea es la siguiente, lo que determina el nivel de ingreso de un país es su absorción de tecnología, pero la tecnología toma tres formas: conocimientos incorporados a las herramientas, conocimientos codificados y conocimientos tácitos en cerebros. La capacidad de saber hacer (know how) es muy limitada, así la forma en que las sociedades terminan sabiendo más, es porque ponen distintos conocimientos en distintos cerebros; es decir, los individuos no saben más, sino que saben distinto. Para usar ese conocimiento diseminado en muchos cerebros, tienes que juntar esos cerebros. Juntarás dependiendo de cuán intensivo en conocimiento es lo que vas a hacer. El proceso de crecimiento en esta teoría es el proceso de acumulación de conocimientos en este margen extensivo de poner distintos conocimientos en distintas cabezas, y después juntar esos conocimientos a través de redes de cooperación que llamamos firmas. La teoría de la complejidad económica dice que lo que permite este aumento de la productividad y el crecimiento, es esta acumulación de conocimiento en redes sociales y trata de mirar cómo se puede acelerar ese proceso para agilizar el crecimiento. Desarrollamos una forma de ver dónde están los países en este espacio de conocimientos, espacio productos, y demostrar empíricamente que los países prefieren moverse desde donde están hacia cosas que le quedan cerca. Eso permite buscar ciertos senderos de diversidad, para moverse a industrias donde cada una añade cierto conocimiento y por esa vía expandir las capacidades. Adquirir un conocimiento es un proceso lento, pero mover el cerebro puede ser rápido. Hemos visto el impacto de la movilidad de cerebros en la aceleración de crecimiento. Ejemplo. Una empresa en Bangladesh envió 126 trabajadores para capacitarse en Corea. Regresaron y después de 10 años, algunos de los trabajadores que se fueron de la empresa iniciaron su propio negocio; 56 negocios se formaron y hoy son el centro de la industria textil de Bangladesh, pasando de exportar 0% en el ‘79 a exportar más del 90% de lo que hoy se exporta. Es un ejemplo de movilidad de conocimiento. La migración, inversión directa extranjera inversa y la inversión directa extranjera es también fuente importante de difusión de conocimiento. Se ha hablado mucho de las políticas migratorias de los países ricos, pero poco se ha dicho de las políticas migratorias de los países en vías de desarrollo. En muchos de estos son increíblemente cerradas, pero especialmente en contra de gente más calificada. Ejemplo: en Panamá hay 27 actividades reservadas solo a ciudadanos. En muchos países de América Latina no hay mecanismo de acreditación. Los médicos venezolanos tienden a irse a Chile y a España porque allí hay algún mecanismo para la reválida. Hay mucho qué hacer para que un país logre traer ese talento. Un tema de política de desarrollo al que le damos mucha importancia, pero que la literatura no había visto.

-América Latina tiene historial migratorio. Colombia, Venezuela y tantos mexicanos en USA. Coméntanos: ¿Cómo hacer para que ese conocimiento que ellos adquieren pueda volver a sus países de alguna manera?, ¿cómo aprovechar a estos ciudadanos? Ellos tienen mucho que aportar, incluso desde afuera.

–Bangalore es una ciudad muy exitosa en la India y no hubiese sido posible si los indios no hubiesen ido a Silicon Valley. Trabajar allá y aprender el negocio. A algunos de ellos le dieron una visa H1B por tres años, se la renovaron por 3 años más y cuando fueron a pedir la Green Card no se la dieron y tuvieron que regresar. Sin embargo, regresaron con 6 años en Silicon Valley, con muchos contactos allá y montaron su negocio en estas ciudades. Esa industrialización en Bangalore no hubiese pasado sin esta conexión. He trabajado en temas de la diáspora en Albania, Sri Lanka, Colombia. En Albania, por ejemplo, hicimos una encuesta de 50 empresas para saber cuántas de ellas habían sido formadas por alguien que se había ido, aprendido el negocio afuera y regresado, o ya sea impulsado por la diáspora. Todas se fundaron por alguien que se había ido del país, aprendió afuera y regresó, de modo que es un fenómeno muy generalizado. El año pasado publicamos un estudio de la diáspora colombiana, estimada en 5 millones de personas. Estudiamos inclusive la segunda generación y la primera generación de los censos de los países a donde fueron para ver quiénes eran, qué calificaciones tenían; los miramos por Twitter, identificando dónde estaban y de qué hablaban. Enviamos una encuesta y 11.000 personas nos contestaron. Si miras la cola de esa distribución, hay gente súper talentosa. Ejemplo, Alejandro Torrenegra se fue a Silicon Valley como ingeniero y eventualmente montó su startup llamado Torre (torre.info) y un día se fue a Colombia y le hicieron un reconocimiento, apareció en la prensa, por ser un colombiano en Silicon Valley y así le comenzaron a llegar CV de una cantidad de colombianos. Él pudo crecer su negocio contratando en Colombia, poniéndoles a trabajar en esta empresa que hace actualizaciones de software para otras empresas. Es así donde tienes una gran expansión de actividades en Colombia, gracias a que una persona se fue a Silicon Valley y conectó Silicon Valley con su país. Como este hay muchos otros ejemplos. Algunos me decían que encontraron que su ventaja comparativa en Estados Unidos era saber leer los currículum de gente de su país. Si envían un currículum, la gente no va a saber la diferencia entre una universidad A y una B. No pueden evaluar tu experiencia, pero de pronto, tú que vienes de allá sabes detectar talento de ese país. Se abrió esta oportunidad de expansión en Colombia por entender a Colombia y entender las oportunidades que genera el país donde están viviendo en estos momentos.

-Fuera de América Latina. Tenemos la invasión a Ucrania, se acerca el invierno, la explosión del gaseoducto y en medio de una guerra. ¿Crees que la respuesta que da Europa y la Organización del Atlántico Norte (OTAN) es adecuada o suficiente? Has propuesto un arancel al petróleo ruso que podría ser más eficiente que el embargo, amplíanos esto, ahora que se acerca el fin de año.

-Pensé en la mejor forma de ayudar a los ucranianos y limitar la capacidad de Rusia en su poder. Europa pensó en un embargo al petróleo. Nos preguntamos cómo hacer el máximo de daño al enemigo a un mínimo costo. Pensamos, un arancel al petróleo ruso es mucho más costoso a Rusia y menos costoso al consumidor. El petróleo tiene un detalle económico: el costo variable de producir petróleo es relativamente bajo, el grueso de producir petróleo es el costo fijo. Hay una gran diferencia. Vas a seguir produciendo petróleo así no cubras todos tus costos. Mientras cubras tus costos variables vas a seguir produciendo petróleo. La relación entre Rusia y Europa es de monopolio bilateral. A Rusia le conviene vender su petróleo y a Europa le conviene comprar el petróleo ruso porque ahí tiene toda su infraestructura de oleoductos y gasoductos. Si Europa unilateralmente impone un arancel, a Rusia no le quedará de otra que pagarlo. No podrá subir su precio de mercado, porque el consumidor no querrá pagar más por el petróleo ruso que por el saudí que es equivalente. Como el precio del petróleo será el precio internacional, el precio del petróleo ruso tendrá que ser el internacional menos el arancel. Entonces, así te quedas con el petróleo ruso y ellos no se quedan con el dinero o con menos. El embargo hace que a Rusia le sea difícil vender su petróleo, el precio internacional sube porque cae la oferta mundial de petróleo, te vuelves pobre (Europa) y así el petróleo que Rusia va a poder vender será más caro. Es una política contraproducente. Donde la cosa es más asimétrica es en prohibiciones de exportación a Rusia. Estamos sacando un paper sobre un modelo de cómo optimizar sanciones a las exportaciones de Rusia. Sobre todo a países de la coalición (OTAN, G7, UE), estos países que tienen un dominio muy fuerte en el mercado mundial de estos productos y donde Rusia no tiene capacidad de producción interna. Analizamos las sanciones impuestas y están mal coordinadas entre USA y Europa. Tampoco han escogido sanciones para enfocarlas en donde puedan tener más impacto. Lo interesante es que el porcentaje de lo que exporta la coalición es pequeño respecto al total de los que exportan, pero es grande respecto a lo que Rusia importa.

-¿El mundo está en recesión o vamos a una recesión?, ¿cómo te parece que los bancos centrales están enfrentado el tema?, ¿es posible un aterrizaje suave de la economía?

-Separo dos dinámicas. La primera: El mundo cuando vio el Covid y el colapso de la actividad. Cuando el Covid se redujo, se pusieron muchos estímulos a la economía para salir del Covid, ahora nos damos cuenta que les pusieron demasiados. Hay un exceso de demanda. La segunda: Ha habido estas disrupciones asociadas a la guerra. Son fuertes en Europa. Para Europa esto es un shock muy grande. Tienen que tomar medidas para consumir menos energía y la forma es hacer menos cosas. Es una restricción a la oferta europea. Cuando hay una restricción a la oferta, puede producir menos y la misma demanda se traduce en precio mayor. Los bancos centrales en América Latina cuando vieron la inflación subir hace un año, subieron las tasas de interés, pero la Reserva Federal se demoró. Lo hizo tarde y ahora trata de nivelarse. Creo que la Reserva Federal estará subiendo las tasas. Lo lógico sería que no tenga necesariamente que producir una recesión, pero es bueno que la Reserva Federal convenza a todos de que pronto viene una (Recesión) porque todos se asustan, dejan de gastar y eso baja la inflación. Mientras más rápido transmitan la idea de que ellos van a estar allí para reducir la demanda, más rápido cae el exceso de demanda y menos medicinas deben ponerle al paciente.

-Las reformas de los años ‘90 en Latinoamérica fueron más de lo que llegaste a pensar. Resulta que uno de los grandes ganadores fue China que se convirtió en socio comercial de prácticamente todos los países de la región. ¿Cuál es ese rol de China que ves en América Latina?, ¿es modelo alternativo de sociedad o solo un socio?

-Es la economía que más ha crecido en un período de 40 años. Nunca se había visto en la humanidad. Es un milagro de crecimiento. En este proceso masivo necesitó mucha materia prima, estas llevaron un gran aumento y a un aumento de la oferta latinoamericana tanto en minerales como en productos agrícolas. Eso hizo que especialmente en Suramérica, China se volviera el principal socio comercial. China ahora está creciendo más lento y hay razones para creer que seguirá así. China está en proceso de confrontación importante con Occidente y en cierto sentido del mundo que se está desglobalizando. Creo que esa idea de que China es un país que crece mucho y va a ser la base de producción de muchas cosas para el resto del mundo, va a estar cambiando en la medida que los países van a querer localizar actividades en otros lados. Eso debilitará la posición de China en América Latina. De pronto habrá países que van a poder traer por sí mismos cadenas de valor, que antes arrancaban en China. China fue un prestamista y cometió errores prestando, tratando ahora de ver cómo recupera. En medio del boom petrolero de Venezuela, China prestó alrededor de 60 mil millones de dólares, en un momento en que el país debió estar ahorrando y claro, le ha costado cobrarse. Este segundo rol financiero de China lo veo debilitado. Habrá un reacomodo importante de China en la región, pero también un rol importante en sustituir el rol de China a través de la producción en la región.

*Ceteris Paribus, Podcast de Economía en Español del Departamento de Economía de la Universidad de Pensilvania. “El pasado, presente y futuro de la economía en español, haciendo seguimiento de América Latina”.

11 de noviembre 2022

La Gran Aldea

https://lagranaldea.com/2022/10/11/ricardo-hausmann-habra-un-reacomodo-i...

Renta básica universal para Venezuela

Ángel Alvarado

Si de algo podemos tener certeza los venezolanos es de que la renta petrolera no ha sido distribuida entre la población de manera equitativa a lo largo de los últimos 100 años. Los conflictos recientes y pasados, en el fondo, tienen que ver con esto.

En la mera presencia del recurso algunos han visto una maldición, un fatalismo que nos condena por siempre. Sin embargo, la evidencia empírica reciente apunta, más bien, a que no es el recurso sino las instituciones creadas alrededor del mismo las que determinan si este representa una maldición o una bendición para la sociedad.

Las instituciones, antes de distribuir la renta, distribuyen poder entre los distintos actores de la sociedad: sea a través de la organización económica y las redes creadas o a través de los privilegios que ciertos grupos adquieren con sus conexiones y jerarquía dentro de la sociedad. Esto hace que las instituciones no emerjan del consenso social para beneficiar a toda la sociedad sino a los grupos que pugnan por controlar el poder político e imponer sus intereses.

Estos grupos alrededor del poder han organizado las instituciones (de manera conscientes o no) para maximizar su propia renta y no la de todos en la sociedad. Sus incentivos (implícitos o explícitos) suelen ser la inversión en actividades y conductas que fomentan la maximización de captura de rentas. En esa competencia, el capital no está alineado con la innovación y la productividad sino con la búsqueda de rentas.

Dado este diseño institucional, algunos han sabido organizarse eficientemente de manera que por medios legítimos no han logrado capturar mayores dimensiones de la renta en el ejercicio de sus roles en la sociedad. Esto ha dado como resultado una sociedad profundamente corrupta, con altos niveles de desigualdad y pobreza que hace inviable la vida común. Lo anteriormente expuesto me lleva a plantear maneras alternativas a este proceso de distribución de la renta, que en el fondo me enfrenta al meollo del asunto: un cambio institucional.

Pero ¿tiene sentido hablar de la renta petrolera en un mundo que se ha propuesto realizar una transición energética de los hidrocarburos al hidrógeno?

La transición energética

Para Venezuela es urgente actuar frente al reto que supone la transición energética: lograr insertarse tanto en la ventana de oportunidad de hidrocarburos que se está cerrando y la necesidad de participar en la ventana de oportunidad de renovables que se está abriendo.

La transición energética, prevista por la agenda climática 2050, implicaría una seria contracción de la industria del petróleo mundial; su objetivo es reducir la demanda actual de 90 millones de barriles a 24 millones de barriles en 30 años.

Esta agenda tiene previsto detener las exploraciones de nuevos campos petroleros y gasíferos distintos a los ya aprobados. Esto podría tener un impacto de mediano plazo en las cuentas fiscales de los países productores de petróleo, que verían caer sus ingresos hasta en 90% según la Agencia Internacional de Energía, afectando seriamente el financiamiento de la educación, la salud y demás servicios públicos.

Este escenario requiere acciones inmediatas, en coordinación con organismos multilaterales, para hacer que las consecuencias de una transición energética sean mitigables. Esto nos llama a pensar reformas de inmediato para invertir en educación, investigación y desarrollo; crear nuevas redes de intercambio de conocimiento y garantizar los derechos de propiedad para ayudar a las empresas a innovar e invertir en la infraestructura necesaria con un marco regulatorio adecuado, a fin de que puedan ser parte de la transición energética. ¡El conocimiento irá a los que se muevan primero!

Pero Venezuela también debe aprovechar la ventana de oportunidad que se cierra en la industria energética.

Siguiendo el modelo de una industria que declina (Harrigan y Porter, 1983); Venezuela, que algún momento fue el máximo exportador de crudo y que es la gran reserva mundial, debe generar los incentivos para aumentar su poder de mercado y el rendimiento de su industria, abriendo la participación privada de los yacimientos con un marco regulatorio competitivo para recuperar su liderazgo en el sector.

Al mismo tiempo se debe apuntalar al país como nicho energético del mundo occidental: fuente segura de energía de este lado del mundo. Países como Catar y Emiratos Árabes Unidos han identificado la aviación como un nicho al cual pueden proveer combustible a bajo costo. Venezuela, por su ubicación geográfica y oferta turística, tiene las condiciones para el desarrollo de una industria aeronáutica que le permita aumentar la complejidad de su economía en sectores distintos al petróleo y al gas, relacionados con el turismo y los servicios logísticos.

Sea cual sea la velocidad de la transición energética que el mundo marque y la adaptación que a ella hagamos, la renta petrolera va a seguir fluyendo por los próximo 30 años y, tal vez, por otro siglo más con independencia del éxito que tengamos en la diversificación económica. ¿Qué hacemos con ella para que llegue de manera justa a los venezolanos? ¿Cómo hacemos reformas institucionales para que esto sea así?

El ejemplo de Togo

Encontrar soluciones fuera de la caja no es un tema de recursos sino de enfoque. Durante la pandemia, países pobres como Togo se han movido más rápido que muchas naciones desarrolladas para proteger los ingresos de sus ciudadanos a través de transferencias directas casi universales, con pagos quincenales a monederos móviles donde hay confinamientos.

Según el Banco Mundial, las transferencias de efectivo representaron en torno al tercio de todas las políticas de protección social relacionadas con la pandemia.

Es fundamental que en los países pobres no se pierdan por completo los medios de subsistencia. Es urgente conseguir dinero para financiar las transferencias de efectivo de la misma forma que ha ocurrido en las economías avanzadas.

El Congreso de Estados Unidos aprobó en marzo de 2020, de forma casi unánime, una ley de ayuda ante la covid-19 que incluía una disposición para el envío sin condiciones de cheques de hasta 1.200 dólares a la mayoría de los ciudadanos adultos (a finales de año hubo una nueva ronda de cheques). Los residentes de Hong Kong recibieron pagos por valor de casi 1.300 dólares; los de Japón, unos 950 dólares; la mayoría de los adultos de Singapur, unos 425 dólares.

La pospandemia va a dejar a una buena parte de la población mundial sumida en la pobreza. El Banco Mundial estima que el mundo tendrá 150 millones de nuevas personas viviendo por debajo de la línea de pobreza a partir del año 2020 como consecuencia de la crisis sanitaria de la covid-19. Por primera vez desde 1998 se experimenta un incremento de la pobreza según Naciones Unidas. De acuerdo con el Programa Mundial para la Alimentación, 130 millones de personas no tuvieron suficiente comida en sus hogares en 2020. La pobreza está en el tapete de la discusión pública actual.

Desde el Observatorio Venezolano de Finanzas hemos estimado que la caída de la Actividad Económica de Venezuela para 2020 (-40%) es superior al resto del mundo y de la región. Esto implica que las consecuencias de la pandemia son más profundas en Venezuela y duraderas debido a los bajo niveles de vacunación que el país exhibe.

Renta básica universal

Ante esta situación, el Banco Interamericano de Desarrollo ha propuesto «intervenciones específicas para mejorar el ingreso y la nutrición de la población, el acceso a salud y educación, y también la adopción de reformas que permitan el retorno de la inversión privada y la dinamización de la economía» (Abuelafia y Saboin, 2020).

Estas intervenciones tienen como máxima expresión un programa de transferencias directas de dinero no condicionadas casi universal:

«Dentro de las acciones orientadas a atender las necesidades urgentes de la población se sugiere implementar un programa de transferencias no condicionadas a nivel nacional de cobertura casi universal, con el objetivo de lograr cubrir a la mayor cantidad de la población en el menor tiempo posible, y complementarlo con un programa de transferencias en especie para cubrir situaciones especiales. En el mediano plazo se espera transitar hacia un programa focalizado en aliviar la pobreza y apoyar el consumo de la población más vulnerable por medio de transferencias focalizadas, inicialmente no condicionadas. El costo estimado para el programa de transferencias cuasi universales y de transferencias en especie para el primer año alcanza los US$ 2.800 millones. Para el segundo año, el monto total es de US$ 2.954 millones, en cuyo caso las transferencias focalizadas representan más del 50% del total del gasto. Para el tercer año, el costo se ha estimado en US$ 2.250 millones» (Abuelafia y Saboin, 2020).

Esta propuesta es equivalente a un programa de Renta básica universal (transferencias de dinero universal y no condicionada), el cual ha venido ganando apoyo en el mundo académico por su efectividad y por la necesidad de redefinir y hacer más eficientes los programas sociales de los Estados modernos. La evidencia empírica es robusta sobre los efectos positivos de este tipo de programas en la generación de capacidades de la gente.

No hay ningún programa social del que se esté hablando más en el mundo que el de la Renta básica universal, el cual se ha venido implementado en fase de prueba en 119 países con mil millones de beneficiarios.

La Renta básica universal es menos costosa que los programas focalizados y es más efectiva en Estados débiles sin capacidad de identificar y encauzar la pobreza, ya que reduce los errores de inclusión en la selección de beneficiarios.

Esto lo ha convertido en un programa defendido por distintos grupos del espectro académico, desde los liberales (impuesto negativo de Milton Friedman) hasta las escuelas más intervencionistas que ven en ella una política efectiva en la búsqueda de la equidad (Paul Samuelson, James Tobin).

La evidencia empírica sobre los beneficios es abundante, robusta y aceptada por la literatura especializada. A modo de resumen podemos reportar los siguientes hallazgos:

  1. Mejoras en la nutrición, gasto en salud y educación (no hay aumentos en el gasto de tabaco o alcohol).
  2. Aumentos en los gastos de comida.
  3. Empoderamiento de la mujer (si el dinero se la da a la mujer se le ayuda a empoderarla).
  4. No hay evidencia que indique que las personas trabajen menos al recibir las transferencias. De hecho, un poco más de dinero los lleva a trabajar más, a asumir más riesgos o buscar nuevos trabajos.
  5. Es una manera de proveer liquidez o financiamiento a personas excluidas del sistema financiero.
  6. Aumento de la banda ancha mental. Mitiga el impuesto mental que implica la pobreza, aumenta la confianza propia y la estima.
  7. Reducción de delincuencia, mortalidad infantil, embarazo precoz, absentismo escolar, violencia doméstica.

El financiamiento

Si los beneficios de la Renta básica universal saltan a la vista, los medios para financiarlos representan un escollo para cualquier sociedad que debe recurrir a una reforma tributaria para pechar, en el mejor de los casos, la riqueza de los que más tienen y dar espacio a la redistribución de la riqueza. Venezuela no tiene este costo.

Lo que planteo es distribuir la renta petrolera de otra manera, no redistribuir los impuestos. Estamos hablando de un programa para repartir los ingresos petroleros de manera directa entre la población, hacer que la renta petrolera sea universal; es decir, que llegue a todos los venezolanos de manera transparente y equitativa, ejerciendo sus derechos de propiedad sobre el yacimiento de manera afectiva y no difusa.

Venezuela en medio del colapso que vive no tiene espacio fiscal para implementar este nuevo esquema de distribución de la renta. En una primera etapa, un programa con estas características se debe financiar con organismos multilaterales ―como ha sugerido el Banco Interamericano de Desarrollo― mientras el país recupera su infraestructura física.

Una vez recuperadas las capacidades del país, hacerlo sostenible a largo plazo no requeriría de nuevos impuestos sino del compromiso de aumentar la producción petrolera y destinar 150 miles de barriles diarios de petróleo (a US$ 55 promedio del crudo) para sustituir el financiamiento (US$ 3.1000.000) de este organismo.

Un programa más universal ha sido propuesto por Moreno, 2020. Su propuesta implicaría destinar 423 miles de barriles diarios de exportaciones petroleras para atender a 90% de la población mayor de 18 años con US$ 1,25 diarios por persona (US$ 8.500.000 anuales), lo cual equivale a US$ 38 mensuales.

Poner en los bolsillos del venezolano de manera directa la renta del recurso petrolero es un acto de justicia social, es desencadenar un proceso de empoderamiento ciudadano, es arrebatarle el poder a los que controlan el Estado y sus procesos; es, en mi opinión, una manera de levantar la dura carga que supone la pobreza para el venezolano.

Referencias

Abuelafia, E y Saboin, J (2020). Una Mirada a futuro para Venezuela. Documento para discusión Banco Interamericano de Desarrollo IDP-DP-798.

Harrigan, K., and M. Porter. 1983. End-Game Strategies for Declining Industries. Harvard Business

Review 61 (4): 111–20.

Moreno, M (2020). Ingreso Mínimo Universal para Venezuela. Debates IESA (Julio, 2020)

Ángel Alvarado es Economista-UCAB con Maestría en Estadística-USB. Electo diputado a la Asamblea Nacional en 2015.

Twitter: @AngelAlvaradoR