No darse por vencido
“Nunca os deis por vencidos. Nunca os deis por vencidos. Nunca os deis por vencido, nunca, nunca, nunca, nunca. En nada que sea grande o pequeño, sublime o trivial, nunca os deis por vencidos, a no ser que os lo aconsejen la convicción, el honor y el sentido común”
Winston Churchill
La historia nos enseña que la causa por lograr la libertad, que la lucha por abolir la tiranía y establecer la democracia, es un proceso de gestación prolongada, caracterizada por un sinnúmero de sacrificios de magnitudes distintas, y duros enfrentamientos. Enseña que las grandes realizaciones siempre requieren un poco más de tiempo del que se espera. Que hay que perseverar, ser paciente, porque los resultados se dan a largo plazo. Que toda causa noble y superior lleva tiempo su logro. Implica superar el deseo de conquistarlo. Porque toda causa noble requiere de tiempo, paciencia y esfuerzo perseverante. Por ejemplo, Mandela nos enseña que no se debe creer en la inmediatez cuando se trata de grandes realizaciones, de causas nobles que conlleva el beneficio para cientos de miles, de millones de personas.
No hay un camino fácil hacia la libertad. Este es un proceso de gestación prolongada, lleno de obstáculos, inconsistencias, incomprensiones, y desavenencias entre quienes quieren lograrla. Adicionalmente el Régimen juega con nuestros sentimientos y manipula nuestras emociones. Nos hace creer cosas difíciles de aceptar.
Siempre hay que enfrentar las fuerzas que se oponen a la transformación democrática de un país, y aquel que lidera una fuerza portadora de futuro ha de reconocer que desalojar del poder un tirano, un gobierno dictatorial, un Régimen injusto y opresor es una tarea que consume tiempo, recursos económicos y humanos.
Teniendo claro esto, insistimos que no es tiempo para perder la esperanza, ni de amargarse, es tiempo de mantener la fe en el porvenir. Ciertamente el Régimen ha logrado que se crea que no hay esperanza, que no existe perspectivas, que no hay futuro, espera de algunos de nosotros resignación, que tiremos la toalla, nos rindamos, nos demos por vencido.
El ser humano esta dotado de la capacidad de creer en sus sueños, tiene el coraje suficiente para hacerlo realidad, si no fuera así la especie humana hubiera desaparecido por apatía, inmovilismo e inercia. Afortunadamente para la raza humana y el avance de la civilización, el hombre siempre tiene motivaciones para seguir viviendo, seguir avanzando, seguir creando y seguir soñando. Sólo hay que seguir intentándolo, seguir pedaleando hacia el futuro.
La libertad implica la obligación y responsabilidad de defenderla, alimentarla y protegerla. Se goza de libertad porque otros lucharon, se empeñaron, se esforzaron y sacrificaron para lograrla. No fue una concesión graciosa, una dadiva que alguien dotado de poder realizó. Nuestra responsabilidad es traspasarla a las generaciones futuras, como lo hicieron nuestras predecesoras con nosotros.
Este 10 de diciembre tenemos una nueva oportunidad de manifestar nuestro rechazo a la tiranía de la camarilla cívico militar, asociada al narcoterrorismo internacional. Lamentamos profundamente el hecho que el liderazgo reunido en la MUD, no tenga un objetivo común: salir del Régimen, aún así es conveniente que la ciudadanía si lo tenga y siga abonando con su acción en la cuenta de ahorro de la libertad.
El no votar, abstenerse, representa estar de acuerdo con que la situación siga empeorando, es estar de acuerdo con el Régimen. Significa que el bien se da por vencido y se rinde ante el mal. Quien esto escribe, al igual que el resto de los venezolanos posee una carga genética que no se la cala, confía que el bien se impondrá sobre el mal, porque la vida, el porvenir nunca se da por vencido y menos en esta oportunidad. Como dijo Laureano “Vota o Bota” tu decides. Los venezolanos de buena volunta no se rinden, no se dan por vencidos.