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¿Retorna la hiperinflación?

Tiempo de lectura: 3 min.

A finales del año 2022 la inflación se desbordó rompiendo los pronósticos de las consultoras especializadas, pulverizando la mitad de la capacidad adquisitiva de los asalariados. No está claro si esta situación se prolongara en el nuevo año, pero es un mal presagio.

Las consultoras económicas y revistas especializadas acostumbran en los meses finales del año realizar estimaciones sobre el comportamiento de las principales variables macroeconómicas como los precios, los salarios y la producción agregada de bienes y servicios, medida a través del Producto Interno Bruto (PIB). Ello lo hacen para el año en curso y para el venidero. En este escrito nos concentraremos en el tema de los precios por la importancia que tienen para la capacidad adquisitiva de los trabajadores.

A finales del 2022 varias empresas consultoras acometieron la tarea mencionada tomando en consideración la información del Banco Central de Venezuela para el año que culminaba. Según estos datos la tasa acumulada del índice de Precios al Consumidor (IPC) hasta octubre se ubicaba en 119,4%. En función de ello varias consultoras estimaron que el crecimiento de los precios para el año 2023 podría estar finalmente en dos dígitos (80 a 98%) y no rebasaría el 125% en el peor de los casos. Entre estas organizaciones puede mencionarse al Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la UCAB que estimó que la inflación del 2022 cerraría en 125% y proyectó la del 2023 en un 80%, considerando un escenario optimista..

Pero como veremos en los párrafos siguientes sus estimaciones se quedaron cortas dado el violento incremento de los precios en los meses finales del año mencionado. Uno de los primeros en alertar sobre el cambio de tendencia fue Asdrúbal Oliveros de la consultora Ecoanalitica quien indicaba, en declaraciones para el boletín Finanzas Digital realizadas a mediados de diciembre, que la inflación del 2022 terminaría en 200% a pesar de las expectativas a principios de año que indicaban que terminaría en dos dígitos. Para el 2023 el economista señalaba que las presiones inflacionarias continuarían elevadas pero que el escenario de un retorno de la hiperinflación estaba descartado.

El cambio de tendencia en los meses finales de año obedeció a que el gobierno relajó su disciplina fiscal y procedió al pago de bonificaciones que incrementó el consumo de los hogares y al final se reflejó en una fuerte devaluación que llevó el dólar a nuevas cotas. El precio dólar se ubicaba el 1 de noviembre en 9,03 Bs y culminó a inicios de este año rondando los 19 Bs. En otras palabras la devaluación en dos meses superó el 100%.

La posición de Oliveros sobre la hiperinflación no es compartida por el economista e integrante del Observatorio Venezolano de Finanzas José Guerra quien alertaba en declaraciones en Twitter, difundidas por el diario El Nacional, que un retorno de la hiperinflación era posible “si la tasa de cambio y la expansión monetaria se desbocan”. A juicio del economista “ambas situaciones están ocurriendo pues “La inflación de noviembre y diciembre así lo indican”.

En términos rigurosos en los meses finales del año tienden a realizarse elevados niveles de gasto que se traducen en un comportamiento al alza de los precios y del dólar. Ante esta realidad la estrategia de intervención del Banco Central en el mercado cambiario parece haberse agotado, como lo plantea el último informe de coyuntura del IIES de la UCAB. Sin embargo es probable que ello no sea representativo de lo que ocurrirá a lo largo del año entrante cuando pueden darse eventos que moderen la subida de la divisa americana. Lo que sí parece probable es que el año que se inicia se caracterizará por una elevada inflación, probablemente mayor a la del 2022, que rondará niveles cercanos a los de la hiperinflación como lo ha planteado Tamara Herrera directora de la consultora Síntesis Financiera

Sin embargo en los actuales momentos no se trata de realizar un ejercicio de futurología y centrarnos en discutir lo que sucederá en el 2023 sino de analizar lo ocurrido a finales del año pasado y sus implicaciones sobre los asalariados, en particular del sector público. En los últimos meses la inflación se ha desbocado así como sus brutales efectos sobre el salario de los trabajadores. Un funcionario del Estado que en octubre del año pasado ganaba 900 bolívares (equivalente a 100 dólares en ese momento) vio reducir su capacidad adquisitiva, una vez descontado el efecto de la inflación y el crecimiento del dólar, a la mitad, es decir 50 dólares a inicios del presente año. En tan solo dos meses la mitad de la capacidad adquisitiva de los trabajadores ha sido pulverizada por una inflación que luce desbordada.

Referencias

El Nacional. 2022. José Guerra advierte que Venezuela puede entrar en hiperinflación de nuevo. Diciembre 29.

Finanzas Digital Asdrubal.2022. Oliveros analiza el panorama económico para 2023: PIB e inflación. Diciembre 14.

Tal Cual. 2022. La economía venezolana en 2023 “pende” de una licencia. Noviembre 30.

Tal Cual. 2022. Fuerte devaluación de fin de año en Venezuela pone en duda proyecciones del 2023. Diciembre 30.

UCAB. 2022. Informe de coyuntura de Venezuela (Octubre). (Disponible en: ucab.edu.ve).

Profesor UCV