Venezuela: entre la resignación y el colapso silencioso
Editorial
El deterioro no siempre llega con estruendo. A veces se instala como un goteo que desgasta y doblega. Así vive hoy Venezuela: atrapada en una rutina de decadencia que ya no indigna porque se ha vuelto costumbre.
Ningún indicador social o económico ha mejorado sustancialmente para la mayoría. Salarios que no alcanzan para comer, servicios colapsados, educación en ruinas, inseguridad crónica, salud fragmentada y migración forzada configuran un colapso que avanza en silencio y erosiona la dignidad de millones.