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Opinión

Carlos Raúl Hernández

EEUU y Canadá son altamente desarrollados, pero fueron colonias igual que Argentina, que entre 1853 y 1946 fue también potencia mundial. Y aunque el odio patológico contra Colón y España, la leyenda negra, no fuera síntoma de merma mental, la revolución de independencia fue la oportunidad para cambiar la historia. En EEUU, cinco o seis hombres extraordinarios dirigidos por un titán y anti caudillo, George Washington, lo hicieron con la Constitución de 1787, una de las obras de ingeniería política más compleja y dificultosa de la historia moderna. Fue un inédito, sorprendente y temerario modelo político que se pensaba, sucumbiría muy pronto. Estados Unidos tuvo una sola guerra civil, gran matanza para liberar los esclavos, con la que consolidó la unidad nacional, emprendió la ocupación del espacio continental de costa a costa, con la idea del Destino Manifiesto y arranca la Revolución Industrial. En diametral diferencia, desde la independencia, Hispanoamérica entra en crónica violencia, se desintegran los virreinatos y vienen cien años de guerritas y dictaduras militares.

Bolívar, Rosas, Francia, Monteagudo, Castelli decenas de caudillos militares y amanuenses civiles, le dan otro destino opuesto al Norte. No fue así en Argentina gracias al cisma de Alberdi con el militarismo en 1853, ni en Chile que se estabilizó a partir de 1833. Comparar figuras de épocas diferentes, por ejemplo, Eisenhower y Julio César, puede ser un ejercicio entretenido e interesante. En computadora simularon un combate entre Cassius Clay y Rocky Marciano para saber quién fue “el más grande”. Pero como la técnica y los conocimientos dan ventajas a la última generación, parece mucho más práctico Plutarco con sus vidas paralelas: contrastar personajes de momentos cercanos. Así podemos carearlos con relativa justicia. Hoy día tenemos certeza que Shakespeare es superior a Marlowe, Neruda a Juan Larrea y Churchill la estrella de su época. Valdría la pena analizar a George Washington y Simón Bolívar, líderes de revoluciones de la Ilustración.

En El federalista, creado por Alexander Hamilton, James Madison y John Jay en el debate para elaborar la constitución, dice que “la separación de poderes es el mejor avance hacia la perfección en los tiempos modernos” y denomina “abogados del despotismo” a los que pedían centralismo y mano dura contra la inestabilidad de la república en su comienzo. Hamilton con fe política incondicional en “las virtudes del pueblo” diseña “la regular distribución del poder…el balance y chequeo legislativo…la representación del pueblo en la legislatura por diputados de su elección...”. Del otro lado, Bolívar en Cartagena 1812 atribuye su catástrofe personal en la Primera República a no haber fusilado suficiente y a tiempo: “la fatal adopción del sistema tolerante… improbado como débil e ineficaz” y al error de “hacer por la fuerza libres pueblos estúpidos que desconocen el valor de sus derechos”.

“La república se perdió "por seguir las máximas exageradas de los derechos del hombre… junto a… elecciones populares hechas por los rústicos del campo y por los intrigantes moradores de las ciudades…unos… tan ignorantes que hacen sus votaciones maquinalmente y otros tan ambiciosos que lo convierten todo en facción”. Por siglo y medio se ha rendido culto a estas “teorías” ¿Qué tienen de raro entonces nuestros resultados? Washington fue lo más distante a un charlatán y ni siquiera quiso tomar la palabra en la Convención de Filadelfia que aprobó la constitución, presidida por él. Habló cinco minutos en la clausura, para no inclinar la balanza en el debate. Desayunaba con los delegados para desmontar bombas de tiempo que amenazaban el experimento republicano. Entre ellos, que el sistema de representación conducía a que, en el futuro congreso, estados grandes como Virginia, aplastarían en número de parlamentarios a los pequeños como Rhode Island, que no estaban dispuestos a aceptarlo. Entiende la gravedad y se dedica a conciliar, nunca a amenazar, sobre el sistema federal de nuevo tipo, y la convivencia equilibrada de estados pequeños, su autonomía y la libertad individual.. De esos desayuno viene la anécdota que usó para explicar el papel equilibrador del senado, Vertió el café de la tasa al platillo Y comentó "las decisiones de los representantes vienen calientes y el senado las enfría".

Y logró el milagro con el “Gran Compromiso”, crear una cámara federal, el senado, que en primer lugar, dominará la otra, formada por miembros de edad adulta por plazos mayores que los representantes y en la que los estados tendrían el mismo número de miembros. Así se originó la Constitución escrita más longeva del mundo moderno, obra maestra en los aportes clásicos a la teoría política. Por estas latitudes, Bolívar analiza su fracaso inicial, la Primera República en 1812, con sociologismos y gran elocuencia en el Manifiesto de Cartagena, pero principalmente con mentalidad militar. Las causas del descalabro, a su juicio: debilidad del gobierno patriota, vacilación para aplastar al enemigo, adversidades creadas por “exceso” de libertad, y “el federalismo” de la Constitución del 21 de diciembre de 1811. Una obra de ficción. Las provincias, Cumana, Guayana, Maracaibo y Margarita, carecieron de autonomía ya desde la creación de la Capitanía General en 1777, a diferencia de Norteamérica, donde las trece excolonias estuvieron a un paso de hacerse repúblicas independientes y las conjuga la Constitución. En estas latitudes, la “federal” de 1811 nunca entró en vigencia y por eso sus atribuciones no existían ni en el papel.

Apenas a cuatro meses de aprobada, el 4 de abril de 1812, el Congreso renuncia a sus funciones y la suspende. Nombra a Miranda Dictador Absoluto, amo de la vida y la muerte. “No consultéis más que a la suprema ley de salvar la patria” en extrema adulancia aterrada, con la potestad de designar los comandantes militares, facultados para ajusticiamientos sumarios. La constitución, la libertad y el federalismo murieron sin nacer. Con sorna por las potestades de Miranda, los realistas asaltan y toman la plaza de Puerto Cabello mientras su comandante, Bolívar, jugaba cartas, dominó o cosas mucho más gratas. Ese catastrófico fracaso político militar, y los errores de Miranda, explican el fin de la república. En una de las situaciones complejas de su vida, acusa a Miranda de traidor, quita del medio al jefe, lo mancha históricamente, lo entrega a los peninsulares y en la operación obtiene un pasaporte español. Y para desviar la atención de semejante operativo y quitarse responsabilidades, nada mejor que redactar un tratado: el Manifiesto de Cartagena (1812) con el que el águila vuela sobre las causas “profundas”, el federalismo y los excesos de la libertad.

Pero la derrota de la República no era la blandenguería sino falta de apoyo popular, el desprecio mutuo entre la gente y los líderes. El asunto era resolver eso y no soltar a la calle la bestia del terrorismo en degollinas masivas que hacían a la población mucho más hostil, ni implantar la hegemonía militar con puño de hierro, como lo hacen. La fatuidad del documento de Cartagena la demuestra que Boves vuelve a aplastar a los patriotas y a la Segunda República en plena efervescencia del terror de la Guerra a Muerte (1813) “inspirada” en el, “programa” del caudillo Antonio Nicolás “el Diablo” Briceño. Boves se limpia las botas con el terror patriota, aplicando el suyo propio. En 1814, año de su muerte en la batalla de Urica, ahoga en sangre la Segunda República gracias a una consigna de enorme tino y poder de movilización: que los patriotas crearían “una república de blancos”. Bolívar sólo saldrá de la racha de derrotas años después, cuando aprende a cambiar su relación con el pueblo llano que tanto despreciaba (“estúpidos”, incapaces para la libertad, hijos de tres estirpes enfermas”), gracias a José Antonio Páez, quien, por su liderazgo popular, su aceptación por la masa “estúpida”, es capaz de juntar fuerzas para la guerra de liberación nacional. El desprecio por la libertad, la federación, la gente y la civilidad, podría ayudarnos a entender por qué América Latina es un paraíso de energúmenos.

@CarlosRaulHer

 6 min


Ismael Pérez Vigil

Entre los temas controversiales que maneja la Comisión Nacional de Primaria (CP) está el de la participación del CNE y el alcance de esa participación en el proceso de la primaria opositora para elegir el candidato unitario de la oposición. Sobre ese tema, al que me referí en mi artículo de la semana pasada, aún no se ha tomado ninguna decisión, salvo la ya anunciada de reunirse con ese organismo, en la cual se le solicitó la utilización de los centros electorales, la actualización del registro y la conformación de una comisión técnica.

De manera que lo expresado en el artículo referido son mis opiniones y no reflejan la posición de la CP, que como he dicho, aún no ha tomado una posición al respecto. Por otra parte, como se deduce de la lectura del artículo, mis opiniones tampoco son definitivas, pues estoy abierto a la discusión que se pueda dar, y se dé, en la Comisión; y desde luego aceptaré sin ambages la decisión que se adopte en dicha Comisión.

Otro de los problemas con los que tiene que lidiar la CP de la oposición democrática, es el de la votación de los venezolanos en el exterior, que por varias razones, es el más complejo, delicado y difícil de ver con la reposada calma y objetividad que se merece. Votar, es un derecho político y, por lo tanto, un derecho humano fundamental. La CP así lo ha declarado en varias oportunidades: Todo venezolano, mayor de 18 años, que esté en el registro que en su momento definirá la CP, en Venezuela o el exterior, tiene derecho a votar y es deber, misión y objetivo de la Comisión, procurar y hacer lo necesario para que eso sea posible.

Sobre todo, porque entre los principios que guían la actuación de la CP está el de:

  • “…rescatar el valor del voto como instrumento para la democratización… (y el) … Perfilamiento de la Primaria como un proceso abierto de participación y despertar democrático…”

Por ello, en el primer informe de balance de la Comisión, el 12 de diciembre de 2022, la CP afirmó:

  • “Se elaborará e implementará un Plan de promoción de la participación electoral de los venezolanos que se encuentran en el exterior, para incorporarlos a la Primaria y luego al RE con su dirección actual.”

Con respecto a ese Registro, en el mismo informe del 12 de diciembre último, la CP afirmó:

  • “Con base en propuestas recibidas, se están definiendo las características y alcances de un registro auditable para el ejercicio del derecho al voto de venezolanos que se encuentran en el exterior, que les permita votar presencialmente en la primaria y marque un camino para su participación en la futura elección presidencial.” (Subrayado mío)

Incluso la CP, en su declaración de diciembre, ha ido más allá de lo que establecen las normas que se han empleado en procesos electorales recientes, que se consideran restrictivas y violatorias de los derechos políticos establecidos en la Constitución y en el propio artículo 124 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE); a tal efecto la CP ha declarado:

  • “Se tendrán en cuenta los criterios que, de acuerdo con la Constitución y el Derecho Internacional, deben ser considerados para superar la ilegal restricción del derecho al voto que ha sido impuesta en procesos electorales anteriores.”

El problema no es sencillo de resolver y espero haber ilustrado suficientemente su complejidad; pero, sobre todo, espero haber dejado claro −y lo enfatizo− que la CP no ha tomado ninguna decisión con respecto al alcance y modalidades de la participación de los venezolanos en el exterior y seguirá buscando la alternativa para que todos los venezolanos, donde quiera que estén, se incorporen, de manera efectiva y real, a la reconstrucción de la democracia en el país.

https://ismaelperezvigil.wordpress.com/

 3 min


Juergen Voegele

Cuando el mundo sigue luchando contra la crisis alimentaria, debemos recordar que este problema no surgió de la noche a la mañana. La guerra en Ucrania aceleró la crisis y generó más atención, pero los precios de los alimentos y el hambre en el mundo ya iban en aumento incluso antes del conflicto. El cambio climático, entre otros, ha sido uno de los principales factores que empeoran estas tendencias. Irónicamente, aunque la producción mundial de alimentos casi se cuadruplicó entre 1961 y 2020 y aumentó un 50 % entre 2000 y 2020, más personas que nunca pasan hambre.

Para resolver la situación que enfrentamos hoy en día, es necesario centrarse como nunca antes en la transformación de nuestros sistemas alimentarios para hacerlos más sostenibles y alimentar, al mismo tiempo, a una creciente población mundial. Un sistema alimentario que funciona bien ayudará a desarrollar capital humano, sacar a las comunidades de la pobreza y mejorar la resiliencia climática. En cambio, nuestro sistema alimentario mundial genera anualmente una cifra estimada de USD 12 billones en costos sociales, económicos y ambientales ocultos, entre ellos la generación de casi un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. También impulsa a los consumidores a elegir alimentos poco saludables al mantener demasiado altos los precios de los alimentos sanos.

Seguir como hasta ahora es inaceptable. Necesitamos un cambio sistémico en nuestro enfoque para la agricultura y los sistemas alimentarios a fin de transformar la manera en que producimos, transportamos y consumimos los alimentos.

El Foro Mundial sobre la Alimentación y la Agricultura 2023 (i) que se celebra en Berlín —una de las reuniones más importantes de ministros y expertos del sector agrícola de todo el mundo— brinda una excelente oportunidad para analizar opciones, compartir experiencias y acordar medidas que permitan transformar el sistema alimentario.

Un cambio clave que debemos hacer se relaciona con la forma de utilizar el apoyo a la agricultura. A nivel mundial, la asistencia para la agricultura y la alimentación supera los USD 700 000 millones al año. Si bien este apoyo es necesario, gran parte no está orientado de la manera correcta: los agricultores reciben solo 35 centavos de cada dólar y, a menudo, la asistencia fomenta prácticas de producción insostenibles.

Hay opciones para que los Gobiernos reorienten el apoyo agrícola actual —que se utiliza principalmente para apoyar los precios, los subsidios a los insumos y los pagos directos a los productores— y lo usen para implementar políticas respetuosas del medio ambiente e incentivar a los agricultores a adoptar prácticas agrícolas inteligentes desde el punto de vista climático. El financiamiento público también puede utilizarse para ayudar a reducir los riesgos de las inversiones del sector privado que cumplen normas sociales y ambientales más exigentes. Asimismo, puede usarse para incentivar nuevas tecnologías que ya han demostrado ser prometedoras, como los aditivos para piensos que reducen los gases de efecto invernadero, o para técnicas de producción de arroz que disminuyen las emisiones de metano.

Adoptar políticas adecuadas reduciría las distorsiones de precios, promovería un crecimiento de la productividad resiliente y sostenible, y fortalecería las cadenas de valor. Esto, a su vez, mejorará la seguridad alimentaria y la nutrición, reforzará los ingresos de los agricultores y permitirá optimizar mejor los recursos en los programas públicos.

Otro desafío es que el sistema alimentario mundial es sumamente complejo y está muy fragmentado. A pesar de los considerables aumentos de la producción, el sistema es ineficiente y derrochador, y la abundancia y el hambre siguen coexistiendo. En el centro de estos fracasos está la falta de acceso a información entre los agricultores y dentro de los mercados, donde los sistemas inflexibles incentivan los altos costos de transacción.

Un mejor uso de los datos y la tecnología digital puede ayudar a conectar a los 570 millones de establecimientos agrícolas del mundo con 8000 millones de consumidores. La agricultura digital basada en datos puede ayudar a mejorar el rendimiento de los cultivos, reducir los desechos, bajar los costos y disminuir la contaminación, todo lo cual contribuye en gran medida a reducir la desigualdad y el hambre en el mundo.

Pero no hay una solución única. Todos los países tienen su propio conjunto de desafíos y necesitan identificar opciones y estrategias para lograr los resultados deseados. En última instancia, transformar los sistemas alimentarios para obtener mejores resultados de desarrollo requiere análisis locales y específicos de cada país, respaldados por diálogos de múltiples partes interesadas para incluir a todos en el proceso de formulación de políticas.

En el marco del programa Sistemas Alimentarios 2030 (i), el Banco Mundial ayuda a los países a transformar sus sistemas alimentarios para que logren el objetivo hambre cero a más tardar en 2030. El programa recibe financiamiento de Alemania, el Reino Unido, la Comisión Europea y la Fundación Bill y Melinda Gates. Colaboramos con 25 países con el fin de encontrar puntos de entrada específicos de cada país para reorientar las políticas y la asistencia agrícolas, crear modelos de negocios que estimulen el financiamiento del sector privado, promover la agricultura climáticamente inteligente e implementar innovaciones digitales y estrategias para hacer más asequibles las dietas saludables y nutritivas.

El Grupo Banco Mundial y sus numerosos socios están listos para trabajar con los Gobiernos y los asociados, compartiendo conocimientos sobre políticas y realizando inversiones que ayudan a transformar el sistema alimentario mundial. Y el Foro Mundial puede servir para que los que trabajan en los campos de la alimentación y la agricultura compartan experiencias interesantes que respaldan nuestros esfuerzos para lograr los tres beneficios de la transformación de los sistemas alimentarios: personas saludables, un medio ambiente saludable y economías saludables.

Vicepresidente de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial

Banco Mundial Blogs

17de enero 2023

https://blogs.worldbank.org/es/voices/transformar-nuestros-sistemas-alim...

 4 min


Guillermo Mendoza Dávila

El encabezado de hoy semeja una cacofonía. Esa combinación menos que armónica pareciera un contrasentido. Pero resulta que hay una matriz de opinión entre muchos de nosotros, tanto localmente como en el exilio que prácticamente nos obliga a todos los venezolanos a estar mal.

Nuestros coterráneos en Miami y en otros derroteros se regodean de repetir a los cuatro vientos lo mal que está Venezuela. Los que quedamos aquí nos saludamos con el depresivo “aquí, en la misma measma; mal, pero no importa; fregado pero en Caracas.”

La cultura derrotista, la apatía y la falta de esperanzas hace añicos los eventuales esfuerzos de muchos por salir adelante y aquellos que no están mal se reprimen de decirlo, ya que se arriesgan a ser criticados y mal vistos. A quien le esté yendo bien se le menosprecia de inmediato y se le etiqueta con el frecuente “estará enchufado.”

Durante la Homilía de la Divina Pastora, el respetable Obispo pedía “que cesen las burbujas de la falsedad económica.” Su argumento de fondo apuntando a la inmensa mayoría de la población que no ha visto más que penurias en muchos años. Nadie puede negar esa cruenta realidad.

Ahora bien, por qué no buscar que la burbuja ampare a más, propender a que nos vaya bien a todos. Hay buscar que las mejoras económicas, QUE SI LAS HAY, alcancen no solo a unos pocos y volvamos a tener un país habitado mayormente por una clase media que consiga oportunidades reales de mantener a su familia y prosperar. Que no se acabe la burbuja…¡más bien que crezca!

Necesitamos que vuelva la inversión privada, las fuentes de empleo y el emprendimiento. La inmensa brecha existente hoy entre la remuneración del sector privado y el público es clara demostración de ello. Tenemos que retornar al país que fuimos, con un alto grado de industrialización e infraestructura para los estándares latinoamericanos del momento y retomar desde ahí nuestra senda de desarrollo.

La apertura petrolera es un camino necesario para ello, pero pareciera que los detractores de oficio prefieren que se mantengan las sanciones y que no rescatemos los miles de pozos inactivos, que no se adecúen las tuberías y que no se arreglen las refinerías. Que no se venda más petróleo y sus derivados, que no entre dinero a las arcas del Estado. Que sigamos como estamos es mejor a que el gobierno maneje más recursos.

Por mi parte me niego a estar mal. Me niego a aceptar que la politequería siga sumiendo a toda una nación en el más absoluto abandono social y económico. Entiendo el rechazo al gobierno, que ha sabido malgastar una soberbia riqueza en la búsqueda del poder perpetuo. Sin embargo, mientras eso cambie, cada familia que vive aquí necesita procurarse el mejor sustento posible, con el mayor esfuerzo a su alcance para no seguir en este letargo económico mientas cambia el modelo político. Y para eso hacen falta cuantiosos recursos y disposición.

Hay muchos empresarios trabajando duro y consiguiendo resultados entre los pocos espacios que han quedado vacíos. No todos están enchufados. Por mi parte, ninguno de mis clientes está dentro de los círculos del poder político y aun así marchan adelante satisfactoriamente. Claro que podrían estar mejor, pero no están mal.

No es fácil, no señor. Pero eso ya lo sabemos. Hay que salir muy temprano todos los días a buscar y rebuscar. Hay que adecuarse, cambiar, mejorar, innovar, asesorarse. Ven ustedes médicos, abogados, agentes de bienes raíces y ejecutivos diversos que les va relativamente bien, mientas muchos de sus colegas pasan el día lamentándose. En el mismo país, en el mismo mercado.

En abril del 2020, iniciando la pandemia escribí al sector empresarial que debíamos “Asumir con resolución el liderazgo que la situación reclama. Rendirnos no es una opción.” Hoy hago el mismo llamado. Si fuera fácil no estaríamos hablando de esto y no lo es. Situaciones tan complejas exigen lo mejor de todos nosotros y ciertamente los mejores saldrán adelante a pesar de la inmensa crisis que nos agobia.

Claro que no todos tuvimos las mismas oportunidades académicas y las mismas experiencias profesionales de las cuales echar mano para mantenernos a flote. Pero quienes la tuvieron están llamados a luchar, a brazo partido para coadyuvar en la medida de sus capacidades a crear las condiciones que aporten al mejoramiento de su entorno. Un palo no hace montaña, pero la suma de lo micro hace lo macro. Hagamos crecer la burbuja para estar todos mejor.

guillermomendozad@gmdconsultor.com

 3 min


Jesús Elorza G.

Sin anunciarse previamente, entró el G2 jefe de seguridad, al despacho de Nicolás y, al ver que estaba echando un camaroncito, le preguntó, recordando al poeta Caupolicán Ovalles, ¿Duerme usted señor presidente?

-Tranquilo camarada, solo estaba pensando en los nuevos anuncios que le voy a decir al país. ¿Qué lo trae por aquí a estas horas?

Óyeme tú camarada Nicolás, dijo muy serio el cubano del G2. Estoy preocupado por la serie de movimientos sociales de calle que se han producido después que finalizaron las festividades navideñas de fin de año y año nuevo…

-Esos movimientos deben ser los de la oposición que no haya en que palo ahorcarse. Como están viendo que los gringos se me están acercando para que les dé más petróleo, ahora quieren armar bochinches en cualquier lado para que se mantenga el cerco imperialista contra nuestra revolución.

No es así camarada presidente, desde el lunes 9 de enero, cuando los educadores no se presentaron a sus sitios de trabajos en las escuelas y liceos, en señal de protesta por las reiteradas violaciones a sus derechos laborales, se ha producido un tsunami de protestas por aumentos salariales, la falta de suministros de gas, gasolina, agua, electricidad, por el costo de los alimentos, las medicinas, la crisis hospitalaria, la hiperinflación galopante y….

-No sigas chico, que esa vaina es normal desde comienzo de este siglo, con la llegada de nuestra revolución bolivariana del Siglo XXI. Esas protestas reivindicativas, siempre la hemos superado con anuncios de aumentos salariales, bonos de todo tipo, cajas de alimentos, medicinas a bajo costo etc. Y pa’ más ñapa, si la vaina sigue, anuncio un aumento del salario mínimo a 150 bolivares pa’ que se tranquilicen. Además, a las bolsas Clap le voy a agregar una latica de sardinas, pa’ que tengan proteínas.

Todo eso esta del carajo camarada Nicolás, pero si bien es cierto que las protestas están enmarcadas en reclamos reivindicativos, no menos cierto es que hay una creciente demanda por la libertad de los presos políticos, tanto civiles como militares. Familiares, amigos y ciudadanos en general manifiestan su rechazo a las medidas represivas y a los ilegales procesos judiciales contra los venezolanos. Se ha criminalizado la protesta social, es la consigna principal de los manifestantes.

La conversación fue interrumpida, por un edecán que, todo nervioso, informo sobre una marea de protestas que estaba en pleno desarrollo en todo el país. Aquí en Caracas, continuo su informe, los cuerpos de seguridad informan que en Catia, Monte Piedad, 23 de enero, La Silsa, El Paraíso, La Vega, Los Ruices, Altamira, Petare, El Hatillo y pare de contar, miles de ciudadanos, gremios, sindicatos, sectores universitarios, organizaciones no gubernamentales, ¡¡¡Consejos Comunales!!! marchan por las calles gritando “Feliz 23”…

-Si es así, no tenemos que preocuparnos por esas manifestaciones de alegría y salutación por el nuevo año, dijo con una sonrisa tímida Nicolás.

No camarada, señalo el G2 jefe de seguridad, esa expresión “Feliz 23”, es una contraseña de los manifestantes, para indicar que hoy 23 de enero es una fecha histórica para derrotar a la dictadura que gobierna al país, al igual como sucedió en 1958. El llamado de los manifestantes es a derrotar al régimen.

-De un sobresalto, se levantó Nicolás de su silla y, al igual que su antecesor, el camarada Hugo, gritó desesperadamente “activen de inmediato el Plan Waraira Repano” ..

¿Qué Plan es ese? preguntó alguien.

-Coño, cuál va a ser. Es el mismo Plan Ávila, pero como le cambiamos el nombre a ese cerro, ahora a nuestro plan de represión también le cambie el nombre.

Ahhhhh, ahora si entendimos, dijeron los presentes. En ese momento un ensordecedor ruido de un avión inundó el despacho. Un SUKHOY SU30 ruso, sobrevolaba el cielo de Caracas a muy baja altura…

-Esos son los camaradas de la aviación que vienen a protegerme, expresó con voz temblorosa Nicolás.

No camarada presidente, esos son los militares descontentos, según lo señalan los volantes lanzados, por el pocotón de compañeros de armas que usted tiene en los calabozos. Y lo más significativo es, que están exigiendo un nuevo gobierno...

¿Entonces qué hacemos? ¿Llamamos a Superbigote y a La Mujer Maracilia pa’ que nos defiendan?, dijo uno de los presentes todo chorreao.

-Que Superbigote ni qué coño, expresó todo nervioso y sudoroso Nicolás. Yo no voy a renunciar como lo hizo mi pana Hugo en su momento. Yo me voy pal carajo. Síganme los que se quieran ir conmigo. Seguidamente ordenó por radio que, habilitaran el Airbus A319-133 (CJ), matrícula YV2984. Parodiando a Marcos Pérez Jiménez, les dijo a todos, este avión será nuestra Vaca Sagrada. Luego, llamó aparte a su ministro de la defensa, para pedirle, un favor personal. Quiero que traiga también un avión Hércules C130.

¿Y eso pa’ qué? dijo sorprendido el ministro.

-Carajo, un presidente no da explicaciones a un subalterno como usted. Pero, voy a hacer una concesión, ese avión me permite llevarme mis carros Maserati y Ferrari con los que hago piques en La Carlota y no quiero dejárselos a esa chusma de la oposición oligarca imperialista contrarrevolucionaria.

Al llegar al aeropuerto, se dieron cuenta que la pista estaba inundada por miles de personas. Lo que hacía imposible el despegue de los aviones. En cuestión de segundos se ven rodeados, Nicolás y su comitiva, por una multitud de ciudadanos civiles y militares que, los increparon solicitándoles la contraseña de seguridad para entrar a las instalaciones. Nicolás, seguro de tener la situación controlada respondió Patria o Muerte Venceremos.

Te pelaste pajarito, respondieron los que custodiaban la entrada. La contraseña es “Feliz 23”, manos arriba, están detenidos.

-Antes de desmayarse, Nicolás sintió que lo estaban jamaqueando por un brazo y le gritaban: Despierta, despierta, despierta que estas teniendo una horrible pesadilla

Despertó bañado en sudor y atento al reclamo que le hacia “la Mujer Maracilia” como ahora llamaba a su pareja: eso te pasa por seguir jartandote de hallacas, pan de jamón y de los perniles que no repartiste y los dejaste aquí para comértelos tú solo. Levántate y anda a bañarte. Recuerda que hoy es 23 de enero y tienes varios actos que atender.

-Si mi amor, tienes razón. Prepárame un desayunito .con hallacas y arepitas de chicharrón, mientras elaboro un discurso para hoy que titularé “Venezuela se arregló”.

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Ignacio Avalos Gutiérrez

El Colegio San Ignacio de Loyola fue fundado por los jesuitas a principios del siglo XX, en el seno de una sociedad que concebía la educación como una actividad laica y se mostraba poco empática con la idea de que la enseñanza pudiera tener un contenido religioso. Nació, pues, con el viento en contra, soplándole durante varios años por razones ideológicas y políticas, esgrimidas para adversar su presencia en el país.

I.

Tiempo después comienza otra historia, caracterizada (permítaseme el uso ligero de la manida frase), por la “coexistencia pacífica de la Iglesia y del Estado”. Tuvieron lugar, entonces, transformaciones generadas por la visón cambiante que emergía del propio colegio, vista la necesidad de ajustar su papel al ritmo en que iban cambiando las circunstancias nacionales, convirtiéndose en el epicentro de un ecosistema institucional en el que figuran hoy en día la Universidad Católica Andrés Bello, Fe y Alegría, el Instituto Universitario Jesús Obrero, la Organización Social Católica San Ignacio (OSCASI), la Asociación de Antiguos Alumnos (OASI), el Centro de Reflexión y Planificación pedagógica (CERPE) y otras organizaciones socialmente muy relevantes.

II.

Miro para atrás y aún siento cercano ese lunes de septiembre, en el que comencé a cursar el primer grado en el colegio, de la mano de las queridas e inolvidables monjas, las Hermanas de Cristo Rey. Al poco rato, casi sin que me diera cuenta, empecé la secundaria y me gradué de bachiller. Fueron, en total, once años en los que nunca me percibí inmerso en un proceso de adoctrinamiento, obligado a cumplir a rajatabla códigos rígidos e inmutables, sino, por el contrario, estimulado a pensar por cuenta propia, respetando las reglas obvias que garantizan la convivencia y el respeto entre compañeros y profesores.

Sali de las aulas ignacianas llevando conmigo un pequeño morral, en el que guardé los fundamentos necesarios para transitar la vida, a saber, la libertad, la ética y el respeto a quienes fueran distintos de mi en cualquier sentido. Entendí, sin estar plenamente consciente de ello, lo que varios años después leería en un texto de Fernando Savater, sosteniendo que “…si bien lo que sea la realidad no depende de nosotros, lo que la realidad significa sí es nuestra responsabilidad. Y por significado no hay que entender una cualidad misteriosa de las cosas en sí mismas sino la forma mental que les damos los humanos para relacionarnos unos con otros por medio de ellas"

III.

A diferencia de las telenovelas, la vida no transcurre de acuerdo a un libreto, no suele ir hacia donde uno la espera, al contrario, sobran las casualidades, los imprevistos, las confusiones y hasta los sustos. Lo que se precisa es ubicarse en ella, comprendiendo que el destino siempre lleva el sello de la cooperación, la reciprocidad, la ayuda y ese sin fin de términos que remiten a la solidaridad con los otros. Por eso conservo el referido morralito, buscando siempre actualizar su contenido – esto es, mis marcos de referencia-, de acuerdo a los nuevos tiempos, determinados por la profunda metamorfosis que experimenta el mundo entero, de la que derivan nuevas y numerosas preguntas que remiten, dicho sucintamente, a la necesidad de cuidar la Casa Común, como señaló en su encíclica el Papa Francisco.

IV.

Claro que atravesé por problemas y disgustos a lo largo de mi recorrido estudiantil, pero recuerdo con añoranza mi pasado, sin necesidad de hacer trampas con mi memoria. No lo echo de menos, porque guardo todavía su legado, incluidos muchos amigos que se han vuelto eternos. En cierta manera es un camino integrado a mi presente e incluso a mi futuro, aunque no he consultado ningún mago.

No encuentro, pues, manera de expresar mi reconocimiento al colegio. Tengo mil motivos, pero apenas diré, que para fortuna de los que estudiamos en el San Ignacio, el balompié fue parte medular del paisaje escolar, consecuencia del empeño puesto por los curas, sobre todos los de origen vasco. Llevo, pues, el fútbol en las venas y creo haber entendido que, conforme lo han escrito algunos filósofos y sociólogos, la “cancha es una metáfora de la vida”, aunque a menudo me ayuda pensar que la cosa es más bien al revés.

El Nacional, jueves 18 de enero de 2023

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Edgar Benarroch

CUIDEMOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Hace aproximadamente un año elaboré una nota sobre los partidos políticos, que hoy considero prudente volver a publicar por la insistencia en el ataque a que con sometidos casi a diario.

Hemos afirmado muchas veces la necesidad de la existencia de partidos políticos organizados, que busquen el Bien Común y la Justicia Social y actúen con ética en el acontecer nacional. Ellos son fundamentales en la vigencia de la democracia como sistema perfectible de gobierno y de alguna manera como modo de vida ciudadana.

Hoy como nunca los queremos organizados, formados y actuando para servir al alto interés nacional, que consulten a su militancia y simpatizantes sobre sus autoridades y sobre las propuestas de interés general, sobre los candidatos que se proponen a cargos ejecutivos o de representación popular. Si queremos respeto, participación, solidaridad y disciplina, debemos practicarlos adentro para ser auténticos. Lo otro sería exigir para afuera lo que no practicamos adentro y eso nos presenta como deshonestos y sin ninguna credibilidad.

De la salud de los partidos políticos depende la salud de la democracia y del quehacer público. En la medida que tengamos organizaciones dedicadas al servicio, que privilegien los intereses colectivos más allá de los propios, que sean auténticos, que entiendan que la ética limita su acción y en fin que sean instrumentos útiles y eficientes en la lucha por alcanzar el Bien Común, en esa misma medida la actividad pública será elevada y la democracia será menos imperfecta.

La política tiene que ver con la suerte del país, tiene que ver con nuestro presente y futuro y en consecuencia todos estamos impelidos a participar activamente en ella, no necesariamente a estar inscrito en algún partido político, pero si pendientes y preocupados por el acontecer nacional. Podemos no ser afecto a algún partido político, pero no ser apolítico que nos coloca de espalda a la suerte del país y a nuestra sociedad y en corto plazo, paradójicamente, a nosotros mismos.

Si las organizaciones políticas son fundamentales para la existencia de la democracia por ser los pilares que la sustentan, tenemos el legítimo y normal derecho a exigir movimientos coherentes, organizados, auténticos, morales, éticos y movidos por el sagrado interés general y colectivo. Cuando está en discusión el alto interés nacional no debe existir algo que nos distancie de la atención para cumplir el inmenso deber que tenemos con la Patria.

Los partidos políticos son sociedades intermedias que deben funcionar como una correa de transmisión en doble sentido, del pueblo al gobierno y de éste al pueblo. Los errores e imperfecciones de los dirigentes les son propias y no debemos endosarlas a la organización, por ello no debemos caer en el error de atribuir las fallas de las partes al todo.

Pensar y preocuparnos por los partidos políticos y colaborar desde nuestro espacio y posibilidad para su perfeccionamiento, es colaborar con el régimen de libertades y con la democracia no solamente como sistema de gobierno perfectible, sino como modo de vida.

La democracia es el gobierno del pueblo y nosotros decidimos dárnosla como sistema para desenvolvernos civilizadamente en convivencia, paz, bienestar, desarrollo y felicidad. Aspiramos, que si es así, todos participemos en su desarrollo y siendo los partidos políticos sostén y contenido de ella, estamos obligados a colaborar para que esas bases sean sólidas, estables y útiles no sólo en su sostenimiento sino también en su desenvolvimiento.

20 de enero 2023

¿VENEZUELA SE ARREGLÓ?

Cuando leo o escucho a alguien decir que Venezuela se arregló, de inmediato lo dejo de leer o escuchar, porque se trata de una persona trastocada mentalmente y con severos problemas de sentimientos y percepción y por razones de higiene mental es bueno no leer y no escuchar.

Dicho por quién detenta la Presidencia de la Republica es una escandalosa mentira con pretensiones de confundirnos, pero ello no es nada fácil, la realidad es incontrovertible y testaruda y la vivimos a diario.

El país cerró el pasado año 2022 con una inflación mayor del 310% anual, lo que nos coloca en los primeros del mundo con este grave problema; los servicios públicos todos están colapsados y cuando funcionan lo hacen de manera intermitente, el año pasado hubo más de 240.000 interrupciones de energía eléctrica; existe un 80% de insuficiencia de insumos médicos con instalaciones hospitalarias en el suelo que carecen de equipos y de lo más elemental; el salario mínimo es de 7 dólares americanos, el más bajo del mundo; el desempleo y la informalidad laboral crecen de forma exponencial y más del 70% de nuestras industrias han cerrado; el 90% de la población está por debajo de la línea de pobreza y de ese porcentaje dos tercios en situación crítica; la inseguridad pública, personal y de bienes es escandalosa y nos constriñe a diario; la administración de justicia está mediatizada y es el régimen quien resuelve de acuerdo a sus obscuros intereses; más de trescientos presos por razones políticas que son torturados física y psicológicamente; los ladrones se han llevado del país más de 350 mil millones de dólares que tienen colocados en el exterior en bienes raíces y efectivo; además diariamente se atenta contra el ecosistema provocando graves problemas de desequilibrio; acabaron con la agricultura y la cría y la intermediación comercial ha desaparecido en un 40%.

Como es posible que con esas condiciones se pueda afirmar que Venezuela se arregló. Creen que el estado de pobreza y hambre nos ha transformado en distraídos, lelos con déficit mentales que con falsedades y mentiras podemos ser confundidos.

Por vivir a diario la situación, es porque luchamos sin desmayo para salir cuanto antes de este horror que lamentablemente aún tenemos.

19 de mayo 2023

PARA PREOCUPARNOS Y REFLEXIONAR

Vi en las redes un vídeo donde aparece una señora, creo dirigente sindical, convocando a la manifestación que ocurrirá el siguiente 23 de este mes y llama a los partidos políticos y a sus dirigentes a no presentarse con emblemas, consignas o algo que los identifique y que sean uno más de la manifestación sin alardes de ninguna naturaleza, es decir, estar sin estar.

Esta exigencia de la dirigente sindical denota un claro rechazo a los partidos y a sus dirigentes, contrario al llamado del pasado cuando se requería la presencia de la clase política dirigente. ¿Qué ha ocurrido?, no lo sabemos con precisión, pero lo que está claro, de bulto, es que existe una pérdida de confianza del pueblo en los partidos políticos y en sus dirigentes que llega al extremo de pedir que no se acerquen porque “rayan”.

Este es un sentimiento muy grave toda vez que los partidos políticos son pilares fundamentales en el sostenimiento de la democracia y el régimen de libertades; sin ellos no hay democracia y el pueblo no está organizado para decidir su presente y futuro y si lo hace es con inmenso riesgo de un salto al vacío.

Es necesario y urgente que el pueblo vuelva a confiar en los movimientos políticos y en sus dirigentes y para lograr ello es fundamental revisarnos y diría reinventarnos para corregir errores y estar a la altura del inmenso desafío que este tiempo nos propone como reto histórico. Hagamos conciencia por qué en el sentimiento popular no están presentes las organizaciones políticas y sus dirigentes y se les ve como obstáculos y no solución.

Un pueblo sin partidos políticos organizados es presa fácil del oportunismo y populismo demagógico. Lo vimos y sentimos en el pasado que con el deterioro de los partidos políticos fundamentales surgió Chávez cuyas consecuencias conocemos. El rechazo del pueblo también es un reclamo a la revisión y rectificación; nos mejoramos o nos mejoran, hagámoslo pronto porque el tiempo transcurre y no regresa, vienen otros tiempos pero distintos y diferentes.

18 de enero 2023

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