La curiosa malignidad de la Unión Europea
Elías Pino Iturrieta
Los asuntos de Venezuela no solo han sido de incumbencia europea por petición de algunos de sus Estados miembros, sino también por obligación fundacional. La Unión, de acuerdo con sus estatutos, no puede manifestar indiferencia ante lesiones o violaciones de principios incluidos en las actas de su creación.