
La marcha patriótica hacia las elecciones del 25 de mayo, que antes se iban a realizar el 27 de abril, marchan a paso de vencedores según se lee en un sorpresivo comunicado del Consejo Nacional Electoral con la coletilla siguiente: se “reafirma la confianza en el sistema electoral y el fortalecimiento de la democracia participativa”. Todos los venezolanos saben la clase de CNE que se gastan, de manera que tras esa declaración se intuye sin duda cuál será el resultado de la contienda, que, en esta circunstancia 2025, ni siquiera requerirá una dramática intervención de Elvis Amoroso.
El CNE se ufana de que a falta de un mes y horas para la elección de la Asamblea Nacional, consejos legislativos estadales y gobernadores —incluso el de la Guayana Esequiba, qué lujo— el nivel de ejecución del cronograma, no de prisioneros políticos, va por 62%. Se sabe que cuando el CNE da un porcentaje ese dato es definitivo, no podemos exigirle que al mismo tiempo sea cierto.
Modestia aparte, el CNE identifica los siguientes “hitos” en su haber:
Uno, hay un Registro Electoral definitivo. No se dice, sin embargo, cuál es la cantidad total de electores, pero tomando en cuenta lo que hemos vivido en meses anteriores, allá por julio, quien va a reparar en esa menudencia del número de votantes (las encuestas dicen que solo se acercarán poquitos a las urnas: la mayoría prefiere no morir en el intento).
Dos, se escogió la posición en la boleta por parte de las organizaciones con fines políticos (fines políticos a favor del régimen, fines políticos judicializados a favor del régimen, fines políticos exprés como bondad del régimen tan compasivo).
Tres, exitoso proceso de postulación de candidatos y candidatas. Donde se operó el milagro de habilitaciones inesperadas con todo y partido nuevo de paquete e inhabilitaciones inimaginables. El éxito es doble: sí para unos, no para otros. No hay cama pa’ tanta gente.
Cuatro, 54 organizaciones han postulado candidaturas, lo que “evidencia la amplitud del espectro político nacional”. El espectro es un fantasma, dice la RAE.
Quinto, las postulaciones, vaya alivio, cumplen con la paridad de género. Podremos seguir hablando de candidatas y candidatos, compañeras y compañeros, oficialistos y oficialistas.
El CNE prescinde de los “hitos” que hacen confiable a un proceso electoral. En la cuenta X de Jesús Castellanos Vásquez, estudioso de temas electorales y democracia, se lee: “Que no exista un cronograma oficial y público; que no se conozca la realización de las auditorías; que no haya o no se publiquen las actas de auditorías, es responsabilidad directa del CNE, pero el silencio ante ello hace cómplice al resto de los participantes.”
https://www.elnacional.com/opinion/exito-el-cne-emitio-un-comunicado/