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Opinión

Ismael Pérez Vigil

El próximo 5 de junio se inicia el período de Postulaciones de los candidatos que participarán en la elección primaria a celebrarse el 22 de octubre, de acuerdo con la reciente decisión de la Comisión Nacional de Primaria (CNdP) que prorrogó el inicio del Período de Postulaciones que estaba previsto para iniciarse el 24 de mayo.

Ya hemos hablado de los requisitos que deben cumplir los que aspiran a ser el candidato unitario de la oposición democrática a la Presidencia de la República para la próxima elección presidencial (https://bit.ly/3OuMbtg), corresponde ahora tratar el tema de cuál debe ser la conducta de esos candidatos −y sus seguidores−, para que todo discurra en armonía democrática y efectivamente salgamos con un candidato unitario.

Desde luego que la actitud de los candidatos durante el proceso que se desarrolle desde ahora y especialmente durante la campaña electoral hasta el día de la elección, es el elemento fundamental. Para que esto sea así, el Reglamento Marco (RM) de la Primaria y el Reglamento de Propaganda de la CNdP, definen unas normas muy sucintas y simples.

Principios del Reglamento Marco.

El principio fundamental es que todos los participantes, especialmente los candidatos, se comprometan a “…acatar las decisiones e instructivos de la CP, como órgano rector de la Primaria, a reconocer los resultados que esta proclame y a apoyar a quien resulte ganador.” (Art. 8.6 del Reglamento Marco). De igual manera el RM establece como atribuciones de la CNdP “…18. Vigilar el correcto desarrollo de las campañas electorales, dictar normas complementarias sobre la campaña electoral y aplicar cuando corresponda las sanciones allí previstas… 19. Exigir a los candidatos mantener una conducta enmarcada en los principios y valores de la competencia leal y democrática.” (Art. 16 del RM)

En el artículo 33 del mismo Reglamento se establece también, de una manera muy sencilla, los principios fundamentales que regirán la campaña electoral, y que ésta “… deberá realizarse conforme a los principios de convivencia, igualdad, respeto a las otras candidaturas y reglas acordadas, consideración por la ciudadanía, austeridad y equilibrio.”; y en el artículo 35 se establecen las condiciones y prohibiciones del proceso, de las cuales vale la pena recordar, el numeral 2: “No se permitirá la propaganda que atente contra la dignidad de las personas, ofenda la moral pública, ni que tenga por objeto promover la desobediencia de la Constitución y las leyes. No podrán utilizarse, con fines de propaganda electoral, los símbolos o la imagen de otro candidato sin su autorización.”

Reglamento de la Campaña Electoral de la CNdP.

Con base en esas normas del Reglamento Marco, la CNdP dictó recientemente las que podríamos llamar normas de conducta a seguir por los candidatos, que se recogen en el “Reglamento en materia de Propaganda, Publicidad y Mensajes Electorales en la Campaña Electoral de la Elección Primaria de 2023”, o Reglamento de Propaganda (RdP), del que destaco el enunciado del artículo 5, que repite la norma del RM: “La campaña electoral deberá realizarse conforme a los principios de igualdad, convivencia, respeto mutuo y consideración a las otras candidaturas y a la ciudadanía, observancia de las reglas acordadas, austeridad y equilibrio…”, y establece las directrices a seguir, que resumo a continuación:

“Equidad entre los participantes… Atenerse a la buena fe y a la verdad, abstenerse de promover noticias falsas…Rechazar todo tipo de violencia y no incitarla… Respetar el derecho de los electores a obtener información objetiva, veraz y oportuna… Respetar el derecho de los medios de comunicación a cubrir las campañas y difundir información… Facilitar el trabajo de los observadores electorales… Respetar la dignidad, privacidad, honra y reputación de personas y candidatos…Respetar las ideas, el pluralismo político y promover la transparencia, convivencia pacífica, la democracia y los derechos humanos... Respetar las instituciones.”

Sanciones morales.

Desde luego, la CNdP establece algunos mecanismos y sanciones para que esto se cumpla y para: “Procurar que los candidatos mantengan durante la campaña electoral una conducta enmarcada en los principios y valores de la competencia leal y democrática.” (Art. 8.d, del RdP); estas sanciones básicamente comprenden “… exhortaciones públicas o requerimientos individuales, dirigidos al autor del contenido inapropiado, destinados a recuperar el clima de tolerancia y mutua consideración entre los aspirantes que debe caracterizar la Primaria.” (Art. 9 del RdP), igualmente “…amonestación verbal o escrita…” (Art. 29 del RdP), “…suspensión temporal de la propaganda electoral…” (Art. 30 del RdP), y en caso de reincidencia grave, hasta la “…la descalificación de dicho candidato, no pudiendo mantener su candidatura en la elección Primaria.”

Por supuesto, esperamos que la simple advertencia de la CNdP de quebrantamiento de alguna norma, con lo que eso significa de sanción moral, sea suficiente para que se corrija de inmediato cualquier conducta inconveniente para el desarrollo del proceso, por parte de los candidatos o sus seguidores.

Pacto de Respeto y No Agresión.

Sin embargo, más eficaz que cualquier medida correctiva o sancionatoria, que la CNdP pueda definir, es el compromiso que los propios candidatos asuman, a solicitud de los propios electores, los ciudadanos, los venezolanos, que aspiran a un cambio político en el país, que nos libre del oprobio que padecemos.

En ese sentido, vale la pena destacar la iniciativa de un Pacto de Respeto y No Agresión para los Candidatos de la Primaria 2023, que fue presentado recientemente a la CNdP por Aixa Armas y el magistrado emérito, Román Duque Corredor, en nombre de las Asociaciones Civiles Mujer y Ciudadanía y Espacio Civil, participantes del Diplomado de Formación Política y Ciudadana de la Universidad Monte Ávila, que persigue «elevar el nivel de debate» entre los aspirantes a candidatos de la Primaria 2023.

Se trata de un documento simple y directo, que lo pueden ver en: https://bit.ly/3N1XIiQ

Según sus proponentes, la justificación del documento se basa en la preocupación por “…el inadecuado ejercicio de la comunicación efectiva entre líderes políticos y sociales en los diferentes ámbitos de la vida pública, el uso de calificativos peyorativos y estigmatizados que afectan directamente el debate político constructivo, lo cual desencadena en divisiones que afectan directamente la cotidianidad de toda la población, sobre la cual recaen las decisiones y políticas públicas”. Y establece que su base jurídica, no es otra que la Constitución Nacional (Artículos 2, 3, 5, 62 y 70), que “…constituyen a nuestro país en un Estado democrático y social de Derecho y justicia” (Art. 2 de la Constitución)

Compromiso en siete puntos.

Tras unos breves considerandos, proponen a quienes firmen el pacto que se comprometan en siete puntos, que podemos resumir de la siguiente manera:

1. Abstenerse de recurrir a la descalificación, falsedad, violencia física, moral y de género, y a intimidar, denigrar, discriminar o injuriar a otros contendientes, y procurar un lenguaje de respeto, reconciliación y reconocimiento del adversario político, en cada uno de los actos de la campaña.

2. Dar a conocer los acuerdos de gobernabilidad, propuestas y programas de gobierno, a través de los diferentes medios de comunicación, redes sociales y canales institucionales que facilite la CNdP.

3. Mantener un debate de alto nivel, basado en propuestas políticas, administrativas y programáticas; y propiciar que las ideas y los argumentos sean la base del diálogo.

4. Evitar que cualquiera de sus simpatizantes, seguidores o allegados, perjudique el normal desarrollo de la campaña electoral y que, por el contrario, desarrollen una campaña política pacífica, incluyente y sin discriminación.

5. Acatar y respetar el resultado de la Primaria, que anuncie la CNdP.

6. Rechazar públicamente y denunciar ante las autoridades competentes, con pruebas fidedignas, todo lo que afecte el ejercicio de la participación política, los valores democráticos y la transparencia durante este ejercicio electoral.

7. Promover y fomentar el ambiente necesario que estimule la participación electoral y la movilización política y ciudadana.

Conclusión.

Todos los venezolanos aspiramos a que este documento sea firmado por los candidatos que participarán en el proceso de Primaria y que hagan del mismo un verdadero ejercicio de democracia y tolerancia, que modele las características del cambio político que la oposición democrática le propone al país.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

 6 min


Santiago Clavijo A.

Los que tenemos como orgullo el habernos graduado y trabajado en la UCV, amanecemos este 27 de mayo con sentimientos encontrados producto de las fallidas elecciones que han debido haber producido la selección de nuestras autoridades académicas, después de un prolongado sobregiro de las actuales, por razones no atribuibles exclusivamente a la universidad, ya que indudablemente fue inducido por el gobierno, en su afán de debilitar a una institución que tradicionalmente ha sido el refugio que garantiza la sobrevivencia de la inteligencia en tiempos en los que la misma es subversiva.

La suspensión, muy tardía y una vez avanzado el proceso de votación, resulta inexplicable no en sus razones “técnicas”, que habrá que analizar, pero si en lo inoportuno, ya que la decisión ha debido producirse antes de que se comenzara a votar, lo que hubiese generado molestias y críticas, pero no las dañinas sospechas que hoy se ciernen sobre algunos connotados miembros de nuestra comunidad.

Lo ocurrido, que tiene y debe ser explicado y juzgado, no puede en ninguna circunstancia opacar la masiva y alborozada asistencia de los llamados a ejercer el derecho a elegir autoridades, muchos pertenecientes a sectores que lo practicaban por primera vez en el ámbito universitario.

En esta asistencia debería centrase el balance de lo ocurrido. Con ella, gente que indudablemente representa al país demostró que los venezolanos, más allá de las preferencias candidaturales, valoramos la oportunidad de elegir y que estamos dispuestos a ejercerla en paz, camaradería y me atrevo a decir que hasta con alegría, puesto que la democracia sigue siendo un valor presente en nosotros, sin distingos de edad ni responsabilidad laboral.

Por lo tanto, y por encima de los sentimientos negativos que hoy nos embargan, tomemos lo ocurrido en la UCV como una alerta con relación a la indispensable seriedad y capacidad técnica que demanda todo proceso eleccionario, pero, sobre todo, que el voto es el instrumento mediante el cual podemos influir sobre nuestro futuro y que el mismo tiene que ser defendido como el vehículo ciudadano que nos permite seguir buscando la libertad. Su ejercicio pueden hacerlo difícil e intentar desprestigiarlo, pero no arrebatarnos la intención de utilizarlo, aún en las circunstancias más adversas. La universidad y el país merecen que sigamos persiguiendo el cambio que tanto anhelamos y que debería ocurrir pronto para bien de todos.

 1 min


Vladimiro Mujica

Escribo estas notas de madrugada en Tierra Santa, meditando con una mezcla contradictoria de angustia y esperanza sobre lo que ocurrió ayer en la UCV con la suspensión de las elecciones y el caos que se presentó frente a una comunidad universitaria que acudió masivamente a votar, y frente a un país que asistía incrédulo al espectáculo de un proceso que debía haber estado pensado y protegido hasta el último detalle y que parecía colapsar ente dificultades técnicas y logísticas sobre las cuales es necesario exigir una explicación convincente y exhaustiva de la Comisión Electoral y las autoridades universitarias. Angustia, porque no es posible disimular la gravedad de lo acontecido con la suspensión de unas elecciones vitales para insuflarle energía al proceso de repensar y recrear una institución clave para el país, una que ha sido sometida a un acoso que ya se prolonga por más de 20 años, por parte de un régimen constructor de miseria y pobreza. Angustia, porque es mucha la frustración y el desaliento que existe en Venezuela, tanto por la acción inmisericorde de un gobierno enemigo de su propio pueblo, como por las dificultades manifiestas de la oposición en unificarse para salvaguardar y privilegiar los intereses de la nación por sobre los de los individuos y las parcialidades. Angustia porque el país necesitaba, y necesita, de demostraciones creíbles sobre el poder del voto como un elemento clave para transformar nuestra dura realidad.

Al mismo tiempo me embarga una esperanza que crece y se expande, porque al margen de la vergüenza que sentimos los ucevistas frente al país por lo ocurrido, está el hecho indiscutible de que el elemento esencial para el cambio democrático, que es la voluntad de la gente de participar y la decisión indiscutible de los candidatos por avanzar una campaña con propuestas y sin agresiones, está presente. La masiva asistencia a las mesas electorales de estudiantes, empleados y profesores revela una voluntad, un compromiso y una resiliencia extraordinarios de nuestra comunidad. Frente a ello, la suspensión de las elecciones pasa por ser solamente un tropiezo en la ruta por la liberación de Venezuela y por el renacimiento de la UCV. Por supuesto que es necesario hablar con la verdad por delante y exigir las explicaciones indispensables sobre porqué se tomaron ciertas decisiones técnicas, que en su momento fueran objetadas por destacados miembros de la comunidad universitaria con experiencia en procesos electorales, y por qué no se anticipó adecuadamente el volumen de votantes o la preservación del material, o cualquier otro elemento que clarifique la responsabilidad de la Comisión Electoral o de las autoridades universitarias. Pero más allá de eso, es indispensable estar preparados para navegar en estas aguas turbulentas del bochorno y la frustración para alentar la confianza en el voto y corregir lo que sea necesario corregir para que en una nueva convocatoria se produzca la magia inevitable del encuentro entre la decisión de la comunidad ucevista por participar, y la traducción de esa voluntad universitaria, en decisiones vinculantes para todos. Esa es la fortaleza indetenible de la democracia a la cual estamos obligados a apostar.

Son los tiempos de la arrechera y la voluntad de seguir. Arrechera y frustración porque se perdió una oportunidad dorada de darle un ejemplo a un país que exige cambios en la ruta de su empobrecimiento y destrucción, y que demanda el surgimiento de liderazgos confiables. Voluntad de seguir, porque los ucevistas estamos obligados a defender el poder del voto como elemento disruptivo en sociedades en crisis como la nuestra. La UCV tiene una oportunidad dorada para honrar su himno virtuoso y vencer las sombras que nos acosan, no solamente siguiendo el mandato de actuar con su “lumbre de fiel claridad” sino con la sabiduría política y la honestidad de rumbos que la nación nos está exigiendo. Como ucevista desde mi adolescencia, pasando por estudiante y luego profesor en la Facultad de Ciencias, estoy seguro de que vienen otros tiempos donde se recordará con agradecimiento en nuestra historia, la elección de la UCV que está por venir. Manos a la obra a todos quienes corresponde ejecutar este llamado.

27 de mayo 2023

La Patilla

https://www.lapatilla.com/2023/05/27/ucv-la-batalla-por-vencer-las-sombr...

 3 min


Manuel Muñiz, Samir Saran

Los futuros historiadores bien podrán decir que la segunda mitad de marzo de 2023 ha sido el momento en que verdaderamente comenzó la era de la inteligencia artificial. En el lapso de apenas dos semanas, el mundo fue testigo del lanzamiento de GPT-4, Bard, Claude, Midjourney V5, Security Copilot y muchas otras herramientas de IA que han superado las expectativas de casi todo el mundo. La aparente sofisticación de estos nuevos modelos de IA ha superado por diez años las predicciones de la mayoría de los expertos.

Durante siglos, las innovaciones novedosas -desde la invención de la imprenta y el motor a vapor hasta el auge del transporte aéreo e Internet- han impulsado el desarrollo económico, expandido el acceso a la información y mejorado marcadamente la atención médica y otros servicios esenciales. Pero estos desarrollos transformadores también han tenido consecuencias negativas, y el despliegue acelerado de las herramientas de IA no será diferente.

La IA puede realizar tareas que los seres humanos odian hacer. También puede brindar educación y atención médica a millones de personas que están relegadas en los marcos existentes. Y puede, en gran medida, mejorar la investigación y el desarrollo, abriendo potencialmente las puertas a una nueva era dorada de innovación. Pero también puede sobrecargar la producción y diseminación de noticias falsas, desplazar en gran escala la mano de obra humana, y crear herramientas peligrosas y disruptivas que podrían ser hostiles a nuestra propia existencia.

Específicamente, muchos creen que la llegada de la inteligencia artificial general (IAG) -una IA que puede adiestrarse a sí misma para realizar cualquier tarea cognitiva que pueden realizar los seres humanos- planteará una amenaza existencial para la humanidad. Una IAG cuidadosamente diseñada (o que esté gobernada por procesos de “caja negra” desconocidos) podría llevar a cabo sus tareas de maneras que comprometan elementos fundamentales de nuestra humanidad. Después de eso, el significado de ser humano podría estar mediado por la IAG.

Claramente, la IA y otras tecnologías emergentes exigen una mejor gobernanza, especialmente a nivel global. Pero los diplomáticos y los responsables de las políticas internacionales históricamente han tratado a la tecnología como una cuestión “sectorial” que es mejor dejar en manos de los ministerios de energía, finanzas o defensa -una perspectiva miope reminiscente de cómo, hasta hace poco, la gobernanza climática era considerada dominio exclusivo de los expertos científicos y técnicos-. Hoy en día, cuando los debates climáticos dominan la escena central, la gobernanza climática es vista como un ámbito superior que abarca a muchos otros, entre ellos la política exterior. En consecuencia, la arquitectura de la gobernanza actual apunta a reflejar la naturaleza global de la cuestión, con todos sus matices y complejidades.

Como sugieren las discusiones en la cumbre reciente del G7 en Hiroshima, la gobernanza tecnológica exigirá una estrategia similar. Después de todo, la IA y otras tecnologías emergentes cambiarán drásticamente las fuentes, la distribución y la proyección de poder en todo el mundo. Permitirán nuevas capacidades ofensivas y defensivas, y crearán dominios completamente nuevos para la colisión, la contienda y el conflicto -inclusive en el ciberespacio y el espacio exterior-. Y determinarán lo que consumamos, concentrando inevitablemente los retornos del crecimiento económico en algunas regiones, industrias y empresas, privando al mismo tiempo a otras de oportunidades y capacidades similares.

Es importante destacar que tecnologías como la IA tendrán un impacto sustancial en los derechos y libertades fundamentales, nuestras relaciones, las cuestiones que nos importan y hasta nuestras creencias más preciadas. Con sus circuitos de realimentación y su dependencia de nuestros propios datos, los modelos de IA exacerbarán los prejuicios existentes y tensarán los contratos sociales ya endebles de muchos países.

Eso significa que nuestra respuesta debe incluir numerosos acuerdos internacionales. Por ejemplo, en términos ideales, se deberían forjar nuevos acuerdos (a nivel de las Naciones Unidas) para limitar el uso de ciertas tecnologías en el campo de batalla. Un tratado que prohíba rotundamente las armas autónomas letales sería un buen comienzo; también serán necesarios acuerdos para regular el ciberespacio -especialmente acciones ofensivas llevadas a cabo por bots autónomos.

También es imperativo que se establezcan nuevas regulaciones comerciales. Las exportaciones ilimitadas de ciertas tecnologías pueden darles a los gobiernos herramientas poderosas para reprimir el disenso y aumentar radicalmente sus capacidades militares. Asimismo, todavía es necesario que pongamos mucho empeño en garantizar un campo de juego nivelado en la economía digital, inclusive mediante una tributación apropiada de esas actividades.

Como los líderes del G7 ya parecen reconocer, frente al posible riesgo que corre la estabilidad de las sociedades abiertas, a los países democráticos les debería interesar desarrollar una estrategia común para la regulación de la IA. Los gobiernos hoy están adquiriendo capacidades sin precedentes para generar consenso y manipular la opinión. Cuando se lo combina con sistemas de vigilancia masiva, el poder analítico de las herramientas de IA avanzadas puede crear leviatanes tecnológicos: estados y corporaciones omniscientes con el poder de forjar el comportamiento de los ciudadanos y reprimirlo, si fuera necesario, fronteras adentro y entre fronteras. Es importante no sólo respaldar los esfuerzos de la UNESCO por crear un marco global para la ética de la IA, sino también presionar por una Carta de Derechos Digitales global.

El foco temático de la diplomacia tecnológica implica la necesidad de nuevas estrategias de compromiso con las potencias emergentes. Por ejemplo, la manera en que las economías occidentales aborden sus alianzas con India, la mayor democracia del mundo, podría definir el éxito o el fracaso de este tipo de diplomacia. La economía de India probablemente sea la tercera más grande del mundo (después de Estados Unidos y China) en 2028. Su crecimiento ha sido extraordinario, en gran medida como resultado de sus proezas en el terreno de la tecnología de la información y la economía digital. Más concretamente, las opiniones de India sobre las tecnologías emergentes son de enorme importancia. De qué manera India regule y respalde los avances en IA determinará el modo en que miles de millones de personas la usen.

Interactuar con India es una prioridad tanto para Estados Unidos como para la Unión Europea, como quedó en evidencia en la reciente Iniciativa de Estados Unidos e India para las Tecnologías Críticas y Emergentes (iCET) y el Consejo de Comercio y Tecnología UE-India, que se reunió en Bruselas este mes. Pero para garantizar que estos esfuerzos lleguen a buen puerto hará falta una adaptación razonable de los contextos e intereses culturales y económicos. Apreciar esos matices nos ayudará a alcanzar un futuro digital próspero y seguro. La alternativa es un sálvese quien pueda generado por IA.

23 de mayo 2023

Project Syndicate

https://www.project-syndicate.org/commentary/ai-global-governance-urgent...

 5 min


Acceso a la Justicia

«Toda persona tiene derecho a ser inscrita gratuitamente en el registro civil después de su nacimiento y a obtener documentos públicos que comprueben su identidad biológica». Este mandato contenido en el artículo 56 de la Constitución de 1999 históricamente no se ha cumplido y, por ello, millones de venezolanos en algún momento de su vida han batallado para obtener documentos tales como la partida de nacimiento, fe de vida, la cédula de identidad y el pasaporte. En las últimas dos décadas se han anunciado e implementado distintas medidas para intentar solucionar el problema, la última se puso en marcha hace más de dos meses y genera preocupaciones.

A mediados de marzo, el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) lanzó un nuevo sistema, el cual obliga a los ciudadanos que aspiran tramitar el documento nacional de identidad a acudir a su página web para obtener una cita. Al agendarla, la persona deberá rellenar un formulario, en el cual deberá aportar información hasta ahora no solicitada por el organismo.

Así, además de confirmar que sus nombres y apellidos, fecha de nacimiento y número de cédula (en caso de quien vayan a renovar) estén correctos, también deberá suministrar datos sobre sus rasgos físicos (color de ojos, cabello y piel; peso y estatura; tipo de sangre, entre otros). Luego se le requerirá información sobre el lugar de nacimiento (el estado, municipio, parroquia y centro de salud donde nacieron) y también información de su partida de nacimiento (ubicación del registro civil, número de libro de registro, año y número de acta). Por último, el Saime solicita la dirección detallada y los números de teléfono del usuario.

Una vez entregados estos datos, la persona podrá escoger la oficina, fecha y hora en la que desea realizar el trámite, como se asegura en el video tutorial difundido por el organismo.

¿Por qué toda esta información? «Este sistema nuevo nos va a permitir la implementación de la nueva cédula. Con este nuevo equipo vamos a tener una nueva cédula, bien sea inteligente o digital», explicó el director del Saime, Gustavo Vizcaíno, en una entrevista, en la que aseguró que el sistema va hacia la total automatización.

Pros y contras

La exigencia de la cita previa en la tramitación de la cédula de identidad sin duda es un avance y puede agilizar los tiempos de espera y evitar las tradicionales colas a las que deben someterse los ciudadanos. No obstante, debe tomarse en cuenta a las personas que no sepan manejarse con las nuevas tecnologías, como es el caso de las personas de la tercera edad, y también aquellos que no cuenten con los servicios de internet o de luz eléctrica para realizar este trámite.

No es un dato menor que la mitad de la población no tiene acceso a internet, por lo que el Estado debe facilitar medios de acceso alternativos para los millones de venezolanos que no cuentan con ese servicio, cosa que hasta el momento no se ha anunciado, dejando en indefensión a un gran sector del país.

Las autoridades, sin embargo, le han salido al paso a estas objeciones, en la misma entrevista citada, Gustavo Vizcaíno afirmó

«Cualquiera desde su casa, desde su oficina o desde su móvil (puede pedir la cita). Casi todo el mundo tiene un teléfono inteligente y el que no lo tenga puede venir aquí y en la Oficina de Atención al Ciudadano le prestamos la colaboración (para obtener la cita)».

El tiempo dirá si ese anuncio es efectivo.

Esas afirmaciones parecen ignorar a las poblaciones rurales, de acceso remoto, a los millones en estado de pobreza crítica y a las comunidades indígenas, para las que en la mayoría de los casos un teléfono inteligente es un lujo, más allá de las dificultades de conectividad que existen en tantas partes del país.

La cantidad de información adicional que el Saime requiere podría atentar con los principios de «celeridad, eficacia y eficiencia» que establece el artículo 141 constitucional, y también contra lo previsto en la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos, porque mucha de esa información ya está en manos de la administración pública, por no decir toda, sobre todo en el caso de las personas que han sacado su pasaporte o lo han renovado recientemente.

Un hecho grosero que pone en evidencia lo mencionado acerca del principio de eficiencia se observa en el sinsentido de que el Estado pida una copia de la cédula que él mismo expide para cualquier trámite.

El cuento del gallo pelón

Vizcaíno también anunció que su despacho está estudiando cómo será la nueva cédula, si tendrá un chip o un código de barras o QR que contenga la información de cada ciudadano. ¿Pero qué información albergará? «Pudieran ser del Instituto Nacional de Tránsito, de salud o bancaria», explicó el funcionario. Asimismo, dejó entrever la posibilidad de que el nuevo documento se cobre, algo que contrariaría lo previsto en el artículo 13 de la Ley Orgánica de Identificación.

Esta no es la primera vez que se habla de un nuevo documento electrónico nacional de identidad sin que el mismo llegue a buen puerto.

La primera propuesta seria bajo el chavismo de una nueva cédula se discutió durante la gestión de Luis Alfonso Dávila, el segundo ministro del Interior que tuvo Hugo Chávez. Durante su gestión, un consorcio en el que participaba la empresa coreana Hyundai ganó un contrato por más de 200 millones de dólares para poner en marcha el Sistema de Identificación y Control Ciudadano (Sinacoc). Sin embargo, esto no se puso en marcha.

Después, con motivo del referendo revocatorio presidencial de 2004, inició la llamada Misión Identidad, que entregó cédulas de identidad a millones de personas, muchas de ellas sin el debido soporte. En esta operación participaron empresas cubanas, las cuales recibieron contratos millonarios.

En su momento, el entonces director de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería (Onidex), Hugo Cabezas, aseguró que 7 de cada 10 venezolanos poseían un número de cédula, pero carecían del documento laminado. Cabezas hoy está detenido en el marco de la última cruzada contra la corrupción.

Las firmas cubanas, en especial Albet Ingeniería y Sistemas, rostro comercial de la Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana (UCI), siguieron recibiendo jugosos contratos para modernizar el sistema de identificación venezolano al menos hasta 2010, reportó Transparencia Venezuela.

Tras revisar las cifras disponibles en documentos públicos de Albet, en varias leyes de presupuesto y los contratos revelados, la organización calculó que la firma cubana se hizo con 1.400 millones de dólares en Venezuela. No obstante, de la cédula electrónica no hay rastros y, aunque la obtención del pasaporte se agilizó durante unos años, en los últimos ha vuelto a convertirse en un drama para muchos ciudadanos.

Durante la gestión del exministro Miguel Rodríguez Torres (2014-2015), el tema volvió a salir a relucir, pero con el mismo resultado.

Y ahora con código de vestimenta

Como si no bastaran las exigencias del Saime respecto a los requisitos para satisfacer el derecho a la identidad, nos encontramos con que, sin que exista base constitucional ni legal alguna, se impone a los ciudadanos un «código de vestimenta» que es esencialmente discriminatorio y, por tanto, violatorio de los derechos humanos.

Así, en un video hecho público en Twitter y que luego fue borrado, pero que puede verse en esta cuenta, se afirma que existe dicho código, el cual implica entre otras limitaciones, las siguientes: prohibición de «ropa informal», lo que se traduce explícitamente en ir en shorts, minifaldas, monos deportivos, leggins, camisas con escotes o pantalones con roturas.

La mayoría de estas prohibiciones son claramente contra las mujeres, y en nada se diferencian de las establecidos en aquellos países donde estas son ciudadanas de segunda categoría, en la medida en que se imponen para que las mujeres no «estimulen» o peor aún, «provoquen a los funcionarios, una concepción de la mujer como incitadora y que debe contenerse. Por eso, consideramos que estas exigencias configuran una especie de «burka criollo» al negarles a las mujeres la libre expresión de su identidad.

A partir de estos prejuicios, queda entonces en manos del funcionario determinar cuándo una falda es muy corta, si existe o no un escote o qué tan recatada es la vestimenta de una mujer, lo que otorga a los funcionarios del Saime una discrecionalidad para atender a una persona que, tristemente, siempre termina en arbitrariedad.

Pero la discriminación no termina allí, pues también se prohíben los pantalones cortos o shorts, lo cual, sin que sepamos por qué, también acoge a los bermudas, pantalón particularmente cuestionado por funcionarios a lo largo y ancho de la administración pública venezolana, y que son simplemente la expresión de un país en el que en algunos lugares tener 40° de temperatura es algo habitual. Por tanto, se trata de una prenda práctica, no una moda.

Lo dicho hace que también los hombres sean víctimas de este código carente de base constitucional y legal.

El Saime no se queda ahí: también agrega a su «código» las sandalias tipo playeras o similares, con lo cual, una vez más, niega nuestro carácter de país tropical y, sobre todo, la pobreza, pues para muchos venezolanos optar por un calzado diferente no es una opción. Se llega a tal nivel de discriminación que los indígenas, con su vestimenta habitual, no serían «dignos» de ser atendidos en estas oficinas públicas y que terminaría contrariando lo establecido en el artículo 11 de la Ley Orgánica de Identificación respecto a que «no se les obligará a fotografiarse con una vestimenta distinta a la que corresponde a sus usos, costumbres y tradiciones».

Esto último es lo más grave, pues cuando son los ciudadanos los que deben hacerse lo suficiente «dignos» para ser atendidos, entendemos que el mito de los llamados «servidores públicos» no es más que eso, y la prestación de servicios por parte del Estado es un ejercicio discriminatorio y represivo.

Lo exigido por el Saime no es más que la expresión oficial de una costumbre que lleva años, en la que además se incluye el color del pelo y muchas otras exigencias discriminatorias en las que el Estado impone una identidad al ciudadano, cuando debería limitarse a registrar la que este haya decidido.

Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?

La identidad es un derecho fundamental de los ciudadanos y es una obligación del Estado proveerles de los documentos que prueban quiénes son.

La cédula es imprescindible para la vida cotidiana de los venezolanos, pues es demandada para realizar cualquier trámite oficial o en el sistema bancario, y para ejercer derechos como el desplazamiento interno o el voto. Pese a ello, históricamente el Estado ha mostrado ser incapaz de otorgarles a todos los venezolanos este documento, aun habiendo ingentes recursos para ello y tras haber realizado innumerables promesas. Que además de ello, se exijan códigos de vestimenta discriminatorios habla del grado de ejercicio arbitrario del poder al que hemos llegado y que se pretende normalizar.

El derecho a la identidad no es una gracia del Estado, es su obligación, y este simplemente debe reflejar lo que el ciudadano decida como identidad y no imponerla, y mucho menos sujetar a la mujer a tratos ajenos a la dignidad humana.

24 de mayo 2023

https://accesoalajusticia.org/tener-cedula-viacrucis-derecho-o-estableci...

 8 min


Ignacio Avalos Gutiérrez

Tenía varias ideas rondando en la cabeza antes de escribir este artículo. Al final las descarte, engavetándolas para una próxima oportunidad. Resulta que buceando dentro de una vieja caja de cartón encontré un documento apiñado entre otros muchos, que me llamo la atención y, tras darle un vistazo a los dos primeros párrafos, leí sin parar sus más de sesenta páginas.

Decidí, entonces, recoger en este artículo algunos de sus planteamientos, reiterados en posteriores escritos de su autor, cuya vigencia hoy en día es indudable. Sin disimular mi plagio, redacté, entonces, estas líneas a partir de su lectura, sin ningún aporte personal que fuera más a allá de la escogencia de las cuestiones que me parecieron más interesantes.

La mariposa y la oruga

El creador de las páginas a las que me refiero cumplió recientemente ciento un años. Lleva unas cuantas décadas pensando sobre la crisis de la humanidad y ha señalado en innumerables ocasiones, que la globalización ha generado una pluralidad de crisis ínter dependientes e intrincadas, que ocurren en diversos planos: el cognitivo, el político, el económico el social, en fin.

En su estado actual, afirma, el sistema mundial se ha mostrado incapaz de organizarse para tratar problemas vitales, tales como el peligro nuclear, la degradación de la biosfera, las distorsiones de la economía, la desigualdad social, las migraciones e, incluso, los conflictos étnico - religiosos.

En otras palabras, lo que estamos viviendo es, añade, una época de incomprensión de los unos con los otros. Este caos en el que la humanidad corre el riesgo de hundirse trae consigo, igualmente, una última oportunidad. En esta dirección, y valiéndose de lo expresado por otro filósofo, cuyo nombre olvidé, indica que la metamorfosis de la oruga en mariposa nos ofrece una metáfora interesante: cuando la oruga se envuelve en el capullo, comienza un proceso de auto- destrucción de su organismo de oruga, y este proceso es, al mismo tiempo, el de la formación del organismo de mariposa, el cual es, simultáneamente, igual y distinto del de la oruga.

Crisis del pensamiento

Según él, las diversas reformas necesarias sólo pueden progresar si también lo hacen las demás. No hay reforma política sin reforma del pensamiento político, el cual supone una reforma del pensamiento mismo que, a su vez, supone una reforma de la educación, que conlleva una reforma política. No hay reforma económica y social sin reforma política, que va unida a una reforma del pensamiento. No hay reforma vital ni ética sin reforma de las condiciones económicas y sociales, y no hay reforma social y económica sin reforma vital y ética.

Dentro de este contexto formuló su teoría del pensamiento complejo, argumentando que el mundo puede ser representado como una especie de gran red, cuyos delgados hilos se entrelazan y relacionan sus componentes. Los hilos son eventos, acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares que conforman un entorno bosquejado por profundos y vertiginosos cambios tecnológicos.

La Tierra Patria

En línea con lo apuntado anteriormente acuñó el concepto de Tierra-Patria, que supone la conciencia del destino, la identidad y el origen común de toda la humanidad y que, lejos de anular las patrias singulares, las integraría en una gran patria común, el contrario de los internacionalismos, que ignoraban la importancia de la diversidad cultural y nacional. La Tierra-Patria se ocuparía de salvaguardar indisolublemente la unidad de diversidad humana.

El cumpleañero cuya obra he venido glosando, ha estado rumiando estos asuntos desde la segunda mitad del siglo pasado. Es sin duda uno de los pensadores más lúcidos del planeta. Acaba de publicar su última obra hace unos meses y ya tiene casi lista otra para editarla hacia finales del 2023.

Se llama Edgar Morin y tiene, dicen que dijo, “apenas”, ciento un años.

El Nacional 24 de mayo de 2023

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Werner Corrales

La realización de la Primaria de la Oposición está hoy en serio riesgo, como resultado de las presiones que viene recibiendo la Comisión Nacional de Primarias.

Los resultados que sólo ofrece una Primaria Auténtica

Debemos recordar que si se realiza la Primaria Auténtica que nos ha esperanzado, los venezolanos podremos alcanzar dos logros muy importantes en el camino hacia la recuperación de la libertad, superando carencias muy graves de capacidad de lucha que ha acumulado la oposición democrática a lo largo de más de dos décadas. Se trata de la legitimación de un nuevo liderazgo opositor y de la cohesión de las bases democráticas alrededor de objetivos que trasciendan la euforia de una campaña electoral.

La legitimación de un nuevo liderazgo

Por una parte, solo con una Primaria Auténtica podremos legitimar un nuevo liderazgo que goce del reconocimiento y el apoyo de toda la sociedad democrática, lo que le dará fuerzas a esos líderes para que puedan asumir un compromiso activo y robusto con la recuperación de la libertad.

Cohesión profunda y Visión Compartida de País

En segundo lugar, sólo con una Primaria Auténtica que trascienda lo puramente electoral y que proponga una imagen futura de Nación, en la que participemos todos, podremos generar una nueva esperanza de cambio. Una esperanza que una a toda la gente en una visión compartida de país, cohesión que no es posible generar con los jingles y discursos de campañas electorales que ya no atraen a las mayorías.

La Primaria y la Unidad de la Oposición

Desarrollar la motivación masiva que es necesaria para una acción política que nos libre de este régimen, dependerá de que construyamos juntos lo que solo una Primaria auténtica nos puede dar. Para eso necesitamos la Unidad de la Oposición, que es mucho más que el acuerdo entre los dirigentes de algunos partidos.

Algunos opositores, entre ellos los dirigentes, voceros y candidatos del G3 rechazan una Primaria independiente del CNE, argumentando que ella no sirve para construir la Unidad de los partidos opositores en el 2024.

Para lo que no sirve una Primaria Auténtica, en la que puedan participar todos los opositores dentro y fuera del país, una Primaria independiente del CNE y autogestionada por la sociedad, es para apuntalar una unidad ficticia puramente electoral y manipulable por aquella dirigencia que debe ser sustituida por el nuevo liderazgo.

25 de mayo 2023

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