Desde este modo que la gente ha decidido hacer política, el régimen se parece más a un boxeador embarcado, que está en el ring y nadie se monta y no sabrá qué hacer. Entonces, se inventa enemigos y se inventa conjuras.

Nuestra propuesta del Estado Ciudadano tiene un contenido teleológico y filosófico importante, pero también sociológico. Por ello, traemos a colación al padre de la sociología y precursor del positivismo en el mundo. 

Dos noticias en paralelo. Una muy dolorosa, cuya protagonista fue una mujer que falleció mientras huía de Venezuela en busca de empleo y de calidad de vida para satisfacer necesidades mínimas que esta otrora Tierra de Gracia le negaba. Otra muy indignante, representada por sanguijuelas de los sectores políticos y empresariales que, por encima de principios y valores, se arrodillaron ante un régimen que está siendo investigado por crímenes de lesa humanidad por la Corte Penal Internacional.

Ajenas a la cuarta revolución científico-técnica, universidades como la Central de Venezuela fingen normalidad frente a la escasez de recursos y la precarización del trabajo docente.

El triángulo formado por las tendencias conservadoras, liberales y socialdemócratas, puede ser visto como la columna política vertebral de las democracias de la modernidad.

La revolución se está jugando su supervivencia y debe reacomodar sus cuadros para enfrentar esta nueva etapa que todo indica que será de radicalización y aislamiento.

El gobierno del presidente Biden no debe usar las sanciones al petróleo venezolano para forzar acuerdos y negociaciones políticas entre el oficialismo y la Plataforma Unitaria.