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Eddie A. Ramírez S.

Consulta para debilitar al régimen

Eddie A. Ramírez S.

Para actuar en cualquier evento es necesario tener un plan realista y que el mismo pueda ser flexible para no estrellarnos frente a un obstáculo. Las batallas en contra de un enemigo que dispone de mayor poder de fuego solo pueden ganarse con acciones de desgaste. La historia abunda en ejemplos. Cuando no se puede aplicar una blitzkrieg, se corre el riesgo de que cunda el desaliento en las propias filas, lo cual hay que contrarrestar para evitar una debacle.

Las primeras medidas para impedir que decaigan los ánimos consisten en 1- Identificar y expulsar a los infiltrados. 2- Marginar a los pesimistas que siembran dudas sobre la factibilidad de alcanzar el éxito y 3- Persuadir a los ciudadanos de a pie de no prestar atención a ofertas atractivas que ofrecen soluciones rápidas pero que solo están soportadas en el papel.

Algunos pueden alegar que es necesario actuar y que ya basta de consultas. Cabe recordar que tenemos muchos años luchando, sin lograr la salida de esta dictadura siglo XXI. Millones de venezolanos hemos batallado, unos más, otros menos, en contra de este régimen. Muchos han caído por balas o por enfermedades psicogénicas, otros están presos y más de cinco millones han sido expulsados del país por la represión policial y judicial o por el acoso del hambre. Evidentemente la indoblegable sociedad venezolana ha actuado y obtenido muchos logros.

Los rojos siguen con las riendas del poder porque inicialmente algunos dirigentes democráticos actuaron con mano de seda, prefiriendo el apaciguamiento a la confrontación. Hoy, quienes no son demócratas tienen las armas y la deshonestidad del sistema judicial. Además, han comprado a personas sin liderazgo, que por ello aceptaron usurpar el nombre y símbolos de los principales partidos de oposición; también cuentan con políticos fracasados que crearon partidos solo para negociar, ya que solo cuentan con un puñado de militantes.

Lamentablemente, hay que señalar que hay dirigentes opositores que luchan valientemente desde hace veinte años y que han participado en muchos eventos unitarios exitosos, como en las parlamentarias del 2015, pero que últimamente han marcado distancia de la mayoría. Es dolorosa esa terquedad de insistir en que se abandonó el compromiso del cese de la usurpación y del mandato del 16J, que les sirve de excusa para descalificar la Consulta ciudadana, que se inició ayer y durará hasta el día 12 por internet y será presencial en Venezuela este 12 de diciembre.

¿Que ya se realizó una consulta relativamente parecida, aunque con otros objetivos? Cierto, pero ¿acaso se debe abandonar la calle porque ya hemos marchado infinidad de veces? ¿Acaso debemos dejar de hacer denuncias sobre las violaciones a la Constitución porque algunos minimizan los logros alcanzados? ¿Acaso debemos cesar las exigencias de libertad para los presos políticos, porque ya lo hemos solicitado y el régimen no cede? ¿Acaso debemos suspender los foros y dejar de escribir artículos contra el régimen, porque este los ignora?

Esta Consulta es importante y estamos conscientes del riesgo que se corrió al convocarla, no solo por las amenazas y trabas del oficialismo, sino porque los ciudadanos están preocupados en conseguir el sustento diario y, si lo consiguen, tienen que resolver el problema de adquirir los alimentos, las medicinas, gasolina y las bombonas de gas, con el consiguiente desánimo que esto ocasiona. Entendemos el escepticismo de algunos, pero ojalá quienes están reacios a participar y apoyarla se percaten de que esa posición solo beneficia a Maduro. Los demócratas tenemos que desear que sea contundente ya que, entre otros puntos, permitiría reforzar el apoyo internacional a nuestra causa y la condena al régimen.

Como (había) en botica:

El régimen ha podido ahorrar los millones que gastó en la farsa electoral del domingo. Esa repartición de cambures con votos inventados la ha podido hacer sin tanta alharaca. Los nuevos usurpadores tendrán el beneficio de cobrar quincenalmente y recibir uno que otro bono, pero ni ellos, ni esa asamblea tendrán el reconocimiento de los demócratas del mundo.

En enero debe continuar la Asamblea Nacional legítima, presidida por Guaidó. Este es el único que tiene reconocimiento internacional y mayor aceptación nacional como presidente encargado.

Excelente el nombramiento por la Asamblea Nacional del ingeniero petrolero Horacio Medina como presidente ad hoc de la Pdvsa digna. Además de su solidez y méritos profesionales, Medina tiene la cualidad de unir a los propios y tender puentes con quienes piensan diferente. Todos debemos agradecer a Luis Pacheco, por su labor al frente de la misma, principalmente orientada a proteger los activos de la nación que los rojos otorgaron irresponsablemente como garantía de préstamos para cubrir déficit de caja.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Dieciocho años de lucha y próximas tareas

Eddie A. Ramírez S.

Desde hace dieciocho años Venezuela vive una confrontación entre quienes creemos en la democracia y quienes detentan el poder sin tener la aprobación de la mayoría y pisotean la Constitución y las leyes. En este lapso, los demócratas hemos acudido a todos los medios para intentar que cese la barbarie. Hemos participado en tres paros cívicos, acudido quince veces a depositar nuestros votos que fueron irrespetados, nos negamos a avalar el fraude electoral en tres oportunidades, además hemos acudido a infinidad de marchas de protesta, denunciado atropellos ante la Fiscalía, la Contraloría, Defensoría del Pueblo y tribunales. También grupos pequeños intentaron románticamente sacar a los rojos por la fuerza.

En el camino han sido abatidos numerosos compatriotas por las balas de guardias nacionales, policías y paramilitares rojos; otros han sido torturados, encarcelados o exiliados No hemos tenido éxito porque la dictadura totalitaria cuenta con las armas y con jueces deshonestos, pero seguimos comprometidos hasta lograr éxito. Tenemos cuatro tareas por realizar. Dos son importantes y urgentes y otras dos también importantes pero un poco menos urgentes.

Cabe recordar que el 4 de abril 2002, los trabajadores petroleros iniciamos un paro en defensa de la meritocracia en PDVSA, al que se sumaron la CTV y Fedecámaras, que culminó con la renuncia del presidente Hugo Chávez a solicitud de los militares, quienes pocas horas después cometieron el error de regresarlo al poder. Pidió perdón y prometió enmendarse.

No cumplió, por lo que continuó el malestar y el 2 de diciembre estalló otro paro cívico, esta vez convocado por la Coordinadora Democrática donde estaban representados todos los partidos democráticos, la CTV, Fedecámaras y otras organizaciones de la sociedad civil. Los trabajadores petroleros nos sumamos por iniciativa individual. Sin embargo, esta vez el gobierno se había preparado y, además, la purga en el sector militar, le permitió contar con un grupo de oficiales incondicionales.

La crisis se prolongó, lo cual obligó a actuar a la OEA y a un grupo de países amigos, constituyéndose una Mesa de Negociación y Acuerdos. El gobierno tuvo que ceder y se comprometió a realizar elecciones libres, justas y transparentes, separar y dar independencia a los poderes públicos; respetar los derechos humanos, la libertad de expresión, de información y también a limitar el uso de la fuerza por parte del Estado. Evidentemente no cumplió y no se pudo, o no se quiso, obligarlo a respetar lo acordado. Algunos que exigían a los petroleros sumarse a ese paro, posteriormente los criticaron por “dejar espacios vacíos”. No entendieron que para quienes tienen principios y valores no cabe trabajar con rojos mediocres y que había que hacer lo posible por sacar del poder a quienes violaban la Constitución.

Hoy tenemos por delante dos tareas. Este 6 de diciembre el régimen realizará una farsa electoral que no es reconocida por los países que integran la Unión Europea, por Canadá, Estados Unidos, ni por los principales países democráticos de Hispanoamérica. Nuestra tarea consiste en no votar y convencer a los ingenuos o despistados de que es una operación de la dictadura para perpetuarse.

La otra tarea importante y urgente para los demócratas es participar activamente en la Consulta vinculante de acuerdo a la Constitución. Cuyos objetivos son: 1-Exigir elecciones parlamentarias y presidenciales libres y transparentes. 2- Rechazar la farsa del 6D de Maduro y 3- Pedir apoyo a la comunidad internacional para resolver la crisis en Venezuela. La misma se realizará por internet entre el 7 y 12 de diciembre en Venezuela y el mundo, , y el día 12 para quienes puedan asistir a los Centros a depositar su opinión. La información está disponible en la página www.consultaporvzla.com. Esta Consulta tiene que ser exitosa para debilitar al régimen. Los opositores no deben esgrimir excusas, ni ponerle peros.

Una de las tareas restantes es convencer a dirigentes, articulistas y tuiteros que luchan por la democracia, que este no es el momento de descalificar injustamente al presidente(e) Guaidó y a nuestros diputados. La unidad es un requisito necesario, pero no suficiente, para lograr desalojar a la dictadura. La otra tarea es atraer a gente bien intencionada del chavismo, no cerrarnos a negociaciones bien llevadas, ni a la posibilidad de una transición que no sea excluyente. Las tres primeras tareas son sencillas. La última es más complicada, pero no imposible.

Como (había) en botica:

Los estadounidenses también tienen tareas pendientes. Los del partido Demócrata deben mantener a raya a los dirigentes que se exceden en su posición izquierdista. Los Republicanos deben marcar distancia de Trump, de su ego e intolerancia que debilita la democracia y no es la vía apropiada para convencer a los que tienen tendencias alejadas de los principios de nuestra civilización.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Surgimiento y caída de nuestras dictaduras

Eddie A. Ramírez S.

Tal día como hoy, 24 de noviembre hace 72 años, Venezuela cayó en manos de una dictadura militar. Cabe preguntar qué factores precipitaron ese hecho y cuáles hicieron posible que esa dictadura fuese posteriormente derrocada. ¿Por qué unas veces nuestros militares dan un golpe de estado a un presidente constitucional y otras derriban a un tirano? Guardando las distancias, quizá algunas lecciones de esos sucesos puedan ayudarnos a salir del totalitarismo rojo.

Recordemos que después del derrocamiento del General Medina, en octubre de 1945, se estableció la Junta Revolucionaria de Gobierno integrada por cuatro militantes del partido Acción Democrática (AD), un independiente muy cercano a ese partido, y dos militares. Ese trienio 1945-1948 fue de mucha confrontación por inmadurez política y por imposición de una transición manejada por un solo partido político. Una primera lección es que las transiciones deben ser con inclusión de diferentes toldas políticas y con independientes.

Al finalizar el mandato de esa Junta, que tuvo muchos logros, pero también muchos yerros, Don Rómulo Gallegos asumió en febrero 1948 como presidente constitucional, pero fue derrocado nueve meses después. ¿Qué factores influyeron en su defenestración? Del lado del partido de gobierno un primer error fue haber seleccionado como candidato al distinguido autor de Doña Bárbara, quien no era apropiado para sortear las dificultades heredadas. Un segundo factor fue que, inexplicablemente, hubo distanciamiento entre él y Rómulo Betancourt. El tercer factor fue que muchos de sus compañeros de partido eran novatos en la política y pecaban de jacobinos. La lección que podemos extraer es que dentro de los demócratas tenemos que estar unidos, apartar el fanatismo y tender puentes con quienes piensan diferente, pero no son corruptos.

Del lado de Copei y URD, integrantes de la oposición a Acción Democrática y a Gallegos, sin duda que no midieron las consecuencias de sus ataques despiadados a un gobierno recientemente electo. Ni el gobierno, ni la oposición se percataron que ambos estaban de lado de la democracia y no fueron capaces de convivir. La lección debe ser que se pueden tener diferencias en cuanto a cómo poner fin a la usurpación, pero el enemigo es Maduro. Desde luego, descartamos a los dirigentes que apoyan la farsa electoral del 6D, por ser cómplices del totalitarismo.

Por falta de tolerancia entre los demócratas, los militares intervinieron en 1948 basados en el errado concepto de que ellos son los llamados a enderezar entuertos. Inicialmente, mientras Delgado Chalbaud presidió la Junta Militar, hubo una dictablanda, si es que eso existe. Después de su asesinato, en noviembre de 1950, se impuso Pérez Jiménez y su barbarie.

Salir de la dictadura costó diez años, con saldo de numerosos demócratas asesinados, cientos de ciudadanos torturados, encarcelados o exiliados. El derrocamiento del tirano se produjo cuando las Fuerzas Armadas percibieron que los partidos políticos, intelectuales, fuerzas vivas y trabajadores en general estaban unidos. Debemos tener claro que los militares no deben insurgir contra gobiernos democráticos, pero sí tienen la obligación de intervenir para poner fin a un régimen que viola los derechos humanos y otros derechos constitucionales.

La dictadura de Chávez-Maduro surgió por malos gobiernos anteriores y por errores y apaciguamiento de la dirigencia opositora. Ahora, la Consulta vinculante es una opción para cohesionarnos en contra del régimen. Argumentos tales como que ya se realizó una consulta exitosa el 16 de julio del 2017, es un razonamiento inmaduro. Hemos participado en numerosas protestas masivas y el usurpador sigue en Miraflores ¿Acaso debemos suspender las protestas? ¡ Claro que no! Algunos evaden su responsabilidad ciudadana alegando que esa Consulta es para apoyar a un grupo de políticos corruptos. Esta afirmación no solo es injusta, sino que no toma en cuenta que el enemigo es Maduro. Un tercer grupo lo integran los eternos inconformes que critican cualquier acción que proponga nuestra dirigencia. Por último los que alegan que esa Consulta vinculante no surtirá efecto porque Maduro no acatará su resultado. Evidentemente que esto es cierto, pero es una herramienta más de protesta y presión nacional e internacional para contribuir a la caída de la dictadura.

Los demócratas tenemos la obligación de apoyarla. Evidentemente no será fácil. El régimen pondrá mil y un obstáculos para que fracase. Quien se oponga es un indolente, tiene otros intereses non sanctos o está con la narcodictadura.

Como (había) en botica:

Los demócratas deberíamos establecer un Día del Recuerdo y erigir un monumento sencillo en homenaje a los caídos en la lucha en contra de las dictaduras del Siglo XX y lo que va del XXI.

Lamentamos el fallecimiento de nuestro amigo Ciro Padrón, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol.

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

Amenazas endógenas a la democracia

Eddie A. Ramírez S.

A veces las amenazas a la democracia son más endógenas que exógenas. Es decir, provienen del propio sistema democrático y de los demócratas, y no de algún ambicioso con ideas autocráticas o contrarias a la democracia liberal, base de los principios y valores de la civilización.

El sistema democrático tiene la debilidad de la libertad de expresión que es, paradójicamente, también su fortaleza. La misma permite divulgar ideas y programas que directa o indirectamente socavan la democracia. Con eso tenemos que convivir y neutralizar las malas prédicas con una mejor educación, buena gestión gubernamental, más y mejor democracia y con dirigentes sensatos.

Por parte de los demócratas es necesario aceptar que en el mundo existe una gran desigualdad social que es necesario reducir. Tenemos derechos, pero frecuentemente olvidamos que también tenemos deberes. Respetar las opiniones contrarias es fundamental para alimentar la democracia. Cualquier ciudadano que se considere dueño de la verdad es un autócrata en potencia.

Perdimos la democracia en 1948, por no ser buenos ciudadanos. La recuperamos en 1958 y la volvimos a perder en 1999. Hace 72 años, el 24 de noviembre de 1948, se instauró una dictadura porque los venezolanos pecamos de intolerantes. Rómulo Betancourt reconoció la arrogancia de Acción Democrática durante el trienio 1945-1948 y escribió que existió una guerra civil incruenta y una manera casi bestial de embestirnos mutuamente los partidos. A las pocas horas de la intervención militar, tanto Caldera, como Jóvito, líderes de los partidos de oposición Copei y URD, justificaron esa acción.

La democracia establecida en 1958, empezó con buenos augurios, pero gradualmente se fue deteriorando. Concretamente, a partir de 1974 se inició la pérdida del rumbo, los partidos se volvieron clientelares y se debilitaron al dividirse por diferencias en el liderazgo. Alianza Bravo Pueblo y Un Nuevo Tiempo se separaron de Acción Democrática; Convergencia, producto de la ambición de Caldera, surgió de Copei. Voluntad Popular nació de Primero Justicia. Chávez no fue producto de la generación espontánea, ni del polémico sobreseimiento. Los venezolanos lo llevamos al poder, unos por acción, otros por omisión, y todos por no exigir rectificaciones a la democracia.

Una vez electo Chávez, pecamos por dejar hacer, dejar pasar. Fuimos alcahuetas o, si se quiere ser más suave, pecamos por apaciguamiento, como consta en el excelente libro de Miguel Martínez Meucci. En 1999 la oposición tenía mayoría en el Congreso, gobernaciones y alcaldías, y el TSJ no estaba en manos chavistas, sin embargo permitimos la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente, que legisló rueda libre. De allí en adelante, las violaciones a la Constitución y especialmente a los derechos humanos ocurren a diario.

¿Hemos aprendido la lección? Lamentablemente, algunos dirigentes tienden a incurrir en los mismos errores. Pareciera que no perciben cuál es el peso específico de sus opiniones dentro del grupo opositor, ofreciendo opciones atractivas, pero poco realistas, que alimentan a tuiteros ingenuos o mal informados. Los ciudadanos tenemos la obligación de ser intolerantes ante los atropellos del régimen y del grupo que usurpa el poder, pero no podemos serlo ante los chavistas no corruptos y mucho menos entre la familia democrática opositora.

Esta intolerancia quedó de manifiesto ante las elecciones en Estados Unidos. La simpatía por Trump o por Biden, no debió descalificar su sistema electoral. Extraña el fanatismo al apoyar la declaración de fraude, sin conocer cómo funciona ese sistema. También la credibilidad ante las disparatadas teorías conspirativas, que van desde papeletas sin marca de agua, hasta computadoras en Alemania que cambiaron los resultados, así como a comparar a Tibisay y su corte con las elecciones organizadas de acuerdo a las leyes de cada uno de los 50 estados de la unión.

Depongamos la intolerancia. Unámonos alrededor de la Consulta, no busquemos peros a la misma. Participar no será una llave mágica para salir del régimen, pero es la dirección correcta para contribuir a desencadenar su caída.

Como (había) en botica:

Nicolás Maduro encomendó a la juez Carol Padilla y al fiscal Elín León Aguilar para ejecutar órdenes de allanamiento, persecución, hostigamiento e incautación de bienes a los ciudadanos Arghemar Pérez, Jonathan López, Gabriel Gallo, Freddy Orlando, Romer Rubio, y David Natera, designados por la Asamblea Nacional como Miembros ad honorem del Consejo Nacional de Defensa Judicial, para recomendar estrategias para evitar la pérdida de activos del Estado en el exterior. Sus domicilios fueron saqueados y la persecución y detenciones se extendieron a sus familiares.

El presidente Trump con su antipolítica y la cúpula Republicana que lo apoya le hacen daño a la democracia estadounidense.

¡Bravo por la joven directora de orquesta Glass Marcano!

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

El temor del usurpador

Eddie A. Ramírez S.

El usurpador vendió la idea de que Trump enviaría a los marines para deponerlo. Algunos venezolanos despistados o desesperados se tragaron esa fullería, a la que contribuyó el mismo Trump. Esa supuesta invasión nunca le preocupó a Maduro, pero sí le ha servido para distraer a tirios y troyanos. Quizá el Alto Mando Militar también se comió el cuento, ya que sus integrantes confunden las estrategias de Sun Tzu, Clausewitz y del famoso florentino, con el contenido del Libro Verde de Gaddafi.

Ahora, Diosdado Cabello se “percató” de que la Unión Europea le declaró la guerra a Venezuela. Unos dirán que eso no es cierto, ya que esos países se concentran en combatir el Sars-CoV-2. Además, cada uno de los miembros de esa Unión tiene también otros problemas. Así, el reino de España debe lidiar con la economía, con los grupos separatistas y con un Caballo de Troya que tiene una coleta. Francia está en aprietos por la presencia de terroristas que equivocadamente siguen a un Islam que se parece más a la Inquisición, que a las prédicas de Mohamed. Por su parte, Alemania debe arrastrar el pesado fardo de la economía de todos los miembros de la Unión. Sin embargo, algunos se tragan esa fábula.

Un estratega debe identificar quiénes son sus amigos y quiénes están en el otro bando La usurpación cuenta con el apoyo de los integrantes de la nanomesa que es más falsa que las mesas de ruleta de muchos casinos. También cuenta con los Calderas, no Rafael, sino Juan Carlos, que aceptan dinero venga de donde venga. Ahora, este personaje predica que hay que rotar la presidencia interina y limitar sus competencias, como forma distinta de hacer las cosas. Cabe preguntarle qué países reconocerían a un presidente (e) diferente a Guaidó. También, con quién se debe conversar para hacer distintas las cosas, si con él o con Ruperti que es el que tiene los cobres.

Hay otro grupo, Soy Venezuela, que piensa que el mundo gira alrededor de ellos. Descalifica la Consulta por considerar que apacigua las protestas. Ojalá se percate que la desunión es la que desincentiva las protestas y desprestigia a algunos políticos. Hoy no caben actitudes ambiguas. Recordemos que Franco no aceptó la petición de Hitler de participar en la II Guerra Mundial, pero envió a la llamada División Azul a combatir del lado de los nazis y declaró a España como no beligerante, pero no quedó bien con ninguna de las partes. Ante la Consulta promovida por la sociedad civil todos los demócratas tenemos que comprometernos. La Consulta debe tener éxito para que sea otra derrota para la dictadura totalitaria.

El régimen seguirá vociferando que un misil enviado por el presidente Duque destruyó la única planta que habían logrado parapetear en la refinería de Amuay. Nuestras refinerías producían gasolina para el mercado interno y para exportación, así como gas licuado del petróleo, conocido popularmente como gas de bombonas. Sus trabajadores saben que las explosiones y otros accidentes se deben a falta de inversiones,de mantenimiento y de gerencia capacitada. Además, las fotos evidencian que la explosión se produjo de adentro hacia afuera y a nadie se le puede ocurrir sabotear una planta que es prácticamente chatarra y que opera pocos días al año.

Al usurpador no le preocupa una invasión y solo le produce algo de insomnio la posición de la Fuerza Armada. Lo único que realmente teme es a una oposición cohesionada alrededor del presidente(e) Guaidó, que logre una Consulta exitosa y vuelva a entusiasmar a los ciudadanos para que pasen de protestas diarias, pero localizadas, a las multitudinarias de años anteriores. Por ello secuestra y coacciona al apreciado compatriota Roland Carreño y a otros relacionados con el equipo de Guaidó.

Hoy las condiciones para salir del totalitarismo son mejores que en el pasado. Los gobiernos democráticos apoyan la vía de elecciones presidenciales y parlamentarias transparentes, lo cual solo será posible con mayor presión de ellos y de nosotros. Paralelamente, hay que incentivar una implosión, tendiendo puentes con quienes no piensan igual que nosotros, pero están conscientes de la destrucción causada por Maduro y de la inviabilidad del régimen. Lógicamente hay que seleccionar con quiénes se va a dialogar. Algunos dirán que fue una ingenuidad confiar en un Mikel Moreno y otros que fue inmoral pactar con un malandro. Sin embargo, algún acuerdo será necesario con grupos no incursos en delitos ¿Utópico? Quizá. ¿Complicado? Evidentemente, pero no imposible. Entendamos que otras opciones son solo buenos deseos.

Como (había) en botica:

¿Trump? No simpatizo con él por muchas razones.

El artículo de Gioconda Cunto de San Blas y el pronunciamiento de sus pares de la Academia evidencian que Maduro intenta engañar con la supuesta medicina contra la Covid 19.

Lamentamos el fallecimiento de Senen Silva, compañero de Gente del Petróleo y de Unapetrol. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com

¡Bravo por las fugas!

Eddie A. Ramírez S.

Apenas diferenciamos un bolero de un joropo, por ello este artículo no es sobre las fugas musicales y mucho menos sobre las de Bach, aunque en ellas da la impresión de que hay unas voces perseguidas y otras que persiguen. La historia de la humanidad narra muchas fugas famosas. Quizá la más traumática fue la de la bella Helena, que decidió irse con Paris a escondidas de su esposo Menelao. Allí ardió Troya. Otra fuga célebre que despertaba nuestro interés de adolescente fue la del Conde de Montecristo, quien burló a sus carceleros para consumar una venganza justificada.

En esta tierra que una vez fue de Gracia, la pequeña historia reciente refiere muchos casos de fugas de presos políticos. En 1951, durante la dictadura de Pérez Jiménez, un comando logró rescatar del Puesto de Emergencia de Salas al líder de la resistencia acción democratista Alberto Carnevali, quien estaba custodiado por agentes de la Seguridad Nacional.

En la etapa democrática iniciada en 1958, hubo varios alzamientos militares y frentes de la guerrilla castro comunista. Como consecuencia, numerosos civiles y militares fueron capturados, sentenciados y encarcelados.

A continuación mencionamos algunos casos de presos que lograron escapar. En 1961, el teniente coronel Moncada Vidal y otros seis oficiales que eran trasladados de Puerto Cabello a Caracas, dominaron a sus custodios y desviaron el avión a Curazao. En 1962, se escaparon del Hospital Militar el médico Rodolfo Hernández Miliani, el mayor Manuel Azuaje y otros. En 1963, Teodoro Petkof se fugó mediante una cuerda desde el Hospital Militar. En ese mismo año, el capitán de corbeta Jesús T. Molina Villegas, Fabricio Ojeda y Luben Petkoff se escaparon de la cárcel de Trujillo y en diciembre Manuel Azuaje, el capitán de fragata Pedro Medina Silva, Germán Lairet y Gastón Carvallo se fugaron de la isla del Burro. En 1967, Teodoro Petkoff, Pompeyo Márquez y Guillermo García Ponce se escaparon del cuartel San Carlos por un túnel cavado de afuera hacia adentro. En 1975 se escaparon de dicho cuartel Carlos Betancourt y otros 22 guerrilleros, mediante túnel desde adentro. Algunos de los citados fueron recapturados. Todos fueron indultados o sobreseídos por los presidentes Leoni y Caldera. Ninguno estuvo más de cinco años preso.

Durante la dictadura totalitaria de Chávez-Maduro, el doctor Pedro Carmona, quien había asumido la presidencia provisional de la república a raíz de la masacre del 11 de abril del 2002, logró escapar del apartamento que tenía por cárcel. Del presidio militar de Ramo Verde se fugaron en el 2006, Carlos Ortega, presidente de la CTV, el coronel Jesús Farías y el capitán Rafael Farías. En el 2009, Nixon Moreno salió a escondidas de la Nunciatura Apostólica, donde estaba refugiado. Recientemente, en noviembre de 2017, el Alcalde Mayor y principal dirigente del partido Alianza Bravo Pueblo, Antonio Ledezma, logró evadir a los vigilantes que custodiaban su apartamento en el que estaba preso. Iván Simonovis escapó en mayo del 2019, después de pasar 16 años preso. Todos los casos citados en este párrafo eran presos políticos que no habían cometido ningún delito.

La semana pasada, Leopoldo López, principal dirigente de Voluntad Popular, tomó la iniciativa de buscar la libertad. En febrero del 2014 fue acusado de promover protestas. Voluntariamente se entregó a la Guardia Nacional rodeado de miles de caraqueños. Lo sentenciaron a trece años y nueve meses. Estuvo incomunicado en el presidio militar de Ramo Verde. El julio del 2017 le dieron cárcel por casa. Y desde el 30 de abril del 2019 se refugió en la embajada de España, siendo aceptado como huésped.

Todo preso político tiene derecho a fugarse, independientemente de que su causa sea o no válida. En el caso de la dictadura de Chávez-Maduro se justifica, aún más, porque los presos no han tenido derecho a la debida defensa y han sido imputados y sentenciados por fiscales y jueces que obedecen órdenes de Miraflores.

Históricamente, los contrarios a los carceleros siempre aplaudieron a los fugados. Lamentablemente, hoy en medio de un régimen totalitario, algunos que se dicen opositores menoscaban el valor de esos valientes que cayeron presos por luchar por la libertad de los venezolanos. Por ignorancia, por mala fe o por deseos de figurar, disparan twitters a diestra y siniestra, con hipótesis tendentes a descalificar. Desde luego que no pretendemos censurar la libertad de expresión, sino hacer un llamado a la sensatez. El enemigo es Maduro y sus palafreneros ¡Bravo por Leopoldo y por todos los presos políticos que se han fugado!

Como (había) en botica:

El mayor general Ovidio Delgado Ramírez anunció a la ciudadanía que el ejército no distribuye papas porque hay escasez, pero que seguirá repartiendo leña a los venezolanos. Ante la frustración por no capturar a opositores o por la fuga de alguno, el régimen detiene a familiares, amigos y relacionados. Esta vez le tocó a la señora Nubia Campos, por el delito de llevarle la comida a Leopoldo; también al vigilante de la embajada, señor Neira ¡Qué miserables!

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com