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Adam Smith y petróleo

Opinión
Artículos de opinión
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De acuerdo a la visión del “padre” de la Economía, Adam Smith, hay Estados “propios” y Estados “impropios”, según quien sea el dueño de los recursos de un país. En los países que tienen un Estado “propio” la riqueza (petrolera, o de cualquier otra forma) pertenece directamente a la población que luego paga impuestos. Los Estados “propios” sólo pueden ser ricos si sus ciudadanos también son ricos.

Trágicamente, Venezuela tiene un Estado “impropio” donde los recursos van directamente al gobierno. Es necesario reestructurar el Petro-Estado “impropio” y sincerar su relación con los ciudadanos. El problema es como el de un cáncer que hay que extirpar antes de que crezca más. Puede ser doloroso hacerlo, pero será aún más doloroso mientras pase más tiempo. El cáncer crece y con él la pobreza de la población sometida a un Estado “impropio”. ¡Hay que extirparlo y cuanto antes mejor!

Hay que devolver la prioridad a los ciudadanos en un Estado “propio”, a los estudiantes en las escuelas, a los pacientes en los hospitales. Un Estado “propio” debe ocuparse del verdadero bienestar de sus ciudadanos, quienes deber ser los dueños de los recursos nacionales.

Apoyo de los líderes
La desestatización y democratización del petróleo, mediante la entrega directa de acciones y dividendos del petróleo a todos los ciudadanos, es un proceso técnicamente viable, pero que necesita del apoyo de los líderes y, aún más importante, del convencimiento popular. Venezuela requiere una verdadera nacionalización del petróleo, es decir, que el petróleo ahora expropiado por el Estado pase directamente a los nacionales. Necesitamos una nacionalización que revierta la terrible experiencia de varias décadas de estatización bajo un Estado “impropio”: la llamada nacionalización “chucuta” descrita por Juan Pablo Pérez Alfonzo. Ha llegado el momento de una nueva Venezuela en la que podamos decir con conocimiento y sentir con orgullo que “el petróleo es nuestro” y no del Estado.

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