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Opinión

Héctor Rodríguez

El politólogo Ricardo Ríos hace un análisis interno del oficialismo e indica que, de cara a las elecciones de 2024, Nicolás Maduro pierde fuerza por las confrontaciones que tienen sus líderes en el alto poder

Confrontaciones entre grupos de poder. Mucha debilidad y escasa credibilidad de cara a las elecciones presidenciales de 2024. Una figura oficialista regional que es bien vista hasta por parte de la oposición y un canal de diálogo directo con el gobierno de Estados Unidos son algunas de las respuestas que ofreció el politólogo Ricardo Ríos cuando se le preguntó “¿Qué está pasando dentro del chavismo?.

La interrogante fue un ápice que realizó Medianálisis para que Ríos ahondara en un tema político que genera muchas preguntas, que tiene pocas respuestas y produce desinformación. Las respuestas y análisis del especialista ocurrieron este jueves 22 de junio, durante una nueva edición del ciclo de foros “Perspectiva País, un espacio moderado por el periodista Andrés Cañizález y que es transmitido por los canales de YouTube y Facebook de esta organización.

Ríos puntualmente dijo que el oficialismo no está unido y que en la actualidad vive la crisis más profunda desde que llegaron al poder. Explicó que los grupos dentro del gobierno se dividen por los que se formaron y se alinearon con el fallecido presidente Hugo Chávez y las corrientes que se crearon y tomaron fuerza con Nicolás Maduro.

“La forma de gobernar de Chávez y la de Maduro marcaron diferencias; eso los fragmentó y ya son 10 años en esa situación, lo que a su vez los ha debilitado. Además de eso, hay muchos elementos que indican que no están unidos, normalmente en cualquier movimiento hay corrientes, matices, pero particularmente el oficialismo creo que está enfrentando la crisis más severa a lo interno” explicó Ríos cuando argumentaba la situación actual de este gobierno.

Agrega que otra de las causas más importantes que influye en los trances internos gubernamentales es el predominio de los grupos de poder que lideran Diosdado Cabello, los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez y los vestigios de Tareck El Aissami. Señala que cada tropa le ha cambiado la perspectiva de mando a Maduro.

“Dentro del oficialismo hay una federación de grupos, es decir, Maduro se ha encargado de gobernar los grupos y es su prioridad porque sabe que ahí hay poderes. Y el lugar común de estos grupos, es que quien lidera un grupo ha sido vicepresidente de la república, lo que representa constitución de poder y por ende, construcción de redes. El caso de El Aissami que era otro líder de grupo (y la red de corrupción en criptomonedas y Pdvsa) debilita a Maduro y evidencia las fracturas que tiene el oficialismo dentro de esos grupos de poder que existen. Los referentes que tiene el gobierno son: Diosdado Cabello, que maneja el PSUV y que venía perdiendo terreno ante El Aissami, y los hermanos Rodríguez contra quienes ha tenido confrontaciones políticas que al final debilitan al gobierno y a Maduro” analizó.

Cuando Ríos revela que estos grupos influyen en la gestión de Maduro lo hizo en referencia a las elecciones presidenciales que deberían efectuarse en 2024.

Señala que el presidente actual, según sondeos recientes, tiene una tendencia de voto muy baja que no llega ni a dos dígitos y eso ha obligado al presidente a recurrir a apoyo internacional como su reciente viaje a Brasil y a Medio Oriente. “La lectura que tengo sobre esos viajes para verse con Lula entre otros mandatarios es que está anclando su candidatura al apoyo internacional porque sabe que el nacional (por los grupos que tiene) es muy flojo” acotó.

La figura electoral alternativa: Lacava

El politólogo, además de ofrecer su perspectiva sobre la interna oficialista, hizo análisis sobre las elecciones presidenciales y directamente expresó que la tolda roja la tiene cuesta arriba porque su principal candidato no tiene un respaldo que impacte o tenga arrastre a nivel nacional. De hecho, dijo que existe una figura alternativa que está mejor posicionada que Maduro, pero que no es bien visto por uno de los líderes de grupo de poder.

“Maduro tiene una dificultad muy grande para ser un candidato presidencial y es que dentro de los que tienen intención de voto, no tiene preferencia y su porcentaje no alcanza los dos dígitos y eso hace creer que la mejor figura para el oficialismo de cara a las elecciones, tiene que ser otra. El mejor posicionado en cuanto a aceptación es el gobernador Rafael Lacava; según las encuestas tiene doble dígito de preferencia, lo sigue Maduro, los hermanos Rodríguez y el último es Diosdado Cabello. Lacava puede ser la figura que genere arrastre dentro del mismo chavismo, pero también puede atraer opositores, pero Diosdado Cabello tiene confrontaciones con Lacava y no permite la candidatura” profundizó.

En el tema electoral también examinó a la oposición y apuntó que las primarias es un recurso que puede usarse como portaviones para hacerle competencia a toda la maquinaria del gobierno y para despertar a un electorado que en la actualidad es pasivo y lleno de interrogantes.

“Se ha satanizado las primarias, pero las primarias se han transformado en la mejor opción que tiene la oposición. Unas primarias exitosas, en las que participen 3 millones de personas que son los que han declarado tener clara intención de votar, motiva, moviliza y activa a quienes no están claro para votar, entonces eso se traduce en la mejor alternativa para que la oposición vaya fortalecida a las elecciones” comentó.

Cuando habló de primarias, Ríos también desgranó a cada opositor basado en sondeos recientes que vislumbran lo que más o menos quiere la gente en el gobierno. En los sondeos recientes, la figura que tienen los opositores o que tienen preferencia por los consultados es María Corina Machado y Benjamín Rausseo (Er Conde del Guácharo). Ambos tienen porcentajes altos de aceptación y captan el 80% de la intención de voto de los encuestados porque se presentan como algo incomparable a lo que ha hecho el gobierno.

“Por ejemplo, María Corina Machado ha logrado romper la barrera que la identifica como una persona que solo le habla a la clase alta, que es de la Plaza Altamira, pero los sondeos indican que quienes quieren votar por ella es gente de barrio e incluso personas del chavismo. Machado también representa lo que es distinto al gobierno y ella se ha logrado a desligar del desgaste político que tiene desde hace años y de algunos errores que cometió en 2014 y 2017. También desvincularse del G4 la hace ver como algo nuevo y eso ha calado a la gente” adicionó.

Silencio del imperio

El tema del diálogo también lo conversó Ríos con Cañizález, pues en el clima político del país la llamada “mesa de diálogo” es una alternativa que siempre está latente en pro de la solución a la crisis humanitaria compleja de Venezuela.

Resaltó que paralelamente a la mesa de diálogo en México existe otro escenario que fluye de forma más dinámica al que protagonizan gobierno y oposición en tierras aztecas: el oficialismo negocia con Estados Unidos (EE.UU) y éste último lo mantiene en silencio.

Ríos cree que ambos gobiernos mantienen un “vaso comunicante” porque ha habido acciones de parte y parte que solamente suceden por acuerdos que se generan estos diálogos en secreto, pero lo que le resulta particular al especialista es que los oficialistas han realizado movimientos antidemocráticos sea de palabra o de ejercicio y el gobierno de EE.UU no se ha pronunciado.

“El chavismo se ha beneficiado de acciones como las licencia a Chevron o amenazas de inhabilitar a candidatos de primaria que atentan contra la democracia y que el Departamento de Estado no haya dicho nada, es evidencia que allí hay un vaso comunicante y que algo se está negociando”.

24 de julio 2023

Medianálisis

https://www.medianalisis.org/grupos-de-poder-dentro-del-chavismo-debilit...

 6 min


Horacio Velutini

Sin duda, un caso insólito en el mercado financiero global

Es realmente muy difícil de explicar, sobre todo desde al año 2014 cuando en Venezuela escala el antagonismo político y cae la producción petrolera. Todo esto sumado a años de erráticas políticas fiscales y económicas hicieron que la economía entrara en un profundo período recesivo, solo visto en países en guerra.

Para colmo, en marzo del 2015 el entonces presidente, Barack Obama, declara a Venezuela una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de Estados Unidos. La deuda cayó a un tercio de su valor generando altísimos “yields” o retornos a quienes compraban estos bonos.

Aun así, Venezuela continuó cumpliendo sus compromisos, inclusive luego de que el Gobierno de Estados Unidos prohibiera, en marzo del 2017, a sus ciudadanos a transar bonos de la deuda pública, realizando un último pago de 4.000 millones de dólares en octubre del mismo año.

Así entramos en un “default” de la deuda. Además, llegaron más sanciones, más diatriba política, hiperinflación y el odioso “over compliance” que afectó al sector privado formal injustamente.

Todo esto, junto con muchos “bias”, hizo que el tema de la deuda pública externa entrara en un limbo y hoy cotiza con muy poca liquidez en alrededor del 5% su valor facial “face value”.

¿A cuánto llega la deuda externa?

¿De qué tamaño es la deuda externa venezolana? Es de alrededor de 60.000 millones de dólares, tanto la soberana como la emitida por PDVSA más intereses.

Hay quienes creen que la soberana, que es de unos 31.000 millones de dólares, tiene mayor valor “option value”; sin embargo, personalmente no le veo sentido a eso. Venezuela tiene que reestructurar y pagar ambas obligaciones.

Se han visto noticias que estiman la deuda externa en 130.000 millones de dólares, pero eso es mezclar peras con manzanas; es decir, deuda externa pública con deuda comercial, posibles litigios de arbitrajes y con líneas de crédito de China y Rusia.

Los detalles son confusos por no decir opacos, por lo que vale la pena concentrarse en la Deuda Externa pública que está perfectamente cuantificada, sin decir con esto que las otras obligaciones no deban ser atendidas.

No hay quien dude que Venezuela tiene que, y seguramente reestructurará su deuda cuando podamos volver al mercado financiero global, hoy cerrado para nosotros. El tema es cuándo. Hay quienes piensan que esto ocurrirá en el 2025 y tomará tiempo.

HAY COMO PAGAR LA DEUDA

¿Venezuela tiene como pagar? Si puede, pero necesita aumentar su producción de energía, petróleo, gas, electricidad y que le permitan vender a valor de mercado y no con descuento como ocurre hoy. Además, si el alto gobierno continúa con su política de diversificación de la economía, libre convertibilidad, ortodoxia fiscal y monetaria, sin duda lo puede hacer y sobre todo lo tiene que hacer.

Quien compre hoy al 5% un bono de esta deuda y la reestructuración conlleva a reconocer capital e interés al 60% del valor facial (algo que luce razonable, pero puede ser más alto) y esto ocurre en el 2026, daría un retorno del 1.100% y si fuésemos pesimistas y ocurriese en el 2030, la tasa interna retorno sería del 43% anualizado.

Para comprar un bono hay que hacerlo en el mercado panameño, a través de una casa de bolsa que tenga oficinas en ese país. Esta situación no tiene sentido, se debería permitir transar esos bonos en el mercado local venezolano, recuperar la soberanía económica y darle la oportunidad a quien la quiera tomar hoy, en especial si es venezolano, ya que veremos retornos realmente insólitos.

Número 187 - Junio 2023

en.el.tapete

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 2 min


Acceso a la Justicia

En el oficialismo pareciera que alguien ha leído al poeta romano Ovidio, quien con su relato del rey Pigmalión que se negaba a enamorarse de una mujer que no fuera perfecta, sentó las bases para eso que hoy se conoce como las «profecías autocumplidas». Al menos ese es el sabor de boca que deja la sorpresiva renuncia de la directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el subsecuente anuncio de la Asamblea Nacional (AN) de que iniciará un nuevo proceso para elegir a otros integrantes del árbitro comicial.

«Que Venezuela termine de enrumbarse hacia la prosperidad económica, y la estabilidad política y social de las que fuimos ilegalmente desviados, depende en mucho del compromiso y de la vocación nacional de todos, quienes hacemos vida en nuestro país. Es por ello que, en aras de contribuir con este noble objetivo, quienes suscribimos esta declaración hemos puesto nuestros cargos a la orden de la Asamblea Nacional, para que sea el Poder Legislativo, facultado constitucionalmente, el que, una vez más, designe a un Consejo Nacional Electoral que represente el consenso y las aspiraciones de los sectores democráticos del pueblo venezolano».

Esta fue la escueta razón que el pasado 15 de junio esgrimieron los dos rectores principales y los seis suplentes vinculados al chavismo para dejar sus puestos de manera anticipada.

Sin embargo, las explicaciones del saliente presidente del CNE, Pedro Calzadilla, se antojan como una excusa sin asidero. ¿Por qué? Desde principios de año, altos funcionarios venían asomando la posibilidad de reemplazar al actual organismo comicial, el cual había sido considerado como el menos desequilibrado en años dentro y fuera del país.

Esto afirmó en enero pasado el presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez:

«En la ronda de conversaciones que el presidente (Nicolás) Maduro emprendió con distintos sectores de la oposición, en las reuniones privadas que se hicieron con personeros de la Plataforma Unitaria, en algunas de estas conversaciones, en no pocas, apareció el planteamiento de la conformación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE). Esta Asamblea Nacional, visto que participamos en todos estos procesos de diálogo, va a considerar serena y atentamente, estas propuestas de la oposición».

Provocando una crisis institucional

Las palabras de Rodríguez no tenían sustento a la luz del artículo 296 de la Constitución de 1999, que señala claramente que «los integrantes del Consejo Nacional Electoral durarán siete años en sus funciones». Lo máximo que podría hacer el Legislativo es cubrir la vacante absoluta dejada por la designación, en abril de 2022, de la entonces rectora Tania D’Amelio como magistrada de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

La Ley Orgánica del Poder Electoral (LOPE), en su artículo 32, solo permite a los diputados remover a los rectores electorales por cuatro motivos:

«Quedar sujeto a interdicción o inhabilitación política, adscribirse directa o indirectamente a organizaciones con fines políticos, recibir directa o indirectamente beneficios de cualquier tipo de persona u organización que comprometa su independencia (o) haber sido condenado penalmente con sentencia definitivamente firme por la comisión de delitos dolosos o haber sido declarado responsable administrativamente por decisión firme de la Contraloría General de la República».

No obstante, la ola de dimisiones registrada en los últimos días le ha dado a la AN la excusa perfecta para designar un nuevo árbitro, una medida que parece destinada a torpedear las primarias que la oposición tiene previsto celebrar en octubre próximo y para las cuales había pedido asistencia técnica del CNE hace solo dos semanas.

A la renuncia de Calzadilla y de los rectores oficialistas le siguieron los días 19 y 20 de junio las del rector principal y experto en temas electorales, Roberto Picón, y la de Enrique Márquez, quien ocupaba la vicepresidencia del organismo.

Esto explicó Picón en un comunicado difundido vía Twitter:

«Tras un amplio proceso de consulta con los factores que apoyaron nuestra participación en el Consejo Nacional Electoral, he decidido renunciar ante la AN al cargo que detento como Rector Principal. No para convalidar una situación que a todas luces es irregular, sino para facilitar un proceso que debe ser conducido transparentemente por la AN»,

En similares términos se pronunció Márquez, lo que refuerza la tesis de que el oficialismo implosionó al organismo y debido a que los funcionarios no alineados al chavismo están en minoría (en el entendido de que la LOPE en su artículo 14 establece 3 rectores como mínimo para la toma de decisiones) no podían garantizar su funcionamiento.

No desde el principio

Pese a la cascada de renuncias, no se puede considerar que el organismo esté totalmente acéfalo, pues hasta ahora los suplentes León Arismendi, Griselda Colina y Conrado Pérez no han anunciado si dejarán sus puestos, por lo que la AN no podría calificar de faltas absolutas sus casos.

En virtud de esta situación, la decisión del Parlamento de designar una Comisión Preliminar del Comité de Postulaciones Electorales y así iniciar desde cero el proceso para remodelar al CNE parece no estar ajustada a la Constitución ni a la ley. De hecho, en Gaceta Oficial n.º 42.652 del 16 de junio se publicaron los nombres de la nueva Comisión Preliminar, en la que repiten nueve de los once diputados que integraron la Comisión en enero de 2021.

La parte final del artículo 12 de la LOPE señala claramente que

«cuando faltare en forma absoluta una rectora o un rector electoral y sus suplentes, la Asamblea Nacional hará la designación del principal y sus suplentes de la lista de los seleccionados que le fuere presentada por el Comité de Postulaciones, tomando en cuenta el orden correspondiente».

Es decir, los diputados no debían convocar un nuevo proceso de designación, sino que debían revisar la lista que recibieron en marzo de 2021 del anterior Comité de Postulaciones Electorales, y de ese listado, conformado por 75 seleccionados, escogerían a los reemplazos de los dimisionarios.

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

Todo parece indicar que el oficialismo se prepara una vez más para tener unas presidenciales a la medida, despreciando olímpicamente la Constitución, negando los derechos de los rectores suplentes que no han renunciado a continuar desempeñando sus funciones y dificultando a sus oponentes la posibilidad de organizarse para dichos comicios.

El Gobierno de Nicolás Maduro, además, parece dejar en claro que no estaba a gusto con el actual árbitro y con el comportamiento que mantuvo durante las pasadas megaelecciones regionales y locales de 2021. Esto a pesar de que ese CNE fue incapaz de ponerle coto al ventajismo, tal y como expuso la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en sus informes.

22 de junio 2023

https://accesoalajusticia.org/oficialismo-venezuela-implosiona-consejo-n...

 5 min


Eddie A. Ramírez S.

No pretendemos reseñar La Comedia de las equivocaciones del bardo de Stratford on Avon. Solo referirnos a algunas equivocaciones o quizá farsas que han ocurrido recientemente en nuestro cotarro político. Seguramente, Shakespeare tendría un material interesante para otra obra. Rectores del CNE, un precandidato presidencial, un aspirante y un usurpador de la Fiscalía han dado espectáculos poco edificantes.

Acto 1- Los Rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) que están estrechamente relacionados con el régimen, su presidente Pedro Calzadilla, el rector principal Alexis Corredor y rectores suplentes “decidieron” renunciar. Fueron electos por un período que vencía en el 2028, pero dejaron una posición importante y bien remunerada para, supuestamente, “contribuir con que Venezuela llegue a la estabilidad económica, política y social”. Cabe preguntarles cómo contribuyen a ese objetivo, ¿permitiendo que el régimen designe a otros rectores más sumisos a Miraflores? ¿Obstaculizando la realización de la Primaria? ¿Retardando la elección presidencial del 2024? No se atrevieron a reconocer que el régimen los obligó a renunciar. Fue una farsa, no una equivocación.

Acto 2- Roberto Picón y Márquez, Rectores, representantes de los ciudadanos que queremos elecciones limpias, también “renunciaron”. Márquez alegó que lo hacía “Con el objetivo de que esto permita fortalecer la vía electoral como única ruta para reconstruir el país”. ¿Será que piensa que somos borregos? ¿Será que tiene temor a decir que el régimen lo presionó para que renunciara?

El Rector Picón afirmó en su carta de renuncia que “La Asamblea Nacional resolvió iniciar un proceso de renovación total del CNE a raíz de la renuncia simultáneamente acordada de dos rectores principales y seis suplentes. Tal evento, sin duda, trunca el proceso iniciado en 2021 y genera una crisis institucional que es urgente resolver en el marco de la Constitución y las leyes”. Cabe recordarle que la Constitución fija que el término de los rectores es de siete años y que su artículo 296 establece que los rectores solo pueden ser removidos por la Asamblea Nacional, previo pronunciamiento del Tribunal Supremo de Justicia.

Picón dice que renunció “tras un amplio proceso de consulta con los factores que apoyaron nuestra participación en el CNE. No para convalidar una situación que a todas luces es irregular, sino para facilitar un proceso que debe ser conducido transparentemente por la Asamblea Nacional”. Cabe preguntar al ingeniero Picón, ¿quiénes estuvieron de acuerdo con su renuncia y si la elección de nuevos rectores, como consecuencia de la irregular e inconstitucional decisión de la AN puede dar pie a una nueva elección transparente? También aseveró que “hay que crear confianza en el Poder Electoral”, ¿acaso piensa que crea confianza al renunciar a su cargo? Así mismo, afirmó que no abandona espacios, ¿renunciar a ser Rector del CNE no es abandonar espacios?

Es evidente que si Picón y Márquez no hubiesen renunciado los habrían destituido, pero el costo para el régimen hubiese sido mayor. No tuvieron el guáramo para resistir las arbitrarias exigencias del régimen. Eso lo entendemos. En Venezuela, quien se opone a Maduro está expuesto a cárcel, torturas e incluso a que su familia sufra atropellos. Esta situación la han debido evaluar antes de haber aceptado el cargo. Fue una comedia de equivocaciones que afecta la credibilidad del electorado.

Acto 3- Benjamín Rausseo: Cualquier ciudadano venezolano tiene derechos a postularse para la presidencia de la República. El llamado Conde del Guácharo, es un humorista que puede ser del agrado de algunos, pero dista de tener las cualidades para ser presidente. No nos consta que sea un quinta columna del régimen. Sin embargo, cuando declaró que “no sabe si en Cuba hay una dictadura, porque no ha estado allí”, se prendieron las alarmas. Cuando anunció que iba a ser candidato dijo que se mediría en la Primaria. Además, en entrevista al periodista Isnardo Bravo dijo que “si fuese candidato del gobierno, para dividir esperaría que la oposición hiciera la Primaria y me meto por mi lado”. Ahora, por intermedio de Agustín Berrios, manifestó que no se mediría en la Primaria porque “escuchó la exigencia de los ciudadanos que apoyan su candidatura y entendió que debía mantenerse al margen de estructuras políticas y partidos tradicionales”. ¡Eso no es un chiste! Tampoco una equivocación. Algunos piensan que puede restarle votos a quien gane la Primaria. ¿Podría más bien restarle a Maduro?

Acto 4- La decisión de Manuel Rosales de postular a un tal José Hernández para “reservar el puesto” es otra comedia o incluso una farsa. Una cosa es el cálculo político y otra la burla al electorado.

Acto 5- Tarek William Saab, el usurpador de la Fiscalía General, sigue cometiendo atropellos. Esta vez en contra de dos agricultores, a quienes ordenó encarcelar y expuso al escarnio público. No es la primera vez que los agricultores se ven obligados a destruir su cosecha. Más de una vez presenciamos que, por los bajos precios que no cubrían los costos de recolección y de transporte, pasaban la rastra a siembras de tomate. Ahora ocurre por algo inédito, como es la escasez de combustible en un país que antes producía más de tres millones y medio de barriles de petróleo por día (b/d) y tenía una capacidad de refinación en Venezuela de 1.293.000 b/d. Hoy solo produce 735.000 b/d y las refinerías están en el suelo. Es una tragicomedia aderezada con abuso de poder.

Acto 6- Tenemos que intentar poner fin a estas comedias de equivocaciones, farsas y atropellos. Mientras no haya otra opción, debemos votar en la Primaria y en la presidencial. Con tenacidad y optimismo, los ciudadanos podemos finalizar felizmente la obra.

Como (había) en botica: El comunicador social Manuel Bermúdez acaba de publicar el libro Memorias de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, que incluye tópicos de deporte, arte, cultura, educación, petróleo, historia, música y geografía. Sin duda de gran interés para conocer esta importante región petrolera.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

 4 min


Benjamín Tripier

El escenario inercial del “Maduro eterno”, que hasta hace poco veíamos como el derrotero natural y orgánico, comienza a perder peso ante un cambio importante de las condiciones del entorno. Desde el chavismo más duro dijeron, esta semana, que “el principal enemigo de Maduro, es el descontento”; lo cual no es novedoso en sí mismo, porque muchas veces en el pasado eso ocurrió, pero la revolución siguió adelante.

Lo novedoso, esta vez, es que se rompieron los muros de silencio y ese tema se ventila públicamente. Ahora, además del descontento, hay conspiraciones confesadas que antes había que adivinar… y que hoy se revelan y se castigan.

Y el descontento no viene solo de la oposición, sino, y principalmente, desde el interior del chavismo, y ese es más difícil de identificar, porque no se declara públicamente, sino que se investiga y se descubre… y se castiga. Hay fuerzas internas dentro del chavismo que aún no se revelan, por la otra palabra clave que es “castigo”, visible y ejemplificante.

Las encuestas, cada una con su propio sesgo, tienden a mostrar las intenciones y creencias de la sociedad, pero la opinión de la calle y el sentir de la gente es libre y tiene una emotividad propia que no siempre puede ser “envasada” en una encuesta. Lo cierto es que el estado de las cosas, y la tendencia que de eso se desprende, muestra que el estatus quo ya no es más sostenible, y que las cosas tienen que cambiar.

Tal vez el cambio no sea inminente, aunque debería serlo, porque cada día que estamos estancados, retrocedemos, y se hace más difícil cambiar el sentido y volver a crecer.

Este es un país de grandes oportunidades, y solo se harán tangibles si se liberaran las fuerzas creativas de la sociedad, que hoy están entrampadas por un sistema de decisiones que no se toman.Político

Entre lo del golpe al CNE, y el avance de los pseudo opositores para boicotear las primarias, queda claro que se está desplegando una estrategia tendiente a restaurar los usos y costumbres electorales del pasado. La diferencia es que esta vez será difícil que se repita de la misma forma, y tendrán que buscar maneras más creativas… que ya quedan pocas, porque ya se usaron casi todas… aunque la creatividad humana es infinita.

Dentro de su desorganización y su heterogeneidad casi extrema, la dirigencia de oposición va encontrando ciertos puntos de amarre, porque, también a diferencia del pasado, el descontento en las filas del chavismo hace que estén menos dispuestos a defender la revolución, al menos no en la forma que lo hacían antes.

Así como ocurrió en la primera contienda Capriles-Maduro, la gente, el chavista (que entonces era más duro) hubiera estado dispuesto a aceptar sin resistencia la victoria que finalmente Capriles no reclamó por aquello de apostar a un cambio que generara la posibilidad de cambiar para mejor.

Las bases opositoras, casi todas despartidizadas, y con sus problemas diarios de supervivencia, son gigantescas, y solo saldrán a votar, si desde la dirigencia se muestra madurez y se muestra capacidad estratégica para reconocer y administrar un momento, que bien pudiera representar un antes y un después.

Foto: EFE/ MIGUEL GUTIERREZ

Social

El mayor problema social es la inflación, porque la gente, las bases populares, va perdiendo cada vez más el acceso a los bienes y servicios básicos. Con una inflación que se espera supere 400% este año, y con los ingresos que no se incrementaron en más de 50%, queda un tramo de precios que se convierte en la restricción de acceso que les mencioné.

En el pasado, la línea divisoria entre ser pobre y no serlo, era la obtención de un trabajo. Hoy el tema se deterioró y se están presentando situaciones de pobreza en poblaciones que tienen trabajo, ya sean formales o informales. Ya hoy, tener un trabajo no significa dejar de ser pobre.

Esa presión social es la que es leída por las encuestadoras como descontento, por lo que, hasta en términos electorales, si no se hace algo desde el gobierno para reactivar la economía, pues las elecciones le darán la oportunidad a la gente de buscar, por esa vía, que haya cambios para mejorar.

Porque si ese descontento no se canaliza electoralmente, entonces, como los sistemas hidráulicos, buscarán formas diferentes de solución. Hoy la situación de pobreza, pareciera no tener salida…

Económico

Con la acumulación de inventarios y la resistencia de los empresarios para mantener los niveles de utilización de planta que lograron alcanzar, está haciendo falta un canal que permita que las poblaciones de bajos ingresos, puedan juntarse con esos inventarios actuales y futuros, que bajo las circunstancias actuales no está ocurriendo.

Y eso se nota con la pronunciada caída del consumo, que se está convirtiendo en estructural, con un techo, que, si no se perfora con medidas de mercado, va a forzar a liquidar esos inventarios y cerrar empresas y las industrias bajar el porcentaje de utilización de la capacidad instalada, en el mejor de los escenarios, porque en el peor, le pasará lo mismo que al comercio, y también tendrá que cerrar.

Hasta el año pasado habíamos alcanzado una plataforma de comportamiento económico que nos llevó a la fantasía de “Venezuela ya se arregló”, la cual solo sería sostenible si se profundizaban las medidas de mercado, y se avanzaba sobre el repliegue del Estado de la actividad económica. Quedando para poner reglas que estimulen la actividad y facilitando el desarrollo del mercado.

Sobre finales del 2022 ya se comenzó a ver, nuevamente, una arista que creímos que habíamos superado, que es el intervencionismo del Estado en el mercado. Cuando lo que para ese momento se imponía, era todo lo contrario. Se volvió a poner sobre la mesa el tema de recuperar el bolívar como moneda, cuando entendíamos que ya habíamos aprendido que eso no se hace por gaceta. Más que nada, porque por Gaceta, el bolívar es nuestra moneda, pero por el mercado, nuestra moneda es el dólar.

Entonces regresamos a la ideologización y a la interpretación extrema del concepto de soberanía, que no solo está pasado de moda, sino que ya no contamos con los recursos como para ir contra la corriente, que es lo que ocurrió en toda la etapa del chavismo, que intentó ser transformacional pero en una dirección que chocó contra la realidad cuando se acabaron los “fondos dulces” de Pdvsa.

Internacional

El tema de Nayib Bukele en El Salvador está deslizándose a lo largo y ancho de nuestra región latinoamericana, penetrando, de a poco, cada uno de los espacios de nuestras sociedades. Alguien hasta hace poco desconocido, en un pequeño país centroamericano, despierta en interés de quienes aspiran al poder en sus países, pero despiertan suspicacias en los que realmente están gobernando.

Se trata de los nuevos aires reivindicativos de nuestras sociedades, que interpretan que los principios democráticos que han sido arropados por las izquierdas, comienzan a perder carisma, por un lado, y eficacia por el otro.

Se entiende que el progresismo dominante ha debilitado las instituciones y ha deteriorado las condiciones de vida de cada país que ha tocado; generando un golpe de péndulo que no busca el centro, sino que se mueve hacia el extremo opuesto.

Sería muy fácil decir que estamos moviéndose a la derecha, pero resulta que esas caracterizaciones de derecha e izquierda han ido perdiendo homogeneidad, y, en definitiva, nos estamos moviendo desde un injerto que fracasó, hacia otro en el que, sin saber mucho a qué se parece, al menos ofrece frescura y esperanza, con, como les decía más arriba, un espíritu reivindicativo.

Esa popularidad sobrevenida, necesariamente se está construyendo moviéndose en el límite de la legalidad de las democracias que hemos construido; o sea forzando algunos límites de lo que hemos llamado derechos humanos, que se han convertido en derechos para los que no trabajan, para los que roban, para los que matan, y en general, protegiendo al que hace las cosas mal. En detrimento de lo que siempre supimos era ser un buen ciudadano. Bueno… esa es la rebelión de Bukele.

Un caso parecido tuvimos en Venezuela con el advenimiento del chavismo, que se apoyó en las grandes masas de pobreza y en las desigualdades de Venezuela, para modificar los estamentos institucionales, jurídicos, económicos y de infraestructura, forzando la situación de tal manera que terminó prácticamente llevando al país al grado de deterioro, aislamiento y rechazo reputacional que caracteriza a la Venezuela de hoy.

Por lo que se puede anticipar que, una vez que Bukele logre “cobrar” lo que está haciendo con “las maras”, será difícil imaginar que no avanzará sobre otros espacios de la sociedad salvadoreña, imponiendo un sentido común que cada vez será menos común, y se convertirá en sentido propio… el que él imponga.

Y no nos extrañemos que esas cárceles, que despiertan la admiración de algunos, se conviertan en la escuela de formación de los futuros cuerpos de choque que necesitará Bukele, cuando, en El Salvador, el sentido común de la sociedad, se convierta en el sentido común de Bukele.

Porque la democracia, para ser tal debe interpretar en sentir de la gente, pero cuando alguien se apropia de ese sentir, y no lo quiere devolver, entonces se convierte en autocracia. Y ese es el camino que, pareciera que está iniciando Bukele; ojalá no sea así… pero cuando tienes que apelar al “ojalá”, ya gran parte de la batalla está perdida.

Recomendación

  • Al gobierno: que impulse la legalización formal y operativa del dólar, y permita que sea una moneda alterna, que pueda consolidar los atributos que perdió el bolívar, de ser unidad de cuenta, base de las transacciones y reserva de valor. Porque toda sociedad necesita esa referencia monetaria, y aquí, ya hace tiempo que, de hecho, es el dólar. Ahora hay que lograr que también sea de derecho
  • A la dirigencia opositora: que preparen una reunión de trabajo entre los tres dirigentes con mayor puntaje en las encuestas, porque entre ellos estará quien encabezará la oposición, ya sea que haya o no haya primarias, ya sea que haya o no elección presidencial, o que esta no resulte transparente. Porque en realidad, no se trata de cargos sino de liderazgos que sean capaces de administrar el entorno, y prepararse para cuando llegue el momento de los cargos.
  • A la dirigencia empresarial: que debemos pensar seriamente en cambiar el modelo económico y orientarnos a la filosofía de la base de la pirámide, con grandes contingentes de pobres que, al estar fuera del circuito económico, no tienen la capacidad para contribuir ni al desarrollo ni al crecimiento del país. Nuestro modelo de hoy tiene como referencia de consumo la existencia de una clase media, que hoy está seriamente comprometida, mientras que la pobreza sigue creciendo hasta convertirse en factor de identidad… tipo Haití. Atentos a los cambios de paradigmas.

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Personal del Washington Post

Vladimir Putin se enfrentó el sábado a una aparente insurrección de un antiguo aliado, Yevgeniy Prigozhin, y de los mercenarios rusos que dirige.

Por el momento, las cosas parecen calmarse, ya que las fuerzas que responden a Prigozhin, el jefe del Grupo Wagner, han detenido su marcha hacia Moscú y han dado media vuelta. Según el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, el acuerdo entre Prigozhin y Putin fue negociado por el Presidente bielorruso, Alexander Lukashenko. Los cargos penales iniciados previamente contra Prigozhin serán retirados, y el jefe de Wagner irá a Bielorrusia, dijo Peskov.

Aún así, la disputa representa un importante desafío al liderazgo de Putin, la posible pérdida de uno de los comandantes de campo más exitosos de Putin y un posible cambio en el curso de la guerra en Ucrania.

He aquí un resumen de lo que sabemos sobre el conflicto.

Prigozhin, de 62 años, había sido un ferviente partidario de la guerra de Rusia en Ucrania y está a cargo del contratista militar privado ruso conocido como Grupo Wagner. Prigozhin había desempeñado un papel central en la guerra, primero desplegando a sus mercenarios en el frente y después reclutando en gran medida en las cárceles para reforzar las mermadas fuerzas de Moscú.

Wagner dirigió la embestida en Bajmut, que culminó con la declaración de Putin de la ciudad bajo control ruso, su primera ganancia territorial significativa desde el verano pasado.

Los estadounidenses pueden recordar a Prigozhin como el financista de la Agencia de Investigación de Internet - la "granja de trolls" rusa que el Departamento de Justicia nombró en una acusación de 2018 sobre la interferencia en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 a través de medios sociales.

¿Cómo empezó la disputa?

Las tensiones internas entre Prigozhin y los líderes militares rusos han estado latentes durante meses por lo que Prigozhin consideraba fallos de liderazgo dentro del ejército. Prigozhin acusó a los generales rusos de dar largas a sus peticiones de munición y, en consecuencia, les culpó de que sus combatientes murieran "a montones" en Ucrania.

La disputa llegó a un punto de ebullición el viernes, cuando Prigozhin acusó a las fuerzas rusas de atacar a sus combatientes en un campamento en Ucrania.

¿Quiénes son los otros protagonistas?

Dos de los principales líderes militares de Putin -el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor ruso- han sido objeto del vitriolo de Prigozhin. En un momento dado, pidió que Shoigu y Gerasimov fueran fusilados.

Recientemente, Shoigu decretó que todas las "formaciones de voluntarios" debían firmar un contrato con el Ministerio de Defensa antes del 1 de julio, lo que pondría a los mercenarios de Prigozhin bajo el control de Shoigu. Prigozhin dijo que Wagner no firmaría.

El nombramiento de Gerasimov como comandante general de la guerra en Ucrania también se consideró un golpe para Prigozhin, que perdió su principal fuente de mano de obra cuando el Ministerio de Defensa le prohibió reclutar en las prisiones.

¿Qué hizo exactamente Prigozhin?

Prigozhin dijo que había tomado el control de la principal base de mando militar rusa en la región meridional de Rostov y dijo a dos mandos militares rusos que bloquearía Rostov y enviaría sus fuerzas a Moscú a menos que pudiera enfrentarse a sus enemigos: Shoigu y Gerasimov.

Prigozhin pidió a los rusos que se unieran a Wagner contra Shoigu y Gerasimov. También acusó a ambos de mentir sobre la guerra en Ucrania y de infravalorar las bajas. "Esto no es un golpe militar, sino una marcha de la justicia", declaró Prigozhin.El sábado, Prigozhin había acordado dar la vuelta a sus fuerzas y no marchar hacia Moscú.

¿Qué trato se negoció?

Muchos analistas predijeron que Prigozhin sería asesinado o detenido a medida que las fuerzas de Wagner avanzaban hacia Moscú. Pero el repentino cambio de rumbo de las tropas de Prigozhin parece haber aliviado la crisis por el momento.

El acuerdo para que las fuerzas de Prigozhin dieran media vuelta fue negociado por el presidente bielorruso, que habló con Putin antes de negociar con Prigozhin, según la agencia de noticias estatal bielorrusa Belta y el Kremlin. Con las garantías de seguridad para Wagner sobre la mesa, Prigozhin habría accedido a poner fin a su carrera hacia Moscú.

Los medios de comunicación rusos informaron de que las fuerzas de Wagner abandonaban la ciudad de Rostov del Don después de que el Kremlin dijera que se retirarían los cargos contra el jefe de Wagner y que éste sería enviado a Bielorrusia.

Prigozhin ha sido considerado a menudo como el más creíble de los comandantes de campo rusos. Su desaparición del campo de batalla será seguida de cerca.

¿Cómo responde Ucrania?

El Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky dijo en su discurso vespertino del sábado que los acontecimientos dentro de Rusia demuestran "que los jefes de Rusia no controlan nada".

"Nada de nada. Caos total", dijo Zelensky. "Y está ocurriendo en territorio ruso, que está totalmente cargado de armas".

El ejército ucraniano siguió presionando su ofensiva el sábado, aunque no hubo señales inmediatas de que la rebelión de al lado hubiera facilitado el camino ucraniano hacia la victoria.

Valeriy Shershen, portavoz de las fuerzas armadas en el este de Ucrania, dijo el sábado que las tropas de Kiev habían liberado "varias posiciones" en la región de Donetsk, en el este del país, recuperando territorio que había estado bajo el control de las fuerzas rusas y los separatistas respaldados por Moscú desde que estallaron las hostilidades en el este de Ucrania en 2014. Shershen dijo que el territorio fue retomado hace una semana, pero que la noticia fue retenida por "ciertas consideraciones tácticas."

Cómo están respondiendo los funcionarios occidentales?

Estados Unidos y muchos aliados de la OTAN han dicho que han estado siguiendo de cerca la situación en Rusia. El Consejo de Seguridad Nacional de EEUU dijo que el Presidente Biden fue informado el viernes por la noche, y el Secretario de Defensa Lloyd Austin habló el sábado con aliados de Canadá, Francia, Alemania, Polonia y Gran Bretaña.

El máximo responsable militar del Pentágono, el general Mark A. Milley, canceló un viaje a Oriente Próximo en vista de la crisis, según informó un funcionario el sábado. Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, iba a salir de Washington el sábado para visitar Israel y Jordania, dijo su portavoz, el coronel David Butler. En su lugar, Milley habló el sábado con su homólogo ucraniano, el general Valery Zaluzhny, dijo Butler en un comunicado separado.

¿Qué debo saber sobre el Grupo Wagner?

El Grupo Wagner no es una empresa única y tradicional, sino una oscura red de organizaciones que proporcionan combatientes a sueldo, con la aprobación del Kremlin.

Según una investigación del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, el grupo ha operado probablemente en hasta 30 países y tiene dos campos de entrenamiento en Rusia.

Es aparentemente privado, pero según el CSIS, "su gestión y operaciones están profundamente entrelazadas con la comunidad militar y de inteligencia rusa" bajo Putin.

Prigozhin ganó miles de millones a través de contratos gubernamentales de catering. Aunque el Grupo Wagner parece estar financiado en parte por los vínculos de Prigozhin con el Kremlin, también ha utilizado la violencia y la extorsión en un esfuerzo por acaparar la extremadamente lucrativa industria del diamante en la República Centroafricana.

Mercenarios rusos acusados de utilizar la violencia para acaparar el comercio de diamantes

¿Quiénes son los mercenarios que luchan como parte del Grupo Wagner?

Estados Unidos calculó a principios de este año que unos 50.000 combatientes del grupo Wagner de Prigozhin se habían desplegado en Ucrania, la mayoría de ellos reclutados en el interior de cárceles rusas.

Estados Unidos ha impuesto rondas de sanciones al grupo y lo ha designado "organización criminal transnacional significativa".

El grupo de mercenarios ha sido acusado de "ejecuciones masivas, violaciones, secuestros de niños y abusos físicos en la República Centroafricana (RCA) y Mali", según declaró a principios de año la Secretaria del Tesoro, Janet L. Yellen.

Traducido usando DeepL Translate

The Washington Post

24 de junio 2023

https://www.washingtonpost.com/world/2023/06/24/russia-wagner-prigozhin-insurrection-explained/?utm_campaign=wp_post_most&utm_medium=email&utm_source=newsletter&wpisrc=nl_most&carta-url=https%3A%2F%2Fs2.washingtonpost.com%2Fcar-ln-tr%2F3a6758a%2F64985ff5eb26863d486a09ed%2F645f8383b5db760954adc2c8%2F9%2F54%2F64985ff5eb26863d486a09ed

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Fernando Mires

Parecía un cuento de mal gusto el protagonizado en Caracas por la primera dama del gobierno más misógino del mundo, el de la teocracia de Irán, país donde han sido asesinadas mujeres por el solo hecho de usar un velo de un modo divergente a los gustos de los machos religiosos del régimen (en el Corán no hay ninguna palabra que ordene portar un velo así o asá). O simplemente fue una provocación de la «primera combatiente» Cilia Flores cuando invitó a la dama iraní a reunirse con un grupo de mujeres intelectuales (por cortesía no les voy a poner comillas) del micromundo chavista (no se dio ningún nombre de tan selecta audiencia) para conversar «acerca de los derechos de la mujer en sus respectivos países» (sic). A primera vista, una de esas chanzas ordinarias que solía gastarse el difunto Chávez, a quién tanto gustaba hacer reír a su séquito adulador.

Naturalmente, la reacción fue explosiva. Las pullas, las diatribas, las fotos de mujeres mártires, los relatos de los escarnios en las cárceles de Irán, comenzaron a circular con la velocidad de un rayo a través de las redes. Sin embargo, después de la risa (o el llanto, depende de cada cual) pensamos algunos que detrás del grotesco espectáculo había algo más serio: un acercamiento cada vez más intenso, en todos los niveles, del gobierno de Maduro con la mayoría de los gobiernos dictatoriales, o simplemente autoritarios del mundo, entre los que por su crueldad sobresale el de Irán.

Sobre todo entre los que conforman el amplio círculo antioccidental que actúa de acuerdo a la línea acordada entre Putin y Xi Jinping y cuyo objetivo manifiesto es dar vida a un nuevo orden mundial, no solo económico, sino político, uno destinado a sustituir al que emergió después de la segunda guerra, primero y del derrumbe del comunismo, después.

Un bloque cuyo principal conductor es China seguida por tres naciones atómicas, la Rusia de Putin, la Corea de Kim Yong-un y el Irán de los ayatolas. Uno, en fin, formado al calor de la invasión de Putin a Ucrania, hecho que ha permitido el alineamiento explícito de agrupaciones globales hasta ahora solo existentes a nivel implícito.

Aparentemente, ninguna novedad. Desde los tiempos del presidente occiso, el chavismo ha intentado incluir a Venezuela en los círculos más antidemocráticos del mundo. Las relaciones de hermandad de Chávez con tiranos de la calaña de Gadafi, Hussein, al-Assad (un humanista, según Chávez) son de sobra conocidas. La simbiosis establecida con Cuba y Nicaragua se mantiene vigente. El hecho de que pocos días antes de la invasión a Ucrania, Putin hablara de usar Cuba y Venezuela como base de operaciones militares, fue algo más que un exabrupto, sobre todo si vemos que eso es precisamente lo que está haciendo el régimen de Jinping al convertir a Cuba en un asentamiento de los aparatos de inteligencia china.

Cuba es una ficha ruso-china. Venezuela, sobre todo si Maduro gana las elecciones que se avecinan, llegará a ser lo mismo. A la luz de estos antecedentes, parece inaudito que un presidente democrático como Lula haya intentado presentar a Maduro en el encuentro de Brasilia como víctima de una falsa narrativa. Lo peor es que si no hubiera sido por la intervención decidida de los gobernantes de Chile y Uruguay, lo habría logrado. Al final solo queda concluir en que, lamentablemente Brasil bajo Lula, intensifica no solo su dependencia económica sino además la política con el imperio chino.

Lula es una llave de China en el proyecto de cambiar el orden mundial por uno más conveniente a los proyectos del eje Bejing, Moscú, Teherán. En ese contexto, la aspiración de Lula es convertirse en el líder de un subbloque latinoamericano de naciones «neutrales» (leáse, antinorteamericanas) y, si es posible, afín a los dictados de Beijing. En ese proyecto, la Venezuela de Maduro, no solo desde un punto de vista estratégico económico (petrolero), sino también geopolítico, sería una pieza fundamental.

Por ahora el régimen de Venezuela es de tipo binario. No es una dictadura salvaje como la de Cuba o Nicaragua, pero está muy lejos de ser una democracia en forma, como las de Uruguay, Costa Rica o Chile. Con un lavado de cara, debe haber pensado Lula, Maduro podría llegar a ser un aliado presentable en el macroproyecto que lleva a la conformación de un nuevo orden mundial.

Que Maduro ya es un aliado de fiar para el proyecto antioccidental, lo demuestra el tono impreso a sus declaraciones sobre materia política internacional. Por ejemplo, sabedor de que Erdogan está esperando el momento para cambiar de bando (en el caso de que Europa sea doblegada por Putin en Ucrania, por ejemplo) Maduro lo felicitó, expresando el deseo de «seguir trabajando juntos para cambiar el nuevo mundo».

Después de Turquía, donde recibió trato preferencial, Maduro apareció en Arabia Saudita (6 de junio) junto al príncipe Mohamed bin Salman, a quien Maduro no se cansó de hacer referencias en torno al nuevo orden mundial. Para el siniestro príncipe, la visita de Maduro no solo tenía que ver con la conexión petrolera, sino, además, como un modo para mostrar públicamente su predisposición a buscar aliados dentro de la órbita antinorteamericana. La visita a Caracas de la dama persa, vista así, solo fue un nuevo paso en la firme adhesión de Maduro con la «internacional de dictaduras» cuya consanguinidad ideológica hará posible la transformación de un mundo donde las democracias políticas serán reducidas a un lugar secundario.

No inventamos nada; no especulamos. Es la articulación de hechos reales la que nos hace posible fijar la siguiente conclusión: la introducción no solo informal (así ha sido hasta el momento) de Venezuela dentro de un marco compartido con Rusia, China, Irán, Corea del Norte, y otras antidemocracias, encierra peligros, no solamente externos en la región latinoamericana, sino también al interior de la propia Venezuela. Esos peligros se presentan en dos costados. En uno, los países antidemocráticos estarán muy interesados en que Maduro no pierda las elecciones presidenciales del 2024. En otro, Maduro y los suyos se sentirán inducidos a cometer, si llega a darse el caso, todo tipo de alteraciones a las normas electorales (la reciente designación de un nuevo CNE es solo un signo) al saberse protegidos por una red de dictaduras que operan en todos los reductos del globo.

A Diosdado Cabello hay que tomarlo en serio cuando dijo «De aquí no nos vamos, ni por las buenas ni por las malas». Lo dijo porque sabe que no está solo en el mundo. Si Putin, para poner un ejemplo, se atrevió a interferir en las elecciones de la sólida democracia estadounidense, hay que imaginar lo que haría en Venezuela, país al que el gobierno le abre todas las puertas. En nombre del avance del ideal del nuevo orden mundial, como ayer en nombre del comunismo, todo está permitido.

Lo dicho significa que la política exterior del gobierno venezolano es parte de la interior. Las líneas que en el pasado preglobal se interponían entre realidades locales y mundiales, si no han dejado de existir, son muy borrosas. En otras palabras: hoy vemos una relación directa entre la filiación internacional de un gobierno y la conformación del orden político interno. Quiere decir que así como en el pasado reciente hubo procesos de democratización, hoy asistimos a un cada vez más creciente proceso de autocratización.

El nuevo orden mundial –bipolar y en ningún caso multipolar– ya no es un objetivo lejano. Está impuesto. A un lado, el espacio occidental, con sus democracias, sus alternancias en el poder, sus derechos y sus libertades. Al otro, el muro de las autocracias, con sus ideologías religiosas y con sus religiones ideológicas, con sus poderes absolutos, con minorías sexuales, culturales y sociales desprovistas de toda opción política. A un lado, el mundo de la discusión y el debate. Al otro, el de la obediencia y el del sometimiento. En ese choque, no de culturas, no de civilizaciones, pero sí de ordenes políticos, América Latina no está ausente. Es por eso que no nos hemos cansado de afirmar: Cada gobierno de tendencias autocráticas –sea de izquierda o derecha– que se imponga en la región, será un botín conquistado por el nuevo eje de dominación mundial.

Como ya hemos formulado en un reciente artículo, la democracia (en su forma liberal o constitucional) se encuentra en estos momentos a la defensiva. En cada elección nacional puede jugarse el destino de otros países. En ese punto están de acuerdo la gran mayoría de los observadores: si la guerra en Ucrania está en el centro de la política global, es porque Ucrania se ha convertido en una trinchera que separa a dos mundos. Si triunfa la Ucrania occidental y democrática, será un gran golpe en contra de la expansión autocrática mundial. Al revés también: si Putin logra apoderarse del sufriente país europeo, tanto Rusia como China continuarán una expansión, no solo territorial. Una ONU, controlada por poderes autocráticos ya no es una distopía; es una latente posibilidad.

En el país de Maduro, esa confrontación macro y micro política a la vez, tendrá lugar el 2024. Maduro enfrentará a una oposición social muy grande a la que hasta ahora –sobre todo debido a los terribles errores cometidos desde 2018 por los partidos políticos que adversan al gobierno, cuando en un acto de fatuo heroísmo decidieron practicar la abstención– no ha logrado la mínima unidad que se requiere para ser alternativa política. Las primarias que pronto tendrán lugar entre una cantidad desmesurada de candidatos, no será un enfrentamiento entre opciones políticas sino entre personas que, como en los concursos de belleza, sacan a relucir sus dotes personales, reales o inventadas. En medio de ese corso, llama la atención la incapacidad intelectual de los políticos para dimensionar el significado de las elecciones que avecinan. Un triunfo de Maduro significará, digamos con todas sus letras, la consolidación del régimen dentro de un marco internacional y antidemocrático que lo ampara.

Hoy no es igual que ayer. Ayer, cuando ganaba Chávez o Maduro, ganaban en primer lugar ellos. Hoy si gana Maduro, ganan en primer lugar Xi y Putin. ¿Por qué hasta ahora ninguno de los candidatos dice esta verdad, tan grande como una catedral?

Probablemente, algunos tienen serias limitaciones políticas. Puede ser también que otros tengan miedo a ser inhabilitados por el gobierno, antes de competir en las primarias. Quizás hay otras razones. Sin embargo, sería injusto dejar caer todo el peso de la crítica solo sobre las personas de los candidatos. En este sentido hay que ser conscientes de que los políticos son rara vez productores de ideas. Su tarea es representarlas, y cuando llega el momento, ejecutarlas. Pero no crearlas. De modo que la incapacidad discursiva que hoy hacen gala los candidatos, no es solo de ellos. Al menos debe ser compartida con los que sí tienen como tarea producir ideas políticas (ideas-fuerzas, las llamaba Gramsci). Me refiero a la llamada clase intelectual cuyos miembros, desde artículos semanales, echan a volar ideas para que sean recogidas por eventuales actores políticos. Y bien, es en ese campo, el de la producción de ideas, observamos no solo en Venezuela, sino en casi toda América Latina, un desierto más grande que el del Sahara.

Concentrémonos en el caso de Venezuela. ¿Cuántos son los llamados pensadores que han tematizado la vinculación de Maduro con el nuevo orden mundial y las consecuencias que de ahí derivan para el destino nacional? Pero bajemos el tono, quizás eso sea mucho pedir. Preguntemos de otro modo: ¿Cuántos y cuáles son los que han dado a conocer el sentido que tiene para el país un triunfo o una derrota de occidente en Ucrania? Es decir, ¿cuántos son los que se han dado cuenta de que Venezuela no es un mundo sino un país que habita en el mundo?

Leo a gente que antes leía con interés y hoy cada vez menos. Los que mencionan ese drama de nuestro tiempo donde se juega gran parte del destino del mundo, son minoritaria excepción. En la mayoría de los que se pronuncian por la democracia, con relación a la tragedia ucraniana observo un silencio aterrador: una «indolencia que duele». Incluso no han faltado algunos que indirecta o directamente toman partido a favor del agresor. Entre ellos están por cierto los que padecen de ese cretinismo tan latinoamericano llamado antiyanquismo (incluyo en ese grupo al papa Francisco). Para esa especie, EE UU no es una potencia que ha cometido grandes errores y grandes aciertos, sino la representación del mal sobre la tierra.

Por el otro lado, no faltan los que se sienten agredidos por las luchas culturales de nuestro tiempo, sobre todo las sexuales que tienen lugar en los países occidentales, en su jerga, decadentes. No lo dicen, pero al igual que los antiguos derechistas otean a gobernantes como Putin y Xi como garantes del orden sexual y familiar puesto en cuestión por los movimientos identitarios. También hay que agregar a los analistas que se las den de cientistas sociales objetivos, a los que no pronuncian jamás la palabra invasión, a los que proponen ceder parte de Ucrania a Rusia sin consultar a los ucranianos, a los que intentan disimular su adhesión putinista aduciendo que «el problema es muy complejo» para terminar con la vil coartada de “la neutralidad de valores» y otras hipocresías. Por último, no faltan tampoco los que piensan de acuerdo a los cánones de la inteligencia artificial. Para ellos, comunista o no, Xi, corresponde con la imagen del empresario exitoso de la era global. Son los mismos que ven a las naciones como grandes empresas y a los gobernantes como eximios gerentes.

Mirando desde este desolador panorama no podemos exigir a los candidatos venezolanos pensamientos que no ha producido nadie. No obstante, no es tarde para advertir sobre el abismo que se cierne sobre el país de Maduro. Venezuela está a punto de convertirse en una base de operaciones al servicio de un núcleo de poderes autocráticos, dictatoriales y totalitarios. Ya lo es, me dirá algún tuitero. Sí, responderé. Pero todavía no lo es oficialmente.

Lo cierto es que en las elecciones venezolanas del 2024 es mucho lo que está en juego en estos tiempos de guerra. Quien vote por Maduro, votará, aunque no lo sepa, por Xi, Putin, y los ayatolah. Puede que saberlo no aumente el caudal de votos, pero entre no conocer la realidad o desconocerla, siempre será mejor conocerla.

Ojalá los venezolanos, sus políticos, sus intelectuales honestos (también los hay), y no por último, sus ciudadanos, se den cuenta hacía que lugar oscuro del mundo los está llevando Maduro. Ojalá logren unirse en torno a una persona, sea quien sea y, si no triunfan, logren al menos recrear una oposición que solidarice con las víctimas de otras dictaduras, pero también con esos millones de venezolanos que vagan por el mundo en busca de un destino arrebatado. Cada país tiene sus propios ucranianos.

Comenzamos este artículo refiriéndonos a la primera dama iraní, en su visita a Venezuela. La verdad, las palabras pronunciadas por Cilia Flores tuvieron el poder de una alerta. Decir que la esposa de un gobernante femicida es representante de los derechos de las mujeres es una horrorosa mentira. Sin embargo, en Irán esa mentira es una verdad oficial. Esa representación escandalosa auspiciada por la «primera combatiente» es el pan de cada día en la televisión de Irán. Es también la norma en los países autocráticos. Al fin siguen el ejemplo señero de Putin. ¿No llama Putin a una guerra, operación especial? ¿No llama a la revolución democrática y proeuropea de Maidán, golpe fascista? ¿No llama a los genocidios que a diario comete en Ucrania desnazificación? ¿No dice a su gente que los territorios ocupados, son territorios liberados?

El nuevo orden mundial, ese mismo que auspician Xi y Putin, los ayatolahs y Maduro, puede ser mañana la nueva normalidad. Tenía razón Hannah Arendt en sus «cuatro lecciones sobre el Mal»: cada ser humano vive entre la verdad y la mentira. Cada uno puede y debe elegir la una o la otra. Cada uno puede convertir a las verdades en mentiras y a las mentiras en verdades. A estas últimas las llamaremos, postmentiras. El autocratismo, sea mundial o local, es la institucionalización de la postmentira.

Fernando Mires es (Prof. Dr.), Historiador y Cientista Político, Escritor, con incursiones en literatura, filosofía y fútbol. Fundador de la revista POLIS.

Twitter: @FernandoMiresOl

https://talcualdigital.com/maduro-y-el-nuevo-orden-politico-mundial-por-...

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