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El último aumento salarial no evitó que los docentes cayeran en la indigencia

Tiempo de lectura: 2 min.

Los salarios de los empleados públicos mejoraron a inicios del 2022 impulsados por la recuperación económica y el incremento del salario mínimo. Sin embargo estos logros no fueron sostenibles en el tiempo debido a la incapacidad del gobierno de estabilizar el dólar, el cual duplicó su valor a finales del año, agudizando el deterioro del salario y de la situación alimentaria de los empleados públicos y de los docentes, obligando a muchos de ellos a restringir su ingesta.

El salario de los empleados públicos mejoró en los primeros meses del 2022 en relación al año previo. En marzo se produjo un decreto que incrementó el salario mínimo y repercutió en una modificación de las tablas que rigen los salarios de los docentes. La remuneración promedio en julio ascendió a 113,3 dólares según la ENCOVI. La mejora fue un incremento sustantivo con respecto al 2021.

Sin embargo los efectos del aumento de salario se esfumaron al final del 2022, debido a la incapacidad del gobierno de estabilizar el dólar, el cual duplicó su valor. Ello implicó que el salario promedio que devengaba un empleado público se redujo a 34 dólares en los días finales del 2022, lo cual representó un 7% de la Canasta Alimentaria (Cuadro 1).

Cuadro 1. Salario promedio de los empleados públicos como porcentaje de la canasta alimentaria diciembre del 2022.

Salario promedio en $ (mensual)

34

Canasta alimentaria en $ (CA)

474

S/CA X100

7,2

Fuentes: CENDAS.FVM; ENCOVI. 2022. UCAB; Cálculos propios.

Carlos Meléndez del Observatorio de Universidades (OBU) aporta cifras similares para diciembre del año pasado. Según él un profesor del máximo escalafón recibía 45 dólares mensuales mientras que los de menor escalafón obtenían 27 dólares, lo que implica que podían adquirir entre 9,5 y 5,7% de la canasta alimentaria. Ello ha obligado a los profesores y empleados universitarios a desempeñar varios trabajos para poder sobrevivir o dedicarse a tareas propias de la informalidad como elaboración y venta de tortas, venta de ropa, lo cual ha provocado un ausentismo generalizado en las instituciones de educación superior.

El deterioro del salario y la reducida fracción de la canasta alimentaria que cubre ha agudizado las carencias alimentarias de los docentes lo cual ha afectado su salud. En el servicio médico del Instituto de Previsión (IPP) de los profesores de la UCV, un docente que esperaba su turno para ser atendido por los especialistas que allí laboran se desmayó. Cuando los médicos acudieron en su ayuda se dieron cuenta que el docente sufría de hambre en forma crónica lo cual lo había debilitado a tal punto de provocarle un colapso. A partir de esta experiencia el IPP decidió realizar un estudio para identificar a los docentes en esta situación e instrumentar un programa de asistencia alimentaria focalizado en los mismos.

Esta situación no es exclusiva de la UCV, de las declaraciones de Carlos Meléndez del OBU, se concluye que una fracción importante de los docentes universitarios se ve obligado a restringir su ingesta: “Un 33% de los académicos come menos de tres veces al día, en el caso de los adultos mayores, un 35% y en la región nororiental un 48%”.

En conclusión para que un aumento de salarios cumpla con su propósito de incrementar la capacidad adquisitiva debe instrumentarse como parte de una agenda orientada a la estabilización del dólar y el control de la inflación, de no ser así ocurrirá lo que sucedió con el aumento de salario mínimo de marzo de 2022 que se esfumó en el tiempo.

Fuentes

Aporrea. 2022. Aporrea. 2022. Docentes universitarios celebran su día siendo los peores pagados en el mundo. 5 de diciembre .

Instituto de Investigaciones económicas. UCAB. Encuesta de Condiciones de Vida 2022 (ENCOVI).

Profesor UCV