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Norberto Paredes

Economía de Venezuela: cómo la industria camaronera está transformando el Lago de Maracaibo, el mayor símbolo de la bonanza petrolera del país

Norberto Paredes

En los últimos años, la industria camaronera le ha dado una nueva cara a un lago ahora lleno de piscinas enormes en las que crecen camarones que terminan en restaurantes de muchos rincones del mundo

En las cercanías del Lago de Maracaibo, el más grande de América Latina, se desarrolla una industria que le está dando un pequeño impulso a la golpeada economía venezolana.

Gran símbolo de la «Venezuela Saudita», pues fue allí donde se encontró a principios del siglo XX un mar de petróleo que le permitió al país enriquecerse sobre todo en los años 70, el lago ha sido también un gran perdedor de la explotación del llamado oro negro.

Numerosos derrames lo han contaminado y le han dado un llamativo y preocupante color verde en algunas zonas.

Pero es allí donde, contra todo pronóstico, ha florecido la industria pesquera y camaronera del país.

«Su cuenca ofrece grandes virtudes y la temperatura de sus aguas es ideal para la producción de muchas especies», le dice a BBC Mundo Fernando Villamizar, presidente de la Asociación de Productores de Camarones de Venezuela (Asoproco)

«Hay variedades de camarones que son naturales del lago, como el camarón blanco, el camarón marrón o café, que se pueden pescar, pero nosotros cultivamos otras variedades como el camarón patiblanco», prosigue.

En los últimos años, la industria camaronera le ha dado una nueva cara a un lago ahora lleno de piscinas enormes en las que crecen camarones que terminan en restaurantes de muchos rincones del mundo.

Del lago provienen cerca del 80% de las exportaciones de camarones de Venezuela.

En el año 2000 un grupo de acuicultores venezolanos se dieron cuenta del potencial del cuerpo natural de agua y crearon la Asociación de Productores de Camarones de Venezuela (Asoproco), que desde entonces ha trabajado para promover el desarrollo de la industria del camarón.

Es uno de los pocos sectores que ha tenido éxito en un país que desde 2013 sufre una debacle económica jamás vista en un país sin guerra.

Entre ese año y 2021, su economía se contrajo en más de un 75% y al menos siete millones de venezolanos emigraron a otros países.

Un «milagro económico»

En una nación que en 1998, cuando Hugo Chávez llegó al poder, producía unos 3,3 millones de barriles de petróleo diarios que generaban millones de dólares para el Estado y empleos en muchas otras industrias, la pesca no era vista como un negocio lucrativo.

Pero la decadencia del sector petrolero venezolano, que muchos economistas atribuyen a la mala gestión gubernamental de la empresa estatal PDVSA (Petróleos de Venezuela SA), hizo que la producción cayera a unos 700.000 millones de barriles diarios en 2022.

Es un declive que ha obligado a buscar relanzar otros sectores de la economía.

La industria pesquera es una de las pocas que se ha logrado mantener a flote durante los años más difíciles de la crisis y hoy representa un foco de esperanza para muchos habitantes del estado Zulia, cuya capital, Maracaibo, está a las orillas del lago.

Cabe destacar que el petróleo sigue siendo una de las principales fuentes de empleo de la región: el lago aún produce unos 200.000 barriles diarios, que le aportan a la economía venezolana alrededor de US$4.000 millones anuales.

Pero la importancia del petróleo zuliano es hoy la sombra de lo que fue durante la Venezuela saudita de los años 70, cuando la mayoría de las exportaciones de oro negro provenían de la región.

Mientras la actividad petrolera ha decaído significativamente en los últimos años, la producción pesquera creció en valor un 17% en 2021 en comparación con 2020 y un 219% desde 2016, según cifras del Foreign Agricultural Service (FAS), una agencia del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés).

La misma fuente afirma que la industria pesquera representó el 62% de las exportaciones agroalimentarias del país y aportó US$422 millones a la economía venezolana en 2022.

Sólo la industria camaronera generó poco menos de la mitad de ese monto.

Fernando Villamizar, de la Asoproco, afirma que varios economistas se le han acercado y han descrito la industria camaronera como un «milagro económico».

«Yo siempre les respondo: ‘El milagro económico no es la industria camaronera, el milagro se llama Venezuela’. Si no tuviéramos las condiciones naturales que nos ofrece este país, nada sería posible», añade el empresario zuliano.

Un buen ejemplo de ese «milagro» es el Grupo Lamar, el mayor productor de camarones de Venezuela, que emplea a unos 10.000 trabajadores.

Hace cinco años la empresa producía apenas unas 4.000 toneladas de camarones, pero este año espera elevar la producción a entre 50.000 y 60.000 toneladas.

Proyecciones

De ser un sector que «nadie conocía», según afirman varios productores, ha pasado a ser una industria que emplea a unas 300.000 personas directa e indirectamente, según Asoproco.

Hoy, el camarón venezolano se exporta principalmente a la Unión Europea, que es de lejos el mercado principal con 77% de las exportaciones, además de Estados Unidos, China, el Sureste Asiático y Turquía. Próximamente el producto llegará a Rusia.

Los camarones se han convertido en el segundo rubro de exportación del país, después del petróleo.

Villamizar asegura que si bien no reciben «incentivos», el gobierno venezolano los apoya con la documentación para poder exportar, recibir acreditaciones y certificados en los mercados internacionales.

Se estima que este año la producción supere las 80.000 toneladas y para el año 2029 el gremio espera exportar 600.000, una cifra que pondría a Venezuela dentro de los diez principales exportadores de camarón en el mundo.

Abigail Mackey, agregada agrícola del Foreign Agricultural Service en la embajada de EE.UU. en Bogotá, quien ha trabajado en varios reportes sobre la producción agrícola venezolana, espera que el crecimiento de la industria camaronera continúe, pero afirma que las proyecciones para 2029 son un poco ambiciosas.

«Si bien la demanda global está allí, puede que haya problemas estructurales para lograr esa meta», le dice Mackey a BBC Mundo.

Villamizar, de la Asoproco, reconoce que la escasez de gasolina y los cortes de electricidad, que se han vuelto una constante en Venezuela, pueden terminar afectando la producción.

La meta de producir 600.000 toneladas es ambiciosa, pero también es modesta si se compara con el primer productor mundial de camarones: Ecuador.

«Cada día hay más gente en el sector»

Mientras que Venezuela espera exportar 80.000 toneladas del marisco este año, Ecuador exportó más de 1.060 millones de toneladas el año pasado.

Esa comparación sólo les da a los productores venezolanas ganas de seguir trabajando.

«Ecuador nos lleva mucha ventaja. Tienen muchísimos más años de experiencia que nosotros, pero en Venezuela aún tenemos mucho espacio por explotar y nuestra ubicación geográfica brinda condiciones favorables para que sigamos creciendo», afirma Villamizar.

«Nos va a costar mucho llegar a los niveles ecuatorianos de producción, pero no es imposible».

A sus 32 años, Andrés Ávila ha trabajado 18 en la industria. Él es uno de los aproximadamente 20 productores de camarones que tienen su centro en el Lago de Maracaibo y asegura que el crecimiento de la industria ha cambiado su vida.

«Estoy muy feliz con el pronunciado crecimiento que hemos tenido, gracias a eso he tenido la oportunidad de viajar varias veces al extranjero a ferias internacionales, en las que he aprendido mucho más de la industria», le dice el presidente de la empresa Camalago a BBC Mundo.

«Además, me alegra que cada día haya más gente trabajando en el sector y beneficiándose de él económicamente».

Víctima de la industria petrolera

Sin embargo, en los últimos años no sólo ha habido buenas noticias para los productores de camarones.

«El lago ha sufrido por muchos años de abusos de la industria petrolera. Todavía hay derrames y fugas de petróleo. Nosotros tenemos que reciclar el agua y tratarla para que entre limpia a nuestros centros de producción», le dice a BBC Mundo Gianni Stathakis, gerente de la cadena de suministro del Grupo Lamar.

«Antes del camarón, la industria del cangrejo era la más importante en el lago, pero debido a la contaminación y la consecuente reducción de los volúmenes de cangrejos, la gente se volcó hacia el camarón», añade.

Para hacerle frente a la contaminación del lago, los productores han recurrido a la tecnología.

«Tenemos filtradores que funcionan dentro de un sistema de recirculación del agua. Nosotros no vertemos el agua al lago y sólo tomamos de allí lo que se pierde por evaporación», explica Fernando Villamizar.

«Nos encargamos de que el agua cumpla con las condiciones que requiere el cultivo para tener un producto de alta calidad».

Una industria moderna

El presidente de Asoproco asegura que han logrado que la industria florezca organizando el gremio, capacitando a los productores, ayudándolos a recibir certificaciones para que puedan exportar sus productos y ganando espacios, lo que ha incluido el reclutamiento de más productores.

Pero la tecnología y la productividad también han sido importantes.

«Gracias a los sistemas que hemos instalado logramos reducir la mortalidad y los ciclos de producción. Cuando empezamos teníamos cultivos cada 120 días, pero hoy cada 40-45 días ya tenemos camarones de tallas comerciales», agrega.

Abigail Mackey destaca la modernidad de la industria pesquera venezolana.

«A diferencia de otros sectores agrícolas, (los productores) tienen sus certificados para comercializar sus productos, tienen equipos técnicos y plantas instaladas para producir 180.000 toneladas de camarones», explica la agregada agrícola del Foreign Agricultural Servicede Estados Unidos.

«Tienen la infraestructura necesaria para crecer y alcanzar sus metas a corto plazo y también tienen acceso al mercado de soya de Estados Unidos, el mayor productor de soya del mundo», prosigue.

Según cifras del Departamento de Agricultura de EE.UU., Washington proporciona el 90% de la soya necesaria para producir los camarones venezolanos.

Las sanciones estadounidenses impuestas al régimen del presidente Nicolás Maduro no incluyen las transacciones relacionadas con la exportación de productos agrícolas y alimenticios.

Tampoco impiden la emisión de certificados de exportación. Son excepciones de las que el sector agrícola venezolano y los consumidores se han beneficiado.

Desde 2019 hasta la fecha, las exportaciones agrícolas de EE.UU. a Venezuela han crecido un 360%, alcanzando la cifra de US$809 millones.

Contratiempos

No obstante, la industria camaronera tampoco es inmune a los numerosos problemas que enfrenta el país.

Aparte de las dificultades para adquirir el combustible necesario para mantener y exportar su producción, los acuicultores del lago también se enfrentan a problemas de logística.

Pese a que algunos productores ya están certificados para exportar a Rusia, les ha costado conseguir navieras que recojan los contenedores en Venezuela y los envíen al puerto de San Petersburgo, al noroeste de la nación euroasiática.

«El cumplimiento de nuestras metas está sujeto a que podamos tener los servicios fundamentales para mantener el crecimiento. Al final, creo que la escasez de combustible podría terminar afectando nuestras proyecciones», admite Villamizar.

«Nadie puede entender que en un país petrolero pueda existir esta situación».

Por su parte, Andrés Ávila, de la empresa Camalago, asegura que para seguir creciendo hace falta que se agilice la obtención de financiamientos bancarios, un proceso sumamente complicado en la Venezuela actual.

Pero el trabajo para muchos de estos productores zulianos no termina con hacer de Venezuela uno de los mayores productores de camarones del mundo.

Villamizar, por ejemplo, ya tiene otros planes tan ambiciosos como ese.

«Uno de los últimos proyectos que comenzamos se llama ‘Un cocotal llamado Venezuela‘. Queremos construir una importante industria cocotera con 25 mil hectáreas de plantaciones de cocoteros».

«Este es un país en el que, con todas las calamidades que hemos vivido últimamente, todavía queda gente con ganas de salir adelante. Tenemos 6.068 kilómetros de costa para convertirnos fácilmente en una potencia pesquera y tenemos potencial en muchos otros ámbitos», concluye.

12 de julio 2023

BBC News Mundo

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-65779767

Ganar en bolívares, pero vivir en dólares en Venezuela: las crecientes protestas por los “salarios de hambre”

Norberto Paredes

Después de varios años sin protestas masivas, miles de trabajadores del sector público han vuelto a tomar las calles de Venezuela para exigir mejores salarios y pensiones.

Maestros, enfermeras, policías, entre otros trabajadores vinculados a la administración pública -muchos de ellos retirados-, se manifiestan desde hace varias semanas en las principales ciudades del país con pancartas en las que se lee "No más salarios de hambre" y "No a pensiones de muerte".

El salario mínimo en el sector público de Venezuela, el mayor empleador del país, está fijado desde marzo de 2022 en 130 bolívares mensuales (unos US$6), un monto que se ha depreciado rápidamente debido a la galopante inflación que, según el Observatorio Venezolano de Finanzas, fue de 305,7% el año pasado.

Asimismo, el monto de la pensión estatal también equivale al salario mínimo.

Mientras tanto, un kilo de pollo en un supermercado en Caracas, la capital del país, puede costar unos US$4,5 (el 75% del salario mínimo mensual) y el de un queso local puede alcanzar los US$5 en un contexto de dolarización de facto de la economía. Los pagos se hacen en dólares, o en bolívares, pero siempre con la moneda norteamericana como referencia.

"Yo salí a protestar porque este gobierno tiene que reivindicar mi profesión. No es posible que yo, siendo una docente de categoría 6 (la más alta) y con más de 20 años de servicio, esté ganando 450 bolívares mensuales (US$22)", le dijo esta semana a BBC Mundo Belkis Bolívar, desde Caracas.

"Salí a protestar porque quiero desahogarme, quiero que la gente sepa que estoy cansada y furiosa porque mi salario no me alcanza para vivir", agrega la mujer de 56 años, quien tiene un hijo adolescente y una madre de 85 años que dependen de su sueldo.

Belkis padece de reumatismo y afirma que no puede costearse los tratamientos y exámenes

Además, su madre sufre de una enfermedad cardiovascular tras haberse sometido a una operación de corazón abierto, pero tampoco tiene dinero para comprar medicinas.

"Tengo que hacer milagros para que mi familia pueda subsistir. Tengo que vender comida y dar clases particulares, porque el salario no nos alcanza para cubrir nuestras necesidades más básicas", prosigue.

"Marcho porque tengo que drenar mi frustración de alguna manera y para apoyar a mis colegas y a muchos otros trabajadores del sector público que también han tomado las calles por los salarios de hambre que tenemos".

El gobierno venezolano culpa a las sanciones impuestas por Estados Unidos por la devaluación de los salarios.

"Sobre los salarios todos los venezolanos estamos descontentos, pero hay que recordar que es culpa de las sanciones", aseguró la semana pasada el diputado Diosdado Cabello, presidente de Partido Socialista Unido de Venezuela y uno de los altos mandos del oficialismo.

Paralelamente a la protesta de docentes y trabajadores del pasado 23 de enero, el presidente Nicolás Maduro organizó una marcha en el oeste de Caracas a la que asistieron cientos de personas adeptas a su gobierno para exigir que levanten "las sanciones criminales impuestas contra Venezuela".

Sin embargo, la oposición alega que la crisis es consecuencia de la mala gestión de los dirigentes del país.

Según economistas, la descontrolada inflación en Venezuela se vio impulsada inicialmente por la decisión del gobierno de Maduro de imprimir dinero sin respaldo productivo con el fin de mantener subsidios y programas de bienestar tras asumir la presidencia en 2013.

Al mismo tiempo impuso controles de precios y fijó el tipo de cambio, lo cual creó un mercado negro.

Si bien el país salió de la hiperinflación en diciembre de 2021 y contó con una relativa estabilidad durante algunos meses y hubo liberalización económica, la moneda venezolana registró una abrupta devaluación de casi 25% en agosto del año pasado, cuando la cotización oficial pasó de 6,28 bolívares por dólar a 7,83 bolívares en apenas dos días. En el mercado paralelo la devaluación monetaria fue de 33%.

Desde entonces el bolívar ha ido en caída libre frente al dólar estadounidense.

Leonardo Vera, profesor titular de la Escuela de Economía de la Universidad Central de Venezuela, le dijo a BBC Mundo en agosto del año pasado que la nueva "crisis cambiaria" era consecuencia principalmente del agotamiento de las reservas internacionales y del aumento de los bolívares que fueron puestos a circular por las autoridades como respuesta a las demandas sociales de los trabajadores.

Algunos venezolanos afirman que incluso los precios en dólares se ven afectados por una inflación que se acentúa cada vez más.

"Salarios justos"

Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros, asegura que su gremio ha salido a las calles porque no se siente valorado, pero también "por la libertad y la democracia de Venezuela".

"Hemos venido protestando desde diciembre, exigiéndole al gobierno salarios justos para los trabajadores. No podemos seguir viviendo con US$20 mensuales cuando la canasta básica está en 500 bolívares (US$23)", le dice la maestra de 68 años a BBC Mundo.

Cuenta que subsiste gracias a las remesas que su hija le envía desde el extranjero, pero muchos de sus colegas trabajan como personal de limpieza en casas de familia u horneando pan y tortas.

La sindicalista señala que en la última protesta que tuvo lugar el 23 de enero -una fecha en la que los venezolanos celebran el regreso de la democracia tras el derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez en 1958-, también asistieron profesores universitarios, enfermeras y otros trabajadores de la salud, obreros y empleados públicos.

"Toda la clase trabajadora salió a protestar y continuaremos hasta que el gobierno cumpla con el artículo 91 de la Constitución, que dice que todo trabajador tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad", añade.

Las protestas, que comenzaron hace semanas, son una muestra del descontento que viven las clases más desfavorecidas de Venezuela, que poco se han beneficiado del reciente repunte económico que experimentó el país el año pasado.

Venezuela atraviesa por una crisis económica y social que hizo que el Producto Interno Bruto (PIB) del país se redujera en más de un 75% entre 2013 y 2021 y empujó a más de siete millones de venezolanos a buscar una mejor vida en el extranjero, pero diversas fuentes afirman que la economía ha vuelto a crecer.

Economistas atribuyen el repunte económico al aumento de la producción petrolera, la dolarización de facto de la economía y el abandono de la política gubernamental de control de cambios y de precios, entre otros factores.

La Comisión Económica para América Latina (Cepal) estima que la economía venezolana crecerá un 10% en 2023, pero el Banco Central de Venezuela asegura que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país podría alcanzar el 18,70%.

Pero muchos en el país no sienten ninguna mejoría.

Rezagados de la economía

El politólogo venezolano Ricardo Sucre, profesor de la Universidad Central de Venezuela, llama a las protestas actuales "luchas redistributivas".

"Hay sectores de Venezuela, como el personal docente y del sector público, que han sido los perdedores del llamado ajuste económico", dice en entrevista con BBC Mundo.

"Son sectores que no se han dolarizado, a diferencia de gran parte del resto de la economía, y son sectores que no se pueden dolarizar completamente y que sienten que no pueden llevar una vida digna", prosigue.

Sucre explica que el crecimiento económico del año pasado ha hecho que los ingresos de algunos sectores aumenten ligeramente.

"Ahora en Venezuela hay grupos que se dan pequeños lujos, como ir a conciertos, a la playa, cosas que fueron impensables durante la época de la hiperinflación", añade.

Muchos de los manifestantes que salieron el pasado lunes exigían, de hecho, la dolarización de sus ingresos.

Sucre insiste en que las protestas ponen en evidencia la frustración que sienten los venezolanos que "se mueven en bolívares" en una economía parcialmente dolarizada.

"Hemos perdido el miedo"

Los dirigentes sindicales venezolanos continúan con las protestas y algunos están tanteando la posibilidad de apoyar un paro nacional indefinido en febrero.

"Al paro nacional le hemos puesto fecha para el mes de febrero. En primer lugar, paro cívico nacional de 24 horas; posteriormente, 48 horas", informó Eduardo Sánchez, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Universidad Central de Venezuela, en medios locales.

"Si no nos escuchan, prepararemos las condiciones hacia el paro general indefinido. Pero eso tendrá su momento".

Carmen Márquez, de la Federación Venezolana de Maestros, indica que por ahora el gobierno los ha ignorado.

"La única respuesta que el gobierno nos ha dado ha sido sacar a los colectivos, la sociedad civil armada que ellos tienen, para que agredan al pueblo y la clase trabajadora. Pero ya hemos perdido el miedo, lo único que queremos es vivir con dignidad".

La maestra Belkis Bolívar asegura que seguirá en las calles hasta que el gobierno la escuche.

"Seguiré hasta que se reúnan con nuestros representantes de la Federación", dice, antes de agregar que hay un "riesgo de que la profesión muera" si no suben los salarios.

"La gente ahora gana más haciendo trabajos afuera de la escuela que como docente. Las escuelas se van a quedar sin maestros".

Ella dice que el paro nacional sería el último recurso, pero no lo descarta.

"Es el arma más fuerte que nos da la Ley del Trabajo y no podemos agotar nuestra arma mayor ante un gobierno que simplemente podría seguir ignorándonos".

26 de enero 2023

BBC News

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-64386666

"El avance de la extrema derecha en Suecia marca el fin del excepcionalismo sueco como una sociedad igualitaria"

Norberto Paredes

Los Demócratas de Suecia, un partido ultraderechista, se convirtieron la semana pasada en el segundo movimiento político más importante del país escandinavo, con posibilidades de gobernar.

Aunque el ascenso de este partido nacionalista y antiinmigración viene cocinándose lentamente por décadas, aún no deja de sorprender en una nación reconocida internacionalmente por ser un bastión de tolerancia e igualdad.

Puede que no haya sido el partido que más votos obtuvo en la contienda electoral, pero la mayoría de analistas concuerda en que fue el gran ganador de la jornada, reemplazando a la oposición conservadora tradicional y obteniendo más del 20% de los votos.

La periodista y autora sueca Elisabeth Åsbrink también está de acuerdo y le preocupa.

Åsbrink es autora de obras como "Y en Wienerwald, los árboles siguen en pie" (2011), una historia real basada en 500 cartas que unos padres le escribieron a su hijo desde Viena, después de que el pequeño huyera de los nazis a Suecia como refugiado en 1939.

Más recientemente, la autora publicó "Made in Sweden: 25 Ideas That Created a Country" (Hecho en Suecia: 25 ideas que crearon un país), un libro en donde habla de "los verdaderos valores suecos" y de todas las cosas que han hecho de Suecia el lugar que es hoy.

En entrevista con BBC Mundo, Åsbrink asegura que muchas de esas características que en el extranjero aún definen a Suecia se han perdido.

Y el auge de la ultraderecha en el país así lo demuestra. Lee la entrevista completa a continuación.

¿Qué dice de la sociedad sueca el resultado de las últimas elecciones generales?

Revela que mucha gente siente que el estado del bienestar no les está dando lo que tienen derecho a esperar.

Es el resultado de una serie de cambios fundamentales en la sociedad sueca, donde el estado de bienestar tradicional, basado en altos impuestos por un lado y buenos servicios a los ciudadanos por el otro, se ha transformado durante las últimas tres décadas.

¿Cómo ha sido esta transformación?

La sociedad sueca ha pasado de una estructura basada en lo colectivo a una estructura basada en el individualismo.

Esta transformación ha afectado el sistema educativo, cambiado los términos de jubilación y creado una descentralización del mercado laboral.

También se han cambiado las reglas para despedir personas y se inició la venta de viviendas públicas a propietarios privados.

Hay una idea de lo que Suecia es y lo que debería ser, pero la realidad es que están equivocados.

Esto ha creado un clima en el que los Demócratas de Suecia han obtenido ventajas al afirmar que los cambios negativos en la sociedad son por culpa de la inmigración y los inmigrantes.

¿Por qué solemos ver a Suecia de ese modo? Y entonces, ¿esa Suecia ya no existe?

Es por el legado del país, que se puede decir que comenzó a construirse después de la Segunda Guerra Mundial, y luego, cuando Olof Palmer se hizo cargo a principios de los años 60, se siguió construyendo.

La Suecia detrás de esta imagen ya no existe. La desigualdad de ingresos se ha vuelto enorme. Los ricos se han vuelto muy ricos y los pobres se han vuelto muy pobres.

Ha habido una serie de cambios que han empeorado las cosas para los ciudadanos. La gente siente que ha perdido algo y se trata de un sentimiento que ha persistido.

Los Demócratas de Suecia simplemente han sido los mejores en tomar eso y usarlo para sus propios fines.

¿Qué representan los Demócratas de Suecia como partido político?

Muchos de los votantes que votaron por los Demócratas de Suecia dirían que el partido representa una alternativa a los partidos establecidos que no le han dado a la gente lo que prometieron.

Afirmarían que los partidos establecidos se han vuelto demasiado cómodos, que todos tienen una orientación urbana y tienen ideales neoliberales con los que mucha gente no está de acuerdo.

¿Cuán es su ideología? ¿En qué creen?

Diría que la ideología de los Demócratas de Suecia es etnopluralista de derecha, es decir, creen que las naciones deben formarse en base a una raza y una cultura homogénea con el fin de preservar su herencia cultural.

Es una idea que tomó forma después de la Segunda Guerra Mundial. Después del genocidio de los judíos y romaníes europeos, muchos viejos nazis y fascistas todavía querían que Europa fuera un continente blanco, de esto escribo en mi libro "1947: When now begins" (1947: Cuando el ahora comienza).

Todavía querían que Europa fuera blanca pero ya no podían usar la palabra raza, entonces empezaron a hablar de cultura. La idea señala, por ejemplo, que las culturas no se deben mezclar porque son "incompatibles".

Los Demócratas de Suecia vinculan el crimen que ha ido en aumento con la afluencia de inmigrantes en las últimas décadas, ¿crees que la mayoría de las personas que votaron por ellos creen en esa narrativa?

Sí. Creo que mucha gente vincula a los inmigrantes con el crimen. Esta es la respuesta corta, pero creo que es más complejo que eso.

¿La gente en Suecia sabe sobre los orígenes nazis de ese partido? ¿Les importa?

Sí, deben saber, porque muchos medios, escritores y periodistas lo han señalado varias veces.

Pero los otros problemas que tienen parecen más urgentes y por eso descartan este.

Además, los Demócratas de Suecia han sido muy inteligentes en crear medios alternativos donde no reconocen este pasado.

Dicen que los medios tradicionales exageran o malinterpretan lo que defiende el partido y dicen que son perseguidos por los medios tradicionales.

Y esto parece funcionar. Cuando alguien señala algún hecho sobre sus orígenes nazis, se percibe como persecución.

La izquierda lleva décadas perdiendo terreno en Suecia, ¿cómo puede volver a ser una alternativa atractiva?

No sólo la izquierda, el centro y los liberales también han perdido terreno.

Para que todos estos partidos ganen terreno nuevamente tienen que darles a los votantes una visión clara de lo que quieren hacer con la sociedad en general, les hace falta una visión política hacia el futuro que sea clara.

Y es por eso también que los Demócratas de Suecia han crecido. pintaron una imagen que la gente puede ver ante ellos, en la que yo no creo.

Han sido muy buenos dándole a la gente una idea de la sociedad que aseguran que van a crear: una sociedad segura con ley y orden, con la menor cantidad de inmigrantes posible.

Una idea de que ser sueco es ser blanco, que personalmente yo no acepto.

¿Qué dice el avance de la ultraderecha de un país conocido por ser un bastión de la socialdemocracia y la tolerancia?

Bueno, es una tendencia general que vemos en todo el mundo. La gente está perdiendo la fe en sus autoridades, en sus políticos tradicionales o en sus medios de comunicación.

Esta pérdida de fe es alentada y utilizada por los partidos extremistas y populistas para ganar terreno. Entonces, en ese sentido, Suecia se ha vuelto como muchos otros países.

¿Marca también el fin del excepcionalismo sueco?

Sí. El avance de la extrema derecha en Suecia marca el fin del excepcionalismo sueco, de Suecia como una sociedad igualitaria en lo que se refiere a ingresos o derechos de hombres y mujeres.

Otro aspecto es la imagen internacional.

Suecia se ha denominado a sí misma una "superpotencia humanitaria" y tradicionalmente ha actuado como mediador en muchos conflictos internacionales difíciles o como agente de la paz.

Hemos dado una autoimagen sueca de que somos racionales y de que mantenemos altos estándares morales en cuestiones morales y humanitarias.

En febrero, el líder del partido se negó a elegir entre Biden y Putin. ¿Ha cambiado de opinión?

Lo extraño es que nada de lo que hicieron o dijeron pareció perjudicarlos frente a los votantes.

Pero esto no significa que el 20 % de los votantes suecos sean etnopluralistas o algo similar.

Mi opinión personal es que el ataque ruso a Ucrania también influyó en el resultado de las elecciones. La gente quiere sentirse segura.

Cuando ves las encuestas sobre lo que los votantes y las votantes consideran importante, puedes ver que estas elecciones se han centrado en gran medida en las cuestiones prioritarias para los votantes masculinos, como el crimen, la ley y el orden, las cuestiones energéticas, la energía nuclear y la migración.

Las mujeres votantes tienden a priorizar el clima, la educación y la igualdad.

Pero debido a la guerra en Ucrania, estas cuestiones han quedado fuera del debate y esto ha beneficiado a los Demócratas de Suecia.

@norbertparedes

24 de septiembre 2022

BBC News Mundo

https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-62996390

Cómo y cuándo Venezuela "perdió" la isla de Trinidad

Norberto Paredes

En los últimos años las relaciones entre Venezuela y Trinidad han estado marcadas por tensiones migratorias.

Aunque en décadas pasadas eran principalmente los trinitarios quienes emigraban a Venezuela en búsqueda de oportunidades, ahora son los venezolanos quienes se vuelcan a la pequeña isla de 1.300.000 habitantes, escapando de la crisis económica, política y social que vive su país.

Y en ambos lados de los apenas 11 kilómetros que separan a la República Bolivariana de Trinidad muchos desconocen la historia que comparten.

Situada al noreste de Venezuela, esta isla -la quinta más grande del Caribe- fue visitada por Cristóbal Colón durante su tercer viaje, en el año 1498, pasando a formar parte de las colonias del Imperio Español en América.

Pero vista como poco atractiva, en comparación con "El Dorado" que se encontraba más al sur del continente, Trinidad era muchas veces considerada por los españoles como una carga, en lugar de un sitio para desarrollar y encontrar riquezas.

Luego de largos periodos de abandono y reconquistas, la entonces provincia de Trinidad se convirtió en una de las integrantes de la Capitanía General de Venezuela cuando esta fue fundada en 1777.

Esa entidad luego daría paso a la nación soberana que conocemos actualmente.

Hoy, todos los territorios fundadores de esa Capitanía General son parte de Venezuela: la provincia homónima (también llamada Caracas), así como Cumaná, Guayana, Maracaibo y Margarita.

Todos, menos uno: Trinidad.

La historia de cómo esta isla, ahora parte de Trinidad y Tobago, se desprendió del Imperio Español, pasó a manos británicas y se independizó, casi dos siglos después, es compleja y turbulenta.

Pero lo cierto es que a los españoles se les hizo difícil consolidarla como colonia, como lograron hacerlo con muchos otros territorios en la región.

Según los historiadores, los problemas para los conquistadores europeos comenzaron el mismo día en que decidieron colonizar la isla.

"Trinidad ya estaba poblada cuando llegaron los colonizadores y muchos grupos indígenas se resistieron a la colonización. Cuando tienes diferentes grupos indígenas en una zona, normalmente ya hay una sociedad establecida que funciona", le dice a BBC Mundo Debbie McCollin, historiadora de la Universidad de las Indias Occidentales, en Trinidad y Tobago.

Ella subraya que, de todas formas, la isla nunca fue un objetivo para los españoles, sino un "medio para un fin".

"El objetivo eran las riquezas de Sudamérica y Trinidad era vista como una especie de plataforma que les permitía bajar por el (río) Orinoco, adquiriendo tierras e infiltrándose en territorios indígenas desde una base trinitaria", explica.

Una tarea difícil

Desde el comienzo del periodo de colonización, el Imperio Español hizo muy pocos esfuerzos para crear asentamientos en la isla de Trinidad.

Los pocos intentos generaron además un gran rechazo por parte de los locales y, dado que las Antillas Mayores y el continente eran considerados como más importantes, Trinidad fue abandonada por muchos años.

El primer esfuerzo real para colonizar el territorio lo hizo el español Antonio Sedeño en 1530, siendo nombrado gobernador de Trinidad por el Imperio Español.

Sedeño intentó crear lazos con los indígenas dándoles un trato justo y ofreciéndoles regalos, pero esta relación se terminó cuando las reservas de alimentos de los españoles comienzan a agotarse.

Los españoles decidieron entonces ingresar en poblaciones indígenas buscando nuevos suministros y esto enfureció a los locales que, luego de una larga batalla, obligaron al gobernante español a huir de la isla.

Juan Ponce de León II, exgobernador de Puerto Rico, fue el encargado de continuar la tarea que Sedeño jamás pudo completar, pero él también fracasó al enfocarse de nuevo en la riqueza de otros territorios vecinos.

Finalmente, Antonio de Berrio fue nombrado gobernador en 1580 y se convirtió en el primero en establecer una presencia e influencia española en la isla, fundando el pueblo de San José de Oruña, que funcionaría como la capital de la provincia.

Pero a lo largo de los siglos, la influencia de Madrid en Trinidad tuvo un límite y se vio eclipsada en un principio por la cultura local y luego por la vasta inmigración francesa fomentada con el fin de poblar la isla.

Según el libro "History of the People of Trinidad and Tobago", escrito por el exprimer ministro trinitario Eric Williams, para 1772, la capital San José de Oruña tenía una población de 326 españoles y 417 amerindios.

Fue en esa época del siglo XVIII que España y otras potencias colonizadoras se dieron cuenta de la importancia de Trinidad. Pero probablemente para la monarquía española ya era demasiado tarde.

La apertura a la inmigración

"Hasta 1770 Trinidad no fue una isla de mucha importancia desde el punto de vista económico ni político ni social: era una isla prácticamente abandonada", le cuenta a BBC Mundo Cristina Soriano, profesora de historia de la Universidad de Villanova en Pensilvania, EE.UU.

Hasta 1770 Trinidad no fue una isla de mucha importancia desde el punto de vista económico ni político ni social: era una isla prácticamente abandonada".

Pero en el marco de las llamadas reformas borbónicas, la monarquía españoló decidió reestructurar los ejes administrativos del imperio para hacer a las colonias en América más productivas y sacarles un mayor provecho económico.

"La corona española decide invertir en Trinidad. Se dan cuenta que pueden imitar el modelo económico desarrollado por los ingleses y los franceses en otras islas en el Caribe y se plantean desarrollar plantaciones de azúcar, pero para eso necesitan incentivar la migración", explica la historiadora venezolana.

Y en 1783 se firma la Cédula de población, una ley que abre la isla de Trinidad a la inmigración católica, principalmente desde colonias francesas en el Caribe, como Haití y Martinica.

Dependiendo de su color de piel y sus orígenes, cada francés que se muda a la isla recibe tierras a cambio de jurarle lealtad a la corona española.

Trinidad fue fusionada con Tobago en 1888 y desde 1962 forma parte de un país soberano: Trinidad y Tobago.

"Estas leyes eran más flexibles que las que existen en el resto de la América española y funcionaron", destaca Soriano.

Y gracias a la Cédula de población, una gran número de familias francesas se instaló en la isla, seguidas por un grupo incluso más numeroso que llegó a raíz de la Revolución haitiana.

El primer periódico en Venezuela se publicó en francés

"Las rebeliones en el Santo Domingo francés generan una huida importante de familias francesas hacia otras regiones, entre ellas la Trinidad española, trayendo consigo un numeroso grupo de esclavos: los españoles buscaron también incentivar la población esclava en la isla", detalla Soriano, agregando que para 1797 -cuando los ingleses invaden la isla- poco más de la mitad de la población en Trinidad se identificaba como francófona.

Y la inmigración francesa en Trinidad también dejó huellas en la historia venezolana, de hecho el primer periódico publicado en Venezuela no fue en español.

El historiador Tomas Straka, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), le cuenta a BBC Mundo un dato que puede resultar sorprendente para muchos: "El primer periódico venezolano fue publicado en Trinidad y se publicó en francés, esto debido a la gran cantidad de franceses que llegaron a la isla buscando tierras y oportunidades".

El primer periódico venezolano fue publicado en Trinidad y se publicó en francés".

El Correo de la Trinidad Española circuló desde agosto de 1789 hasta enero de 1790, mucho antes que la Gazeta de Caracas que vio luz en 1808.

El "error" de España

Durante casi 300 años Trinidad estuvo bajo dominio español, pero ¿cómo pasó a manos de la corona inglesa y por qué los británicos se interesaron en la isla?

Cristina Soriano, de la Universidad de Villanova, explica que con la pérdida de las colonias en América de Norte tras la Revolución de las Trece Colonias, el Imperio británico también perdió la capacidad de surtir a sus colonias en el Caribe con productos de tierra firme y vieron que Trinidad podría proporcionarles una vía para traer productos desde Venezuela.

"Como Trinidad era parte de la Capitanía General de Venezuela, había mucha integración económica y comercial y los británicos vieron que podrían sacarle beneficio a esa relación haciendo contrabando", explica.

Para esa época, Trinidad ya se había convertido en una colonia significativa desde un punto de vista social y sobre todo económico.

"Lo que ocurrió fue que los británicos empezaron a ver como Trinidad florecía. Este territorio creció exponencialmente desde 1783 hasta 1790, tanto en términos demográficos como en cuanto a plantaciones de azúcar. Así fue como se convirtió en un objetivo para los intereses económicos británicos", cuenta la historiadora trinitaria Debbie McCollin.

La Revolución haitiana impulsó la inmigración francesa a Trinidad que dejó huellas imborrables en la historia de la isla.

Entonces, el Imperio británico sólo necesitaba una razón para invadir Trinidad. Una sola. Y España se la dio.

Invasión de Trinidad y Puerto Rico

En 1796, Madrid y París firmaron una alianza militar conocida como el Segundo Tratado de San Ildefonso en el que convenían mantener una política militar conjunta frente a poderoso Imperio Británico que, pese a la independencia de Estados Unidos, todavía controlaba gran parte del mundo.

El pacto fue considerado por el Reino de Gran Bretaña -que veía a Francia como su gran enemigo- como una declaración de guerra por parte de España, por lo que los británicos respondieron enviando una flota al Caribe con la intensión de invadir Trinidad y Puerto Rico.

"Puerto Rico era más importante para España que Trinidad, por eso la corona española logró retener la primera y no se opusieron demasiado a la invasión de la segunda", asegura Tomas Straka.

Con la firma del Tratado de Amiens en 1802, España aceptó cederle Trinidad a Gran Bretaña, recuperando de paso la isla de Menorca que había sido nuevamente ocupada por los británicos en 1798.

Con la firma del Tratado de Amiens, España le cedió Trinidad a Gran Bretaña.

"Mi interpretación es que los españoles estaban demasiado preocupados con mantener las revoluciones atlánticas -la americana, la francesa y la haitiana- lejos de las costas de tierra firme. Estaban obsesionados con eso y como se dan cuenta de que es dificilísimo controlar la isla y como Trinidad no tenía el valor económico que tenía Cuba o Puerto Rico, entonces van a poner más refuerzos militares en esas zonas y en las costas de Colombia y Venezuela", relata.

"Así que puede decirse que fue un sacrificio. Además debido a la inmensa presencia francesa en Trinidad la situación era insostenible", dice.

La historiadora afirma que para el capitán general Pedro Carbonell fue "un alivio" deshacerse de Trinidad por lo difícil que le resultaba gobernarla.

¿Una "pérdida" inevitable?

Sin la invasión británica, Soriano cree que el español tendría mucha más presencia en la isla, pero más allá de ello, la sociedad trinitaria sería una multilingüe y multicultural como lo son muchas islas en el Caribe, con influencias tanto francesas como británicas.

"De no haber sido por los efectos de la Revolución francesa y los efectos en el Caribe y la Revolución de las Trece Colonias, los británicos tal vez nunca se habrían interesado en Trinidad. También creo que si no hubiera sido por el miedo que generaron esos movimientos en el Caribe español, seguramente Trinidad hubiera seguido siendo española, como lo siguieron siendo Puerto Rico, Santo Domingo y Cuba".

El historiador Tomas Straka va más allá y piensa que la isla todavía sería parte de Venezuela.

"No hay ninguna razón para pensar que Trinidad se hubiera separado de Venezuela, como no lo hizo ninguna otra provincia de las que formaron parte de la Capitanía General después de la independencia. Hubo intentos separatistas en algunas, como en Maracaibo y en Cumaná, pero fracasaron", dice.

Pero McCollin cree que debido a la demografía de su isla y lo debilitada que estaba España, la invasión de Trinidad era inevitable.

"Los británicos habían ganado tanta fuerza que Trinidad siempre iba a ser un objetivo. Y si los británicos no lo hacían, eventualmente los franceses iban a hacerlo, debido a su proximidad con el continente y las oportunidades que eso les ofrecía", apunta.

Más británica que española

Hoy, en Trinidad -que fue fusionada con Tobago en 1888 y se independizó de Reno Unido en 1962- la colonización española es vista como "débil", dice McCollin, pese a que todavía hay remanentes culturales dejados por los españoles y que son apreciados en la isla.

No obstante, sus compatriotas se sienten mucho más identificados con el periodo británico que con el español, pese a que este último fue más duradero: "Los británicos hicieron mucho en un corto periodo de tiempo".

"Pero en términos de cómo vemos la colonización general, creo que nos cuestionamos a nosotros mismos para comprender realmente el período y lo que significa para nosotros", agrega.

"Los trinitarios en general se sienten agradecidos de haber tenido toda la influencia que tuvo. Trinidad se volvió muy cosmopolita, con los franceses, los españoles, los británicos, la influencia africana y la india que llegó después; en este país hay una gran mezcla".

"Creo que de manera general apreciamos el período porque nos ha convertido en el pueblo tan colorido que somos ahora".

29 de noviembre 2020

BBC News

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-54644303