Los Juegos Deportivos Paranacionales de Venezuela, son un evento multideportivo que, a partir del 2011, deberían realizarse cada 2 años, organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Juventud y Deportes, a través del Instituto Nacional de Deportes de Venezuela (IND), donde participan delegaciones de cada una de las entidades federales del país, con el objetivo de promover la práctica de diversos deportes y elevar el nivel de los atletas paranacionales.
El pasado domingo primero de diciembre fueron inaugurados los III Juegos Paranacionales en el oriente del país con la participación, según los organizadores, de 5.000 atletas en 24 disciplinas deportivas: Ajedrez visual, Paraatletismo, Baloncesto en silla de ruedas, Baloncesto discapacidad intelectual, Baloncesto sordos, Boccia, Domino visual, Futbol PC, Futbol sala síndrome de Down, Futbol sala Discapacidad intelectual, Futbol sala sordos, Goalball, Karate Do, Kickboxing, Taekwondo, Tenis de mesa, Powerlifting-press de banca, Natación, Voleibol sentado y Voleibol playa –sordos.
Sin embargo, cabe señalar que el deporte paralímpico en el país no está exento de la crisis que afecta al sector deportivo: insuficientes instalaciones deportivas, escasez de material deportivo, ausencia de programas de protección integral para los atletas, insuficiencias presupuestarias para el sector federativo, ausencia de juegos nacionales paralímpicos, extremas limitaciones presupuestarias para el desarrollo de campeonatos nacionales por especialidades, limitados aportes para las becas a los atletas, sin presupuesto en las entidades regionales para asistir a los eventos o atender la preparación de los atletas y su asistencia a los campeonatos. salarios de hambre para los entrenadores, asignación de viáticos por debajo de las tablas establecidas, ausencia de comedores y de transportación para los atletas, retardo en la entrega de uniformes y los suplementos alimenticios.
A pesar de los innumerables reclamos de los atletas, entrenadores y dirigentes las autoridades deportivas no atienden ni resuelven los problemas planteados. Esta situación ha provocado un creciente malestar, ya que sienten en carne propia no ser tratados con respeto e igualdad de derechos como deportistas. “No somos atletas de segunda” es la voz de protesta que se eleva frente a las autoridades deportivas del país.
En la primera y segunda edición de los juegos nacionales realizadas en el estado Lara 2011 y Yaracuy en el 2015 la participación fue de 820 y 1.374 atletas respectivamente y quedo en esos juegos la evidencia, aun no superada, de que el desarrollo del deporte paraolímpico se concentraba, en los primeros juegos, en solo 5 estados del país (Carabobo, Aragua, Lara, Distrito Capital y Miranda) y en los segundos, la concentración de medallas seguía solo en 5 estados (Carabobo, Distrito Capital, Lara, Aragua y Anzoátegui) quedando al margen, por el poco desarrollo de la actividad, 19 estados.
No es de extrañar que en esta nueva edición de los juegos paranacionales 2024, se repita la misma historia. Puesto que las autoridades deportivas del ministerio del deporte, instituto nacional de deporte y el comité paralímpico venezolano, lejos de evaluar y proponer alternativas de solución a los problemas presentados y a la experiencia de las ediciones anteriores de los juegos, se limitan a mirar hacia otro lado y seguir repitiendo los errores. Su atención, queda reducida a repetir el show de montar unos juegos para la comparsa demagógica populista, dejando de lado la asistencia social integral a los atletas y entrenadores paralímpicos, la recuperación y adecuación de las instalaciones deportivas para la práctica de las disciplinas paralímpicas, la formación de recursos humanos para atender las diferentes disciplinas deportivas, la dignificación salarial de los entrenadores y los presupuestos necesarios para el desarrollo de los programas operativos anuales del sector federado paraolímpico.
A pesar de todas las dificultades generadas por la incapacidad e incompetencia de las autoridades deportivas y la corrupción en el manejo de los dineros destinados al desarrollo deportivo, cabe destacar el esfuerzo de nuestros atletas y entrenadores que, a pesar de estar desasistidos en sus etapas de preparación y competencias, hacen gala de su sacrificio al participar y tratar de dejar en alto el nombre de cada una de las entidades político territoriales del país. Los jóvenes que participan de los eventos paralímpicos NO SON ATLETAS DE SEGUNDA y merecen una atención integral por parte de las autoridades deportivas y gubernamentales.