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José Machillanda

La farsa del 6D ya fracasó

José Machillanda

El régimen acorralado en su incapacidad como gobierno muestra cada vez más ser un anti-gobierno. En tal sentido, casi locura pero con control y ejecutando el espectro radioeléctrico, explota con burda propaganda socialista arrinconado a la civilidad. Abarrota de sucia, absurda propaganda y expresiones teatrales para mostrar la “Farsa del 6D”. Así el hecho electoral lo convierte el régimen farsante, en el todo de su antipolítica. Es casi una provocación a la mayoría de la ciudadanía, que no tolera ni acepta la burda propaganda para un hecho electoral que no reúne las condiciones propias de la civilidad.

El régimen girando alrededor de la farsa electoral es un real y claro motivo para activar en sus funciones específicas al Nuevo Liderazgo Político, que como profesionales de la sociedad -liderazgo ejemplar- tendrán que activar acciones para explicar la grave situación del revolucionarismo militarista enfocado en la farsa del 6D. El 6D es una maniobra-atajo para que el régimen consiga una supuesta relegitimación ante el mundo. Relegitimación negada desde ya por la sociedad democrática, entendiendo que el Ambiente Político Electoral no es una ocasión legitima, sino una maniobra artera en contra de la democracia, que desconoce la episteme y la doxa electoral y está distante de lo que significa el hecho democrático electoral para los venezolanos.

La farsa electoral del 6D deviene de un régimen en usurpación que, por violento y primitivo, desconoce la Ley del Estatuto y la noción usurpación. La brutal y angustiosa propaganda cuanto explica es el nerviosismo del revolucionarismo, a la inmoralidad de un régimen, que para dar la vida a un supuesto engaño se coloca en el límite de la aceptación de muchos venezolanos y el mundo democrático. Es un show mal montado, es una trampa y es el ridículo de un régimen que todavía no entiende que el 91% de los venezolanos son demócratas.

El nuevo liderazgo político tiene que comprender esta trampa y explicar que el régimen en usurpación está denudo y que el nuevo liderazgo, entendido como profesionales de la sociedad, no aceptará esas maniobras comunicacionales sino que crearán una oportunidad para estar presente en las plazas, los barrios, y sobretodo en los canales electrónicos para fortalecer la resistencia política. La farsa política del 6D es una bofetada al derecho del voto y es una maniobra del chavismo-comunismo en contra de la paz social y lo pautado en la Constitución, que ha sido violentada por el régimen apoyado por elemento armado que acciona como partido político en armas.

El nuevo liderazgo político deberá desarrollar acciones que expliquen la farsa electoral, el espacio del voto como sufragio y la limitación a la voluntad libérrima del ciudadano. El nuevo liderazgo está retado frente a la farsa electoral, a explicar que esta maniobra simplista, autoritaria por parte de un régimen que lo que motoriza es la desobediencia ciudadanía, llama a la desobediencia de la Constitución y al privilegiar el ejercicio de la política, que como fuerza política creadora transforme esta tiranía y reconstruya la democracia.

El nuevo liderazgo político, ese cuerpo de mujeres y hombres demócratas repartidos en toda la geografía venezolana, está presto y dispuesto a no escuchar la brutalidad, los mensajes acusatorios y difamadores de una masa dictatorial. Masa dictatorial que juega con el hecho electoral, creando pánico, instrumentando grupos criminales, persecuciones y un Ambiente Político Real Violento que de nada sirve a la grave crisis de hambre, de indignación de la mayoría democrática venezolana. Los demócratas venezolanos reconocen el origen perverso, arbitrario y militarista de quienes hoy defienden el voto como una acción o maniobra para una posible relegitimación del régimen.

El nuevo liderazgo político venezolano tiene la responsabilidad de ser el guía, el prohombre que explique la perversión y cobardía de este régimen, que muestre como se ha violado la Constitución, la manera como se ha violado la dignidad de muchos venezolanos, el encarcelamiento y violencia de unos bárbaros que han cercado de hambre y de miseria a dignos y valientes hombres y mujeres de Venezuela que desconocen al comunismo militarista que azota y persigue al ciudadano. La ciudadanía democrática más ese nuevo liderazgo político, entendido como profesionales de la sociedad, no caerán en la trampa de la propaganda abusiva y grotesca.

La farsa del 6D ofende a la República, muestra a unos grupúsculos compraos a que formen parte de esa finta, de ese engaño, de esa acción arropada de mentira y brutalidad propia de la antipolítica. El nuevo liderazgo político tiene la responsabilidad de adecentar la democracia. Para ello promoverá el no asistir a un acto doloso y vergüenza para la historia política de Venezuela. El nuevo liderazgo político como profesionales de la sociedad tiene una responsabilidad cívica de no validar, no asistir a la Farsa Electoral del 6D que muestra al comunismo socialista militarista.

Es auténtico,

Director CSB CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 17 de noviembre de 2020

Un nuevo liderazgo político…para reinstaurar la democracia

José Machillanda

Evidentemente que guardando la distancia entre los dos Estados, Venezuela y los Estados Unidos, la receta mostrada por los EEUU en su hecho electoral el día martes 3 de noviembre de 2020 muestra la necesidad cierta de un Nuevo Liderazgo Político en cualquier democracia del mundo, para que sea capaz de construir conmociones en la ciudadanía… eso se llama democracia. Es una necesidad, es conveniente, pero además necesaria la presencia de un Nuevo Liderazgo mostrado en los EEUU y requerido en Venezuela.

El Nuevo Liderazgo Político es urgente e impostergable en el sistema político venezolano después de 20 años de tiranía y engaños. La lección de EEUU es simple: se ha visibilizado a la ciudadanía que demanda una democracia, por cuanto se hartó de un régimen que práctica la antipolítica y el Nuevo Liderazgo Político, es decir, prohombres ciudadanos se ocuparán de ser empleados por la política para poder construir la democracia.

Nuevo liderazgo que surge en los Estados Unidos para los próximos doce años, no se equivoquen, surge y crece una ciudadanía política responsable con instituciones política ciertas y, sobretodo, comprometida con hombres y mujeres que reclaman democracia. Democracia entendida como aquella ecuación donde lo central- fundamental y necesario es que quienes lleguen al poder cumplan con la Constitución, respeten las leyes y demuestren ética iutens y ética docens para hacer el gobierno y dignificar al ciudadano. Ciudadano que con su voto demuestra la importancia de la política y lo desgraciado de la antipolítica.

Venezuela como nación-Estado no ha podido hacer valer la ecuación democrática. Hoy se lo exige el venezolano común y se lo impone la Constitución, lo requiere la nación destrozada. Nación destrozada por cuanto esta infectada por un militarismo cobarde, inmoral y corrupto anclado en un supuesto socialismo marxista que lo caracteriza, la corrupción, la inmoralidad, el grupalismo y el abuso de las fuerzas y las propagandas. La sociedad venezolana, es decir, el 91% de los demócratas no soporta más esta desquiciada vergüenza que muestra a un nuevoriquismo de ratero, a un militarismo opcional y bandera de los desajustes de una cúpula militarista cubana, que ha venido empeñando las riquezas del subsuelo de Venezuela de manera incontrolada e inmoral.

La sociedad venezolana tiene perfectamente claro las mafias y grupos que gobiernan la República, que subyugan al venezolano, que violentan la Constitución y que intentan acobardar a la masa social que requiere un Nuevo Liderazgo Político. Un Nuevo Liderazgo Político que no se asalten más las arcas para controlar los cuatros costados de la República, para la sociedad que hoy esta penetrada por el farquismo y elenismo. Farquismo y elenismo que han creado en el territorio venezolano una nueva triple frontera, centro de perversión, negociado y desgracia para la sociedad venezolana

Nuevo Liderazgo Político que motorizará un movimiento político de renacimiento nacional para que el 91% de demócratas que vivimos en miseria exponencial y urgencia sea capaz de desarrollar sobre los hombros de los prohombres a una nueva sociedad democrática en la cual se visibilizará al ciudadano desde el barrio, la urbanización, la cancha de bolas, para hacer posible nuevas coincidencias cívicas en una post democracia entendida como Contrademocracia.

Una nueva democracia con una Nueva Fuerza Política para una transición política necesaria que, con líderes reales, hombres y mujeres conocedores del saber político se practique la política cierta, que no se atemoriza en conformar la Contrademocracia, es decir, una democracia real en donde el pueblo es juez, en donde el pueblo ejerce vigilancia, denuncia y califica para que crezca la reputación de esa institución invisible donde se venera el Espíritu de la las leyes. La democracia del nuevo liderazgo de Venezuela tendrá ciudadanos con facultad de actuar y facultad de impedir.

Nuevo Liderazgo Político que abrazará la política, que estudiará la política para que surja la República. A partir de allí no habrá más militarismo, no habrá más protección al cubanismo y mucho menos socialismo trasnochado y retrógrado, que sólo sabe de corrupción, bandolerismo y violencia política. Nuevo Liderazgo Político que le preocupará visibilizar al ciudadano y a la ciudadanía, contener la violencia, erradicar al militarismo político y sobre todo crear fortalecimiento y unidad en los demócratas. El Nuevo Liderazgo Político desplazará la barbarie y restituirá la real política democrática.

El Nuevo Liderazgo Político trabajará para recuperar los 20 años de vergüenza, además de la inmoralidad que son la herencia del golpismo, la traición y la incapacidad de un grupo de venezolanos que no conocen la postmodernidad. El Nuevo Liderazgo Político será un representante de la política con reputación, con facultad para actuar, con capacidad para ejercer acciones de obstrucción que tenga el apoyo d ella mayoría sociales, de modo que se comprenda desde ya que el nuevo liderazgo estará al lado de una oposición, reto para impedir cualquier reacción y/o apoyo a los 20 años de dolor y vergüenza que han colocado a Venezuela como un país y una sociedad destrozada.

Es auténtico,

Director CSB CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 8 de noviembre de 2020

La república requiere de un nuevo liderazgo

José Machillanda

Dado el Ambiente Político Real Violento impuesto a troche y moche con la violación de la Constitución y el cuerpo de leyes, por el régimen socialista militarista estrangulado por la acción de la geopolítica, las organizaciones internacionales y, sobre todo, por el sufrimiento de una ciudadanía democrática valiente que muestra su capacidad y disposición para la restauración de la democracia. Restauración para la cual se requiere de un Nuevo Liderazgo Político, que se acerque y aplique la Política, privilegiándola como ciencia que inequívocamente apuntará a la necesidad de un Movimiento Político de Renacimiento Nacional.

Ese Movimiento Político de Renacimiento Nacional es una necesidad política actual, que demanda una nueva plataforma político-social, que sea un modelo propio del siglo XXI que orille a los politiqueros y a los ismos,, se enfoque en la conducción de un Proyecto Democrático Postmoderno. Proyecto Político Democrático Postmoderno que privilegiará al ciudadano, la ciudadanía y, sobre todo, la democracia prevista y pospuesta. Todo ello privilegiando la ética, significa esto re-enrutar los equívocos, fortalecer una ciudadanía acompañada con un Liderazgo Político Emergente que no tendrá compromisos con en fracaso y la torpeza de los últimos 20 años, mostrando un nuevo modelo político venezolano y a un nuevo liderazgo.

¡Si a un nuevo liderazgo político! que sienta, pero practique los cuatros discursos del venezolano como raza, que domine el valor de la política y esté familiarizado con el valor de la ecuación democrática. Ese nuevo liderazgo político no tendrá lealtades extrañas, ni convicciones diferentes a lo establecido en la Constitución y el cuerpo de leyes. Nuevo liderazgo político que no acepte la dominación, ni el virtualismo ni el grupalismo, será un venezolano llano, maestro, guía, sobre todo ciudadano que sabrá hacer inmersión en el Ambiente Político Real que tiene de rodillas a la República. República y ciudadanía que entenderán la gravedad de la regresión que sufre ella ecuación política y mucho más… después de los desaciertos garrafales del año 2019.

Ese nuevo líder será el compañero, el amigo-guía que enseñará sobre la episteme y la doxa en la política. Líder como guía que estará sujetos al empleo de la Cartilla Democrática del siglo XXI. Es decir: será responsables, guía y actor como parte de la ciudadanía. El nuevo líder estará en la dilatada posibilidad para comprender que se requiere de una renovación de lo hasta ahora acontecido, por ello será parte del cambio y en ese sentido se acercará al planteamiento de un Movimiento Político de Renacimiento Nacional.

El Movimiento Político de Renacimiento Nacional será la nueva estructura plena de los venezolanos, que permitirá un enriquecimiento que apunte a la postmodernidad. Postmodernidad donde desaparecen las mezquindades y las primacías grupales, crece la virtud de la lealtad hacia Venezuela para que predomine la política para que se contenga o detenga el estado de Regresión que sufre Venezuela desde 1992. Ese nuevo líder del Movimiento Político de Renacimiento Nacional se aterrará ante la regresión y motorizará al ciudadano hacia la participación política contendiente, entendida como el esfuerzo mancomunado para crecer con un nuevo modelo político y un grande y central actor, el ciudadano.

El Movimiento Político de Renacimiento Nacional con su nuevo líder accionará haciendo inmersión en la necesidad impostergable de la redemocratización de la República. Redemocratización que es esfuerzo, que es voluntad apolínea y visibilizará al ciudadano. Sin grupalismo, sin ismos, para dar espacio a la política y sobre todo a la defensa de la política. Con ello se incrementará la civilidad, se multiplicará la ciudadanía y los líderes como puntales conducirán el gobierno cercanos a la ciencia y a los libros. Ciencia y libros para hacer hombres libres. Que es la responsabilidad del líder para actuar sin mediación de nadie.

Hombres libres para actuar y lograr un cambio político, con un nuevo operador: el prohombre. Prohombre que no obedecerá a colores, pero sí al sentimiento de la libertad, al Movimiento Político y al ciudadano como masa que hasta hoy sufre porque hasta hora nunca se resolvieron sus demandas previstas y pospuestas. De cuanto se trata es, que el Nuevo Líder no crezca sino que construya la respuesta de la grave y penosa deuda de quienes tienen asaltada a la República y a su sociedad desde hace 40 años.

De lo previamente descrito, un nuevo Movimiento Político de Renacimiento Nacional requiriendo un nuevo liderazgo que se dilate aplicando la política y accionando con ética podrá cambiar el ambiente político real violento en un Ambiente Político Expectante. Así Venezuela Estado y sociedad 2020 separada de la cercanía de la guerra, de lo militar, del militarismo, de la violencia y de la maldad líquida estará naciendo a convertirse en una nueva República. Nueva República con un nuevo modelo político, con un nuevo liderazgo y nuevos operadores que permitirán construir y que crezca el constructo de cambio radical de la política apoyado en el Movimiento Político de Renacimiento Nacional.

Nueva República conducida por prohombres que serán ejemplares líderes, es decir, un nuevo liderazgo político, para que se construya la transición política. Es hora de la construcción político social fundamentándose en la ciencia política, distante de arreglos, de oportunistas y débiles mentales que le ha costado comprender la complejidad de la política y la importancia suprema del ciudadano, la ciudadanía y el liderazgo en la post-modernidad política de Venezuela.

Es auténtico,

Director CSB-CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 20 de octubre de 2020

De la protesta social a la resistencia civil

José Machillanda

La protesta social que sigue y crece, visibiliza la decisión política del venezolano democrático cansado de la tiranía, asqueado del régimen, por el ejercicio brutal que hace del poder soportado por un militarismo obsecuente, de espalda a la mayoría de los venezolanos. La protesta es un modo o manera de participación cívica y civilista, prevista en la Constitución y derecho de una sociedad que ha sido maltratada, ofendida y despreciada. Constituye, dentro del Ambiente Político Real Violento creado por el gobierno, el inicio de la Resistencia Civil. Resistencia Civil entendida como un método político de lucha colectiva basada en la desobediencia al régimen. Desobediencia de la mayoría de la población indignada que, en justo derecho, está dispuesta hasta de confrontar el militarismo socialista cubano.

La protesta como Participación Política Contendiente sigue y crecerá, por cuanto constituye el punto de partida de los 7.768.894 venezolanos democráticos que reclaman el respeto a la Constitución, rechazan la guerra civil de Venezuela del siglo XXI, recordando a Neomar Lander cuando dijo en un grito que esta en la eternidad “La lucha de pocos vale por el futuro de muchos”. Esos otros son hoy quienes toman lo que testificó ese joven venezolano para contener a este régimen cobarde armado, sin moral para gobernar a una nación de gente decente, responsable, dispuesta hacer cumplir la Constitución. Constitución que el régimen viola y violenta de manera descarada retando el coraje, la dignidad y el valor cívico del ciudadano.

La protesta social es la defensa alternativa. La defensa alternativa que muestra al ciudadano y a la ciudadanía en toda la geografía venezolana, en actos y con acciones que visibilizan al ciudadano para un futuro Movimiento Político de Renacimiento Nacional, que como masa crítica sin miedo a la brutalidad policial y la de los grupos armados protegidos por el régimen, dará cuenta al mundo de la locura de este régimen que cree puede atemorizar a hombres y mujeres decididos a restablecer la decencia democrática. La decencia democrática es igual a la República, una República que se nutre de la protesta social para que se sepa que la democracia vejada jamás será enterrada por esta barbarie enemigos de Venezuela

La protesta social generalizada está en cuenta que este es un régimen amarrado a otros países comunistas, pero la protesta social generalizada más el apoyo del hemisferio occidental y del mundo reconocen como está descuidado y maltratado el ciudadano. Como será esto cierto, que la iglesia en su homilía del domingo orientó a sus feligreses a que caminaran de la mano de nuestro beato José Gregorio Hernández. La protesta social crecerá a desobediencia, de allí a la Resistencia civil, que el régimen saque cuenta. Esta protestando la sociedad de manos de José Gregorio Hernández y los prohombres del nuevo liderazgo político.

La protesta hoy, después será desobediencia hasta llegar a Resistencia Civil organizada tiene un fin, desplazar esta dolorosa, angustiada y triste realidad de un régimen criminal, torpe, que cree que puede irrespetar a hombres y mujeres en el siglo XXI. No se ha dado cuenta que se ha encendido un liderazgo político que sabe de las ciencias políticas y de las ciencias del gobierno. La Resistencia Civil, el nuevo liderazgo y el renacimiento de la política forjarán el Movimiento Político de Renacimiento Nacional, que tiene la responsabilidad -una vez desplazada esta barbarie militarista- la construcción de un nuevo gobierno democrático que sepa emplear la política y, sobre todo, la sabiduría y el respeto ético al ciudadano.

La protesta de la Resistencia Civil ciudadana es una conducta viva, cívica, que engrandece a la ciudadanía, que se asienta sobre la ética, pero también sobre la capacidad de definir en tiempo y en calidad a nuevos líderes. Nuevos líderes para un bien gobierno, para un recto Poder Ejecutivo que entienda la articulación entre política, crecimiento y desarrollo de la protesta. Protesta que crecerá hasta Resistencia Civil, se incubará una máxima civilidad que le permitirá también entender el rol de la geopolítica y la geoestrategia, que hoy está vigente y pendiente de la Resistencia Civil de Venezuela como una defensa alternativa de la libertad.

La Resistencia Civil desde ya entendemos que será difícil y dolorosa, pero la democracia la requiere. Redemocratizar es el propósito, la forma, la paz social, el gran actor los demócratas y un liderazgo distante del partidismo peor cercanos a la ética, a la ciencia política y a la aspiración de construir la República. La Resistencia Civil -desde ya- entiende el gran compromiso político pero con firmeza y serenidad y accionando a la masa social como un Movimiento Político de Renacimiento Nacional motivado a construir una Gesta Única. Con mucha serenidad social, un proceso de transición política que no esquivará ningún obstáculo, pero será la expresión en el siglo XXI del derecho del venezolano a vivir en paz, con desarrollo y con democracia.

Es auténtico,

Director CSB-CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 29 de septiembre de 2020

Jaque mate… a la tiranía

José Machillanda

El Estado Cuartel como gobierno ha sido condenado por la ONU, al comprobar su responsabilidad en crímenes de lesa humanidad como un régimen violador de la Constitución y las leyes, en consecuencia al margen de la ley y la democracia. La ONU ha certificado lo que un joven mártir de la democracia señalo el año 2017, durante la Guerra Civil de Venezuela del siglo XXI, que la lucha de pocos vale por el futuro de muchos. Ese fue y es el grito de Neomar Lander, grito a la eternidad y a la convicción democrática hoy presente en la mayoría de los venezolanos, que este régimen no puede gobernar, por cuanto está incapacitado por violento y criminal, no pudiendo seguir en el poder en Venezuela.

El Estado Cuartel, expresión brutal del militarismo, sepa que aún con este régimen oprobioso la llama democrática del venezolano ha crecido y está dispuesta a desalojar al Estado Cuartel, expresión descalabrada de la antipolítica. El Estado Cuartel es regresión, es más violencia, es militarismo y antipolítica, conectada con la corrupción extrema y el empleo sistemático de la violencia que ha intentado hasta cambiar las significaciones imaginarias sociales de los hombres y mujeres venezolanos. Esa regresión política se amarró a la propaganda y a la guerra psicológica para confundir y atemorizar a muchos venezolanos, que hoy son la diáspora de Venezuela.

La ONU con su sentencia le recuerda al mundo que estos modelos primitivos y perversos, no pueden ejercer poder político porque no entienden a los demócratas y a la democracia. Es por ello que se dice que este régimen está en Jaque Mate. Jaque Mate como lo señalaron los 132 mártires asesinados entre abril y julio del 2017, con una acción armada propia de la barbarie, cumpliendo con órdenes del revolucionarismo cubano. Cubanismo revolucionario y militarista que no sabe lo que significa democracia, libertad y derechos.

La ONU se los viene a recordar a los venezolanos que un país no se le puede entregar al bandolerismo militarista, por ello Venezuela hoy se presenta como una Sociedad-Respuesta para cohesionar acciones democráticas en donde con el respaldo de la ciudadanía y con la fuerza de la decisión de la ONU, crezca como un Movimiento Político de Renacimiento Nacional una respuesta que vea renacer la democracia. La ONU ha venido a traer un aliento preciso para la ciudadanía se armonice para defender la democracia penetrada y violada por el cubanismo socialista que desde ya será enfrentado por el Movimiento Político de Renacimiento Nacional para restituir la democracia real.

Democracia real amarrada a la Constitución de la República la cual, nada ni nadie podrá ultrajar, violentar o agredir , ya que contará con el apoyo internacional y con la fuerza democrática de un cuerpo societal dispuesto, dirigido y resuelto como Movimiento Político a restablecer la raza, la armonía y la ley que es aplicar la democracia. La sociedad venezolana esta en cuenta que este régimen está en Jaque Mate, es decir, se le terminó el tiempo. Jaque Mate significa que tiene que apartarse el régimen, que debe irse el régimen del poder, que aún con la patraña de la farsa electoral del 6D, lo que refleja cada día es mayor inmoralidad, incapacidad política, desconocimiento de la norma y la política, que es lo que el chavismo y sus uniformados han querido llamar el Socialismo del siglo XXI.

La democracia real, amparada por la ONU y fortalecida por el Movimiento Político de Renacimiento Nacional, desplazará un régimen cobarde, ese el socialismo a juro impuesto y soportado por un militarismo golpista, inmoral y cobarde que todavía no se da cuenta, que crece la Revuelta y se exponencia el Resquebrajamiento. La sociedad del 2020 ha internalizado la decisión de la ONU, pero también comprende el impacto de la geopolítica del hemisferio occidental y verifica como el hemisferio apoya a los países democráticos, no tolera a ese socialismo y cubanismo, que en Venezuela muestra a un militarismo ladrón y cobarde. La sociedad democrática esta en cuenta de que hay que hacer política para que crezca la civilidad, léase el protagonismo de la ciudadanía más la filosofía social para crear un sistema político propio y digno del siglo XXI.

La democracia real es propia de una sociedad democrática que la reflejan los ciudadanos demócratas y las comunidades con su participación cívica, sin jefes de calle, sin pelotones de milicianos, pero si con civismo y siguiendo la Constitución de la República. Es la ciudadanía, con la venezolanidad y respeto, recordando a nuestros héroes del 2017 que sirven de fuego para una nueva democracia republicana distante de la venganza, pero muy cerca de la justicia y reforzada por un gran sentido humanitario y cívico. Simple, es la a expresión de un país en el cual el 87% quiere la democracia y está dispuesto a decretar con su accionar político, Jaque Mate a 20 años de dictadura, militarismo y tortura que cuanto han dejado en Venezuela es dolor y tristeza. La democracia creará paz, desarrollo y progreso, firmada por el espíritu de Neomar Lander.

Es auténtico,

Director de la CSB CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 21 de septiembre de 2020

La protesta social derrotará al estado cuartel

José Machillanda

La protesta social crece y se diversifica aún emboscada por la pandemia y reprimida de manera brutal por el Estado Cuartel como gobierno, que se muestra y ejecuta un máxima perversión e inhumana conducta propia de un régimen violatorio sobre una sociedad ahogada, que termina por ejecutar la protesta como vía de reclamo a un bestiario que se le olvidó el Contrato Social. Es ese gobierno-régimen que desconoce el derecho, facultad tácita del ciudadano para hacer resistencia cuando, como ocurre en Venezuela, hombres, mujeres, jóvenes y hasta adultos mayores se sienten agraviados. Por eso es que el militarismo del régimen-gobierno que se entiende como autoridad.

Pues, sepa este régimen como Estado Cuartel que la mayoría de venezolanos democráticos están hartos y, hambreados y perseguidos, se crecen como protesta por sentirse agraviados. Ese Estado Cuartel bufón-político, que todavía vive en la imposición de la mentira empleando el plan de machete y la peinilla para causar agravios a la ciudadanía. Ciudadanía que sabe que la soberanía ciudadana es sagrada, por cuanto representa el interés común. El interés mayor del venezolano que está consciente que sólo puede ser gobernado por la Constitución. La Constitución que representa la voluntad general de esta Venezuela destrozada por el Estado Cuartel que no genera paz ni igualdad.

Paz e igualdad que son los elementos esenciales para la armonía en el cuerpo societal, que este régimen de espalda a la política brutalmente por la vía de la antipolítica, produce un crecimiento de la rebeldía venezolanista: la protesta. Protesta que con su crecimiento se convertirá en legítima desobediencia. La desobediencia que ya y ahora muestra la protesta que sigue y crece como han expresión sociológica de la vergüenza e indignación de la mayoría de los venezolanos. Venezolanos que están asqueados del régimen, pero además muestran que a este desgobierno se le acabó el tiempo.

Tiempo que se le acabó por cuanto los demócratas se sienten agraviados y no han podido terminar de visualizar a reales líderes democráticos, en consecuencia el ciudadano se visibilizará tal como es, un hombre o mujer que reclaman la justicia pero además gritan por un Estado Cuartel ilegítimo y brutal, que no puede comprender el más grande rechazo de la civilidad. Civilidad violentada, hombres y mujeres acorralados por un régimen torpe, por la improvisación, por su propia y brutal inseguridad que lo muestra es su ineptitud. La ineptitud del chavismo madurismo en colapso.

El chavismo-madurismo en colapso está siendo enseñado por la protesta social incremental, para que recuerde que la protesta es un derecho, que la ciudadanía no puede ser sometida a más sacrificio y como consecuencia de esa torpeza hombres y mujeres están listos a defender e imponer sus derechos. Imponer los derechos ciudadanos en contra de la grotesca propaganda y la violencia que sufre el venezolano. La ciudadanía le esta dando clase al chavismo madurismo en colapso y con la protesta se niega a acatar la fuerza bruta. Fuerza bruta en Venezuela que pretende una esclavitud que muestra un gran miedo y terror con su improvisación contra el mito derrumbado de la eficiencia militarista.

Militarista, gobierno sin conocimiento del gobierno, sin noción de país, menos de su sociedad, mucho menos de una sociedad harta que muestra a un ciudadano sacrificado que ya está hambreado, ofendido y perseguido y a decidido decir ¡Basta! mediante la protesta. Al chavismo-madurismo-militarista le ha tocado diana la voluntad férrea del venezolano para estremecer al régimen acobardado y mostrarle lo falaz y torpe de sus ejecutorias. El régimen chavista-madurista como Estado Cuartel no oye, no ve, no entiende… desconoce la ciudadanía soberana y con ello declara la muerte del cuerpo político, pero lo que ha logrado es que la sociedad sufrida, peor valiente se convierta en la masa social que reclama el Contrato Social.

El Contrato Social que promueve que la sociedad como colectivo y producto de sus asociaciones específicas y alrededor de la Constitución, se abracen a ella y se fortalezcan mediante la protesta. Constitución y protesta que consagra a la comunidad venezolana hoy 2020. Comunidad a que representa la voluntad general del pueblo. La gente toda como soberano, como político, como grupo que se ha decidido corregir esta locura en la que esta viviendo Venezuela. La voluntad del venezolano y mujer de a pie, esos sufridos que hoy tienen como símbolo de la protesta si, su protesta a la barbarie y al Militarismo para imponer la civilidad.

La civilidad que nace y se nutre de la protesta social, crecerá para llegar a la desobediencia. Esa desobediencia crecerá hasta ser desobediencia general y de la desobediencia general alcanzará la Resistencia Civil. Ese es el camino de la política, eso se llama política entender las diferencias, pero entender las mayorías para alcanzar un cambio que culminará en una transición política anclada en la democracia, nacida de la protesta como voluntad que se comenzara a medir con la farsa del 6D. La farsa del 6D será enterrada como hecho pseudo político, cuando muchos ciudadanos expresen su resistencia civil como vía de la dignidad y la virtud de los demócratas frente al Estado Cuartel.

Estado Cuartel como locura, período adireccionado y absurdo que muestra a la barbarie militarista venido de un golpismo y la brutalidad de sectas, sectas de anti política amarradas muchas de ellas a la desgraciada historia de Zamora. Estado Cuartel que sigue la violencia zamorana y que es incapaz de comprender la protesta, la virtud y la dignidad de la oposición democrática. La protesta presente y creciente lograra el cambio. Cambio político para recrear una Venezuela sufrida, atrasada que solo le queda el esqueleto de una nación vacía, donde además se piensa borrar su historia real.

Historia real tan sólida y cierta que declara que nunca más podrá existir en Venezuela un socialismo militarista perverso y desviado, que tiene miedo de reconocer las instituciones que se pone de espalda a la ciudadanía y la venezolanidad. A ese militarismo perverso le resulta imposible por su atraso y desvío máximo, además de ser parte de un régimen, entender la proyección, importancia y peso de las protestas. La protesta creciente, persigue restaurar la democracia. Democracia basada en un contrato social que rechaza al gobierno farsante y que demuestra el peso y valor de una sociedad, que con coraje y civismo declara el fin de una regresión política social contenida y reorientada hacia la democracia por vía de la protesta ciudadana.

Es original,

Director de CEPPRO-CSB

@JMachillandaP

Caracas, 15 de septiembre de 2020

El ciudadano demócrata decidió el fin del socialismo militarista

José Machillanda

El ciudadano tiene que ser entendido como el factor más importante dentro del Ambiente Político Electoral, construido por un régimen aturdido y en franco resquebrajamiento, montando así una farsa electoral con el objeto de descentrar, descontinuar y enredar las acciones que otros actores asuman. El ciudadano es el foco, es lo central, es lo más importante frente a esta farsa. No los son supuestos operadores políticos ni otros operadores diversos. El ambiente político artificioso creado por el régimen militarista viola la Constitución como súper ley de la nación e intenta desquiciar al ciudadano, que es con quien su acción le da vida al Estado. En consecuencia, el ciudadano venezolano -eso que se llama la gente- tiene el derecho sagrado, quizás el más importante de 2020 en mostrar su capacidad para la desobediencia, léasela resistencia civil.

La resistencia civil que persigue la civilidad, el uso de la política como ciencia para construir un cambio político de la república, es un importante derecho ciudadano. República-Nación que ha venido siendo mancillado por el bestiario militarista en sus clases C, D, E y F , a tal punto que esa masa vive hoy en miseria exponencial .Es la gente que sufre, que hace más de 20 años siendo gobierno, no fueron capaces de resolver las demandas previstas o pospuestas. Es esta ciudadanía la que hoy debe estar en primer plano, con vocación democrática, que es igual a resistencia civil y el da el derecho a elaborar un nuevo concepto de nación política, que lo decidirá la ciudadanía en un nuevo contrato social según su voluntad general.

Ciudadanía en resistencia civil, en consciente desobediencia como medio pacífico para demostrarle al régimen que ni con trampa, cooptación ni cohecho podrá doblegar el sentir de sensibilidad libertaria y de decencia política que crece en el ciudadano venezolano. La ciudadanía sabe que debe desplazar a este régimen que opera un Estado Cuartel, en consecuencia es su propósito y su fin como tarea ciudadana detener esta locura política. Así, estará dictando a la ciudadanía una cátedra de civismo y dejara claro como operador político que la ciudadanía tiene garra social, que es democrática y que la mayoría de los venezolanos hoy tienen una cita con la voluntad general democrática y no requiere de ninguna consulta.

La ciudadanía 2020, esa que está abocada, impuesta a accionar como ciudadanía -así lo demuestra a diario el eje de política - en todo el territorio nacional. Aquí en el territorio nacional y donde circunstancialmente viviendo la ciudadanía, está asqueada del Estado Cuartel y todo lo que ello encierra, pero además está en cuenta que la revuelta sigue y crece. Peor además, ha comprendido la importancia del Resquebrajamiento desde del 2019 en febrero. La ciudadanía, el ciudadano, la gente venezolana, tiene una voluntad cierta y una decisión de desplazar a esta barbarie. Pero lo central será y es crear una nación Estado. Con instituciones justas, para lo cual tiene crecer como nuevo liderazgo no que hable ni prometa, sino que haga. Hacer política, con una conceptualización y comportamiento personal que muestre su ética, su saber y sobre todo su dignidad.

La ciudadanía está harta y asqueada de otros operadores que se aprovechan de los múltiples medios de comunicación y discursean a cada momento, sobre todo se creen casi sabios, pero no leen, menos estudian y se imagina que el centro de la política es el partidismo que si para algo ha servido el Estado Cuartel y la desgracia del socialismo militarista ideologizado, es para que los venezolanos comprendamos como el comunismo en Venezuela atado al castrismo, a la violencia y al Foro de Sao Paulo es para que los demócratas nos convenzamos de que en el hemisferio occidental no existirá otro país comunista, no existirá el comunismo, interpretación primitiva e insolvente sobre Carlos Marx.

La ciudadanía como operadora política de los venezolanos se abocará a la construcción de la democracia, que no tiene jefes, que la voluntad general crea igualdad, que las leyes rigen para todos los ciudadanos por igual, es decir, es inalienable. Por ello el 6D no cumple con las características apropias de la política, no tienen porque pretender los operadores en este ambiente pseudo electoral impuesto por un régimen, que hay que hacer otra consulta la consulta se efectuó en 2017 y no han logrado cumplir con el pedido de los 7.676.864 demócratas, frente a quienes hoy sostienen que el Estado Cuartel y las maniobras, tetras y fintas de uniformados pidieran ser entendidas y menos entendida por una ciudadanía heroica.

La ciudadanía heroica venezolana está presta y lista para accionar mediante la desobediencia civil como resistencia política única, que como método de lucha social será de acción colectiva, acción no violenta, pero siempre en resistencia ciudadana para reemplazar la desagracia del régimen socialista militarista, que ha estrangulado a un pueblo noble pero dispuesto hacer valer a la Constitución. La desobediencia civil de los venezolanos democráticos es un sello, una disposición cívica y necesita desde ya tiempo y programa para demostrarle a los ingenuos que el gen democrático del venezolano, es la mejor forma, vía y acción para restablecer la democracia. Democracia postmoderna, después de estos 20 años de regresión política, responsabilidad de grupos enfrentados, distantes de la ciencia, de la política y del ejercicio de los políticos para contener y/o impedir la anti política.

Es auténtico,

Director CSB CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 8 de septiembre de 2020

El indulto ofende… al ciudadano y a la ciudadanía

José Machillanda

El indulto es el desacierto extremo del chavismo-madurismo como una treta politiquera, que sirve como maniobra de distracción al ya fracasado 6D. 6D que toda la Venezuela democrática comprende como una farsa electoral. Léase, una mayor comedia que, junto a los compraos y débiles mentales de la mesita, para llamar a votar. Es toda una pieza cómica de politiquería y vergüenza de una tiranía que tiene contada su estada como régimen. La ciudadanía -esa que irrespeta, maltrata e intenta engañar al socialismo militarista- tiene que tener claro que desde el 2017 el colaboracionismo le robó el Referéndum Revocatorio y en enero de 2018 se impuso el Estado polémico con el Plan Zamora y el Plan Zamora II. Los venezolanos saben que no tienen gobierno, lo que funciona y opera es una Morisqueta Militarista.

El régimen militarista puede escribirlo ya, el 6D con su farsa y todos los arreglos previos no será atendido por los ciudadanos como parte del sistema electoral y su ley, que garantiza la expresión de la voluntad popular. El ciudadano que se ha pretendido engañar de nuevo y orillarlo en su participación, tiene presente lo que significa la participación popular, tiene presente la altanera conducta de abuso y absurdo del régimen al pretender desconocer a los partidos políticos que representan la voluntad ciudadana en el hecho del voto. Este régimen, torpe y primitivo, goza de escasa memoria y no entiende que la democracia sólo es posible mediante el voto, pero ese voto tiene que estar amarrado al principio republicano que conduce el Estado como parte de la democracia asociativa, que se crea mediante la decisión política, del hombre y la mujer que no se venden y, mucho menos, se asustan frente a la maldad liquida que enseñan los cubanos.

La mayoría de los ciudadanos venezolanos están en cuenta que hoy en Venezuela ocurre en forma subterránea unas negociaciones, como ciudadanos desprecia lo que pudieran estar acordando quienes subestiman la ciudadanía que enorgullece la venezolanidad. Ese ciudadano cree en la civilidad, le emociona la política y desprecia el conflicto fatuo, permanente y personalista que intenta crear este madurismo en retirada. La ciudadanía está asqueada del militarismo obsecuente, por cuanto aunque ellos gobiernos adulantes, compraos y adláteres se entiendan como un Estado Cuartel y su imaginario violento. Los venezolanos demócratas, ciudadanos, creemos en la ciencia, en el orden y la paz. Cuando se acercan al plan de machete y a las bocas de fuego son un asco para la ciudadanía.

Los demócratas venezolanos, ese 87% diferente a los compraos y a los corruptos que ya se conocen, no están dispuestos a entender el indulto, sino que saben que es una maniobra hartera. Una tramposa acción que le permite soñar con una posible relegitimación, que no habrá. El indulto hará que crezca la oposición política y la civilidad junto a una acción comunitaria, donde la ética, el don de vivir y actuar decentemente crean la diferencia con respecto a estos improvisados y farsantes. La oposición política democrática quiere y exige, como corresponde democráticamente, el retorno a la comunidad venezolana que nace del barrio, donde el espacio, tiempo y grupo potencia la deliberación política, se evalúa si están dispuestos alcanzar el poder político para gobernar porque este gobierno no ha satisfecho por incapaz las demandas prescritas y las demandas pospuestas de los venezolanos. Ese régimen farsante tiene 20 años arruinando al ciudadano venezolano.

Arruinando al ciudadano, como lo muestra el hambre generalizada, la angustia creciente y la miseria exponencial, causas de la diáspora. Por lo tanto, la ciudadanía rechaza al régimen. No tienen razones ni se detiene en interpretar el indulto junto con la farsa del 6D, por cuanto el indulto es una trampa vulgar y fatua, que será razón para que crezca el rechazo y el desprecio por un madurismo militarista y el bojote de compraos totalmente identificados. Ya la ciudadanía de la nación venezolana tiene un concepto elaborado de la nación política, evalúa a su liderazgo, usa operadores políticos, está convencida que la república desarrolla un Movimiento Político de Renacimiento Nacional, bien distante de la desgracia militarista, primitiva que todavía se ancla en el ejército como agente de cambio social.

La ciudadanía está en cuenta que es parte del Estado un estamento militar cuya función es la defensa del Estado. Estamento del Estado que desde 1962 hasta 1976 derrotó política y militarmente al comunismo castro cubano, haciéndole firmar en 1976 a la guerrilla la paz. La ciudadanía rechaza hoy al Estado Cuartel y a su divertido indulto, indulto político de un régimen que no ha podido ni elaborar ni reelaborar un proyecto de gobierno donde se practique la política. Política democrática, y nación política democrática flexible, con límites, con partidos políticos, con un liderazgo que de la cara pero sobretodo un líder donde la ética y la Constitución como súper ley, permitan vivir en paz y en desarrollo social.

La ciudadanía, los ciudadanos 87% demócratas saben para qué sirven los indultos y está atenta para fortalecerse y ser mayormente exigente a las tretas de un régimen senil y fracturado. Régimen que se quedó en una maniobra ridícula, de la cual todos en Venezuela se han burlado. Al verificar la torpeza y desespero de quien se imagina que puede engañarse y soñar con una nueva relegitimación. La ciudadanía de Venezuela hambreada y ofendida, pero digna y valiente, tiene claro que hay que acudir a la política. A la política con la cabeza, jamás con otras partes del cuerpo, porque para la tiranía militarista podrán o no creerlo. Se le recuerda que Venezuela es una nación Estado, que se entiende con una historia y sus resultados. Y el resultado del régimen y su indulto ya se conocen. Se conoce por su arbitrariedad, violaciones, cinismo y corrupción. En consecuencia, cualquier acción política tiene que nacer de la democracia, basada en la teoría y el conocimiento, de la cual la tiranía esta muy distante, casi en una completa y vulgar ignorancia.

Es auténtico

Director de CSB-CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas ,01 de septiembre de 2020

La ciudadanía ha decidido la recuperación de la democracia

José Machillanda

La ciudadanía en masa y vistas las múltiples y explosivas protestas que registra el eje de política doméstica, expresa su profundo tedio, irritante e incremental desconfianza y una gran determinación democrática para desplazar a este régimen ahogado e incapaz de hacer política, la cual cambió por antipolíticos y promesas incumplidas. Las protestas ciudadanas generalizadas y masificadas expresan la desconfianza hacia un grupo de desgobierno, que no termina por sentir el grave dolor del venezolano de a pie, de la familia empobrecida y triste y de todo un país que está al borde del más doloroso y peligroso momento de su desenvolvimiento como Estado-nación.

Esa ciudadanía como masa es la que ya ha logrado desarrollar un discurso. Un discurso político de reivindicación y demanda de sus derechos que es un objetivo central: la desobediencia civil a un régimen autoritario, militarista y sordo, distante de la ética que se complace En la mentira y en maniobras con las cuales pretende ganar tiempo, tiempo que ya no tiene por cuanto es momento para la democracia. Democracia donde se cumplan las leyes y, sobre todo, donde se logre la paz social. Todas sus mentiras, fintas y extrema propaganda grotesca, ya no tienen efecto en esta coyuntura de dolor que estremece a la república, a la ciudadanía y a la nación toda que, civilizadamente anhela reponer la democracia, es decir, la democracia recuperada.

La democracia recuperada será la expresión cívica de hacer política. Política para contener la ideología que se denomina militarismo perverso, la ideologización o totalitarismo, la presencia grotesca del profeta y el cubanismo perverso que es el modelo copiado de un grupo, que nada tienen que ver con Venezuela, donde sí existe un gen democrático que conducirá a un sistema democrático. Sistema democrático con libertades, basado en un consenso activo, voluntario pero sobre todo venezolanista. Recuperar, entonces, la democracia es anteponer, fortalecer y privilegiar la venezolanidad. Es ventear y ventilar el criollismo con sus tradiciones y valores que perfilan al individuo y a la colectividad, contra de la arbitrariedad y el “plan de machete”.

Es también a descentrar la política, léase, las instituciones y por lo tanto llegar a la república. República que rechaza esta vergüenza que se llama revolución, que deberá ser enjuiciada mediante el uso de la ley por parte de la ciudadanía, esa ciudadanía que emerge como un vector de política direccionada, expresión de la ferocidad del liderazgo democrático, que persigue la libertad, motorizará la justicia y convertirá la libertad -democracia en un escudo frente a la barbarie y el engaño del comunismo militarista. La energía política direccionada es y será la fuerza ciudadana para que la masa democrática detenga al militarismo cobarde que tanto daño ha causado a la república.

La ciudadanía democrática toda república, será toda energía. Energía para detener al socialismo a juro, por cuanto la decencia política será la que recuerde al gran actor central de esta grave irritación y desconfianza frente a tantos maulas. No habrá más espacio para el totalitarismo arrinconado y armado que persiste en el conflicto social artificioso, en su proyecto absurdo como agente de cambio social, intentando potenciar el comunismo sobre el cuerpo social venezolano. En ese empeño ya fracaso, fracaso por la ideología marxistoide que no pudo no puede imponer el totalitarismo. La ciudadanía toda energía está al lado de Rousseau, por ello se fortalece, confrontará al militarismo comunista y le negará su afán de gobernar la república al hombre armado y violento nunca bastante fuerte, para siempre creerse que puede ser el amo.

La república no puede tener amos. Los ciudadanos bebemos o creamos en la democracia, en la urbanidad, en nuestra religión católica, esas serán nuestras virtudes y nuestra fuerza que como ciudadanía defenderemos como venezolanidad, para lo cual estamos resteados y sabemos además cuán frágil y corrupto es el Estado Cuartel. Estado Cuartel, pues vergüenza y violencia que ha hecho supremo daño y mal sobre la sociedad venezolana y no lo hará más. La venezolanidad ya, en un movimiento político entendido como patrimonio doctrinario de los demócratas de Venezuela, que no aceptarán ser penetrados por el castro-chavismo-comunismo madurismo, por cuanto hay un movimiento político como masa ciudadana que lo detendrá. Lo detendrá como el movimiento político direccionado, organizado contra la barbarie y con articulación y demanda para un nuevo espacio social que significa agregación democrática.

Agregación ciudadana para provocar el cambio, mediante un flujo de democracia devenida de la desobediencia civil. Desobediencia civil para desnudar la farsa del 6D y para mostrar la férrea voluntad y energía que deviene del gen democrático del venezolano. Será un flujo continuo, imparable, creciente y lleno de dignidad e intención política diáfana: democracia. Lo democrático es entenderse como fuerza que crecerá al juntarse y producir ese cambio continuo que produce una masa social cuando comprende que tiene sentido de la historia. La historia de Venezuela que se anuda en la Libertad, aunada a la fe cristiana y en la comprensión de los clásicos, los grandes teóricos de la democracia. La democracia real, nueva, postmoderna y jamás la violencia ni las armas.

La democracia como flujo democrático ya está presente en el 87% de los venezolanos. Son ciudadanía, la mayoría de mujeres y hombres que se entienden como sujetos de derecho, que están abrazados a la Constitución de la República y a su cuerpo de leyes y decididos que Venezuela sea una democracia. Democracia con ciudadanos y ciudadanía para ejercer el gobierno según la leyes y la tradición venezolanista, entendiendo que Venezuela significa un territorio, una extraordinaria población y una tradición por la decencia política. Ciudadanos que tenemos como demócratas a una patria creadas por héroes, todos hacedores de la República que aman las leyes, la decencia y las tradiciones donde el ciudadano es cívico, es civil y este consciente de que Venezuela esta atada a lo civil, a la decencia y nunca jamás la bota grotesca del militar y el militarismo.

Es auténtico,

Director CSB CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 20 de agosto de 2020

La violencia extrema frente a la civilidad democrática

José Machillanda

El régimen socialista militarista en una extrema escalada antipolítica, ejercita la violencia política suplantando a la política, tal como lo ha venido haciendo desde el año 2017, cuando impidió por la vía armada el referéndum revocatorio a la sociedad democrática venezolana. El régimen y su barbarie con sus grupos armados irrumpen en la sede de un partido político, de espaldas al crítico momento político electoral creado en el país para conmocionar a la República. Esta intervención -cobarde y peligrosa- es un hecho abominable que niega la Constitución, las leyes y, sobre todo, al venezolano demócrata ciudadano.

El régimen ahogado y acobardado por la decisión de la mayoría democrática de ignorar la farsa electoral, recurre a la violencia política. Violencia política que ha tenido una respuesta política para el arrinconado grupo de comunistas, que se niegan a comprender el rechazo categórico de los demócratas. Rechazo que categóricamente se ha expresado frente a la violación de la Constitución. El ciudadano que ya se agrupa en un Movimiento de Renacimiento Político, para alcanzar vía la Resistencia Civil la transición política en Venezuela. La oposición democrática y sus líderes, prohombres, amas de casa, operadores políticos regionales junto a los líderes políticos vecinales, rechazan la barbarie de las bocas de fuego y el comunismo marxista. Comunismo marxistoride que asaltó la ecuación política por la vía de dos golpes de Estado desde 1992.

Las fuerzas democráticas haciendo política con civilidad, pero además con coraje, reconstruirán la democracia que establece la Constitución, es parte de la ciudadanía venezolana del siglo XXI. Ciudadanía que rechaza la violencia, que reclama su derecho a vivir civilizadamente, que le asquea la corrupción, el militarismo y la entrega de la República a grupos e ideologías perversas, ajenas a la filosofía, sociología y modo de vida del venezolano democrático. La ciudadanía democrática toda, aún dentro del clima de desespero, tristeza y miseria, impuesta por este régimen incapaz ha entregado al comunismo, ya tiene una respuesta a la Farsa Electoral.

El ciudadano demócrata está claro que un movimiento político electoral en un ambiente de fraude y negociados, su respuesta debe ser “hacer política, ténganlo claro… la ciudadanía frente al conflicto, frente a la violencia extrema de la barbarie militarista ejercerá la política. Política entendida como consenso activo y voluntario con protagonismo y garantía de libertad, amparado por la Constitución y las leyes. Totalmente distante del totalitarismo de practicas autoritarias, que por ignorantes se creen Amos. Para ello emplean la fuerza bruta en contra de la democracia decente, donde brilla el ser libre y estar en libertad.

La violencia extrema como expresión de la barbarie militarista, ha sido respondida con civilidad propia de la democracia liberal, en abierto repudio al primitivismo y en la convicción que el movimiento de renacimiento político democrático representa un patrimonio doctrinario de una organización histórica, los demócratas venezolanos del siglo XXI que están dispuestos a defender su libertad. Movimiento que habla de movilización social y de la decisión de una masa de ciudadanos, que se desplazaran en forma grupal, con decisión cívica, libertad y sentido de la historia como grupo que quiere vivir en democracia y así lo harán.

La civilidad tiene la palabra y la acción que la venezolanidad hoy la entiende como raza, raza amante de la libertad y creadora de la democracia. Democracia que logrará reinstalarla como una ecuación política, donde el individuo está por encima de la comunidad y el Estado, tal como venía ocurriendo desde 1958 hasta los dos golpes de Estado del 27 de febrero y 4 de noviembre de 1992. No será jamás el golpismo, el militarismo y menos la barbarie, quienes podrán imaginarse que ocuparan el espacio de la democracia. La democracia tiene como recursos fundamentales la existencia y presencia de la libertad, el derecho y la norma. Y Venezuela desde hace tiempo respeta una Constitución que es la súper ley.

La civilidad más la movilidad social, más el cuerpo societal como Movimiento de Renacimiento Nacional identifican la masa democrática de la República en movilización. Se convierten en la fuerza de la República, que proclama el Estado y el Estado de Derecho para en consecuencia enfrentar y responder a la barbarie militarista al margen de la ley. Es la específica activación de las masa por parte de ellos ciudadanos políticos, de la Venezuela decente como organización, quienes desde ya han dicho y dicen ¡No a la barbarie! La civilidad es una fuerza, fuerza cierta y organizada, que frente a esta insensatez del militarismo tendrá una repuesta política de gran alcance, con un comportamiento de defensa a la democracia que aspira el 87% de venezolanos.

Es auténtico,

Director CSB CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 11 de agosto de 2020