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2018:¿Un año de oportunidades políticas?

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Apreciación de la situación política # 130

El año que recién se inicia estará signado políticamente por las elecciones presidenciales previstas para el mes de diciembre según lo establece la Constitución nacional. A este evento se debe agregar, y recordar, las elecciones para elegir los diputados regionales de los respectivos Consejos Legislativos Estadales y los concejales municipales de las alcaldías respectivas, ambas elecciones, como se recordará, fueron pospuesta arbitrariamente por la fraudulenta ANC como parte de los procesos electorales fradulentos realizados en pasado año 2017. El deterioro económico, proyectado y ejecutado por el régimen, pareciera que continuará a paso de demoledores pero sin fórmula de solución mientras continue este gobierno, a menos que se produzcan acontecimientos sociales sobrevenidos.

Para el régimen, aparentemente fortalecido con las “victorias” electorales del 2017, el escenario electoral no le luce favorable con un techo de simpatizantes o votantes ¿duros? mayor de cinco millones de electores que solamente le garantizaría la victoria si la sociedad opositora democrática sigue dispersa, desmotivada y comprando el discurso abstencionista de alguno voceros de la misma oposición. El deterioro económico en curso solo abonará descontento en su contra que ya promedia un rechazo mayor al 80% de los venezolanos.

Pero para la oposición democrática el escenario electoral, en principio favorable, le luce esquivo, como consecuencia de los errores de apreciación de los escenarios políticos que se le presentaron el pasado año y la continua falta de conexión con las necesidades más sentidas o urgentes de la gente. El resultado es que los partidos políticos opositores inician el año completamente desacreditados ante la sociedad venezolana.

La elecciones previstas, cuya fecha de realización dependen de las negociaciones que actualmente se realizan en República Dominicana y, en ultima instancia, de la fraudulenta ANC si fracasan las negociaciones, podrían ser una oportunidad, o más que eso, una obligación, de organizarce para los factores de la oposición con estrategias eficaces que les permitan ganarse el favor de los electores, ganar espacios políticos importantes – diputados regionales y concejales- y finalmente la presidencia de la república.

Las referidas elecciones de diputados regionales y concejales activarían las maquinarias electorales de la oposición democrática con las candidaturas de decenas de aspirantes a las diputaciones y centenares de candidatos a los consejos municipales en la calle promoviendo y motivando las elecciones y la posibilidad de ganar las presidencias de muchos consejos legislativos y municipales. Obtener un triunfo electoral regional con estos diputados y concejales no debe subestimarse, ya que mejorarían notablemente las condiciones de gobernabilidad de un eventual gobierno de transición.

La elección presidencial significa la posibilidad del cambio y de un futuro promisorio para nuestro país, pero el actual descrédito de los partidos políticos y sus diferencias pueden afectar esta posibilidad. Rehacer la unidad para lograr el triunfo parece obvio, pero hay que enfatizar en este punto, ya que existen muchos aspirantes de los partidos políticos con aspiraciones a esta candidatura. Un buen inicio sería la escogencia por consenso o primarias, de un candidato extra partidos apoyado con la sociedad civil organizada para dirigir un gobierno de transición de no más de tres años para recuperar la economía, restablecer el estado de derecho y organizar elecciones libres y transparentes al concluir su mandato.

@lesterllopezo 12/01/18