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¿Entramos en una nueva etapa?

Opinión
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Tiempo de lectura: 3 min.

Aparentemente entramos en una nueva etapa, cuyo principal rasgo es el deseo del régimen de Maduro de mejorar las relaciones con los Estados Unidos, Para ello han llevado a cabo conversaciones con la oposición y hecho concesiones. Esto ha dividido a la oposición, una parte de la cual ha participado en las conversaciones y otra lo ha rechazado. Se perfila el reinicio de las negociaciones en el exterior con la mediación de Noruega.

En una presentación televisiva Maduro expresaba su satisfacción por el triunfo en las elecciones presidenciales del 2018, que prolongaron su estancia en el poder. Sin embargo dichas elecciones fueron fraudulentas lo que impulsó a docenas de países occidentales a calificar a Maduro de dictador y aislar a su régimen. Los Estados Unidos han impuesto sanciones financieras sobre Maduro y la mayoría de sus aliados. Las compañías americanas, que en años previos habían sido las principales compradoras de crudo venezolano, tienen prohibido hacer tratos con el gobierno venezolano. La economía ha continuado su inexorable colapso.

Maduro ha tenido éxito neutralizando a la oposición representada por Guaidó Ha mostrado ser más hábil que lo que sus adversarios pensaban. La clave para su supervivencia ha sido el clientelismo. El gobierno se comporta como un clan, señala un ex funcionario del gobierno. Generales, gobernadores y líderes de bandas manejan partes del país como mini fortalezas. Con la escasez de ingresos petroleros el Estado entrega tierras y derechos a su desarrollo a cambio de lealtades. En Los Roques se ha permitido la construcción de mansiones en el parque nacional. En el sur del país el caótico desarrollo minero ha devorado la selva y envenenado los ríos.

En la actualidad, Maduro desea mejorar sus relaciones con la comunidad internacional y suavizar las presiones sobre su gobierno. La idea es que reduciendo ligeramente la injerencia del gobierno en las elecciones, a fin de realizarlas en forma menos fraudulenta, y enviando una misión a dialogar con la oposición, Maduro podría persuadir a la administración de Biden a moderar las sanciones impuestas por Trump. Maduro “desea encontrar la forma de ceder lo menos posible a fin de obtener algo de legitimidad” señala un funcionario del Departamento de Estado. Una significativa reducción de las sanciones es imposible, pero las amenazas de los Estados Unidos contra el régimen se han suavizado en relación con los tiempos de Trump, quien amenazó con deponer al régimen. La Unión Europea también ha moderado el tono. “Las conversaciones en estos días son como mejorar el régimen no como cambiarlo” expresó un diplomático.

En el contexto señalado el gobierno ha hecho concesiones como aumentar la presencia de la oposición en el CNE. Después de negar la existencia de una crisis humanitaria ha aceptado la presencia de una misión del programa de alimentos de la ONU y la entrada de ayuda humanitaria para niños en situación de desnutrición. Además el Fiscal General prometió abrir una investigación sobre el rol de los servicios de seguridad en tres muertes controversiales.

El anuncio de las elecciones regionales bajo un nuevo CNE ha dividido a una oposición ya debilitada. Guaidó las rechazó como una imposición del gobierno, pero otros parecen inclinados a participar. Henrique Capriles quien ayudó a negociar el acuerdo describe el nuevo CNE como el menos malo desde que el régimen chavista se inició en 1998. El gobierno de Noruega está auspiciando un esfuerzo paralelo que podría tener lugar en Mexico para incorporar a las dos partes a le negociación.

El apoyo de la población a Guaidó se ha reducido desde más de un 60% en el 2019 a un 15%, según la encuestadora Datanalisis. Su mandato deriva de la Asamblea Nacional elegida en el 2015, el cual se venció en enero. La AN ha extendido su nombramiento por un año argumentando que ninguna elección creíble puede darse bajo el régimen de Maduro. Pero muchos de los gobiernos que lo apoyan abiertamente y algunos de sus aliados de la AN piensan que sería un error prolongarlo nuevamente.

Si se reinician las negociaciones con la mediación de Noruega, la oposición demandará la liberación de presos políticos y el adelanto de las elecciones presidenciales con supervisión internacional. El gobierno demandaría la suspensión de las sanciones y la liberación de fondos congelados en el exterior. Estados Unidos ha anunciado su disposición a moderar las sanciones y Guaidó ha tenido un discurso más conciliador que el inicial. Sin embargo los escépticos opinan que todo esto es una perdedera de tiempo, pues el gobierno no cederá en nada que disminuya su poder.

Sin embargo existe otro punto de vista, que Maduro y su esposa estén pensando en el retiro y en delegar el poder en alguien más aceptable por otros actores. Maduro ha expresado que quiere ser recordado como el gobernante que enfrentó a los Estados Unidos y ganó.

Nota: este escrito está basado en una traducción libre del artículo: The Economist. 2021. The Venezuela´s strongman wants better relations with the United States. Jun 3rd.

Profesor UCV