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Isaías A. Márquez Díaz

Frente Atlántico venezolano

Isaías A. Márquez Díaz

En la población de Macuro, ciudad del municipio Valdez del estado Sucre se halla un tetraedro metálico, que aparte de algunas reseñas históricas, nos indica el punto de partida de rutas hacia África, Europa y otros lugares de América, en virtud de la situación geográfica de Venezuela, que comporta planes geoestratégicos , así como su relevancia económica.

El golfo de Paria ubicado al norte de la América del Sur, extremo oriental venezolano, ocupa una superficie de unos 7.800 km cuadrados, y constituyó durante la Segunda Guerra Mundial una de las áreas vitales para los aliados, así como un objetivo estratégico para el Eje. Por sus aguas incursionaron submarinos alemanes y ocurrieron incidentes armados donde participaron nuestras FFAAN por la posesión de isla de Patos a manos del ejército estadounidense. Asimismo, durante la II Guerra Mundial funge como una de las bases navales más importantes de las US NAVY, aparte de uno de los mayores centros de convoyes. Fue área de entrenamiento de importancia considerable, a objeto de establecer el marco defensivo del Caribe mediante acuerdos EEUU/UK, a fin de que la Armada norteamericana dispusiese de facilidades para las bases ubicadas en las Antillas, en aguas del Caribe y del Atlántico occidental.

Geopolíticamente, ostentamos unas características muy específicas y singulares por hallarnos al norte del continente sudamericano, limitando con muchas naciones de importancia, tales como: Guyana, Brasil, Colombia y algo muy importante, hacia el morte, con el océano Atlántico, franja que nos permite disponer y/o disfrutar de su fachada atlántica, que supera las 350 mn del Derecho del Mar, espacio que proyecta a Venezuela hacia otras coordenadas: países caribeños, EEUU, Europa África y Asia.

Zona vulnerable, en virtud de sus riquezas naturales – yacimientos petrolíferos codiciables-, posición que nos ubica con un peso económico muy superior ante otras zonas de la región, frente al Atlántico como factor de rutas productivas, razón por la cual, entre otras, se hace impostergable el decreto-ley aobre la Plataforma Continental del Delta Amacuro y, en consecuencia, de la nación venezolana, en ejercicio pleno de su soberanía y salvaguarda de nuestros intereses vitales, según lo establece la Constitución.

isaimar@gmail.com

Sembrar el petróleo

Isaías A. Márquez Díaz

Hace hoy 82 años de la publicación del doctor Arturo Uslar Pietri “Sembrar el Petróleo”, muy emblemática y relevante ya que nos insta a reflexionar sobre el país y su futuro.

Quizá una frase pintoresca y de naturaleza muy personal que todo gobierno de turno intenta interpretar, ajustar, diseñar y adaptar a su momento histórico.

El 14/7/1936 en un editorial del diario caraqueño “AHORA” el doctor Uslar Pietri indica, concienzudamente, que Venezuela debe “sembrar el petróleo”; plantea la necesidad imperativa de redireccionar los recursos provenientes de la renta petrolera hacia el impulso del sector no petrolero de la economía nacional, al desarrollo integral del país.

Tal inquietud se plasma en el siguiente párrafo de su escrito:

Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas, amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla en ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil sea la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales”.

No obstante, pese a sus inquietudes tan acertadas, hoy nos hallamos ante una economía agrícola que nisiquiera nos garantiza el maíz para la elaboración de las tradicionales arepas y hallacas, porque no podemos deslastrarnos del facilismo petrolero para alimentarnos en términos de autosuficiencia productiva. Y, hoy día, sobrevivimos a través de una economía de subsistencia y/o portuaria.

El “excremento del diablo” es una frase que el doctor Juan Pablo Pérez Alfonso emplea para referirse al petróleo y al efecto tan pernicioso que este recurso tiene sobre el manejo de las economías de naciones acreedoras de este recurso energético como Venezuela.

Ínterin, aún el ingreso petrolero permite otorgar prebendas improductivas y parásitas como los bonos e incrementos salariales, sin perspectiva de retorno alguno, que solo alientan la carestía y laxitud laboral en perjuicio del bienestar común.

Soviets y electricidad

Isaías A. Márquez Díaz

Tras los descubrimientos e inventos que llevan a cabo diversos científicos e inventores, tales como: Franklin (electricidad), Edison (lámpara incandescente, telégrafo electromagnético, tubos catódicos y teléfonos), Tesla (corrientes polifásicas y acoplamiento de circuitos oscilantes), Westinghouse (freno de aire comprimido) y Morse ( telégrafo y motores eléctricos) y Graham Bell (teléfono), la Revolución Rusa, incipiente e ingenua, cuando quizá Lenín se halla atónito por que un extraño fluido fuese capaz de mover máquinas, hacer “hablar” al telégrafo, proyectar voces e imágenes hasta reproducirlas, resulta muy lógica su conclusión que la utopía del socialismo podía conquistarse, entre otros, mediante añadidura de la electricidad a los soviets.

Pero, el socialismo necesita algo más que el fluido eléctrico para convertirse en sistema alternativo. Necesario el desarrollo de las fuerzas productivas a objeto de lograr el bienestar. La colectivización forzosa del campo, así como la expropiación de fábricas urbanas, trajeron el hambre y la desesperación en aquel pueblo que apenas despertaba de la servidumbre zarista.

Tras darse cuenta de su dislate, Lenin intenta retroceder y lanza su famosa NEP (la Nueva Política Económica), cuya consigna es “¡Todo el poder para los soviets! y/o “Kulaks” (campesinos) enriqueceos……”. Demasiado tarde porque ya el burocratismo y la ausencia de una democracia formal habían socavado las estructuras de la sociedad rusa. En efecto, la corrupción y el acaparamiento conforman una armazón que, dirigida por Jósif Stalin, se convierte en una de las satrapías más relevantes del mundo contemporáneo.

Si el (des)gobierno se empeña en copiar el socialismo brutal de Stalin, ¿por qué carrizo no copia, entonces, la pasión por la electricidad? que se ostenta posterior a la renovación Kruschev.

Malicia exxoniana

Isaías A. Márquez Díaz

Para muchos el poder actual que controla la economía y la política del mundo es el financiero, asunto que traemos a colación en virtud de la “contingencia” por unos US$ 20 millones que ya ha presvisto Exxon Mobil de los EEUU a fin de colaborar con Guyana en las costas judiciales que podrían generarse a causa de la judialización de la controversia por el territorio Esequibo, que Venezuela, muy justificadamente, reclama, el cual Guyana ha llevado a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ya que está en juego un área petrolífera, la seguna más importante del mundo, en volumen, la cuenca Guyana-Surinam, con reserva de unos 12.800 millones de barriles de crudo, estimación según el Servicio Geológico de los EEUU (USGS, por sus siglas en inglés) y extensión de unos 459.450 km cuadrados -10 veces más grande que la Faja bituminosa del Orinoco-, en aguas venezolanas, enclavada entre las zonas marítimas frente al Delta del Orinoco y el límite con las áreas marinas y submarinas de la Guayana Francesa.

Lo más grave de esta problrmática estriba en que desde 2012 Guyana ha permitido, ilícitamente, su parcelamiento en los bloques: Roraima (Anadarko, EUA); Pomeroon (CGX de Canadá) y Stabroek (Shell, Holanda y Exxon Mobil, EEUU). De esta forma el gobierno guyanés hace caso omiso al Acuerdo de Ginebra, suscrito el 17/2/1966.

Enfatizamos que el laudo de 1899 es nulo e írrito, porque desde su inicio está viciado mediante componenda entre los árbitros del laudo, tal y como, plenamente, ha quedado comprobado.

Desde la creación de la Gran Capitanía General de Venezuela, en 1777, el territorio del Esequibo nos pertenece, cuyo ejercicio de soberanía puede verificarse mediante documentos históricos, muy claros y específicos, como por ejemplo: la Ley Fundamental de los Pueblos de Colombia, 1821.

IDEFV

¿Suspensión y/o Exclusión?

Isaías A. Márquez Díaz

Ante tal disyuntiva o dilema en relación con la permanencia de Venezuela en la OEA, tan cuestionada a causa de la reelección fraudulenta del ciudadano Nicolás Maduro Moros, conviene aclarar que una cosa es la suspensión y otra, la expulsión o exclusión.

Veamos: la suspensión que propone EEUU tendría efectos muy puntuales, como por ejemplo: imponerle sanciones que le inhabiliten para participar en cualquier evento regional; La expulsión o exclusión que el canciller Arreaza interpreta, erróneamente, le dejaría a sus anchas, con todo su autoritarismo, haciendo y deshaciendo a troche y moche. Mientras Venezuela permanezca en la OEA estaría sujeta a mecanismos de control, tales como aplicación de la Carta Democrática, igual que Maduro utiliza el hambre como arma de control.

En efecto, La sensatez y la prudencia son virtudes que deben ostentarse en diplomacia, no vayamos a caer en un aislamiento al estilo cubano, aún palpable. Las actitudes viscerales implican, aparte de error craso, pecado imperdonable y males irreversibles.

Recuérdese que la OEA, inspiración del Libertador Simón Bolívar en el Congreso Anfictiónico de Panamá y, una vez creada (4/1948), se propone: afianzar la paz y la seguridad del Continente; prevenir las posibles causas de dificultades y asegurar la solución pacífica de las controversias que surjan entre los Estados Miembros; organizar la acción solidaria de éstos en caso de agresión; procurar la solución de los problemas políticos, jurídicos y económicos que surjan entre ellos, y promover, por medio de la acción cooperativa, su desarrollo económico, social y cultural. A tales fines, la OEA actúa por medio de la Asamblea General, convocada formalmente, pero jamás en conciliábulo ni en perjuicio de Estado Miembro alguno.

Triunfo pírrico

Isaías A. Márquez Díaz

Pese a todos los esfuerzos y prerrogativas del madurismo, cualquier ingenuo y/o bobalicón pudo darse cuenta de sus maquinaciones a fin de lograr ese triunfo tan anhelado y cuestionable que, con todo ardid, doña Tibisay Lucena Ramírez anuncia a las ocho de la noche, conciente, plenamente, del plan urdido, y ante la comunidad nacional e internacional poco o nada sugestionables, en virtud de los desatinos y discapacidad de un gobierno que desarrolla una dictadura a objeto de sojuzgar a su población.

La señora Lucena se presta para el anuncio de la rimbombancia del triunfo de Nicolás Maduro, con unos dos tercios de los dufragios (¿?) pero obvia el índice de abstencionismo, el cual es muy notorio en virtud de la desolación que, a escala nacional, ofrecen los centros de votación desde el momento de apertura de las mesas (seis de la mañana), y se hace más notoria a medida que avanzan las horas, junto con los cuadernos de votación donde el lector debía firmar y colocar la huella de su pulgar derecho, de espacios y hojas enteras en blanco.

No obstante, la señora Lucena con instrucciones muy precisas, tras haber realizado una gira a objeto de exponer la fiabilidad del sistema electoral cenezolano, se atreve a anunciar a toda Venezuela y a la comunidad internacional que la acechan sin tregua alguna porque su retórica no convence ya que todo se descubre, aparte de las presunciones, por las declaraciones de visos triunfalistas que ofrece la plana mayor del PSUV.

En consecuencia, el aislamiento de Venezuela se acentúa, sobre todo por la reacción, pertinente, del Grupo de Lima, cuyas actitudes y/o decisiones no deben comportar injerencia en nuestros asuntos internos, sino un llamamiento a la reflexión y no al ensoberbecimiento que podría ostentarse por semejante triunfo pírrico.

El mercado cambiario paralelo y la zona norsantandereana

Isaías A. Márquez Díaz

Los mecanismos de inteligencia y prevención del gobierno nacional, de funcionamiento análogo al de la extinta KGB(КГБ), deberían tener ante sus ojos que el mercado cambiario venezolano, prácticamente una excepción mundial, se maneja fuera de nuestras fronteras, en un lugar muy cercano a los estados andinos y el Zulia, donde las negociaciones cambiarias se hacen de tú a tú, sin mediación de entidad bancaria alguna, las cuales, concientes de la vigilancia, control y seguimiento sin tregua por parte de la SUDEBAN, difícilmente van a osar efectuar una sola transacción por muy exigua que sea.

Como existe asimetría entre ambas fronteras, que implican una traba para el desarrollo dinámico y sustentable para los países de menor desarrollo o tamaño, así como entre las subregiomes, podríamos considerar en el caso que nos ocupa, que entre el departamento Norte de Santander y el estado Táchira, en virtud del intercambio comercial existe una subregión (intermedia) con características muy singulares de raigambre socioculturales ancestrales, razón ésta por la cual las divergencias y trabas impactan en nuestro mercado cambiario y, como efecto colateral, la carencia de productos e insumos al otro lado de la frontera (Venezuela), la cual se suple del mercado colombiano; en consecuencia, la diferencia de precios propicia un flujo comercial camuflado a través de la economía oculta, subterránea e/o informal (el bachaqueo), desde vehículos, equipos electrodomésticos alimentos y bebidas (productos de consumo masivo), transados mediante USD paralelo, en complicidad flagrante con las autoridades encargadas del orden público: FANB y defuncionarios municipales, quienes, a cambio de la tajada respectiva propician, tal y como bien lo sabe el gobierno central, un mercado paralelo e inescrupuloso en el que ahora se pretende involucrar a una institución financiera tan formal y solvente como Banesco, Banca Universal.

Tal situación se determina por las estrategias de los gobiernos respectivos desde donde se experimentan ambas asimetrías, puesto que Colombia enfila sus relaciones hacia una cercanía con EEUU y ha enfatizado en el Acuerdo de Libre Comercio; Venezuela, hacia Mercosur, de donde ya la han expulsado, debido a sus políticas erráticas; luego, UNASUR. Y, desde 2008 hacia China, cuyos servicios paga con petróleo, de producción menguante en virtud del cupo fijado por la OPEP, que durante el primer trimestre de 2018 la hace caer a unos 1,54 MBD, así como a la fuga de talentos, ya que PDVSA funciona, hoy día, conforme a los dictámenes del PSUV, así como al de las petroleras Rosneft (rusa) y NIOC (iraní).

Crisis alimentaria

Isaías A. Márquez Díaz

Vergonzosamente para un gobierno que se jacta de suministrar “seguridad agroalimentaria” a los habitantes del país que gobierna, AN nos decreta por segunda vez que vivimos una crisis alimentaria, término que se utiliza para explicar la situación cuando los países o personas no logran satisfacer las necesidades de alimentos, entonces pudiéramos decir que una crisis de alimentos se refiere, simplemente y en pocas palabras, a la carencia de comida o alimentos para satisfacer las necesidades de las personas.

Ha profundizado la situación que atraviesa el medio rural por el incremento de los precios agropecuarios y alimentos a causa de la crisis económica a escala mundial a consecuencia, además, del fracaso del sistema capitalista que pondera las ganancias en relación con la satisfacción de las necesidades de los individuos o personas, lo cual motiva una crisis agroalimentaria.

Asimismo, seguridad alimentaria explica el fenómeno contrario a la crisis alimentaria; toda vez que se habla de seguridad alimentaria se hace referencia cuando una familia o un país garantiza el acceso a los alimentos sin restricciones a sus integrantes o ciudadanos, por lo cual pueden alimentarse sin restricción alguna. Hoy por hoy, no podemos hablar de seguridad alimentaria a escala planetaria en virtud de la crisis financiera reinante, así como de los diversos factores que influyen en el incremento de precios de los alimentos, tan desmesurada e incontrolablemente.

Caso particular Venezuela, aunque no escapa a estas condiciones, la crisis pudiera obedecer, entre otros, a las políticas desacertadas en toda materia relacionada con el bienestar socioeconómico y sociopolítico de sus habitantes, tales como política económica y hasta agropecuaria.

isaimar@gmail.com