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Ana Ionova

Segunda vuelta en Brasil: esto es lo que debes saber sobre la contienda electoral entre Bolsonaro y Da Silva

Ana Ionova

Los brasileños acudirán a las urnas el domingo para elegir a un nuevo presidente en una disputada segunda vuelta entre dos candidatos que ofrecen visiones marcadamente distintas para el futuro de la democracia más grande de América Latina.

El presidente de derecha, Jair Bolsonaro, ha movilizado a sus simpatizantes en torno a lo que califica como un ataque de la izquierda a los valores familiares y las libertades individuales. Ha caracterizado como enemigos a los académicos, los medios de comunicación e incluso a instituciones democráticas como el Congreso brasileño y el Supremo Tribunal Federal.

El candidato de izquierda Luiz Inácio Lula da Silva, quien es expresidente de la nación, ha prometido que gobernará para todos los brasileños y que devolverá el país a un pasado más próspero, aunque su propia historia de escándalos por corrupción ha dividido a los votantes.

Durante la primera vuelta realizada el 2 de octubre, Da Silva obtuvo alrededor de seis millones de votos más que Bolsonaro —quien quedó en segundo lugar—, pero no alcanzó el umbral del 50 por ciento necesario para evitar una segunda vuelta. A Bolsonaro le fue mucho mejor de lo que habían pronosticado las encuestas, lo que sugiere que la contienda del domingo podría estar reñida.

El domingo, la autoridad electoral comenzará a publicar los resultados después del cierre de las urnas, a las 4:00 p. m. hora del Este. El nuevo presidente prestará juramento el 1 de enero.

¿Cuáles son los temas políticos más importantes?

La elección sucede en un momento crucial para Brasil, en el que el aumento de los precios de los alimentos y el combustible, junto con una dolorosa desaceleración económica, han hecho que la vida sea más difícil para muchos brasileños. Alrededor de 33 millones de los 217 millones de habitantes del país padecen hambre. La pobreza se ha incrementado, lo que ha revertido décadas de progreso social y económico.

Las preocupaciones ambientales y climáticas también ocupan un lugar preponderante. Bajo el gobierno de Bolsonaro —quien ha debilitado las protecciones ambientales y ha defendido la idea de que la selva tropical debería estar abierta a la minería, la ganadería y la agricultura— la deforestación en la Amazonía ha alcanzado niveles históricos en 15 años. La destrucción de la Amazonía y sus efectos en los esfuerzos para evitar una crisis climática ha convertido a Brasil en un paria global.

También hay cuestionamientos persistentes sobre la salud de la democracia de Brasil. Bolsonaro ha sembrado dudas sobre la integridad del sistema electoral: ha afirmado, sin pruebas, que las máquinas electrónicas de votación del país pueden ser manipuladas. Bolsonaro ha dicho que, si pierde el domingo, solo será porque hubo fraude.

Esto ha alimentado las preocupaciones —tanto en el país como en el extranjero— de que una potencial derrota de Bolsonaro pueda impulsarlo a atizar a sus millones de seguidores y pedirles que salgan a las calles a exigir que permanezca en el poder.

¿Qué propone Bolsonaro?

Bolsonaro ha prometido pagos en efectivo de alrededor de 113 dólares mensuales a las familias necesitadas, en lo que sería una extensión de una política temporal creada para aliviar las dificultades generadas por la pandemia.

Continuar con ese programa, el cual remplazó una iniciativa similar pero menos generosa presentada por Da Silva, tiene como objetivo “reducir la pobreza y contribuir al crecimiento económico sostenible”, según el plan político oficial de Bolsonaro.

En vísperas de las elecciones, Bolsonaro ha realizado un gran gasto en asistencia social y subsidios de combustible.

También se comprometió a crear empleos a través de la eliminación de trámites burocráticos, recorte de impuestos e inversión en tecnología. En otro guiño a los líderes empresariales, quienes le brindaron un apoyo vital durante su primera contienda a la presidencia, Bolsonaro afirmó que mantendrá una estrategia de libre mercado y que mantendrá bajo control la deuda pública.

Repitiendo la retórica que hace cuatro años le ganó el apoyo de los votantes ultraconservadores y evangélicos, Bolsonaro también ha prometido defender a “la familia”: se opondrá al aborto legal y a la educación trans en las escuelas.

Bolsonaro también ha prometido expandir las políticas de mano dura contra el crimen y se comprometió a ampliar aún más el acceso a las armas de fuego, una política a la que le atribuye una reducción de los delitos violentos en todo Brasil.

¿Qué propone Da Silva?

Da Silva lideró una era dorada de crecimiento durante sus dos periodos en la presidencia, cuando un auge impulsado por las materias primas convirtió a Brasil en una historia de éxito mundial. Da Silva ha prometido devolver el país a esos días de gloria.

El candidato de izquierda ha prometido aumentarles los impuestos a los ricos e incrementar el gasto público, “metiendo a la gente en el presupuesto”. Sus planes incluyen una gran cantidad de programas sociales, como un vale mensual de 113 dólares para competir con el propuesto por Bolsonaro. Las familias pobres con niños recibirán adicionalmente otros 28 dólares mensuales por cada niño menor de 6 años.

También ha prometido ajustar el salario mínimo de Brasil de acuerdo con la inflación y reactivar un plan de vivienda para los pobres, además de garantizar la seguridad alimentaria para las personas que padecen hambre.

Da Silva, quien fue sindicalista, planea impulsar el crecimiento y “crear oportunidades de empleo” a través de la inversión en infraestructura. Sin embargo, también tiene planeado invertir en una “economía ecológica” y ha advertido que Brasil debe hacer la transición a sistemas energéticos y alimentarios más sostenibles.

En cuanto a la Amazonía, ha afirmado que tomará medidas enérgicas contra los delitos ambientales cometidos por milicias, acaparadores de tierras, madereros y otros.

¿Qué ha sucedido desde la primera vuelta?

En la primera vuelta, Da Silva obtuvo el 48 por ciento de los votos, mientras que Bolsonaro recibió el 43 por ciento, superando significativamente las proyecciones de las encuestas preelectorales y planteando dudas sobre la credibilidad de las encuestadoras.

Ese desacierto de los sondeos también le dio credibilidad a las afirmaciones de Bolsonaro de que las encuestas no reflejan con precisión su popularidad.

Los sondeos previos a la votación del domingo muestran a Da Silva con una ventaja estrecha sobre Bolsonaro. Ambos candidatos están intensificando sus esfuerzos para apuntalar el apoyo de los votantes.

Da Silva se ha centrado en proyectar un tono más moderado y forjar alianzas con candidatos presidenciales de centro que no pasaron la primera vuelta, como una forma de obtener parte de los 10 millones de votantes que los apoyaron.

Bolsonaro se ha acercado a los gobernadores de derecha en los tres estados más poblados de Brasil, con la intención de convertir respaldos políticos en votos. También ha reclutado a líderes religiosos en su búsqueda por ampliar su ventaja entre los votantes evangélicos.

Sin embargo, gran parte de la campaña —la cual ya está marcada por la desinformación y los feroces ataques en línea— se ha convertido en un festival de insultos y difamaciones en el que se debate poco sobre los desafíos que enfrentará el próximo líder del país.

Bolsonaro ha intentado vincular a su rival con el satanismo, lo que impulsó a Da Silva a emitir un comunicado en el que confirmó que “no tiene un pacto” con el diablo. Por su parte, Da Silva ha aprovechado la difusión de videos poco halagadores de Bolsonaro que lo vinculan con la masonería, el canibalismo y la pedofilia.

¿Cómo funciona el proceso de votación?

Los brasileños emitirán sus votos en máquinas electrónicas de votación, un sistema que ha estado vigente durante más de dos décadas y que ha sido el foco de las denuncias de Bolsonaro sobre el riesgo de fraude electoral.

Unos 156 millones de brasileños cumplen con los requisitos para votar en las elecciones. Votar en Brasil es obligatorio, aunque la multa por no hacerlo es menor a un dólar y es mayormente simbólica. En la primera vuelta, la participación rondó el 79 por ciento.

La participación por lo general suele ser menor en la segunda vuelta porque la eliminación de candidatos tras la primera vuelta mitiga el entusiasmo de algunos votantes. Algunos votantes más pobres que se inclinarían a favorecer a Da Silva también podrían quedarse en casa porque el costo de trasladarse hacia un centro electoral en un país tan grande puede llegar a ser un desincentivo.

29 de octubre 2022

NY Times

https://www.nytimes.com/es/2022/10/29/espanol/elecciones-brasil-segunda-...

Lula versus Bolsonaro: lo que hay que saber sobre las elecciones de Brasil

Ana Ionova

Los brasileños irán a las urnas el domingo en una votación que ha polarizado al país y que se espera tenga como consecuencia un nuevo presidente. El elegido estará obligado a lidiar con una crisis económica, el aumento en la deforestación de la Amazonía y las dudas persistentes por la salud de la mayor democracia latinoamericana.

La elección sucede en un momento clave para Brasil, en el que el aumento en los precios de alimento y combustible, así como una dolorosa desaceleración económica han dificultado la vida de muchos brasileños. En el país de 217 millones de habitantes, unas 33 millones de personas pasan hambre y la pobreza extrema ha aumentado, dando marcha atrás a décadas de avances sociales y económicos.

También hay grandes preocupaciones ambientales y del clima. La deforestación en la Amazonía está en niveles que no se habían visto en 15 años y el titular de ultraderecha, Jair Bolsonaro, quien considera que la selva debe abrirse a la minería, la agricultura y la ganadería y quien ha debilitado las protecciones ambientales. La destrucción amazónica —y sus efectos en los esfuerzos para evitar una crisis climática— han convertido a Brasil en un paria mundial.

¿Quiénes son los candidatos?

La elección es un duelo entre Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva, un expresidente de izquierda que gobernó de 2003 a 2010. Da Silva fue encarcelado en 2018 por cargos de corrupción, pero su condena fue posteriormente anulada después de que el Supremo Tribunal Federal dictaminara que el juez del caso era parcial.

Los votantes buscan dilucidar cómo es que los dos principales candidatos planean abordar distintos desafíos y devolver a Brasil al camino del crecimiento.

Otros nueve candidatos, entre ellos Ciro Gomes, un exgobernador y una senadora, Simone Tebet, también participan en la contienda, pero todos cuentan con menos del 10 por ciento de apoyo. El domingo, los brasileños también votarán para elegir gobernadores, senadores y representantes en las legislaturas estatales y federal.

¿Qué propone Bolsonaro?

Bolsonaro ha prometido a las familias necesitadas que les dará 113 dólares mensuales en efectivo, ampliando así una política temporal que se creó inicialmente para mitigar las penurias de la pandemia.

La continuación del programa, que replanteó y remplazó un programa similar pero menos generoso implementado en el gobierno de Da Silva, se supone que es para “reducir la pobreza y contribuir al crecimiento económico sostenible”, según el plan oficial de Bolsonaro.

El titular de extrema derecha también promete crear empleos a través de la eliminación de restricciones burocráticas, los recortes fiscales y la inversión en tecnología. En un gesto dirigido a los inversores, que lo apoyaron masivamente en 2018, Bolsonaro promete mantener su enfoque de libre mercado y mantener la deuda pública a raya. Bolsonaro ha gastado considerablemente en prestaciones sociales y apoyos para el combustible previo a las elecciones luego de impulsar la eliminación temporal de límites al gasto público.

Bolsonaro, haciendo eco de la retórica de línea dura que le ganó el apoyo de los ultraconservadores y votantes evangélicos hace cuatro años, también promete defender a “la familia” al oponerse al aborto legal y la educación en materia de género en las escuelas.

Como defensor de la privatización, planea reducir “el papel del Estado en la economía” y vender las empresas estatales como Petrobras, la empresa de energía.

Pero Bolsonaro también defiende la expansión a gran escala de la minería y la agricultura, si bien indica que el crecimiento debe considerar “la sustentabilidad económica, social y ambiental”.

Promete combatir con mayor agresividad los crímenes ambientales, pero cuestiona los datos que muestran un aumento agudo de la deforestación durante su presidencia y sostiene que Brasil tiene derecho al “uso sustentable de sus recursos naturales”.

Bolsonaro también ha dicho que ampliará las políticas de mano dura contra el crimen y promete extender aún más el acceso a las armas de fuego, una medida a la que atribuye la disminución los crímenes violentos en el país. “La legítima defensa es un derecho fundamental”, dice el candidato.

¿En qué consiste la plataforma de Da Silva?

Da Silva presidió una época dorada de crecimiento en sus dos periodos. En ese entonces, un auge de las materias primas convirtió a Brasil en una historia de éxito a nivel mundial. Promete devolver al país a esos días de gloria.

El candidato de izquierda promete aumentar los impuestos a los ricos e impulsar el gasto público, “poniendo al pueblo en el presupuesto”. Sus planes incluyen una serie de programas sociales, como un vale mensual de 113 dólares que compite con el propuesto por Bolsonaro. Las familias pobres con niños recibirán otros 28 dólares mensuales por cada niño menor de 6 años.

Da Silva también ha prometido ajustar el salario mínimo mensual de Brasil según la inflación y revivir un plan de vivienda para los pobres y al mismo tiempo garantizar la seguridad alimentaria para las personas que pasan hambre.

Como exlíder sindical, Da Silva planea revitalizar el crecimiento y “crear trabajo y oportunidades de empleo” al gastar en infraestructura, un guiño a su estrategia anterior. Pero también planea invertir en una “economía verde”, al advertir que Brasil debe adoptar sistemas energéticos y alimentarios más sostenibles.

En respuesta a las afirmaciones sin fundamento de Bolsonaro de un posible fraude con las máquinas de votación, Da Silva dice que va a “defender a la democracia” y el sistema electoral brasileño.

Sobre la Amazonía, el candidato de izquierda ha insinuado que se enfrentará a los crímenes ambientales perpetrados por milicias, invasores de tierras, leñadores y otros. “Nuestro compromiso es luchar sin descanso contra la deforestación ilegal y promover la deforestación cero”, ha dicho.

¿Cómo funciona el sistema electoral?

Los brasileños emitirán su voto en máquinas electrónicas, un sistema que opera hace más de 20 años y que ha sido protagonista de las afirmaciones de Bolsonaro de que existe el riesgo de que se amañe la elección.

En julio, llamó a los diplomáticos extranjeros al palacio presidencial para mostrar sus pruebas, que resultaron ser noticias de hace años sobre un hackeo que no puso en riesgo las máquinas de votación. También ha reclutado a los militares de Brasil en su batalla contra las autoridades electorales, lo que suscitó temores de que las fuerzas armadas pudieran apoyar cualquier esfuerzo de aferrarse al poder.

El miércoles por la noche, el partido político de Bolsonaro emitió un documento que aseguraba, sin aportar pruebas, que un grupo de empleados de gobierno y contratistas tenían el “poder absoluto de manipular los resultados electorales sin dejar huella”.

Inspectores del Tribunal Superior Electoral realizan las pruebas finales de las máquinas de votación electrónica en São Paulo.

Inspectores del Tribunal Superior Electoral realizan las pruebas finales de las máquinas de votación electrónica en São Paulo.Credit...Victor Moriyama para The New York Times

Ese fue uno de los ataques más significativos contra el sistema electoral de Brasil hasta el momento. El partido dijo que había llegado a esa conclusión tras una auditoría del sistema electoral que había encargado en julio y que emitía ahora la información debido a que los funcionarios electorales no habían tomado medidas suficientes.

La autoridad electoral de Brasil respondió de inmediato el miércoles. Las conclusiones del documento son “falsas y deshonestas y no tienen respaldo en la realidad” y constituyen “un intento claro de obstaculizar y trastornar el curso natural del proceso electoral”, indicó la agencia en un comunicado. El Tribunal Superior dijo que ahora investiga al partido del presidente por haber difundido el documento.

Votar es obligatorio en Brasil y, en 2018, la participación en la primera ronda de las elecciones fue casi del 80 por ciento.

El domingo, la autoridad electoral empezará a emitir resultados al cerrar las casillas a las 5 p.m., hora de Brasilia, y el conteo final se anuncia unas horas después.

Si ningún candidato supera el 50 por ciento de los votos el domingo, se llevará a cabo una segunda vuelta el 30 de octubre. Una vez elegido, el nuevo presidente asumirá el poder el 1 de enero.

30 de septiembre 2022

NY Times

https://www.nytimes.com/es/2022/09/30/espanol/america-latina/elecciones-...