

Manifiesto de los ciudadanos de Aragua a la dirigencia política democrática:
dirigentes nacionales, secretarios generales, diputados a la Asamblea Nacional y demás integrantes de las agrupaciones políticas y a las organizaciones sociales, sindicales, empresariales, académicas y a todas las fuerzas democráticas de país, a quienes mencionamos a continuación en estricto orden alfabético:
Nombre Organización Política
Andrés Velázquez La Causa R
Henry Ramos Allup Acción Democrática AD
Antonio Ledezma Alianza al Bravo Pueblo
Irán Gaviria Partido Unión y Entendimiento PUENTE
Claudio Fermín Soluciones por Venezuela
Juan Pablo Guanipa Primero Justicia
Campos Alfonso Movimiento Esperanza por el Cambio
Leopoldo López Voluntad Popular
Delsa Solórzano Encuentro Ciudadano
Manuel Rosales. Un Nuevo Tiempo
Eduardo Fernández IFEDEC
María Corina Machado Vente Venezuela
Enrique Salas Römer Proyecto Venezuela
Mercedes Malavé Partido Demócrata Cristiano COPEI
Felipe Mujica Movimiento al Socialismo MAS
Nicmer Evans Mov. por la Democracia y la Inclusión
Freddy Castellanos PROCIUDADANOS
Omar Ávila Unidad Visión Venezuela
Gabriel Puerta Aponte Bandera Roja
Rafael Venegas Avanzada Popular
Henri Falcón Avanzada Progresista
Simón Calzadilla Movimiento Progresista Venezolano
Henrique Capriles Primero Justicia
Timoteo Zambrano CAMBIEMOS Movimiento Ciudadano
“Un buen líder puede participar en un debate de forma honesta y minuciosa sabiendo que lo importante al final es que ambas partes estén más cerca que antes, y sean por ende más fuertes. Esto no sucede cuando se es arrogante, superficial o se está desinformado”.
Nelson Mandela
Los ciudadanos que refrendamos este texto, miembros de la sociedad civil, independientes o con militancia política, somos la expresión de la diversidad social y de pensamiento que nos define como sociedad, que habitamos y vivimos esta tierra de todos y para todos. Somos sufrientes de una realidad inducida, de manera mal sana, por unos agresores que parecen disfrutar del padecimiento de la ciudadanía venezolana que ya está harta de la amenaza constante, de la desesperanza, del odio, del miedo, de la ausencia y del hambre.
Pero también está harta de la inhabilidad de quienes nos representan y su incapacidad para ponerse de acuerdo. Queremos expresar nuestra profunda preocupación y malestar ante la confrontación de los líderes y factores de la oposición frente a la manera como debe lograrse la ruta trazada del cese de la usurpación.
La situación es apremiante y exige el mayor tratamiento ético y moral, que conduzca a la construcción de un Acuerdo Nacional, Lo que vemos los ciudadanos es una diatriba permanente, acusatoria, denigrante e innecesaria, fomentando la consolidación de la pérdida de confianza, el desprendimiento de los valores institucionales que representa la democracia y la convivencia, la desarticulación social, entre otros factores consecuentes.
Lo peor es que esa diatriba ha bajado a la base social, a los ciudadanos comunes, radicalizando a algunos, encontrando insultos de todos los calibres entre opositores, cuando deberíamos estar invirtiendo tiempo y energía en enfrentar la ilegitimidad instalada en Miraflores. Así que las descalificaciones directas, indirectas o por mampuesto de los principales dirigentes políticos, tiene a los ciudadanos ocupando su tiempo en luchas estériles contra sus hermanos.
El resultado de tanto desatino no achacable al régimen, desde el punto de vista emocional es frustración, desesperación y desesperanza; pero desde la óptica política la consecuencia es el descrédito de los partidos políticos y sus dirigentes.
Menos mal no son todos y aún quedan quienes apuestan por hablarle directamente a la ciudadanía y al igual que el presidente Güaidó, ponen el pecho al sacrificio por la libertad y la República. Aupamos a quienes promueven la discusión política de altura, sensibilizada, sin divinismos ni show, sin la garra por el poder, pero si con el objetivo de una Venezuela Libre para siempre, la Venezuela mejor, la Venezuela que viene.
Sin dudas debemos discutir y, ¿Por qué no?, batirnos apasionadamente por las alternativas en la que cada uno cree es la ruta propuesta por la visión democrática, pero con el objetivo vital de acercar posiciones, porque así lo demanda el sufrimiento y la muerte de millones de venezolanos. El deber ser en este momento es llegar a ACUERDOS, revisando todas esas opciones que están sobre la mesa.
Pero lo que vemos los ciudadanos son declaraciones genéricas, diluidas en explicaciones superficiales carentes de los impactos que sobre la vida ciudadana se generarían. Vemos discusiones aderezadas de descalificaciones hacia quienes piensan diferente en el propio campo opositor. La verdad es que TODOS queremos que salgan ya, pero quienes tienen la responsabilidad de alumbrar el camino pretenden imponer su criterio sin argumentar, sin señalar el cómo y, pareciendo que solos lo pueden lograr.
En otras palabras, el problema para cambiar y progresar no son los secuestradores de la patria, sino los venezolanos que estamos en la acera contraria, que no hemos estado a la altura por ignorancia (unos) y por incapacidad (otros), siendo la principal responsabilidad la de quienes tienen que trazar el camino: la dirigencia política a quienes está dirigido este manifiesto.
Otro seria el resultado para bien de los venezolanos, si se pusieran de acuerdo aquellos que aspiran a dirigir los destinos del país y los viéramos señalando el mismo camino, igual propósito e idénticas acciones. Para que ello ocurra, para que se salve la patria, es menester que se sienten, dialoguen, argumenten, y lleguen a acuerdos. En pocas palabras, lo que les estamos pidiendo es que hagan política y no abran la puerta a la anti-política.
Por esta razón, le proponemos y exigimos a la vez, que entre TODOS los factores democráticos se establezca un sincero DIALOGO Y NEGOCIACIÓN, para concertar la manera de hacer efectiva la salida del régimen, viendo y analizando todas las aristas de la acciones propuestas en la ruta democrática; que son múltiples, complejas y riesgosas; para lo cual se deben dejar de lado momentáneamente las aspiraciones de cargos de elección popular, momento que llegará mucho más temprano si se hace lo que proponemos.
Una vez concertado ese camino de la liberación, se debe acordar una GRAN PACTO NACIONAL sobre la Venezuela que no solo conquista la libertad, sino que da estabilidad y garantiza el progreso y las oportunidades para todos. El destino de la república está en nuestras manos. Perderla es la muestra de nuestras incapacidades ciudadanas y democráticas.
Este gran acuerdo tiene la necesidad y urgencia de quienes ya no aguantan más. Es la vida ciudadana la que clama lo que aquí pedimos. Es la verdad y la salvación de todos lo que marca el momento. Por lo tanto debe tener lugar a la BREVEDAD, y debe contar con la veeduría de la sociedad que cree en las instituciones democráticas. Invocamos los máximos valores políticos para que esta exigencia se haga realidad. La iglesia, la academia y el Presidente Juan Güaidó deben ser garantes de la concertación. Es posible ponernos de acuerdo.
Es pertinente señalar que esta gran pluralidad de visiones políticas que firmamos este documento, reconocemos y apoyamos como Presidente interino y líder en este momento de dificultades a Juan Güaidó, por su entereza, visión política e inteligencia ante tan compleja situación llena de riesgos, como la actual.
Por Venezuela, por los venezolanos, es el momento de tener el valor de sentarnos con nuestros adversarios internos, con todos los que están en la acera contraria al régimen. Juntos saldremos mucho más rápido de esta tragedia y podremos comenzar a convertir a Venezuela en referente mundial del país que renació de las ruinas y sentó sus bases de desarrollo, convertida en símbolo de la paz, justicia y de oportunidades para todos.
Esperando pronta respuesta expresada en el acercamiento y la concertación, quedamos de ustedes, atentamente:
Aragua en Red / Alianza Sindical de Trabajadores de Aragua -ASTA-/ Punto de Encuentro / Médicos Unidos de Venezuela- Aragua
Maracay, 16 de Agosto 2019