La economía venezolana incrementó su crecimiento el pasado año en un 22%. Fue una recuperación en el fondo de pozo, pues había perdido 80% de su tamaño en los años previos. Si bien se superó la hiperinflación, el Índice de Precios culminó en 305,7%. Los precarios logros alcanzados tienen fundamentos frágiles pues en el 2023 se prevé una desaceleración del crecimiento y tasas de inflación cercanas a la hiperinflación.
La guerra de Ucrania ha creado varios shocks que han tenido efectos traumáticos en las cadenas de suministro de energía y alimentos, que se ha reflejado en un incremento de los precios de ambos elementos y ha empujado la inflación en los países más industrializados a cifras cercanas al 10%. Los bancos centrales de estos países han incrementado las tasas de interés a fin de disminuir la inflación. El aumento de las tasas de interés generará una recesión global en el año 2023. La recesión presionará a la baja la demanda y los precios del crudo.
Previendo la recesión los países de la llamada OPEP ampliada, que incluye a Rusia, tomaron la decisión de recortar la producción que aspira compensar la caída en la demanda de petróleo. Se espera que esta política de recortes se mantenga. Sin embargo los especialistas señalan que es difícil estimar el precio del crudo ante las diversas fuerzas que lo presionan, unas a la baja y otras al alza. Lo cierto es que no se prevé un derrumbe en los precios y las diversas fuentes estiman que se moverá en un rango entre 70 y 140 dólares.
Venezuela incrementará ligeramente su producción en unos 100.000 b/d debido a la moderación de las sanciones y la concesión de la licencia a la empresa Chevron por el gobierno de Biden, a fin de producir y exportar petróleo venezolano a los Estados Unidos. Si bien se espera un incremento en la producción y exportación de petróleo que mejorara el flujo de caja del gobierno, se prevé una crecimiento del 4% lo que implica una desaceleración con respecto al 2022, cuando la tasa de crecimiento fue del 12% según la CEPAL. Esta última fue una recuperación en el fondo del pozo, pues la economía había contraído su tamaño en un 80% en los años previos.
Se espera una caída en las remesas debido a que se ha producido un reencuentro de las familias en el exterior y la recesión complicará la situación económica de los que han emigrado.
Si bien la inflación del 2022 culminó en 305,7% según el Observatorio Venezolano de Finanzas, en los meses finales del año rondó los niveles de hiperinflación. Un escenario probable en el 2023 es que continúen las elevadas presiones inflacionarias rondando los niveles de hiperinflación. La elevada inflación reducirá el poder adquisitivo de la población, en especial de los que laboran en el sector público, lo que presionará a las organizaciones sindicales a movilizarse para presionar al gobierno por medidas compensatorias a sus agremiados. El consumo se resentirá.
Los efectos positivos de la dolarización culminaron en el 2022 debido a que el propio gobierno introdujo la reforma del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras lo que trajo un retroceso en el proceso de dolarización.
Las elevadas presiones inflacionarias continuarán debilitando al bolívar y revalorizando al dólar. Algunos eventos podrían moderar la presión sobre el bolívar. De concretarse la operación de Chevron, la empresa podría vender parte de las divisas que obtenga en el mercado nacional disminuyendo la presión sobre la moneda nacional, también incidirá en este sentido la liberación de los recursos de Venezuela bloqueados en Rusia por las sanciones.
Como lo hemos señalado se producirá una situación paradójica pues a pesar del mayor ingreso en dólares del gobierno, que se producirá en el 2023, se generará una desaceleración del crecimiento; que estará impulsada por la caída de las remesas, el retroceso en el proceso de dolarización y la caída en el consumo producto de las elevadas presiones inflacionarias.
Al igual que en el 2022 el precario crecimiento económico que se produzca será muy desigual en términos territoriales pues el 40% se concentrará en Caracas. En términos sectoriales porque se generará un proceso de desindustrialización en el marco del cual los sectores más dinámicos serán comercio, servicios, transporte y alimentos, mientras la industria y la manufactura quedarán al margen. En términos sociales pues solo una minoría con ingresos dolarizados se beneficiará.
Los mayores ingresos que percibirá, el resquebrajamiento del aislamiento internacional y la división de la oposición generarán en el gobierno una sensación de mayor afianzamiento en el poder, lo que podría hacer aflorar las fricciones existentes entre las fracciones que cohabitan en el mismo.
Fuentes
Correo del Caroní. 2022. Advierten que Venezuela podría entrar de nuevo en hiperinflación en 2023. Diciembre 15.
Finanzas Digital. 2022. Asdrúbal Oliveros estima que la economía venezolana solo crecerá 4% en 2023. Noviembre 23.
Tal Cual. 2022. La economía venezolana en 2023 “pende de una licencia”. Noviembre 30.
The Economist. 2022. Why a global recession is inevitable in 2023. Nov. 18th
Profesor UCV