Pasar al contenido principal

Alejandro J. Sucre

Exceso de confrontación política

Alejandro J. Sucre

En la década de los noventa los gobiernos escondían su culpabilidad en la generación de inflación, culpando al sector privado de especuladores. No solo los políticos hacían el daño de emitir dinero inorgánico a través del BCV para repartir liquidez monetaria del país clientelarmente, comprar votos y para enriquecerse personalmente, sino que para colmo usaban como chivo expiatorio al empresario, culpándolo de una inflación que ellos no podían generar, sino solo el BCV. Usando el gasto fiscal para beneficiar a ciertos grupos de pseudo empresarios, tergiversaban todo el sistema de incentivos de la sociedad para, en lugar de crear nuevos productos, el dinero se hacía haciendo pleitesía en los ministerios. Desde los años de Caldera I hasta Maduro I se ha culpado al empresariado como causa de las devaluaciones, cuando era todo lo contrario : el uso de la liquidez monetaria para fines clientelares de la clase política de tanto la IV como de la V República. La hiperinflación del año 2018 demostró que los políticos son los que causan la devaluación ya que ninguna empresa puede subir el precio de los productos en 1000 ó 1.000.000 % en un año. Sólo desde el BCV se puede inundar al país de dinero inorgánico y elevar el precio de todos los productos a la vez. Y se demostró que sólo el gobierno puede crear inflación cuando emite dinero inorgánico sin contrapartida en bienes y servicios.

Hay que alertar ahora que la conflictividad política en Venezuela también es creada por patología de nuestros dirigentes políticos y no es lo normal. El dividir a la sociedad unos contra otros es una enfermedad social destructiva. La violencia entre nuestros dirigentes políticos , presos, marchas a Miraflores, muertos, uso de sanciones de EEUU y de cárceles e inhabilitaciones, no es normal. Toda la sociedad debe estar consciente de esto y contribuir a buscar armonía social y política. La violencia política en Venezuela proviene de las filas del Chavismo pero también de las de la oposición. Incluso ambos grupos de poder se han aliado a potencias en conflicto geopolíticos para defender sus intereses sin importar las consecuencias sobre los 30 millones de venezolanos.

La disfunción política y el declive económico son dos temas interconectados que tienen inmenso impacto negativo en nuestro país o sociedad: La disfunción política se refiere a la incapacidad de un sistema político para abordar y resolver de manera efectiva los problemas sociales debido a diversos factores, como la corrupción, la polarización, la falta de transparencia, la gobernanza débil y el estancamiento partidista. Aquí hay algunas características clave y consecuencias de la disfunción política: a) Corrupción: La corrupción generalizada erosiona la confianza pública, desvía recursos del bienestar público y socava el estado de derecho. Puede conducir al declive económico, ya que los fondos destinados a proyectos de desarrollo son desviados por funcionarios corruptos. b) Polarización: Cuando hay una polarización política extrema, la cooperación y el compromiso se vuelven difíciles, lo que dificulta el progreso en temas importantes. Las sociedades polarizadas a menudo experimentan estancamientos legislativos, parálisis de políticas y dificultades para implementar soluciones efectivas. c) Falta de transparencia: La falta de transparencia en los procesos de toma de decisiones y operaciones gubernamentales genera desconfianza entre los ciudadanos. Puede conducir a una falta de rendición de cuentas, mala asignación de recursos y políticas ineficientes. d) Gobernanza débil: Los sistemas de gobernanza ineficaces, caracterizados por ineficiencias burocráticas, instituciones débiles y una prestación inadecuada de servicios públicos, pueden impedir el crecimiento económico y el desarrollo. La infraestructura inadecuada, los entornos regulatorios inestables y las políticas inconsistentes pueden desalentar la inversión y obstaculizar el progreso económico. El declive económico se refiere a un período sostenido de declive económico o desempeño económico estancado. Varios factores pueden contribuir al declive económico:
a) Altos niveles de deuda: El exceso de deuda pública y privada puede ejercer presión sobre la economía, limitando la inversión y obstaculizando la expansión económica. El servicio de la deuda puede desplazar el gasto en sectores vitales como la educación, la atención médica y la infraestructura. b) Desempleo y pobreza: El aumento de las tasas de desempleo y el aumento de los niveles de pobreza indican un declive económico. La falta de oportunidades laborales y la desigualdad de ingresos pueden provocar malestar social y una disminución de la productividad económica general. c) Inflación y devaluación de la moneda: La alta inflación erosiona el poder adquisitivo de las personas y las empresas, lo que les dificulta cubrir las necesidades básicas. La devaluación de la moneda puede encarecer las importaciones, lo que afecta tanto a las empresas como a los consumidores. d) Disminución de la productividad: una disminución en el crecimiento de la productividad, como resultado de factores tales como infraestructura obsoleta, falta de innovación e inversión inadecuada en educación y tecnología, puede conducir a un declive económico.

La disfunción política y el declive económico a menudo se refuerzan mutuamente en un círculo vicioso.

Es importante que todos los ciudadanos del país tomemos conciencia y no participemos en el enfrentamiento .

X: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/163340/exceso-de-confrontacion-...

Solo Chevron puede

Alejandro J. Sucre

Habiendo reducido la hiperinflación que venia produciendo estragos por más de 6 años, regulando la liquidez monetaria y abriendo la economía a los ciudadanos, el gobierno del presidente Maduro generó una estabilidad económica en el 2022. Esta mejora económica fue baja comparada con el potencial que tiene la economía venezolana de volver a los $400.000 millones en PIB del 2013, pero hubo un repunte en el 2022 gracias a las medidas de liberar el tipo de cambio y frenar privatizaciones. Debido a las sanciones petroleras de EE.UU. y a la corrupción interna, la economía venezolana nunca iba a llegar a los niveles de producción del 2013, pero en el 2023 se pasmó. Las sanciones petroleras de EE.UU. y la corrupción interna de PDVSA y del gasto fiscal impiden una economía con crédito, con altos niveles de inversión, con mas empleo y mejores sueldos. Las iniciativas del gobierno de superar la corrupción vía participación del sector privado en las empresas del estado no han avanzado debido a las sanciones de EE.UU.. Las estrategias de inyectar inversión a la economía por la vía de monedas criptos como el Petro no funcionaron; las visitas a Qatar, Arabia Saudita, China, Turquía, India, el BRICS, tampoco han funcionado ni funcionaran. Hoy todos los inversionistas se concentran en los EE.UU. y Europa. Solo el alivio de las sanciones de EE.UU. y la capacidad negociadora del gobierno de Maduro han logrado que Chevron reinicie la actividad petrolera y esta es la que h tenido un impacto positivo que sostiene el tipo de cambio en el año 2023.

Ya la globalización se terminó. Ya los EE.UU. y Europa no van a comprar más al país que provea mejores producto, ni los más baratos. Volvimos a una guerra fría con Rusia invadiendo a Ucrania y China amenazando a Taiwán. Ahora EE.UU. y Europa van a crear una capsula con políticas industriales de autosuficiencia y van comprar solo a sus aliados geopolíticos. Solo comprará e invertirá en los países que no se alineen con China y Rusia. Paradójicamente, Rusia, China, la India y los BRICS creen en el multilateralismo, pero sus ingresos dependen de los EE.UU. y Europa. Los países BRICS tienen alto grado de pobreza y corrupción, y sus economías compiten entre si y no disponen de fondos excedentarios para invertir. Ni los Países BRICS ni los árabes van a invertir en Venezuela. Es más los ciudadanos de los países BRICS y los árabes invierten en EE.UU. y Europa donde hay más rendimientos a sus ahorros. Así que Venezuela y el gobierno del presidente Maduro deben entender que no alinearse en el bloque EE.UU - Europa es poner a pasar hambre a toda la población venezolana y arrastrarnos a la pobreza crónica. Sería un mal alineamiento geopolítico.

Es verdad que EE.UU. no tiene por qué sancionar la venta de petróleo ni inmiscuirse en la política venezolana seleccionando opositores “consentidos” que ni siquiera se presentan a elecciones, ni practican la democracia dentro de sus partidos políticos. Pero esos errores de los EE.UU. no justifican que el presidente Maduro se equivoque de quien es el que invierte y genera progreso en la economía venezolana. EE.UU. y Europa son los grandes clientes e inversionistas tradicionales que han impulsado el desarrollo. Histórico en Venezuela. El gobierno de Maduro no debe enfrentarse a ese bloque y si hacer negocios con China y Rusia pero de forma neutral en el juego geopolítico como lo hace la India. Estoy seguro que si el presidente Maduro juega un papel neutro dentro del conflicto Ruso-Chino contra EE.UU., este podrá suavizar las sanciones que afectan al pueblo venezolano.

Todos los países que no se sumen a Estados Unidos y Europa en capturar los nuevos créditos fiscales para la fabricación de tecnologías se van a quedar sin inversiones. EE.UU está atrayendo una avalancha de capital. La Unión Europea está tratando de responder con su propio paquete de apoyo a la energía ecológica. Japón ha anunciado planes de préstamos por $150.000 millones para financiar inversiones en esa tecnología. Todos ellos están trabajando para volverse menos dependientes de China. EE.UU ha bajado la importación de productos chinos en 20% en los últimos tres años y ha bajado su exportación a ese país en 12%.

La única manera de traer inversiones a Venezuela es con una buena alineación con EE.UU. y Europa, con productividad en las empresas del estado y con un buen manejo del gasto fiscal y de la política monetaria. Asî el PIB venezolano llegará a $1 trillón pronto y los venezolanos lo agradeceremos.

El impacto de la corrupción en Venezuela también es otro frente que atender. Afecta más de $1,5 trillones en el PIB anual. Este número lo sacamos al comparar la economía venezolana a la de Texas que produce $2 trillones de PIB anual con el de Venezuela que producía $500 mil millones antes de las sanciones. Ambas naciones tienen una población de casi 30 millones de habitantes, un territorio casi del mismo tamaño y recursos petroleros significativos. Hace unos cuarenta años Venezuela tenía la sexta o séptima economía más grande del mundo. Venezuela está toda dentro de los trópicos, sin desierto o semidesierto como el tercio occidental de Texas. En consecuencia, Venezuela cuenta con vastos recursos hídricos, enormes ríos importantes, bosques y riquezas minerales además del petróleo.

X: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/162855/solo-chevron-puede

Brics, no va para el baile

Alejandro J. Sucre

El presidente Nicolás Maduro tiene la obligación de acercar a Venezuela de la órbita de Estados Unidos o desaparecernos como nación. Los Brics son países que jamás podrán proveer las inversiones que Venezuela necesita. Ya está bien de tanta “rebeldía pueril y sin causa” de ir contra EEUU que solo le hace daño al pueblo de Venezuela.

Sería un crimen empobrecedor que el presidente Maduro siga alejándose de EEUU y Europa.

Los países Brics tendrán cada vez menos impacto mundial ya que no tienen una cultura innovadora ganar-ganar. Son países con altos niveles de corrupción, con disparidades políticas, crecientes desigualdades, desempleo sustancial y niveles significativos de pobreza e ideologías, exposición excesiva a productos básicos, etc. Sus mismos ciudadanos invierten más en Estados Unidos que en sus mismos países.

Los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica) ahora representan 3.000 millones de personas y un PIB combinado de $20 billones. El grupo es el tercero después de la Unión Europea y EEUU. Sus miembros son demasiado diferentes y tienen muy pocas sinergias para representar un poder económico y político sólido. El comercio entre ellos ahora es de menos de $320.000 millones al año y está disminuyendo. El comercio de China con el resto del mundo es 12,5 veces mayor. El comercio bilateral entre China y Corea del Sur es casi tan grande como el que existe entre las naciones del Brics. Son demasiado similares y compiten entre sí en algunas áreas clave. Y aparte de Rusia, todos son fuertemente dependientes de Occidente. Todos copian tecnologías, lo que significa que compartir resultados e innovaciones de I+D y el desarrollo de la cooperación científica tiene un potencial limitado. Las fases de desarrollo económico, las ideologías, las definiciones de pobreza y otras diferencias culturales significan que carecen de un entendimiento común sobre las prioridades necesarias para compartir experiencias productivas.

EEUU, al contrario, cada día se repotencia más debido a su énfasis en la innovación. Ahora dejó la globalización y vuelve a la época de políticas industriales y ofrece enormes subsidios en una carrera despiadada para ganar en las industrias del futuro y atraer recursos humanos, que vienen de los Brics. Todos los países que no se sumen a Estados Unidos y Europa en capturar los nuevos créditos fiscales para la fabricación de tecnologías ecológicas se van a quedar sin inversiones. EEUU está atrayendo una avalancha de capital.

La Unión Europea está tratando de responder con su propio paquete de apoyo a la energía ecológica. Japón ha anunciado planes de préstamos por $150.000 millones para financiar inversiones en esa tecnología. Todos ellos están trabajando para volverse menos dependientes de China, que tiene una gran ventaja en áreas que incluyen las baterías y los minerales para fabricarlas. EEUU ha bajado la importación de productos chinos en 20% en los últimos tres años y ha bajado su exportación a ese país en 12%.

Los pequeños países se están quedando atrás ya que no pueden atraer inversiones ni dar créditos y beneficios fiscales a las grandes empresas tecnológicas para que abran sus plantas productoras. Incluso países como Singapur, Inglaterra y Corea del Sur, que son economías ágiles, en ascenso durante décadas de libre comercio, están hoy en desventaja en la nueva era de política industrial agresiva de EEUU y Europa. Las naciones industrializadas como Reino Unido y Singapur carecen de la escala para competir contra los bloques económicos más grandes en la oferta de subsidios. Los mercados emergentes como Indonesia, que esperaba utilizar sus recursos naturales para ascender en la escala económica, también se ven amenazados por el cambio.

Según un artículo del WSJ, el gobierno alemán le ha ofrecido a Intel $11.000 millones en subsidios para construir dos plantas de semiconductores, en lo que el primer ministro Olaf Scholz calificó como la mayor inversión extranjera directa en la historia de Alemania.

Estados Unidos, que ofrece $369.000 millones en incentivos y financiamiento para energía limpia como parte de la Ley de Reducción de la Inflación, está viendo una ganancia inesperada de inversión extranjera. El fabricante de automóviles alemán BMW acaba de inaugurar una nueva planta de baterías en Carolina del Sur. Las firmas surcoreanas Hyundai y LG anunciaron una planta de baterías de $4.300 millones en Georgia. Panaic de Japón está construyendo una planta en Kansas.

La carrera por los subsidios marca un paso más allá de la integración económica que durante décadas derribó barreras al comercio y la inversión entre países. La globalización ya es cosa del pasado. Europa, Estados Unidos y China están en una competencia de subsidios y de atraer inversiones y los perdedores en esa competencia son las economías más pobres, como Venezuela, que se queda en una agenda de políticos mediocres. Venezuela solo tiene posibilidades de desarrollo si se acerca a los socios comerciales ricos y se beneficia de sus políticas industriales, como lo han hecho Canadá y México a través de su acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

X: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/162334/brics-no-va-para-el-baile

Fedecamaras da en el clavo

Alejandro J. Sucre

El nuevo presidente de Fedecamaras, Adán Celis, acertó en declaraciones a la prensa y con contundencia cuando le dice al gobierno nacional que todas las políticas económicas deben ir orientadas a atraer la inversión. Y luego remata refiriéndose a las sanciones petroleras de EE.UU. aclarando que éstas impiden el crecimiento económico y generan graves daños a la población y el empleo. Nos trae esperanza el presidente de Fedecamaras al afirmar que estos cambios de parte del gobierno nacional y del gobierno de los EE.UU viene progresando.

Debemos los venezolanos separar los temas políticos de los temas económicos y no usar la economía como arma política, y mucho menos solicitar a EE.UU. que se mantengan las sanciones.

Ni con sanciones ni con corrupción Venezuela se sale adelante . Ambas impiden la inversión y el desarrollo. Los ciudadanos se marchan con sus capitales cuando estas están presentes.

Venezuela necesita líderes políticos y políticas económicas que atraigan de los mercados nacionales e internacionales $3 trillones en inversiones en los próximos 10 años para desarrollar su potencial económico y expandir su PIB anual a USD 1 trillón, basado en recursos naturales, agrarios y demás sectores de la economía. Eso implica pocas agresiones, y en su lugar muchas discusiones y debates entre políticos, en la AN, entre empresarios y sindicatos para analizar el papel de las inversiones extranjeras, las políticas comparativas para atraerlas, las condiciones de atraer inversiones para beneficiar a la población, comunicar la importancia de los inversionistas a la población, beneficiar la democratización del capital y a los inversionistas locales, debatir políticas migratorias y arancelarias, desmontar la hiperinflación, reorganizar toda la estructura gubernamental para hacerla más eficiente y menos despilfarradora. Esos son los debates que necesita Venezuela.

Fedecamaras descriminalizando al oficialismo y el oficialismo asistiendo a sus Asambleas han dado un paso al frente muy importante para romper con el patrón de rencillas a los que nos tienen sometidos algunos políticos radicales de oposición y del oficialismo y las redes sociales. Nuestro territorio es más privilegiado en términos per cápita en riquezas de recursos naturales que Rusia, Brasil, China, India y EEUU. Está de 4to. lugar a nivel mundial en per cápita de recursos naturales comercializables detrás de grandes potencias como Canadá, Australia y Arabia Saudí.

Hoy el Estado venezolano controla el 100 % de los recursos naturales en Venezuela y a la vez todas las empresas en manos del Estado para desarrollar esos recursos naturales están quebradas. Este deterioro nada tiene que ver con las sanciones. Este deterioro es producto de líderes políticos que no ejercen sus funciones. Venezuela debe ser un centro de inversiones chinas, rusas, europeas y estadounidenses y no un centro de confrontación geopolítica. Venezuela debe retomar el rumbo de $1 trillón en crecimiento del PIB con un nuevo impulso de líderes políticos con visión de gran país de la talla de nuestros libertadores.

Para crear infraestructura y autopistas para conectar a toda la nación de manera que se pueda activar al comercio nacional e internacional con nuevas y viejas empresas agrícolas, mineras, energéticas, turísticas, y manufactureras, se necesita el apoyo de inversionistas nacionales y extranjeros. Para arrancar las obras de infraestructura inconclusas producto de la corrupción, para superar el default de la deuda externa, para incrementar la capacidad eléctrica y el urbanismo, todos los venezolanos debemos atraer inversionistas y empresarios de todos los países y unirnos para superar las sanciones. Fedecamaras ha dado un primer paso importantísimo.

Twitter: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/160757/fedecamaras-da-en-el-clavo

El miedo, la venganza, la violencia y la economía

Alejandro J. Sucre

Los venezolanos hemos vivido como sociedad, una especie de desesperanza crónica desde 1970. Luego de haber sido una de las sociedades más prosperas del planeta, de haber tenido grandes presidentes entre 1920 hasta 1969, que hicieron de Venezuela una de las economías más pujantes del planeta, con menor inflación y mayor poder adquisitivo de la población; los lideres después de 1970 tomaron el rumbo de la complacencia, de la comodidad, promovieron la vagancia intelectual y espiritual de todo un pueblo. Un pueblo que por cierto ha demostrado estar lleno de talento y alegría.

Desde el año 1970 en adelante, a excepción de CAP II que intentó una economía abierta y moderna (pero que fracasó por implantar los cambios bajo un pésimo programa fondomonetarista), no hemos tenido ni un solo año de aumento del PIB per cápita. Solo caída en barrena tras crisis bancarias, controles y mas controles, rechazo a los emprendedores, un estado hiper corrupto que privilegia a unos versus otros en la ciudadanía, ahora culmina en hiperinflación, desinversión total y un gigantesco endeudamiento. Para colmo, en la presente década, los lideres políticos de la oposición y del oficialismo nos introducen en conflictos geopolíticos innecesarios, encarcelamientos, guarimbas, petición de sanciones, inhabilitaciones, encarcelamientos y asesinatos y nos piden que tomemos parte de esa violencia. Los ciudadanos venezolanos en lugar de escuchar soluciones para los problemas, lo que observamos son discursos descalificadores entre lideres políticos disputándose con violencia verbal y física que oprimen y violan la Constitución. Ahora sufrimos la consecuencia de corrupción y de sanciones estadounidenses que aumentan la división social y que benefician a los gobernantes y políticos a costilla de los ciudadanos.

El punto de esta descripción de violencia, temor, lideres vengativos en nuestra sociedad es para que los ciudadanos no apoyemos ningún líder político que promueva violencia, inhabilitaciones, sanciones , guarimbas, alineación con otros poderes geopolíticos. Solo debemos apoyar lideres que promuevan ideas, soluciones y puentes de unión. Nada de venganza ni de criminalizar a los contendientes. En la historia de la humanidad se han vivido muchos episodios como los que sufrimos los ciudadanos venezolanos hoy. El libro del Éxodo 1,8-14.22 nos cuenta:
“En aquellos días, surgió en Egipto un faraón nuevo que no había conocido a José, y dijo a su pueblo: «Mirad, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y fuerte que nosotros: obremos astutamente contra él, para que no se multiplique más ; no vaya a declararse una guerra y se alíe nuestros enemigos, nos ataque y después se marche del país». Así, pues, nombraron capataces que los oprimieron con cargas, en la construcción de las ciudades granero, Pitón y Ramsés. Pero, cuanto más los oprimían, ellos crecían y se propagaban más, de modo que los egipcios sintieron aversión hacia los israelitas. Los egipcios esclavizaron a los hijos de Israel con crueldad y les amargaron su vida con el duro trabajo del barro y de los ladrillos y con toda clase de faenas del campo; los esclavizaron con trabajos crueles. Y el faraón ordenó a todo su pueblo: «Cuando nazca un niño, echadlo al Nilo; si es niña, dejadla con vida".

Hoy, el difícil mundo del miedo nos pone ante un ciclo de pavor y opresión... que tiene las consecuencias más extremas. Hay que evocar un retrato imaginativo de esos egipcios. Veamos a medida que avanzan en su vida diaria; observe cómo se encuentran con los israelitas…

Es imposible que los ciudadanos venezolanos desarrollemos nuevos negocios, nuevos empleos en medio de un grupo de lideres políticos tan violento primitivo y disfuncional como el actual, más del oficialismo pero también de la oposición. Debemos como ciudadanos no tomar partido en estos conflictos de lideres políticos disfuncionales como los hijos no toman partido cuando ven a sus padres y madres tirándose los platos y destruyendo las casas donde habitan. Hay que concentrar nuestras energías en darle apoyo a políticos que hagan propuestas de estadista. Que expliquen qué programas económicos fallaron en el pasado y cuáles tuvieron éxito . Que hagan nuevas propuestas para elevarnos de la pobreza, que nos digan cómo enfrentar la falta de viviendas, infraestructura, educación, cómo vamos a ser un país próspero como país ante los conflictos geopolíticos y los cambios tecnológicos. Aquí hay una invitación a los ciudadanos de mirar cómo opera el miedo y la violencia de los lideres de una sociedad en detrimento de la vida de los ciudadanos de una país. Lo importante es que los ciudadanos no caigamos en la trampa de tomar partido en esas diatribas entre lideres disfuncionales. Que los ciudadanos podamos desenmascarar y desactivar a lideres que se criminalizan entre sí y apoyar a aquellos lideres que se concentran en buscar soluciones a los problemas del país. Las soluciones son las que unifican a la sociedad y nos hace funcionar sumando talentos. .
Alejarnos de lideres que hacen crecer la hostilidad y acercarnos a aquellos que hacen propuestas.

Twitter: alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/160273/el-miedo-la-venganza-la-...

El pueblo venezolano no es importante

Alejandro J. Sucre

Sin sanciones petroleras, Venezuela y el mundo ganarían. Habría más recursos económicos, para más debates, más democracia y más puestos de trabajo

Algunos de los principales líderes políticos de oposición y oficialistas de Venezuela destruyen el progreso del pueblo por no llegar a acuerdos, por poner trabas al proceso democrático cuando hicieron guarimbas, por no haberse presentado a elecciones en varias contiendas, por inhabilitar sin dar derecho a la defensa, por pedir sanciones petroleras a Estados Unidos, y este país haber aceptado semejante medida de sanciones que afectan al pueblo y generan una economía delictiva. Tanto los líderes de Estados Unidos como del gobierno de Nicolás Maduro y del G4 son totalmente responsables directos del dolor evitable que le causan al pueblo venezolano.
El petróleo en Venezuela es y ha sido más del 90% de las divisas que entran al país. Las sanciones petroleras van justamente a cortar esos recursos. Hay muchos de los que apoyan las sanciones, desde la oposición, que engañan a la población diciendo que las sanciones petroleras no afectan a la economía. O que la economía fue destruida por los controles y la corrupción antes de las sanciones. Resulta que el gobierno eliminó en gran medida los controles y las sanciones al petróleo venezolano se quedaron y hoy son de mucho peor impacto económico que la corrupción ya que hasta la generan. Las sanciones impiden el pago de deuda externa e impiden préstamos internacionales a empresas privadas venezolanas, las sanciones al petróleo hacen que al país dejen de ingresar $50 mil millones al año, obligando al gobierno a solo operar en la economía subterránea con empresas de maletín o sin rendición de cuentas. Son mucho más dañinas las sanciones al petróleo que los controles de cambio y de precio ya que eliminan los ingresos principales de la nación y son más difíciles de burlar. Así como los controles de cambio, las sanciones al petróleo convierten toda transacción privada o del gobierno en delincuencial. China es enemiga y una amenaza para Estados Unidos y Occidente y no hay sanción que prohiba comprar productos a China, tales como equipos de radiodifusión ($223 miles de millones), computadoras ($156 miles de millones), circuitos integrados ($120 miles de millones), piezas de máquinas de oficina ($86,8 miles de millones) y otros artículos de tela ($60,7 miles de millones). O que se impongan sanciones y prohibición de comprar los productos de exportación de Francia como turismo por US $250 mil millones, maquinaria, incluidas las computadoras: US $62,6 mil millones, vehículos: $50,8 mil millones (8.9%), maquinaria eléctrica, equipo: $45 mil millones, productos farmacéuticos: $39,1 mil millones, perfumes, cosméticos: $22 mil millones, etc..

Estados Unidos no puede condicionar el levantamiento de las sanciones petroleras a que haya un proceso democrático normal en Venezuela. Puede sancionar políticos que impiden la democracia en Venezuela si le parece, así como un vecino ayuda a atrapar un ladrón que entra en la urbanización llamando a la policía. Pero la democracia es batalla de los venezolanos y aunque es verdad que en Venezuela es un batalla en términos desiguales entre los que controlan las fuerzas armadas y los que no, los países vecinos democráticos pueden ayudar la causa con sanciones directas e individuales a los que asaltan la democracia y el erario del país.

El gobierno de Nicolás Maduro puede disminuir su responsabilidad o desviar la atención en las consecuencias de un fracaso en llegar a acuerdos con Estados Unidos para levantar las sanciones. La Administración de Maduro se alinea con enemigos jurados de EEUU siendo este país nuestro principal cliente e inversionista. Nunca el gobierno de Maduro hizo un referéndum para volcar a Venezuela contra EEUU y aliarse con Rusia y China para ese propósito.
Ni al petróleo, ni a la minería, ni para infraestructura, ni a la agricultura, ni al turismo, ni a la educación, ni a las telecomunicaciones, ni a la medicina. Ningún financiamiento va a llegar, ni nuevos impuestos, nada se va a mover en Venezuela sin grandes inversiones que solo llegarán cuando Estados Unidos levante las sanciones petroleras. Nunca Rusia, Irán o China, ni Turquía sumadas hicieron la 1/20 parte de las inversiones que han hecho EEUU y toda Europa en Venezuela a través de la historia. Tampoco ayudas humanitarias ni dádivas ni remesas de familiares en el extranjero resuelven el progreso de los venezolanos. Solo dependemos de nuestro trabajo y creatividad que nos sobra. Y muchos políticos venezolanos lo impiden.
La corrupción se ataca con una oposición que participe en elecciones, que elija a sus líderes democráticamente y que se renueve ejemplarmente; que haga oposición pacífica y activa y no marchas violentas; que presente propuestas y debates de alternativas económicas y las discuta con el pueblo; que no reaccione con violencia ante la violencia, sino con propuestas y ejemplo democrático; que presente cuentas de los recursos que administra; que ayude al pueblo a ejercer contraloría social de las obras de infraestructura, estando presente en cada pueblo y no en Washington pidiendo sanciones cínicamente. Solo un pueblo educado por sus líderes puede enfrentar la corrupción y la falta de democracia. Si votan mal es porque se educó o informó mal. Así que hay que darle importancia al pueblo.
Twitter: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/159746/el-pueblo-venezolano-no-...

Declive económico y disfuncionalidad política

Alejandro J. Sucre

En la década de los noventa los gobiernos escondían su culpabilidad en la generación de inflación, y culpaban al sector privado de especuladores. No solo los políticos emitían dinero inorgánico a través del BCV para repartir clientelarmente, comprar votos y para enriquecerse personalmente y generar populismo, sino que para colmo usaban como chivo expiatorio al empresario, verdadero productor de bienes y servicios, para desviar su responsabilidad y poder seguir el asaltando a la nación impunemente. Desde los años de Caldera I hasta Maduro I se ha culpado al empresariado como causa de las devaluaciones, cuando era todo lo contrario : la codicia y el asalto infinito a la nación de la clase política de la IV y de la V República. La hiperinflación del año 2018 demostró que los políticos son los que causan la devaluación ya que ninguna empresa puede subir el precio de los productos en 1000 ó 1.000.000 % en un año. Sólo desde el BCV se puede inundar al país de dinero inorgánico. Y se demostró que sólo el gobierno puede crear inflación cuando emite dinero inorgánico sin contrapartida en bienes y servicios.

Hay que alertar ahora que la conflictividad política en Venezuela también es creada por patología de nuestros dirigentes y no es normal. Es una enfermedad social destructora como la droga en un individuo. La violencia entre nuestros dirigentes políticos no es normal y toda la sociedad debe estar consciente de esto y contribuir a buscar armonía social y política. La violencia política en Venezuela proviene de las filas del Chavismo pero también de las de la oposición. Incluso ambos grupos de poder se han aliado a potencias en conflicto geopolíticos para defender sus intereses sin importar las consecuencias sobre los 30 millones de venezolanos.

La disfunción política y el declive económico son dos temas interconectados que tienen inmenso impacto negativo en nuestro país o sociedad: La disfunción política se refiere a la incapacidad de un sistema político para abordar y resolver de manera efectiva los problemas sociales debido a diversos factores, como la corrupción, la polarización, la falta de transparencia, la gobernanza débil y el estancamiento partidista. Aquí hay algunas características clave y consecuencias de la disfunción política: a) Corrupción: La corrupción generalizada erosiona la confianza pública, desvía recursos del bienestar público y socava el estado de derecho. Puede conducir al declive económico, ya que los fondos destinados a proyectos de desarrollo son desviados por funcionarios corruptos. b) Polarización: Cuando hay una polarización política extrema, la cooperación y el compromiso se vuelven difíciles, lo que dificulta el progreso en temas importantes. Las sociedades polarizadas a menudo experimentan estancamientos legislativos, parálisis de políticas y dificultades para implementar soluciones efectivas. c) Falta de transparencia: La falta de transparencia en los procesos de toma de decisiones y operaciones gubernamentales genera desconfianza entre los ciudadanos. Puede conducir a una falta de rendición de cuentas, mala asignación de recursos y políticas ineficientes. d) Gobernanza débil: Los sistemas de gobernanza ineficaces, caracterizados por ineficiencias burocráticas, instituciones débiles y una prestación inadecuada de servicios públicos, pueden impedir el crecimiento económico y el desarrollo. La infraestructura inadecuada, los entornos regulatorios inestables y las políticas inconsistentes pueden desalentar la inversión y obstaculizar el progreso económico.

El declive económico se refiere a un período sostenido de declive económico o desempeño económico estancado. Varios factores pueden contribuir al declive económico:

a) Altos niveles de deuda: El exceso de deuda pública y privada puede ejercer presión sobre la economía, limitando la inversión y obstaculizando la expansión económica. El servicio de la deuda puede desplazar el gasto en sectores vitales como la educación, la atención médica y la infraestructura. b) Desempleo y pobreza: El aumento de las tasas de desempleo y el aumento de los niveles de pobreza indican un declive económico. La falta de oportunidades laborales y la desigualdad de ingresos pueden provocar malestar social y una disminución de la productividad económica general. c) Inflación y devaluación de la moneda: La alta inflación erosiona el poder adquisitivo de las personas y las empresas, lo que les dificulta cubrir las necesidades básicas. La devaluación de la moneda puede encarecer las importaciones, lo que afecta tanto a las empresas como a los consumidores. d) Disminución de la productividad: una disminución en el crecimiento de la productividad, como resultado de factores tales como infraestructura obsoleta, falta de innovación e inversión inadecuada en educación y tecnología, puede conducir a un declive económico.

La disfunción política y el declive económico a menudo se refuerzan mutuamente en un círculo vicioso.
Es importante que todos los ciudadanos del país tomen conciencia que muchos de los actuales lideres políticos del oficialismo y de la oposición nos llevan a la violencia y a la destrucción. Debemos los gremios y ciudadanos del país elevar el debate político y no dar tomar partido ni apoyar a políticos que nos lleven por la calle de la violencia y el enfrentamiento .

Twitter: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/159244/declive-economico-y-disf...

Olé a EEUU, Olé a los venezolanos

Alejandro J. Sucre

Al presidente Nicolás Maduro le gusta vacilarse, torear y pasearse a los burócratas de Estados Unidos como un torero lo hace con un toro en una plaza pública. ¡Olé.! Al torito EEUU se le predicen sus movimientos muy fácilmente y por lo tanto lo torean muchos líderes latinos con gran maestría. A algunos toreros latinos, y de otras latitudes, les encanta ponerse una capa roja y marear al toro EEUU y burlarlo. Saben que ese toro no embiste. Por lo general, EEUU tiene un patrón bien definido de conducta fácil de predecir y todos saben hasta donde va a llegar con el toro y hasta donde molestarlo para que no embista. Cuando algunos líderes de gobiernos latinos fastidian a Estados Unidos, por lo general la reacción de ese país es fácil de predecir: Hace advertencias por micrófono sobre la protección de los derechos humanos y las democracias, amenaza a los regímenes con cierre de embajadas, sanciones y hasta con intervención militar. Y aquellos a quienes se le dirigen las amenazas se burlan, se ríen y hacen todas las travesuras posibles sin pasarse de la raya para que no haya intervención militar. A Osama bin Laden e ISIS los fueron a buscar a sus cuevas porque se pasaron de la raya de tolerancia de Estados Unidos. Pero los que se burlan de EEUU como de un elefante gigante, saben que apenas moverá la cola y la orejota para alejar las moscas, pero que en un rato se vuelve a dormir el elefante.

Los líderes de ambos bandos han tomado patrones de conductas tóxicas y disfuncionales para la sociedad. Lo que es un juego para los dirigentes oficialistas venezolanos y una fastidiosa mosca para EEUU, es un drama para la población. El juego de un lado consiste en arrimarse a los chinos, iraníes, rusos, turcos y brasileños para decirle a Estados Unidos que no lo necesitan, que van a crear una moneda distinta al dólar para que ni las sanciones les fastidien. Pero esas gracias y juegos hunden a los empresarios venezolanos que saben que ninguno de estos países Brics impulsarán la inversión y la economía. También los asalariados son víctimas de los juegos pueriles geopolíticos, ya que saben que sin inversión no hay fuentes de empleo ni subidas de sueldo. Todos los venezolanos sabemos que sí hace falta la inversión de Estados Unidos y que sus sanciones son imposibles de superar por los países Brics, Qatar o Arabia Saudí. Los venezolanos somos víctimas del juego triste y tóxico de burlar y de pretender que no pasa nada si EEUU no invierte o de anunciar que los Brics y sus inversiones volverán a recuperar el PIB de Venezuela de $60 a $350 mil millones. El desfile de países Brics hasta hoy solo ha extraído recursos de Venezuela vía préstamos que no llegan a ser usados para mejorar la producción sino para la corrupción. Los Brics hablan de separarse del dólar, pero todas las economías dependen de Estados Unidos Todos los ciudadanos de los países Brics prefieren invertir en las bolsas de EEUU y en inmuebles que en sus propios países. Hasta la fecha el único país que ha invertido en Venezuela se llama EEUU y en 2023 lo hace a través de Chevron.

Ese juego de palabra y de diplomacia entre oficialistas del gobierno venezolano y de funcionarios del presidente Joe Biden sale caro a la población venezolana. Son como una pareja tóxica que destruye a la familia venezolana, tirándose platos en sus peleas. El bullying de Venezuela a Estados Unidos, y viceversa, es un gran cinismo que acelera la caída del poder adquisitivo de los 30 millones de venezolanos, hace esfumarse sus ahorros, el valor de sus inmuebles, de sus negocios, y el poder adquisitivo de los sueldos. Tampoco los venezolanos dejan de sufrir viendo a sus familiares irse a otras latitudes. En realidad es un juego cobarde de bullying desde las pantalla de TV donde se hacen amenazas sentados en poltronas, mientras tiran al precipicio al resto de los venezolanos que somos los que sufrimos las sanciones.
Estados Unidos igualmente participa en ese juego del oficialismo en forma muy poco constructiva. Toma medidas de sanciones para demostrar su poder, pero esas sanciones golpean más al ciudadano común y fortalecen a aquellos personeros que les tiran piedra y esconden la mano.

La economía venezolana debe recibir más de $200.000 millones de dólares al año para lograr su potencial. Con una dirigencia tan mediocre e indolente como la venezolana, y la estadounidense actual que se retroalimenta en juegos geopolíticos, nunca Venezuela lograra despegar su economía. Venezuela tiene un enorme potencial económico. La corrupción y las batallas geopolíticas pueriles la frenan. Esta mediocridad de peleas de gallos en lugar de buscar acuerdos, viene de los dos bandos y no permite desarrollar la economía. Es triste ver que los líderes de Estados Unidos no han desarrollado una política más edificante para superar a los guapetones del tercer mundo. Triste es ver cómo EEUU reacciona como gallito de pelea en lugar de buscar lazos directos con las sociedades afectadas.

Twitter: @alejandrojsucre

https://www.eluniversal.com/el-universal/158275/ole-a-eeuu-ole-a-los-ven...