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Opinión

Ángel Lombardi Lombardi

A las primarias opositoras, es de sentido común desearles éxito, por lo menos para quienes creemos que la única solución a nuestra larga y profunda crisis nacional es la derrota del régimen y un cambio radical de las políticas y prácticas políticas que vienen utilizando desde sus propios orígenes golpistas y autoritarios. Ahora bien, ello no implica ignorar las grandes dificultades a vencer hasta el 22 de octubre de este año 2023, fecha prevista para la elección de la candidata o candidato unitario.

Los candidatos a la vista confrontan no pocas dificultades, unos están inhabilitados, otros tienen prohibición de salida del país y todos están en permanente amenaza dada la arbitrariedad del régimen y el control que tienen de todos los poderes. El G4 muy maltratado después del desfenestramiento de Guaidó y la polémica pública, con descalificaciones mutuas, que acostumbran.

Sigue sin aclararse quienes van a votar en las primarias y si van o no a involucrar al CNE, igualmente existe el riesgo que algunos precandidatos al no ver atendidos sus planteamientos, se retiren y no participen.

Igual la preocupación que en el calor de la campaña algunos factores se alejen y que el nivel de pugnacidad se enerve y cree dudas con respecto a si los que pierdan las primarias acepten los resultados. Desde el punto de vista externo, el régimen va a tratar de infiltrar y manipular el proceso y contaminarlo, ayudando a crear más confusión y dispersión, como lo ha venido haciendo con la oposición en general, fragmentándola aún más.

Otro aspecto no menos relevante es la relación con el resto del espectro opositor, que al no verse representado y al no participar en las primarias, buscará sus propios mecanismos de participación para tener candidato o candidatos propios. Visto así, no es difícil vaticinar, por lo menos dos candidatos opositores adicionales.

Con dos candidatos de oposición o más, el régimen tendría muchas posibilidades de ganar, con la enorme ventaja adicional que da ser gobierno y controlar todos los poderes y al propio CNE. El desafío es grande, pero toca asumirlo. Candidata(o) con credibilidad es importante y un planteamiento al país creíble. El 2024 es una cita histórica que nos obliga a todos.

Twitter: @angellombardi

Ángel Lombardi Lombardi es licenciado en Educación, mención Ciencias Sociales, con especialización en la Universidad Complutense y la Universidad de La Sorbona. Fue rector de la Universidad del Zulia y rector de la Universidad Católica Cecilio Acosta.

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Griselda Reyes

Yo soy de las que pregona por doquier que Venezuela es el mejor país del mundo. Sí, aunque sé las cientos de limitaciones que tenemos como nación, yo siempre valoro profundamente lo nuestro, principalmente nuestra gente. El venezolano, y –más aún– la mujer venezolana, es luchadora, aguerrida. No se cansa, no se rinde.

Recientemente se celebró el Día Internacional de la Mujer, un día en que conmemoramos y exaltamos a las mujeres que defendieron y que a diario defienden el género y la igualdad. Nuestras mujeres salieron a la calle, no a celebrar –pues esta fecha no se celebra, sino que se conmemora– en protesta de las justas reivindicaciones que merecen.

Si bien mi quehacer diario se corresponde con la actividad privada, no nos resulta ajeno la realidad del sector público venezolano. Conozco maestras que pagan por ir a dar clases, y es que, aunque parezca imposible, es tal su nivel de vocación, que, de sus otros trabajos, tigres u oficios, sacan los fondos para costear el pasaje y la comida que le permita llegar al aula de clases.

También conozco muchísimos casos de enfermeras y policías, por solo citar un caso más, cuyas remuneraciones sencillamente no les alcanza para alimentar a sus hijos. Mujeres honradas que se bandean haciendo de todo para ser el sostén de hogar.

Frente al drama de los empleados públicos en general, y principalmente nuestros pensionados y jubilados; no tenemos hoy otra opción que aplaudir de pie su digna lucha. Son venezolanos, unos que a diario se esfuerzan por entregar lo mejor de sí, mientras que otros entregaron sus mejores años de trabajo; para hoy verse obligados a reclamar las justas reivindicaciones que por derecho constitucional les corresponde.

No podemos criminalizar su derecho al justo y pacífico reclamo. Son hombres y mujeres que no merecen los sueldos de hambre. Está obligado el Estado a conferir lo que es justo.

Entendemos que las sanciones han venido a complicar la ya muy pobre y golpeada economía nacional. Pero no podemos seguir estancados como país en el libreto reciclado de excusas permanentes en lugar de dar respuesta a los ciudadanos.

Salir en contra de quienes siguen en la calle reclamando compensaciones acorde al alto costo de la vida que hoy nos golpea a todos, es burlesco, criminal, inhumano. Hay que atender esta coyuntura, pensando en los derechos humanos de quienes se acuestan sin comer, y no en el padrón electoral de la próxima elección.

Es realmente trágico que el país que tiene en su subsuelo las mayores reservas petroleras del planeta, hoy tengan sobre su asfalto a hombres y mujeres con las suelas desgastadas de tanto protestar sin respuesta alguna.

El Ejecutivo, hoy más que nunca, está obligado a asumir políticas económicas serias. Ya basta de imprimir dinero inorgánico a través de un dominado Banco Central de Venezuela (BCV). Estas dos décadas nos han demostrado que estas medidas solo empobrecen, aún más, a los empleados venezolanos.

Hoy decretan un pobre aumento en bolívares, una moneda tan devaluada como esa, sin respaldo en la reserva nacional, y esto al otro día se traduce en más inflación dejando a nuestra gente con menos poder adquisitivo del que tenía antes del ajuste.

Hay que ponerle un parao a este círculo vicioso de la devaluación y para ello el manual de excusas no es suficiente.

Twitter: @griseldareyesq

griseldareyes@gmail.com

www.griseldareyes.com

Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.

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Alejandro J. Sucre

Es maravilloso ver el empuje y el altísimo nivel de emprendimiento que hay en nuestro país, a pesar de los inmensos obstáculos que los dirigentes políticos imponen sobre la población para su desarrollo económico. Los empresarios generan beneficios y proveen bienes y servicios indispensables a todos los venezolanos sin distinción de ideología política, sin considerar si es político o no, sin importar raza o generó. Todos los empresarios de Venezuela hoy se han mantenido de pie y han logrado en el presente mantener a los venezolanos surtidos de todos los servicios y bienes disponibles en las economías más modernas del planeta.

Muchos lamentan a tantos venezolanos que se han ido a otras tierras generando una fuga de talento peligrosísima para la nación. Sin embargo, si uno examina y detalla la disposición de bienes y servicios que se encuentran en el país hoy, vemos que hay muchos nuevos empresarios que han surgido o se han mantenido a pesar de que Venezuela ha vivido la peor crisis económica del hemisferio occidental. En Venezuela a los empresarios se le ha venido abajo la economía y el poder adquisitivo de la población como a casi ninguna otra nación en el planeta en los últimos 12 años. Han emigrado 6 millones de venezolanos buscando otras tierras donde prosperar, hemos sufrido la más alta hiperinflación del planeta por los efectos de las expropiaciones, los controles de precios y de cambio, del uso de la liquidez monetaria del Banco Central y de la Tesorería Nacional para para patológicamente privilegiar a la clientela política. Venezuela además ha estado sometida a una guerra política y geopolítica entre sus dirigentes de gobierno y oposición entre Rusia, China y EE.UU. que sometió a los empresarios a a sanciones económicas por los EE.UU. donde ni siquiera se pueden hacer vuelos normales y menos sistemas de pagos expeditos. El empresario venezolano además ha sido desestimulado por un gasto fiscal que carece de total transparencia y lo cuales son de asignados a dedo y sin licitaciones. Esto ha generado fallas de servicios públicos como luz, internet, agua, carreteras, y seguridad personal que aumentan los costos de operar en Venezuela y competir con las empresas de otros países cuyos gobiernos son mas eficientes. La hiperinflación generada por el gasto publico clientelar y patológico además elimino el crédito en Venezuela. Además, los dirigentes políticos en lugar de corregir las fallas administrativas tan profundas en la administración de las empresas del estado y del gasto en infraestructura, buscan aumentar impuestos a las empresas que se quedaron en el país. Han emigrado también miles de empresas de primer orden,

Aun así, hoy los venezolanos todos podemos estar sumamente orgullosos de que gracias al indomable espíritu empresarial que queda en Venezuela no falta casi ningún tipo de alimento, medicina, construcción, tecnología, servicios de todo tipo. Todos los bienes que deben y pueden proveer los empresarios de un país moderno lo proveen los empresarios que se quedaron en Venezuela a nuestra población. Los sueldos solo pueden subir si aumentan las ventas de petróleo a 2 o 3 millones de barriles por día. Para eso el gobierno y los políticos de oposición deben ponerse de acuerdo para que EE.UU. levante las sanciones y se salgan del macabro juego geopolítico en que se metieron como parte de su guerra desmedida del poder. Los sueldos subirán también cuando el gasto fiscal sea utilizado para crear más y mejor infraestructura eléctrica, vial, hospitalaria y educativa que permita el florecimiento de más hoteles ecológicos , fábricas de todos tipo, fincas no para embolillárselos unos pocos y llevárselo a cuentas en Suiza u otras latitudes . Sin sanciones y con un gasto fiscal que se haga vía licitaciones, los emprendedores en Venezuela crearan nuevos servicios que generaran mas divisas en turismo, exportación de todo tipo de productos, mas eficiencia en la industria petrolera, gas y petroquímica, participaran en moda, tecnología, deportes, talentos artísticos, médicos, científicos, desarrollos agrícolas, seremos una nación muy destacada en el mundo gracias al espíritu empresarial que posee el venezolano. El gobierno del presidente Maduro tiene la oportunidad de seguir los cambios que genero desde el año 2020 liberando el cambio y la fijación de precios, profesionalizando parte de la administración publica. Ahora debe ser mucho mas rápido en negociar el levantamiento de sanciones y de organizar un gasto fiscal mas eficiente. No puede hacer perder tiempo a la población creyendo que con sanciones y sin mejorar la administración de recursos fiscales podrá verse un renacer de la economía venezolana. Con sanciones y sin un. Mas eficiente gasto fiscal Venezuela no será el paraíso.

Twitter: @alejandrojsucre

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Carlos Raúl Hernández

“No odies a tu enemigo, porque eso te impedirá derrotarlo”. El Padrino. Mario Puzo (y Coppola)

Común es equivocarse, difícil acertar y el pensamiento científico se basa precisamente en el principio de “ensayo y error”, por falta de ejercicio crítico, que se hace error y error. Las equivocaciones son remisibles, salvo las fatales, pero según la psiquiatría, el dogmatismo, la irrealidad, el narcisismo y la inexperticia inducen al fallo y, encima, dificultan las rectificaciones. Los triunfos dependen de la ecuación capacidad, voluntad y suerte, y la tabla del error prone es un gradiente desde la temeridad hasta la cobardía con puntos medios virtuosos. La temeridad conduce al desastre radical, y la cobardía a la abulia, a eludir la acción y sus riesgos por miedo. El fracaso de la oposición, que arrastró a la comunidad internacional, nace de la enfermedad infantil del radicalismo temerario, por no entender la esencia de la política, contradicción-acuerdo, sustituida la inteligencia por el radicalismo.

En 2002 cae el gobierno y la torpeza radical elimina diputados, alcaldes, gobernadores, el sistema político que ya se había pasado al nuevo, y ante el caos, los militares deciden retroceder. Carmona se dio cuenta del disparate y anuló el decreto número uno con el número dos, pero Miquilena, Poleo, Petkoff y otros relegados en el nuevo esquema, dieron descabello a un gobierno calificado “de extrema derecha”. En 2018 la oposición ganaba las elecciones por paliza, pero inhabilitados los candidatos de clase media caraqueña, prefirieron a Maduro, un chavista abierto, en vez de Henri Falcón, “chavista encubierto”, decían, y además, plebeyo. También estuvo servida la mesa en 2019, y la euforia de la novillada de feria impidió que los cabecillas se dieran cuenta, más pendientes de despreciar y torcerle los ojos al PSUV, bañarse en las masas, y preparar las cárceles para nuevos huéspedes. No puedo olvidar la frase histórica: “solo negociaremos con Maduro qué va a comer en el avión”. Si Maduro hubiera siquiera ido al baño, el gobierno se desestructura.

La política subnormal, la subjetividad extrema en la praxis, procesa los actos y los fallos a partir de sentimientos y pasiones. Al desacuerdo sigue la furia y con ella la imprecación, el vejamen, y explicar las diferencias de criterio por “motivos ocultos”, “sucios”. “Quien me adversa, -tienden a pensar-, es porque lo mueven intereses oscuros”. Los políticos realistas, que merecen llamarse dirigentes, tratan de mantener los debates en el plano racional, controlar la enfermedad del odio, “tienen el cuero duro” porque saben que será necesario que adversarios de hoy sean aliados en el siguiente combate. Prefieren la ironía al insulto. Winston Churchill no debe faltar cuando se habla del buen hacer político. Después de ganar la guerra mundial, inesperadamente perdió las elecciones de 1945 con el izquierdista Clement Attlee, quien anunciaba su proyecto de nacionalizar los gigantes del carbón, el hierro y la siderurgia. Durante una sesión regular del parlamento, este entra al baño donde estaba Churchill, quien al verlo corre teatralmente a los urinarios del extremo opuesto, mojando el piso.

Sorprendido, Attlee le hace un chiste de baño: “¡qué te pasa Winston. Le tuviste miedo a mi poder y no a Hitler!” a lo que responde “¡claro que no. Lo que pasa es que tú no puedes ver algo grande que funcione porque lo expropias!”. Muchas diferencias pueden ser solo circunstanciales o no, y construir una mayoría es posible cuando te acercas a quienes adversaron tus posiciones (como hizo Winston para ganar la siguiente elección) y la posibilidad de triunfo se aleja cuando en cada episodio dejas el camino sembrado de enemigos en vez de puentes para futuras alianzas. Rafael Caldera y Jóvito Villalba fueron arietes para derrocar a Rómulo Gallegos en 1948. Y contra todo espíritu de venganza, Rómulo Betancourt los hizo aliados e incorporó en 1958 al gobierno del Pacto de Puntofijo. La política democrática puede parecer un teatro en que los políticos se combaten y luego van a almorzar juntos, lo que la moralidad doméstica o antipolítica no entiende y detesta. Los grandes líderes suelen ir contra la corriente.

Lenin llega a la estación Finlandia de San Petesburgo procedente de su exilio en Zúrich el 16 de abril de 2017. En el largo trayecto, sus cavilaciones lo llevan a cuestionar la teoría de Marx y credo ortodoxo bolchevique: que la revolución debía cubrir una etapa de desarrollo democrático. Se había convencido, al contrario, de implantar inmediatamente la dictadura del proletariado en Rusia. La renuncia del zar había creado un clima de euforia democrática, algo como el “espíritu del 23 de enero” de 1958, pero Lenin no teme quedarse solo, desafía con toda su fuerza el ambiente con las Tesis de abril, anuncia que hay que hacer la revolución y derroca al gobierno democrático de Kerensky siete meses después. 23 años de derrotas en Venezuela deberían haber servido para un cambio de paradigma en la manera de enfrentar al PSUV y abandonar, las “seudoconcresiones” llamadas así por Karel Kosik. Lo fundamental del paradigma fracasado es “el gran rechazo” marcusiano al “sistema”, “el régimen”, que plantea, a costo de excomunión, abandonar cualquier espacio establecido por su índole “corruptora”.

Esta filosofía hippie, de la Nueva Izquierda, el mayo francés, el movimiento estudiantil, se asqueaba de la política, el voto, los sindicatos, los partidos, el aparato “ideológico” educativo, las elecciones, los mass media, la familia, la heterosexualidad “convencional”, la belleza comercializada, la industria cultural, la Iglesia, las tradiciones, el lenguaje “ideologizado” y un etcétera interminable, (que hoy regresa como actitud progresista en el tono despectivo y ridículo, de superioridad que asume Podemos, sin autoridad moral, contra “la casta”) En Venezuela a la oposición no se le ocurrió más que asumir el gran asco de derecha, resumido en la doctrina Tarre: abstención electoral, tono de inquisidores, intransigencia irracional frente al diálogo, ruptura de conexiones con el adversario, rechazo al CNE, a los partidos “colaboracionistas, apoyo a una invasión extranjera y a “sanciones”, para asfixiar un cambio de rumbo económico en beneficio de la mayoría. Las dos ultras se encuentran en este punto.

“Mientras peor mejor”, es una visión primate, superficial, economicista, que manejaron los comunistas, “agudizar las contradicciones”. Lo contrario al “gran rechazo” es la normalización, luchar por recuperar plenamente la institucionalidad, romper con los suicidios cortoplacistas. Creen que cualquier cosa que empeore la situación social perjudica al gobierno, pero es exactamente al revés y es demencia apostar a la cubanización, en vez de contribuir a alejarla. Se requiere un hueco negro neuronal para creer en un desvarío tan atroz e inhumano. La conclusión es tajante: la economía por sí sola no quita ni pone gobiernos, lo hace la capacidad política como lo demuestran estas dos décadas, a menos que suene la flauta, que no es fácil. Cuando se produjo la horrenda matazón del intento de derrocar al gobierno lanzando a las calles premeditadamente muchachos, unos años atrás, aquel pequeño Eisenhower nos dejó la frase inolvidable digna de la invasión a Normandía: “en toda confrontación hay bajas” aunque que no eran marines armados hasta las cejas, sino niños con escudos de cartón. Se necesitó una incapacidad extrema para la cadena de errores de 2016 en adelante.

Nuestro Ike salía hace poco al exterior a “convencer” de que no suspendieran sanciones para no ayudar a Maduro”, es decir, para reventar más de miseria a los venezolanos. Ambas frases, aunque con años de separación, definen a quienes han dirigido la oposición. Alguien debía explicarles que la política es una prueba de inteligencia y más ahora en el “nuevo orden mundial”, porque el planeta se distribuye en parcelas, bloques nacionales sin hegemonías claras y cada régimen político será más autónomo. En los BRICS, por ejemplo, solo hay dos países democráticos y ya no se pide esa credencial porque las nuevas alianzas son económicas y pragmáticas, no ideológicas. Venezuela y Rusia demuestran que incluso la primera potencia mundial no puede imponer su voluntad, ni siquiera en Nicaragua. Ortega implanta una dictadura casi en la frontera norteamericana, sin precedentes despoja ciudadanos de su nacionalidad, suprime candidatos presidenciales y encarcela representantes de la Iglesia. Es decir, hace lo que le da la gana y nadie lo puede impedir. EE.UU debería sopesar muy cuidadosamente eso para no dar pasos en falso en sus decisiones sobre Venezuela.

@CarlosRaulHer

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Ismael Pérez Vigil

La semana pasada inicié una reseña de la actividad de la Comisión Nacional de Primaria (CP), a partir de tres discursos de J.M. Casal, Presidente de la Comisión, en la que me referí a los dos primeros discursos; hoy finalizaré con el tercer discurso, el pronunciado el 15 de febrero de 2023 (Anuncio), al anunciar la fecha y cronograma de la elección; al igual que en el caso anterior, citaré entre comillas y cursivas sus palabras en el discurso; y al final, me referiré también a uno de los comunicados y declaraciones de la CP.

En este tercer discurso se describen los dos componentes fundamentales que la CP considera suyos: “…primero conducir el proceso que lleve a la elección ciudadana de una candidata o candidato unitario a la presidencia de la República y segundo hacerlo de tal modo que generemos una legitimidad reforzada acrecentada por un esfuerzo y una ilusión común de cambio político” (Anuncio)

En ese fuerzo de consulta, de puesta en común, la CP informó ese día que “…sostuvo intercambios con más de 120 organizaciones políticas y sociales… (e)… innumerables reuniones privadas con personas claves para la adecuada preparación de la primaria…” (Anuncio); de allí que la CP plantee que “…hay señales alentadoras sobre las perspectivas de la primaria…(los)… estudios revelan un inmenso apoyo de la sociedad venezolana a la primaria como el mejor mecanismo para la selección del candidato unitario de las fuerzas democráticas y una creciente intención de participar en la primaria.” (Anuncio)

En su discurso la CP desestima como incierto lo que algunos consideran como un peligro, que la división de la oposición se agudizará y resalta que “…Desde el 2010 las primarias han sido un procedimiento exitoso para seleccionar candidaturas en una alianza opositora cohesionada.” (Anuncio) y resume en esta frase todo el sentido de esta propuesta: las primarias “…son pues un símbolo de unidad.” (Anuncio)

La CP apuesta entonces a que “…la primaria contribuye a reunificar a la oposición … en el objetivo compartido del cambio político y con la sociedad democrática como protagonista… (pues)… todos los que exigimos el respeto de los derechos políticos y la libertad ciudadana terminaremos de dar cuerpo y vigor a la Primaria” (Anuncio) pues está, como actividad política al fin, “…debe ofrecer un camino efectivo para la recuperación de la libertad.” (Anuncio)

Con esta declaración, de manera enfática, la CP advierte que “A partir de este momento la primaria requiere mucho más de la cooperación de todos. Con este anuncio colocamos completamente la primaria en manos de la gente… (de)… todos los venezolanos que queremos vivir mejor que queremos vivir en democracia…” (Anuncio)

La Primaria se convierte entonces en una tarea de todos los venezolanos los que estamos adentro y los que están afuera del país, que se vieron “…forzados a salir de su patria, de los presos políticos y sus familiares, de las víctimas de violaciones a derechos humanos”, que remataría más adelante afirmando que “…el éxito de la primaria depende esencialmente de qué cada ciudadano asuma el protagonismo que el momento histórico exige.” (Anuncio)

La CP volvió a enfatizar lo que fue el discurso del primer mensaje del 12 de diciembre: “…la primaria significa un apuntalamiento de la ruta del voto como instrumento de cambio, ciudadanía y soberanía…” y tras hacer referencia al discurso de Bolívar en Angostura −pues coincidencialmente ese día se cumplían 204 años de ese discurso−, el Presidente de la CP anunció que se convocaba a la lección primaria para el 22 de octubre del año 2023.

Seguidamente se explicó el esfuerzo que se está haciendo en dos direcciones, para designar las Junta Regionales −que son los organismos subalternos de la CP− en cada región del país; y también la conformación de los Comités de Apoyo a la Primaria, que son un instrumento fundamental para la incorporación de sectores y de ciudadanos a las actividades de la misma. El discurso resaltó igualmente que hay todavía algunos temas álgidos que están pendientes de una decisión; pero que ya tienen en el cronograma que se anunció ese día, una fecha para ser resueltos, como son el complejo y complicado tema del voto en el exterior y la relación con el Consejo Nacional Electoral, que como se recordará en diciembre se solicitó a este organismo la utilización de los centros electorales y se le instó a la actualización del Registro Electoral. El Presidente de la CP, informó que ya ha sido aprobada la Comisión técnica conjunta con el CNE que fue también solicitada en el mes de diciembre y que el día 8 de marzo fue su instalación.

En el discurso del 15 de febrero que comento, se enfatizó una vez más la importancia y la significación que se le da a la solicitud de los centros de votación; conviene entonces prestar atención a lo que fueron las palabras textuales de J.M. Casal, con respecto a este punto, pues en los centros electorales: “ los ciudadanos podrán ejercer su derecho al voto… de manera más ordenada y segura y podrán hacerlo seguramente más ciudadanos con toda la diversidad social de Venezuela en urbanizaciones y zonas populares en áreas urbanas y rurales con extensa penetración territorial y social.” (Anuncio) y enfatizó de manera precisa que: “… los centros de votación los vamos a exigir. Los estamos exigiendo. Es una cuestión de derechos.” (Anuncio)

Disipando los temores de algunos, el discurso continúa recordando que si no es posible lograr los centros de votación bajo las condiciones que se soliciten, la CP seguirá a una primaria autogestionada y que en cualquier caso la CP será “…órgano rector de la primaria…” (Anuncio) y como tal controlará “…el proceso en todas sus fases.” (Anuncio), resguardando siempre otro de sus principios fundamentales, inderogables, que: “…la identidad de lector siempre estará protegida y resguardada… al igual que la autonomía en nuestro funcionamiento. No respondemos a instrucciones de intereses de ningún factor político…” (Anuncio)

Con el mismo énfasis explicó cuáles son las razones para solicitar las jornadas especiales de actualización del Registro Electoral, las cuales se hacen indispensables debido a la “… enorme brecha de millones de venezolanos en todo el territorio nacional que no están en el registro electoral o no han actualizado su dirección y la correspondiente inscripción.” A partir de este momento y tras reiterar que la CP no impedirá la participación en la Primaria de los ciudadanos inconstitucionalmente inhabilitados por la Contraloría, en su discurso el Presidente Casal pasó a describir los elementos e hitos más importantes del Cronograma.

En mi artículo del 18 de febrero, “’Fecha y Cronograma de la Primaria: Detalles”, me referí en extenso a este punto, por lo que considero innecesario repetirlo; los invito a consultarlo en: https://bit.ly/3ScXEOa ; por lo tanto, me referiré ahora a un aspecto, sobre el cual se ha pronunciado la CP y que no está contenido en los discursos.

Se trata de las declaraciones de algunos voceros de partidos políticos que, por la prensa, han denunciado que no participarán en la Primaria, por no haber sido invitados a la consulta o haber sido excluidos del proceso. La CP al respecto, en una nota de prensa del día 27 de febrero de 2023, difundida a través de su cuenta Twitter (@cnprimariave), aclaro que la CP en realidad no llamó o convoco de manera específica a ningún factor político a la consulta; lo hizo, sí, con la Jerarquía de la Iglesia Católica, por su significación social, cultural y religiosa en un país, mayormente católico; lo hizo también con sectores estudiantiles, que no están convocados específicamente a participar promoviendo candidatos; y con los observadores nacionales, que por la naturaleza de su actividad, tampoco lo están y que la CP considera importante que participen.

Los mencionados fueron los únicos convocados por la CP, que no lo hizo con ninguna organización o personalidad política y que atendió a todos aquellos que lo solicitaron e incluso que “Todas las organizaciones que formalizaron su incorporación como factores políticos que respaldan la Primaria, en los términos del Reglamento, han podido presentar postulaciones a las Juntas Regionales y han designado representantes ante nuestra Comisión Asesora Técnico Electoral.” Y aclaró que el : “… proceso de consulta ha estado y sigue abierto a todos los que solicitan ser recibidos. Nadie ha sido excluido… (pues)… A todo evento, el plazo de postulación de candidaturas para la elección Primaria aún no ha comenzado.” De manera que, las puertas de la Primaria siguen abiertas para todos aquellos que aspiren a un cambio político en el país.

Por último, vale la pena concluir con un par de sentencias del discurso de J.M. Casal en el cual anunció la fecha y cronograma de la elección Primaria:

  • “Si serán nuevos los actores, lo dirá el electorado, pero estoy seguro de que serán nuevos los procedimientos y el tipo de conducción emergente.” (Anuncio)

    “La suerte está echada, en el sentido histórico de esta frase. Avanzaremos con resolución hacia el objetivo trazado, junto a todos los ciudadanos que quieren el cambio político, a quienes corresponde a partir de ahora encabezar con nuestro respaldo este proceso.” (Anuncio)

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

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Humberto García Larralde

No se me quita de la cabeza la idea de que las peleas y descalificaciones entre miembros de la dirigencia opositora --cuando debería privar un espíritu unitario de cara a las eventuales elecciones de 2024--, obedecen a la convicción compartida de que el régimen de Maduro está acabado. Maduro no tiene razón de ser –lo dicen las encuestas-- y quien logre posicionarse hoy a la cabeza de la oposición será pronto presidente. A pesar de que, hasta ahora, tal supuesto no se ha cumplido, es sólo cuestión de tiempo. Ante tamaña certidumbre, las ansias de ser la persona escogida, quien habrá de bañarse de gloria por conducir –exitosamente—la transición hacia una democracia, parecen haberse salido de madre.

No tengo porqué dudar de la sinceridad de las convicciones democráticas y libertarias de muchos que incurren en tales prácticas. Asimismo, es fácil coincidir con la premisa de que el régimen de Maduro no tiene razón de ser. En fin, es insólito que, en escasos siete años (2014-2020) y sin que mediara una guerra ni otras adversidades sobrevenidas (terremotos, huracanes), la economía venezolana, bajo su mandato, se haya reducido en unas tres cuartas partes. Cuando uno le cuenta eso a quienes, fuera del país, no están familiarizados con la tragedia venezolana, la reacción más común es la de no creer lo que se les dice: es una exageración que le resta veracidad a lo que se intenta explicar. Lamentablemente, es ésta la dimensión real de nuestra tragedia, condenando a la inmensa mayoría de los venezolanos a condiciones de hambre y miseria impensadas previamente en la era petrolera de nuestra historia.

Pero, a pesar de constituir el régimen de Maduro un contrasentido, encontrado con las responsabilidades que uno espera de todo gobierno, no por ello se desprende que, por alguna sobre determinación histórica o del deber ser democrático, su salida está dada. Media, claro está, la acción política necesaria para sacarlo. Y, ésta –hemos debido aprender dolorosamente-- no es “soplar y hacer botellas”. Si hay algo por el cual el liderazgo opositor ha debido haber reflexionado bastante y con profundidad, es acerca de las causas de la inesperada resiliencia exhibida por tan nefasto, incompetente y destructivo poder.

En primer lugar, inescapable, está el apoyo de la cúpula actual de la fuerza armada. Es menester identificar a quienes, con Padrino López a la cabeza, han convertido en traidores a la patria a estamentos de la FAN, es decir, en instrumento de quienes la destruyeron y subordinaron a intereses foráneos. ¿Cómo se conforma la estructura de complicidades sobre la cual descansa? Además de la corrupción, deben denunciarse los constructos ideológicos fascistas que terminan justificando su actuación como ejército de ocupación, sometiendo al pueblo. ¿Aspectos nunca superados del militarismo decimonónico? ¿Cómo neutralizarlos? Hay que contraponer a ello una visión de la FAN en democracia: sometida al poder civil, más reducida, altamente profesionalizada y con remuneración y dotaciones que eviten las tentaciones extorsionistas que hoy la corroen.

Hay que pensar en cómo conciliar el necesario castigo a quienes hayan protagonizado la violación de los derechos humanos de los venezolanos y/o saqueado a la nación, con la imperiosa necesidad de negociar una disminución de los costos que, para ellos, implique su abandono del poder, hasta donde sea políticamente aceptable. Entraría en juego un régimen de justicia transicional y de manejo de las sanciones impuestas a muchos, que faciliten este proceso. ¿Se ha avanzado con los criterios que permitirán avanzar en este propósito, se han identificado potenciales interlocutores que podrían interceder para que ello ocurra?

Luego está la obligada respuesta a la gravísima situación económica por la que atraviesa el país. Se ha puesto en evidencia que la supuesta “normalización” que algunos creyeron se asomaba el año pasado, no condujo a recuperación alguna. Los empleados públicos -maestros, profesores, médicos, enfermeras, policías, administrativos, prestadores de servicio y demás - están tomando las calles en protesta, con frecuencia y participación crecientes, porque el nivel de empobrecimiento a que los condena sus miserables sueldos es invivible. Hay que apoyar estas luchas en demanda de mejores remuneraciones, denunciando la criminal destrucción de los medios de vida del venezolano.

Pero hay que contraponer, necesariamente, un proyecto de país alternativo, capaz de ofrecer opciones de solución creíbles, con las que la gente pueda identificarse. Esto significa, en primer lugar, desistir de soluciones mágicas: ni va a ocurrir un aumento del precio del petróleo que venga milagrosamente al rescate, tampoco la dolarización completa nos sacará del abismo y menos aún levantarles las sanciones a PdVSA. El país, igual, no tiene dólares ni capacidad de generarlos en el corto plazo.

No hay solución que no pase por un programa de ajuste macroeconómico que devuelva la estabilidad de precios y de tipo de cambio al país. Ello difícilmente ocurrirá sin un fuerte financiamiento internacional. Y, como hemos planteado tantas veces, poder contar con este financiamiento lleva a instrumentar las reformas necesarias para que la economía se reactive y pueda reembolsar esos créditos en el tiempo. Entre otras cosas, implica restablecer las garantías a la propiedad y procesales de nuestro ordenamiento constitucional y la observación de los derechos civiles, económicos y humanos en general, base para generar la confianza y las seguridades que respaldan la inversión productiva. Será necesario enfrentar, además, los poderosos intereses que se han apoderado del Estado para expoliar al país.

Sin aumentos sostenidos y ambiciosos en la productividad laboral no habrá mejoras sostenibles en los ingresos de los venezolanos. Ello es factible porque el país cuenta con una brecha enorme de recursos no utilizados o subutilizados, a causa de la gestión chavo-madurista. El ajuste, por tanto, tiene que ser de naturaleza expansiva, liberando a la economía de la asfixia de sueldos y de otros gastos del Estado, así como del crédito bancario, instrumentadas por Maduro en su intento por contener el alza del dólar. Pero esta conexión debe enlazarse con iniciativas y proyectos concretos de la gente, involucrando, donde sea posible, propuestas de solución a nivel local, regional o sectorial, en torno a las cuales pueda verse retratada. Ello deberá poner al descubierto la naturaleza de las trabas que dificultan la superación de las terribles estrecheces que sufre hoy la población, y enfatizar la imperiosidad de cambios.

Lo dicho arriba también es condición para resolver la insufrible carencia de servicios -agua, luz, gas, seguridad, gasolina, etc,- como la imprescindible e importantísima labor de recuperar, fortalecer y desarrollar una educación y una atención de salud universales y de calidad. Se han asomado muchos proyectos concretos en estos campos que, de nuevo, requieren financiamiento internacional y que presuponen el establecimiento de un marco institucional que la haga factible. Contar con la diáspora venezolana será un importante activo en este empeño, como en lo anteriormente señalado. No obstante, dada la naturaleza del actual régimen, la conexión con el necesario cambio político es insoslayable.

En fin, son muchos los elementos que deberían tomarse en cuenta para la construcción de una alternativa de cambio real, creíble y que inspire confianza. Porque no se trata sólo de dirimir el candidato de una pregonada unidad del voto opositor. Es menester aprovechar las primarias, como las movilizaciones y planteamientos que se hagan al calor de los problemas que atormentan a la población, para forjar esa alternativa, de manera que se convierta en un proyecto para el cambio capaz de inspirar a esas mayorías -80% de la población- que claman por la salida de Maduro. En una entrevista reciente por Radio Fe y Alegría, el conocido luchador democrático Chúo Torrealba expresó su frustración con los llamados a votar siempre “en contra de”: era tiempo de convencer a la gente a votar “a favor de”. Obliga a forjar una propuesta convincente, que pueda hacer realidad los cambios.

No sólo hay que escoger el candidato, es necesario forjar el apoyo masivo que garantice su triunfo y que esté dispuesto a defenderlo ante el empeño fascista de trampear las elecciones. Todavía más decisivo, es menester que el proyecto con que se identifique la gente logre consolidar el proceso de transición democrática y de transformaciones, y neutralizar los intentos que puedan producirse para sabotearlo. Evitemos estar frente al triste espectáculo de unos borrachos peleándose por una botella vacía.

Economista, profesor (j), Universidad Central de Venezuela

humgarl@gmail.com

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Jesús Elorza G.

El fair play o juego limpio es un término usado en el ámbito de los deportes, para señalar el comportamiento honesto y correcto, el cual deben mantener los atletas ante sus oponentes, el árbitro, y los asistentes. Éste se distingue por anteponer la satisfacción de competir limpiamente, y priorizar el deporte por encima del deseo de obtener la victoria. Esta expresión demuestra respeto al contrincante, al árbitro y a las normas; por consiguiente, enseña el efectuar el juego limpio, sin trucos o simulaciones que lleven a confundir al rival, o al juez.

Sin embargo, a lo largo de la historia del deporte hemos visto como la norma del juego limpio se ha visto inmersa en hechos contradictorios ocasionados a título personal o por gobiernos sin escrúpulos que buscaron los triunfos en las competencias a través de medios ilícitos. Los ejemplos más resaltantes han sido las políticas de estado para el dopaje de los atletas, empleadas durante muchos años por los regímenes de la República Democrática Alemana y la ya desaparecida Unión Soviética, pero, continuada en Rusia por Putin en la época actual.

Hoy en día, el juego limpio está sometido a un debate universal ocasionado por la participación de personas transexuales que tienen una identidad de género que no coincide con su sexo obtenido al nacer y desean hacer una transición al sexo con el que se identifican.

Cabe recordar situaciones en las que, por ejemplo, en 1977 la Corte Suprema de Nueva York falló a favor de la tenista Renée Richards -antes Richard Raskind-, a la que el Abierto de Estados Unidos había prohibido jugar en categoría femenina. En 2009, ante el triunfo de Caster Semenya en la final del Campeonato Mundial de Atletismo de Berlín, otras corredoras manifestaron dudas acerca de su sexo.​ La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) publicó que había pedido un test de verificación de sexo, debido a que los resultados de las pruebas realizadas en Sudáfrica, previas al Campeonato del Mundo, habían mostrado una cantidad de testosterona tres veces superior a lo considerado normal en una mujer. Rodrigo Pereira de Abreu tiene 37 años y juega en el Osasco, un club de la máxima división del voleibol en Brasil. Fue elegido dos veces el jugador más valioso en ligas masculinas y en 2015 comenzó su transición de género, para convertirse en Tiffany Abreu.

Pero los últimos casos de la halterófila australiana Laurel Hubbard -que compitió en los Juegos Olímpicos de Tokio- y la nadadora estadounidense Lia Thomas, entre otros, han reavivado la controversia sobre la transexualidad en el deporte y sobre cuál es la frontera entre los derechos individuales de las personas que cambian de sexo y la justicia y equidad deportiva.

El marco legal que debe regular la participación de los deportistas transexuales en las distintas competiciones y disciplinas aún no tiene un desarrollo exhaustivo y en la actualidad depende de cada disciplina o federación internacional. Esa es la última directriz del Comité Olímpico Internacional, que publicó en noviembre unas pautas en las que suprimió criterios anteriores que incluían, por ejemplo, la exigencia de mantener los nivexales de testosterona por debajo de 10 nanomoles por litro de sangre o haber completado la cirugía de reasignación de sexo al menos dos años antes-, para establecer ahora que debe ser competencia de cada federación deportiva designar el marco para la participación de las mujeres trans. El Comité Olímpico Internacional se lava las manos para alejarse del debate sobre la materia y traslada la responsabilidad de las decisiones a las federaciones deportivas.

El deporte necesita abordar la inclusión o no de las mujeres transgénero en las competiciones deportivas femeninas, una cuestión compleja en la que han de conciliarse el derecho a la identidad y a la no discriminación de las deportistas con el juego limpio, entendido como la igualdad de oportunidades de las participantes. No hay soluciones únicas: hay quienes abogan por negar la participación de las deportistas trans en competiciones femeninas al considerar que tienen superioridad física y dejan en desventaja a sus compañeras y quienes solicitan la integración de toda aquella persona que se sienta mujer. En el medio, voces que piden un estudio caso por caso y otras que sugieren superar las categorías sexuales en pro de otras divisiones más afinadas que tengan que ver con la talla o el peso.

En esta dialéctica controversia, por un lado, está el derecho a que las mujeres trans compitan y se integren en la competición con su identidad sentida, como mujeres, y en el otro lado de la balanza estaría la integridad de la competición entendida como la igualdad de las participantes. Parafraseando a Shakespeare, podríamos decir “Juego limpio o sucio esa es la cuestión”.

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