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¿Podría un outsider ganar las primarias de la plataforma unitaria?

Tiempo de lectura: 7 min.

Los partidos políticos bien desarrollados deben estar consustanciados con la realidad. Si una elección interna no refleja, no capta, la verdad que está en la calle, definitivamente se condenará al fracaso.

Sucedió en el pasado en Copei, en AD y hasta en los para-socialistas como el MAS, Causa R, etc. En los partidos actuales ocurre lo mismo, con mayor intensidad. De allí la debacle.

El PSUV, antes MVR, es peor, el asunto es que nadie espera lo contrario. Lo que gobierna a Venezuela no es un partido, es toda una superestructura encabezada por un sector dominante de las Fuerzas Armadas.Lo triste de esta historia es que el común denominador venezolano, sigue escaneando alternativas y a mi juicio, los integrantes de la plataforma no han estado a la altura de las circunstancias, muy por debajo de las expectativas.

Aún hay oportunidad de hacer un nuevo juego. De salvar la vía en la que transita este tren llamado Venezuela. No es fácil. Es cierto. Puede tardar, es verdad. ¿Se puede lograr? Sí, siempre y cuando haya garantías que se respeten a los competidores y las reglas de juego…

Hubo un tiempo para los partidos tradicionales de la oposición, donde ellos eran las piezas centrales para la ansiada transición.El gobierno, legítimo o no, gobierno de hecho, fracasó. La desconfianza ciudadana es lo común. Para muchos estudiosos de la política, entre los que me incluyo, la democracia interna es una falacia, en ambos sectores. No comprenden que en la medida que a lo interno se cumpla con los principios democráticos, mejorará el rendimiento a lo externo, con una positiva percepción…

Varios compromisos asisten a los partidos políticos: Sobre el entorno, sobre el gobierno y otro sobre el funcionamiento interno.

Trataremos de relacionar con este último compromiso, la posibilidad de que un «outsider», pudiera ganar las elecciones primarias de la oposición, de carácter interno, aunque participe todo el que quiere.

¿Quiénes son los «outsiders»?

Los calificados como candidatos «outsiders» no son una novedad. Siempre han existido y no deben confundirse con los denominados «Cisne Negro»; Error que reconozco haber cometido cuando me referí en columnas anteriores sobre determinados personajes, además de que un «cisne negro» no está circunscrito meramente al campo de la ciencia política. ErConde pudo ser un «cisne negro». El mismo destruyó su invulnerabilidad, cuando se le vio el entorno. Cuando visita cada Estado busca hablar con los jefes políticos tradicionales.

Los primeros han hecho vida política, en una o varias organizaciones. Se han valido de ellas para llegar a tener un reconocimiento social y mejor perspectiva de la actividad que intentan sostener.

Los políticos «outsiders» deciden inmiscuirse en los procesos electorales, con un origen distinto a los que dominan el escenario, muchos con mayor trayectoria.

América Latina y parte de Norteamérica, lo vivió en la década de los 80 y de los 90, con algunas peculiaridades.

Estados Unidos ha sido gobernado por un actor, como Ronald Reagan, de quien podemos decir fue un «outsiders» dentro del partido republicano. Igual Donald Trump. En este país dos partidos han gobernado exclusivamente y eso no excluye que en la elección presidencial participen cientos.

Dependiendo lo que ocurra con Trump, está regla eterna pudiera cambiar, si el mencionado no gana y decide lanzarse independiente.

Muchos señalan estos fenómenos como enemigos del sistema presidencialista. Personas sin experiencia, sin «burdel político», pudieran gobernar y al mismo tiempo favorece el desarrollo de «personalismos» ejerciendo el poder. En Estados Unidos, Trump marcó un hito, un antes y un después.

Yo creo que peor que los políticos de escuela, no pueden resultar.

La fuerza de estos «outsiders», la magia que los rodea es que sin tener referencias previas, sin «recall», su rechazo es menor y por estar al margen de la política tradicional, se pueden transformar en auténticas alternativas.

Una nación agobiada por los problemas económicos, el hambre, el desempleo, la inseguridad, entre otros, tiene la opción de estos «anti establishment», que pueden sorprender a más de uno, a pesar de no ser favoritos.

Hay varios tipos de «outsiders». El outsider «full», completo. El «outsider» que participa en un partido de experiencia, serían según la teoría política, los «amateurs» u «aficionados» y los que compiten con experiencia previa con partidos nuevos, rebeldes, disidentes, denominados «mavericks». A mi juicio, esta clasificación final, pudiera tener relevancia en Venezuela.

Los estudios de opinión indican tres sectores del mismo polo, con sentidos opuestos: María Corina Machado, Benjamin Rausseo y Cesar Pérez Vivas.

María Corina, es una política de experiencia, preparada y se presenta en un partido nuevo. Mientras que ErConde, Benjamín Rausseo es un «amateur», su partido ha participado en procesos y él carece de experiencia política. Pueden mostrar diez mil títulos y eso no lo hace mejor preparado para ejercer el poder que otros, carentes de ello.

Cesar Pérez tiene el discurso, las ideas, la visión. Carece de la maquinaria y del «timing político». Llegó muy tarde a la actual carrera política, después de mucho tiempo fuera del cuadrilátero.Si hay debates televisados, eso podría mejorar su posicionamiento.

María Corina tiene una plataforma mediática tan buena o quizá mejor que la de los partidos tradicionales. ErConde debe empezar por definir su nombre, que es lo que aparece en el tarjetón.

La gran vulnerabilidad que tienen María Corina y ErConde, es el equipo que los rodea.

Las batallas electorales requieren de compañías estructuradas para tales fines, donde hay obreros, gerentes, deliverys y al igual que los ejércitos, una tropa dispuesta a servir para matar o para que te maten. Los idealismos eluden estas consideraciones. Los soñadores son útiles con alguien al lado que les recuerde pisar tierra.

ErConde, tiene muchos excopeyanos alrededor, que pueden tener buena preparación académica, no así preparación para la batalla. No han sido exitosos. Copei gobernó dos veces. La primera de ella producto de una coyuntura. La segunda, perdió muy rápido el encanto.

Caldera fue otra cosa en su segundo período y tampoco salió muy bien parado ante la opinión pública.

El tema interno: Las Primarias

Si yo fuese apostador busco las estadísticas y estás no favorecen a lo interno ni a María Corina ni a Cesar Pérez y peor error a ErConde si decide participar.

El discurso de Capriles y de Manuel Rosales no es malo. Ambos apuntan en la dirección correcta. Aunque los hechos no se compadecen con lo expresado por ellos.

María Corina muy lentamente ha hecho un viraje en su discurso, abandonando la parte radical. La ubicación ideológica en su justo lugar y hasta se ha atrevido de una u otra manera a respaldar planteamientos polémicos relacionados con el mundo LGBTI, intentando penetrar este sector muy importante de la opinión pública.

ErConde allí está en las nebulosas, en el «Topus Uranus».

Cesar Pérez si conoce ese mundo y sabe que necesita de muchos recursos financieros para tener el capital humano necesario y ganar.

Sí Rosales decidiera participar, con los votos del Zulia asegura el primero o segundo lugar. Si Capriles logra su apoyo, además del Zulia tendría una masa importante en Miranda y Caracas.

Lo peor que pueden hacer es subestimar a Rosales y a Capriles. La unidad de ambos sería una fuerza letal en las primarias.

Tienen que estar muy seguros Machado, Rausseo y Pérez de participar. Si pierden en las internas y todo indica ello, no tendrán excusas para luego salir independientes.

Vale aclarar que no es el mismo caso de Chávez o de Irene Sáez, aunque guarda ciertos parecidos. Ellos salieron de candidatos sin pasar por primarias ni por estructuras políticas preestablecidas.

Aunque el interés de Venezuela debe prevalecer, el 90% del liderazgo político tradicional, tiene pleno conocimiento de lo que les sucederá, si llegase a ganar una de estas formas de «outsider».

Habrá un reseteo, incluidos aquellos ex, adecos, copeyanos o chavistas, que tienen menos de cuatro años apoyando la fórmula.

Consideración final

Conversando una vez con un viejo camionero en una de las tantas carreteras de Estado Unidos, luego de verlo pelear contra uno del mismo oficio, 40 años más joven y al cual derrotó de un fuerte golpe, uno nada más, en mi medio inglés y él en su medio español, me dijo: «Cuando te toca enfrentar un rival más fuerte, más joven, sabes que tienes uno o dos, máximo tres golpes para derrotarlo. Tienes que ser muy preciso de donde golpearlo. Si no lo haces, él tiene mucha más capacidad para darte menos fuerte pero más veces y eso es mortal para nosotros». Jamás olvidaré esa lección.

Lo único que puede cambiar este panorama es la presentación de un cisne negro. Lo inesperado. No militante en partidos, con hechos, con logros y con un nuevo lenguaje.

Hasta el presente y a pesar de que lo mencionan, Lorenzo Mendoza, no da señales de querer emerger.

El tablero de este ajedrez, tiene unas piezas rojas…

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Ángel Monagas es abogado y comunicador.