En tiempos de la República civil algunos carceleros atropellaron a quienes estaban ¨donde toda incomodidad tiene su asiento¨, como dice el manco de Lepanto. Hoy, son muchos los cancerberos rojos que cometen atropellos en contra de los presos políticos y de los familiares que los visitan, con el agravante de que los presos políticos de ayer eran culpables de rebelión militar, asesinatos de policías, secuestros y asaltos a bancos, mientras que los de hoy son inocentes.