A cada rato vemos al presidente de Rusia y a sus voceros intentando o anunciando crear un nuevo Sistema de pago que nunca termina de constituirse como tal. Vamos a ver cuál es el Sistema de pago hoy y por qué es tan difícil crear un nuevo Sistema de pago internacional.
El sistema de pagos internacionales se refiere a los mecanismos y redes utilizados para transferir dinero entre países y jurisdicciones. Estos sistemas facilitan el comercio internacional, el envío de remesas y las inversiones globales. Ejemplos de estos sistemas incluyen la red SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication), que permite a los bancos comunicarse de manera segura sobre transferencias, y plataformas como PayPal o TransferWise para transferencias más directas entre particulares y empresas.
¿Tendrán éxito estas alternativas?
Crear un nuevo sistema de pago internacional aceptado por todos los países es difícil debido a una serie de desafíos económicos, políticos, técnicos y regulatorios que deben superarse. Aquí están algunas de las principales razones:
1. Intereses económicos divergentes
Competencia entre países: Las economías más grandes, como Estados Unidos, la Unión Europea y China, tienen sistemas financieros muy poderosos que favorecen sus intereses. Por ejemplo, el dominio del dólar estadounidense en los pagos internacionales da a EE. UU. una gran influencia global. Un nuevo sistema de pagos podría amenazar esa influencia, y es probable que estas naciones no apoyen alternativas que erosionen su poder económico.
Beneficios económicos del sistema actual: Bancos e instituciones financieras que participan en el sistema actual ganan mucho dinero con las transferencias internacionales, comisiones, conversiones de divisas y servicios relacionados. Ellos no tendrían incentivos para adoptar un nuevo sistema que reduzca sus ganancias.
2. Política internacional y sanciones
Control y sanciones: Las redes de pagos internacionales actuales, como SWIFT, son herramientas poderosas para aplicar sanciones económicas. Si un país es excluido de estas redes (como ocurrió con Irán o Rusia), su capacidad de comerciar a nivel internacional se ve gravemente limitada. Los países que dominan estas redes, especialmente Estados Unidos y la Unión Europea, no querrían ceder este control creando un sistema más descentralizado o independiente.
Desconfianza geopolítica: Un nuevo sistema de pagos internacionales tendría que generar confianza entre naciones con agendas políticas muy diferentes. Países con relaciones tensas (por ejemplo, Estados Unidos y China, o Rusia y Occidente) probablemente se resistirían a cooperar en la creación de un sistema común.
3. Infraestructura tecnológica compleja
Compatibilidad global: Un nuevo sistema de pagos tendría que ser interoperable con una infraestructura financiera que ya está profundamente interconectada a través de sistemas tradicionales, como SWIFT, SEPA (en Europa), y CHIPS (en EE. UU.). Implementar un nuevo sistema que sea compatible con las distintas monedas, regulaciones y tecnologías de cada país es extremadamente complicado.
Ciberseguridad: Los sistemas de pagos internacionales manejan enormes volúmenes de dinero y datos sensibles. Cualquier nuevo sistema tendría que garantizar altos niveles de seguridad para evitar fraudes, robos y ciberataques. Desarrollar y mantener un sistema tan robusto a escala global es costoso y requiere cooperación internacional, lo cual no es fácil de lograr.
4. Regulaciones financieras internacionales
Leyes financieras divergentes: Cada país tiene su propio marco regulatorio para la banca y los pagos. Un nuevo sistema de pagos internacionales tendría que cumplir con las normativas de cada jurisdicción, lo cual genera complicaciones legales y burocráticas. Las normas de lucha contra el lavado de dinero (AML) y la financiación del terrorismo (CFT) varían entre países, y un sistema nuevo tendría que encontrar una forma de cumplir con todas ellas.
Control de capitales: Algunos países, especialmente aquellos con economías en desarrollo o regímenes autoritarios, imponen controles estrictos sobre los flujos de capital para evitar la salida de dinero del país. Estos países podrían resistirse a un sistema de pagos que debilite su capacidad de controlar estos flujos.
5. Adopción y confianza
Adopción masiva: Para que un nuevo sistema sea viable, necesita la adopción de una masa crítica de bancos, instituciones financieras, empresas y gobiernos. La adopción temprana es un gran desafío, porque las partes interesadas tienden a ser conservadoras cuando se trata de sistemas de pagos, dado el riesgo asociado a cambiar de sistema.
Falta de confianza: La confianza en el sistema es fundamental. Un nuevo sistema de pagos tendría que probar que es seguro, eficiente y confiable a lo largo del tiempo. Los usuarios deben confiar en que sus transacciones serán procesadas sin problemas y que no perderán dinero por fallas tecnológicas o volatilidad (como ocurre con algunas criptomonedas).
6. Monopolio del dólar y estabilidad financiera
Dominio del dólar estadounidense: Actualmente, la mayoría de las transacciones internacionales se realizan en dólares. Esto le da a EE. UU. una enorme influencia económica. Crear un sistema que permita a otros países reducir su dependencia del dólar sería un desafío geopolítico importante, ya que el dólar se ha establecido como la moneda más confiable y estable para el comercio mundial.
Riesgo de inestabilidad financiera: Cualquier cambio significativo en el sistema de pagos internacionales podría provocar inestabilidad en los mercados financieros globales. Los gobiernos y los bancos centrales tienden a ser cautelosos con respecto a cambios que puedan afectar la estabilidad de sus economías.
Conclusión:
El desarrollo de un nuevo sistema de pagos internacionales aceptado por todos los países enfrenta obstáculos considerables debido a intereses económicos, políticos, regulatorios y técnicos. Aunque existen esfuerzos y alternativas, como las criptomonedas o los sistemas de pagos digitales, la adopción global de un sistema completamente nuevo requiere superar barreras significativas y probablemente llevará mucho tiempo.
X: @alejandrojsucre
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